domingo, 20 de julio de 2025

El Ejército Argentino licita la compra de 48 camiones militares de campaña 4×4

El Ejército Argentino inició recientemente el proceso licitatorio que tiene como objeto la compra de 48 camiones militares de campaña 4×4. Para la mencionada adquisición, que se encuentra incluida en la Programación del Plan Anual de Contrataciones (PAC) para el Ejercicio Financiero 2025, se ha asignado un monto de USD 12.351.189,60.

De las especificaciones técnicas de desprende que el modelo de camión 4×4 por adquirir deberá ser de uso militar, “…con capacidad para transportar carga general y/o personal militar en la parte trasera…”. Entre los requisitos particulares se menciona un largo de hasta 6.5 metros, un ancho de 2.5m y un alto (cabina) de 2.9 metros. También deberá contar con un motor diesel EURO III que brinde una potencia mínima de 170cv y torque mínimo de 600nm. La capacidad de carga útil tiene que ser de entre 1,5 a 5 toneladas.

Vale recordar que el Ejército Argentino finalizó en febrero de este año una Evaluación Técnica Operacional en la cual se puso a prueba diversos modelos de camiones 4×4, entre ellos el Arquus VLRA, el UNIMOG 4000 de Daimler, el Renault Truck D 4×4, y el Tatra Force T-815. Pese a que desde la institución no se informaron los resultados, uno de los favoritos sería el producto de la casa alemana.

La compra de camiones militares de campaña 4×4 se da en el marco del BAPIN Nro 148.204, proyecto que tiene como objetivo la incorporación de 1.000 camiones 4×4 atento la insuficiencia y antigüedad de la actual flota de camiones UNIMOG 416. Tal como informamos oportunamente, un reporte de Calificación Técnica sobre el proyecto develó que “…De los 1369 vehículos adquiridos desde 1961, el 40% (548) está fuera de servicio de forma irrecuperable, y el 60% restante (821), presentan altos costos de operación y mantenimiento por problemas de discontinuidad tecnológica que afectan a su operatividad…”.

El informe también destacó que la insuficiencia de los Unimog 416 “…afecta la capacidad de la Fuerza para realizar sus operaciones de adiestramiento, tanto en guarnición (mínimo 40 días) como en terreno (mínimo 18 días). Actualmente, solo se cumple entre un 40 a un 60 % de las actividades anuales, según la arma del Ejercito que se analice…la falta de vehículos adecuados y operativos afecta gravemente la eficiencia del Ejército Argentino, impidiendo el desarrollo de ejercicios cruciales y la respuesta ante situaciones de emergencias…”.

Para la presente compra, el Ejército ha solicitado aspectos complementarios a los interesados en participar del proceso licitatorio: 1) Garantizar la existencia de repuestos y soporte post venta por un tiempo mínimo de 20 años en la Argentina; 2) Contemplar una propuesta de traspaso de tecnología y capacitación para mantenimiento correctivo y preventivo.

Los camiones deberán entregarse en un período de 180 días hábiles, una vez que se haya perfeccionado el documento contractual.

jueves, 17 de julio de 2025

Estados Unidos desarrolla el avión no tripulado kamikaze LUCAS para superar al Shahed-136 iraní a medida que las municiones merodeadoras se vuelven fundamentales para la guerra futura .

Todos los drones exhibidos durante el evento del Pentágono de julio de 2025, incluido LUCAS, se desarrollaron mediante este sistema y pasaron de la fase de concepción a la fase de preparación en tan solo dieciocho meses, en comparación con el ciclo típico de seis años. (Fuente de la imagen: Departamento de Defensa de EE. UU.)
El 16 de julio de 2025, Estados Unidos presentó formalmente una nueva munición de merodeo denominada LUCAS (Sistema de Ataque de Combate No Tripulado de Bajo Costo), que se posiciona como un análogo funcional y económico del dron iraní Shahed-136 , ampliamente utilizado . Desarrollado por la contratista de defensa SpektreWorks, con sede en Arizona, LUCAS se presentó en el patio del Pentágono como parte de una exhibición de sistemas autónomos multidominio.

