Recientes noticias difundidas por varias fuentes rusas apuntan a que hay varios sistemas de armas que se están introduciendo en las estructuras del Ejército para hacer que sus unidades terrestres en general, y las motorizadas y mecanizadas en particular, tengan más capacidad de fuego. De un lado, en unos ejercicios militares realizados hace pocas semanas por el 41 Ejército de Armas Combinadas en la región de Kemerovo (Tula), se ha usado por vez primera un sistema artillero móvil y especialmente letal.
Se han destacado a ese adiestramiento diez unidades de lo que localmente se define como piezas de artillería autopropulsada, aunque por su diseño serían más afines a lo que ahora está más en boga: embarcar sistemas de morteros en vehículos para conseguir más movilidad tanto en su posicionamiento para realizar sus fuegos como en la salida rápida del mismo para evitar la contrabatería. El sistema en cuestión es el 2S23 Nona SVK, un blindado 8x8 tipo BTR-80, que sigue la misma línea clásica que otros que llevan bastantes años en servicio, en el que se ha instalado una moderna torre.
La misma está equipada con un cañón, de sólo 1,8 metros de longitud y 120 milímetros de calibre, que se alimenta desde el interior y puede disparar granadas de diversos tipos que incluyen las de alto explosivo (HE, High Explosive) o las fumígenas. Su fuego más usual se refiere a tiro indirecto para batir objetivos que incluso puedan estar detrás de posiciones protegidas, aunque también, y especialmente en lo que es su autodefensa, podrá realizar acciones de fuego directas; una solución similar ya fue introducida hace varias décadas sobre blindados ligeros con tracción oruga.
El empleo ahora en Kemerovo puede ser una referencia de una decisión respecto a que su uso se generalice, pues sólo medio centenar de esos sistemas de ruedas se habrían recibido, de momento, por el Ejército ruso. Con armas como está se obtendría un potencial de fuego que podría llegar a conseguir alcances de casi trece kilómetros gracias a municiones provistas con un motor cohete que incrementa el alcance. Su efectividad hace que sea igual de versátil que los proyectiles de 152mm usados en distintos tipos de piezas artilleras hasta la fecha. Por si ello no fuese suficiente, con el cañón pueden dispararse municiones guiadas por láser como el Kitolov que pueden batir objetivos a nueve kilómetros de su punto de lanzamiento.
El empleo de los 2S23 Nona SVK, que se ha realizado en un centro de adiestramiento de Yurga y ha incluido a estos novedosos vehículos usados en conjunción de otras armas, estaría enmarcado en un nuevo concepto operativo por el que la Infantería motorizada se beneficiaría de más armas que apoyen sus movimientos y les brinden de mayor capacidad de hacer frente a adversarios de diferente tipo y potencial.
Fotos:
-Unos recientes ejercicios militares rusos han puesto de manifiesto la idoneidad de estos vehículos y que serán adquiridos en mayor número. (MD Rusia)
-El chasis de un blindado BTR-80 soporta la torre que incluye el cañón de 120mm capaz de acciones de fuego directas e indirectas. (Rosoboronexport)
Por Octavio Díez Cámara - Defensa
Se han destacado a ese adiestramiento diez unidades de lo que localmente se define como piezas de artillería autopropulsada, aunque por su diseño serían más afines a lo que ahora está más en boga: embarcar sistemas de morteros en vehículos para conseguir más movilidad tanto en su posicionamiento para realizar sus fuegos como en la salida rápida del mismo para evitar la contrabatería. El sistema en cuestión es el 2S23 Nona SVK, un blindado 8x8 tipo BTR-80, que sigue la misma línea clásica que otros que llevan bastantes años en servicio, en el que se ha instalado una moderna torre.
La misma está equipada con un cañón, de sólo 1,8 metros de longitud y 120 milímetros de calibre, que se alimenta desde el interior y puede disparar granadas de diversos tipos que incluyen las de alto explosivo (HE, High Explosive) o las fumígenas. Su fuego más usual se refiere a tiro indirecto para batir objetivos que incluso puedan estar detrás de posiciones protegidas, aunque también, y especialmente en lo que es su autodefensa, podrá realizar acciones de fuego directas; una solución similar ya fue introducida hace varias décadas sobre blindados ligeros con tracción oruga.
El empleo ahora en Kemerovo puede ser una referencia de una decisión respecto a que su uso se generalice, pues sólo medio centenar de esos sistemas de ruedas se habrían recibido, de momento, por el Ejército ruso. Con armas como está se obtendría un potencial de fuego que podría llegar a conseguir alcances de casi trece kilómetros gracias a municiones provistas con un motor cohete que incrementa el alcance. Su efectividad hace que sea igual de versátil que los proyectiles de 152mm usados en distintos tipos de piezas artilleras hasta la fecha. Por si ello no fuese suficiente, con el cañón pueden dispararse municiones guiadas por láser como el Kitolov que pueden batir objetivos a nueve kilómetros de su punto de lanzamiento.
El empleo de los 2S23 Nona SVK, que se ha realizado en un centro de adiestramiento de Yurga y ha incluido a estos novedosos vehículos usados en conjunción de otras armas, estaría enmarcado en un nuevo concepto operativo por el que la Infantería motorizada se beneficiaría de más armas que apoyen sus movimientos y les brinden de mayor capacidad de hacer frente a adversarios de diferente tipo y potencial.
Fotos:
-Unos recientes ejercicios militares rusos han puesto de manifiesto la idoneidad de estos vehículos y que serán adquiridos en mayor número. (MD Rusia)
-El chasis de un blindado BTR-80 soporta la torre que incluye el cañón de 120mm capaz de acciones de fuego directas e indirectas. (Rosoboronexport)
Por Octavio Díez Cámara - Defensa
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