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, revisó personalmente el dron durante el evento, donde también se mostraron otras dieciocho plataformas autónomas. Esta presentación se enmarca en un esfuerzo más amplio del Departamento de Defensa para equipar a las fuerzas estadounidenses y aliadas con sistemas no tripulados escalables y adaptables, capaces de apoyar operaciones dispersas, especialmente en la región del Indopacífico. LUCAS ya ha completado con éxito las pruebas y está listo para la producción, con su integración en unidades activas prevista próximamente. Aunque se presentó públicamente bajo el nombre de LUCAS (Sistema de Ataque de Combate No Tripulado de Bajo Costo), el dron parece estar basado en el dron objetivo FLM 136, a menudo erróneamente etiquetado como FLM 131, o derivar de él, ya que varias pistas refuerzan este origen.

En primer lugar, el sitio web de SpektreWorks describe un dron objetivo FLM 136 que se asemeja mucho al LUCAS en tamaño, configuración y función. Además, SpektreWorks fue una de las empresas seleccionadas para el programa de Transición de Innovación de Prototipos de UAS Pequeños Aplicados (APFIT) del Ejército, cuyo objetivo era acelerar la entrada en servicio de sistemas de drones listos para la transición. Este programa se centró específicamente en diseños atractivos, modulares y de bajo coste para entornos controvertidos, y el vídeo que acompaña a la noticia mostró el lanzamiento del FLM 136. Este cambio de nombre también se alinea con las prácticas más generales del Departamento de Defensa, donde las plataformas suelen recibir nuevas designaciones al entrar en las fases formales de evaluación militar o adquisición, como el M1126 Stryker basado en el LAV III. Técnicamente, el LUCAS/FLM 136 presenta un diseño de arquitectura abierta, que permite el uso de bahías de carga modulares que pueden alojar sensores de reconocimiento, módulos de guerra electrónica o cargas explosivas, según los requisitos de la misión. Admite fuentes de alimentación de 28 V y 12 V e incluye una red de carga útil que permite la conmutación remota de sistemas durante el vuelo. Sus métodos de lanzamiento incluyen despliegue desde camión y despegue asistido por cohete (RATO), lo que aumenta la flexibilidad para operaciones de campo sin necesidad de infraestructura especializada ni entrenamiento de tripulación.

El FLM 136 está clasificado como vehículo aéreo no tripulado del Grupo 3, lo que significa que puede pesar hasta 600 kilogramos y operar a altitudes de hasta 5.500 metros. Visualmente, el dron se asemeja mucho al Shahed-136 de Irán, con una envergadura triangular de aproximadamente 2,5 a 3 metros y un motor de pistón. Sin embargo, LUCAS incluye mejoras modulares que permiten su reutilización en ciertas configuraciones, y su integración en la red en malla Multi-domain Unmanned Systems Communications (MUSIC) le permite servir no solo como munición merodeadora, sino también como un relé de comunicación entre sistemas no tripulados y centros de comando. SpektreWorks confirmó que el dron es capaz de coordinarse de forma autónoma con otras plataformas, lo que lo hace adecuado para tácticas de enjambre y operaciones de ataque centradas en la red. Estas características diferencian a LUCAS de su homólogo iraní al ofrecer flexibilidad, control digital e integración dentro de una arquitectura de combate estadounidense más amplia, con un peso de lanzamiento en el rango de 70 a 100 kilogramos.

La introducción de LUCAS se produce en el contexto de una transformación radical en la política estadounidense sobre drones, bajo el memorando de la administración Trump del 10 de julio de 2025 titulado "Desatando el Dominio Militar de los Drones de EE. UU." (Liberando el Dominio Militar de los Drones de EE. UU.). Firmado por el Secretario de Defensa, Pete Hegseth, y respaldado por la Orden Ejecutiva 14307, la iniciativa busca acelerar drásticamente la adquisición de drones, reducir las cargas regulatorias y aumentar la producción de sistemas fungibles. Bajo la nueva política, los drones de los Grupos 1 y 2 se reclasifican como "bienes de consumo" o "consumibles", lo que les permite ser tratados de forma similar a municiones como granadas, en lugar de aeronaves tradicionales. Si bien LUCAS se clasifica dentro de la clasificación más estricta del Grupo 3, ahora se aplican los mismos principios para acelerar su despliegue. Los comandantes de unidad están facultados para adquirir drones directamente, eludiendo los marcos de adquisición tradicionales y permitiendo una innovación más ágil en el campo de batalla. Estos cambios también se ven respaldados por nuevos canales de inversión y autoridades de adquisición vinculadas a la capacidad industrial nacional.

Aunque se presentó públicamente bajo el nombre LUCAS (Sistema de Ataque de Combate No Tripulado de Bajo Costo), el dron parece estar basado en el dron objetivo FLM 136, o derivado de él, a menudo etiquetado erróneamente como FLM 131, ya que varias pistas refuerzan este origen. (Fuente de la imagen: SpektreWorks)
Esta reorientación de la política estadounidense sobre drones se sustenta en nuevos mecanismos de financiación y reformas estructurales dentro del Departamento de Defensa. La Reserva de Experimentación de Defensa Rápida (RDER), que en su día fue un programa independiente durante la administración anterior, se ha institucionalizado en la Oficina del Subsecretario de Defensa para Investigación e Ingeniería. Sus métodos se integran en lo que se conoce como Experimentación de Preparación Tecnológica (T-REX), que realiza eventos con fuego real al menos dos veces al año. Todos los drones exhibidos durante el evento del Pentágono de julio de 2025, incluido LUCAS, se desarrollaron mediante este sistema y pasaron del concepto a la fase de preparación en tan solo dieciocho meses, en comparación con el ciclo típico de seis años. Al mismo tiempo, el Departamento está ampliando la Lista Azul de UAS, un catálogo de drones y subsistemas aprobados, para permitir la presentación de solicitudes de unidades y desarrolladores de nivel inferior. El objetivo es escalar la innovación desde la base, con el apoyo de procesos de adquisición que priorizan los productos fabricados en EE. UU. a través de la iniciativa "Buy American" y las contribuciones de expertos en inteligencia artificial y robótica.

Paralelamente a esta reforma nacional, el Departamento de Comercio de EE. UU. ha abierto una investigación de seguridad nacional, amparada en la Sección 232, sobre la importación de drones y componentes, en particular los de empresas chinas como DJI y Autel Robotics. Esta investigación, iniciada discretamente el 1 de julio y hecha pública el 15 de julio, busca determinar si la dependencia de drones de fabricación extranjera socava la seguridad nacional y la resiliencia de la cadena de suministro de EE. UU. La investigación podría resultar en aranceles, prohibiciones de compras o incluso restricciones a la importación, lo que incentivaría aún más al Pentágono y a los sectores comerciales a adoptar plataformas de fabricación estadounidense como LUCAS. Grupos del sector, como la Asociación Internacional de Sistemas de Vehículos No Tripulados (AUVSI), han expresado un firme apoyo a la investigación, argumentando que el dominio de competidores extranjeros subvencionados ha frenado la innovación estadounidense y ha generado vulnerabilidades en las operaciones militares y de infraestructuras críticas. La Casa Blanca también ha instado a la Administración Federal de Aviación (FAA) a acelerar los procesos de certificación de drones e integración del espacio aéreo, especialmente para las operaciones más allá de la línea visual (BVLOS) y los sistemas de gestión del tráfico aéreo no tripulado.

El dron Shahed-136 , desarrollado originalmente por la Compañía Industrial de Fabricación de Aeronaves (HESA) de Irán, se ha convertido en un activo fundamental en la guerra asimétrica moderna. Conocido por su asequibilidad, su alcance de hasta 2500 kilómetros y su capacidad para transportar cargas explosivas en misiones unidireccionales, el Shahed-136 ha sido ampliamente desplegado en Ucrania y en todo Oriente Medio. Su bajo coste y el uso de componentes comerciales listos para usar permiten su producción en masa y su despliegue en enjambres, especialmente en ataques contra infraestructuras civiles y militares. Rusia ha adoptado y renombrado el dron como Geran-2, empleándolo ampliamente durante su campaña en Ucrania para saturar las defensas aéreas y saturar la cobertura de radar. Estas tácticas han tenido impactos tanto operativos como psicológicos, revelando vulnerabilidades en los sistemas tradicionales de defensa por capas y subrayando la necesidad de contramedidas de bajo coste y equivalentes.

Debido a su simplicidad, bajos requisitos de producción e impacto demostrado, el Shahed-136 ha inspirado una oleada de imitadores y adaptaciones a nivel mundial. Los informes indican que se han utilizado o desarrollado drones similares en Bielorrusia, Israel, China, Ucrania, Turquía, Venezuela, Sudán, Etiopía, Siria, Yemen y Corea del Norte, y algunos gobiernos han realizado ingeniería inversa basándose en unidades capturadas o derribadas. El atractivo del dron reside en su accesibilidad y valor estratégico, capaz de eludir los sistemas de defensa avanzados con ataques de saturación a un costo mucho menor que el de los misiles guiados. Por estas razones, el Shahed se ha convertido en un símbolo del poder aéreo de próxima generación. La introducción de LUCAS por parte de Estados Unidos, diseñado no solo como una copia, sino como una alternativa modular, habilitada para la red y potencialmente reutilizable, refleja la comprensión de que, para mantener su relevancia operativa en la guerra con drones, los sistemas deben ser escalables, adaptables y estar profundamente integrados en la doctrina táctica y estratégica. LUCAS constituye así no sólo una respuesta tecnológica, sino también doctrinal, a la emergente proliferación global de municiones merodeadoras.

LandEuro 2025: El dron vampiro ucraniano surge como una temible arma de ataque nocturno contra las fuerzas rusas .

El dron multifunción ucraniano Vampire se exhibe en LANDEURO 2025, mostrando sus capacidades de ataque nocturno y reabastecimiento. 
 Exhibido en LANDEURO 2025, una feria de defensa en Wiesbaden, Alemania, por Ukrainian Defense Innovations, el dron Vampire representa un gran avance en las capacidades de los drones de combate de Ucrania, diseñado específicamente para operaciones nocturnas y apoyo en primera línea. Diseñado para complementar el creciente ecosistema de sistemas autónomos de Ucrania, el Vampire sirve como plataforma de ataque y reabastecimiento, permitiendo combates de precisión y logística crítica en la oscuridad. Se ha convertido en un activo clave en la estrategia de guerra con drones de Ucrania y ahora se despliega ampliamente en sectores disputados de la primera línea.

El Vampire es un hexacóptero pesado de seis rotores desarrollado por la empresa de defensa ucraniana SkyFall para satisfacer las necesidades urgentes de las unidades móviles que participan en operaciones dinámicas de primera línea. El dron tiene una capacidad máxima de carga útil de 15 kg, una autonomía de vuelo de aproximadamente 23 minutos y un alcance operativo efectivo de hasta 20 km. Opera a altitudes de hasta 400 metros y está equipado con cámaras termográficas biespectrales avanzadas, navegación GNSS segura y sistemas de comunicación reforzados, diseñados para resistir las interferencias de la guerra electrónica rusa. El soporte modular para armas del Vampire permite a los operadores configurar el dron para diversas tareas, como el lanzamiento de municiones termobáricas, acumulativas o de fragmentación, así como el despliegue aéreo de minas antitanque como la TM-62.

Las fuerzas ucranianas han utilizado el Vampire en diversas funciones operativas, especialmente en misiones de ataque nocturno destinadas a debilitar las posiciones de infantería rusa, las columnas de vehículos y los centros logísticos. El perfil de vuelo silencioso y la alta precisión del dron lo hacen ideal para ataques sorpresa contra trincheras y fortificaciones enemigas. En múltiples casos confirmados, brigadas como la 25.ª Aerotransportada y la 100.ª Mecanizada han empleado el Vampire para realizar incursiones de ataque consecutivas en una sola noche, interrumpiendo los asaltos rusos y obligando a las unidades enemigas a modificar sus tácticas. El dron también se utiliza para entregar suministros críticos, como munición, alimentos y equipo médico, a las tropas bajo fuego enemigo, a menudo durante misiones de alto riesgo donde los métodos de entrega convencionales resultan demasiado peligrosos.

La integración del Vampire con sistemas terrestres robóticos y drones de merodeo FPV ha mejorado significativamente la flexibilidad y la capacidad de supervivencia de las unidades ucranianas de primera línea. Puede lanzarse desde posiciones ocultas cerca de la línea de contacto, completar su misión de forma autónoma o por control remoto, y regresar con interferencias electrónicas intensas gracias a sus resistentes sistemas. Con un tiempo de entrenamiento mínimo (según se informa, los operadores adquieren la habilidad en tres horas), el Vampire se ha convertido rápidamente en uno de los drones multifunción más utilizados en el arsenal táctico del ejército ucraniano.

En el ámbito psicológico, se dice que las tropas rusas han apodado al dron "Baba Yaga", en referencia a sus inquietantes e implacables ataques nocturnos que infunden miedo y confusión entre las fuerzas enemigas. Además de su utilidad directa en combate, el Vampiro también se ha desplegado en ataques transfronterizos en territorios controlados por Rusia, como Kursk, donde ha atacado depósitos de municiones, depósitos de vehículos y concentraciones de tropas. Estas misiones han contribuido a configurar el campo de batalla al reducir la capacidad de Rusia para concentrar fuerzas sin ser detectada y al atacar zonas que antes se consideraban seguras del alcance ucraniano.

La aparición del dron Vampire es un símbolo de la rápida innovación de Ucrania en tiempos de guerra, donde soluciones probadas en el terreno evolucionan hacia plataformas escalables capaces de transformar los conflictos modernos. A medida que la guerra continúa, se espera que el Vampire desempeñe un papel clave tanto en la disrupción táctica como en el mantenimiento de la resiliencia de las unidades de combate ucranianas que operan en entornos de alto riesgo y alta intensidad.

LandEuro 2025: el Skyranger 30 de Rheinmetall de Alemania ofrece un sistema de armas híbrido contra drones y municiones merodeadoras .

El sistema móvil de defensa aérea alemán Rheinmetall Skyranger 30, presentado en LandEuro 2025, está diseñado para contrarrestar drones y municiones merodeadoras con una solución híbrida de cañón y misil. 
En LandEuro 2025, una feria de defensa celebrada en Wiesbaden, Alemania, Rheinmetall, fabricante alemán de equipos militares modernos y vehículos de combate para la defensa, presentó el Skyranger 30, su última torreta móvil de defensa aérea, diseñada para afrontar los cambiantes desafíos del campo de batalla moderno. Este sistema híbrido integra un cañón automático de 30 mm, misiles guiados tierra-aire y tecnología avanzada de sensores en una torreta compacta, compatible con vehículos de combate con ruedas y orugas. Rheinmetall busca ofrecer una solución versátil y escalable para contrarrestar la creciente amenaza de los drones, las municiones merodeadoras y las plataformas aéreas de vuelo bajo, combinando potencia de fuego y alta movilidad para las fuerzas de defensa de primera línea.

La creciente importancia de los pequeños sistemas aéreos no tripulados (sUAS), los drones con vista en primera persona (FPV) y las municiones merodeadoras ha redefinido las prioridades tácticas de la defensa aérea, como lo demuestra la actual guerra entre Rusia y Ucrania. El conflicto ha puesto de manifiesto importantes vulnerabilidades en las arquitecturas tradicionales de defensa aérea frente a enjambres de drones de bajo coste y alta agilidad, así como a amenazas guiadas con precisión que operan a baja altitud. Tanto las fuerzas ucranianas como las rusas han explotado ampliamente este ámbito, convirtiéndose los drones FPV en herramientas cruciales para misiones de reconocimiento y ataque. La necesidad de soluciones móviles de rápido despliegue capaces de identificar y neutralizar estas amenazas de forma autónoma se ha convertido en una prioridad para los planificadores de defensa de la OTAN y la UE.

El sistema de defensa aérea Skyranger 30 es la respuesta de Rheinmetall a esta brecha operativa. Combinando precisión, flexibilidad y protección, la torreta está equipada con el cañón revólver KCE de 30 mm x 173, capaz de disparar municiones de explosión aérea programables AHEAD, específicamente optimizadas para interceptar drones. También integra misiles guiados tierra-aire y sensores de alto rendimiento para habilitar modos de ataque tanto autónomos como en red. Inicialmente, el sistema utilizará misiles Stinger en la configuración alemana, con planes de transición a un misil de nuevo desarrollo, adaptado para aplicaciones de defensa contra drones.

Diseñada para una reacción rápida y maniobrabilidad táctica, la torreta Skyranger 30 puede montarse en una amplia gama de vehículos blindados con ruedas y orugas, lo que permite a las fuerzas armadas desplegarla en diferentes plataformas según las necesidades de la misión. Esta modularidad facilita una integración perfecta en las flotas de vehículos existentes, mejorando la movilidad y la adaptabilidad al campo de batalla. Su gran alcance de elevación y su agilidad para apuntar la hacen especialmente adecuada para proteger unidades de maniobra, convoyes logísticos e instalaciones clave de amenazas aéreas a corta y muy corta distancia.

Una de las características más potentes del sistema es el uso de munición de explosión aérea programable AHEAD. Desarrollada para contrarrestar objetivos aéreos pequeños, rápidos y difíciles de detectar, la munición AHEAD (Eficiencia de Impacto y Destrucción Avanzada) contiene una carga útil de subproyectiles de tungsteno prefragmentados. Al disparar, el sistema de control de fuego del cañón programa el proyectil para que detone en un punto preciso cerca del objetivo. Esto crea una densa nube de fragmentos de alta velocidad diseñada para destruir o inutilizar los componentes vitales del dron, lo que garantiza una alta probabilidad de destrucción incluso contra amenazas aéreas pequeñas o evasivas. El uso de munición de explosión aérea aumenta drásticamente la efectividad del combate, especialmente al enfrentarse a enjambres de drones o a múltiples amenazas simultáneas.

Como parte de la iniciativa Escudo Europeo del Cielo, el Skyranger 30 está ganando terreno entre los Estados miembros de la OTAN y la UE. Hungría dio un paso clave en diciembre de 2023 al contratar a Rheinmetall para desarrollar una versión conceptual de la torreta del Skyranger 30 para su integración en el vehículo de combate de infantería (IFV) Lynx KF41. Desde entonces, Austria y Dinamarca han realizado pedidos de sus respectivas plataformas. El interés sigue creciendo, y los Países Bajos anunciaron en enero de 2025 su intención de adquirir 22 unidades del Skyranger 30, con la finalización del contrato prevista para finales de año. Varios otros países aliados también están evaluando la adquisición del sistema a corto plazo, en su búsqueda por modernizar sus capacidades de defensa aérea de corto alcance en respuesta a las amenazas actuales y emergentes.

El Rheinmetall Skyranger 30, de fabricación alemana, representa un avance significativo en la defensa aérea móvil de corto alcance, ofreciendo una contramedida altamente adaptable y letal contra las amenazas aéreas modernas. Con su diseño de torreta modular, sensores avanzados, integración de armas híbridas y munición especializada para la destrucción de drones, el sistema se adapta a las cambiantes necesidades operativas de las fuerzas armadas europeas y de la OTAN. La oferta de Rheinmetall se erige como un activo fundamental en el esfuerzo colectivo por fortalecer la resiliencia de la defensa aérea en todo el continente.

La Armada Argentina se alista para recibir al segundo de los aviones de patrullaje marítimo P-3C Orion adquiridos a Noruega

El Comando de Aviación Naval de la Armada Argentina continúa avanzando en la recuperación de sus capacidades de vigilancia y control del Atlántico Sur. En ese contexto, la Escuadrilla Aeronaval de Exploración (EA6E), con base en la Base Aeronaval Almirante Zar, se prepara para incorporar el segundo avión de patrullaje marítimo P-3C Orion adquirido al Reino de Noruega. Esta nueva incorporación forma parte del acuerdo firmado en octubre de 2023, cuyo objetivo es restituir capacidades esenciales para el control de la Zona Económica Exclusiva (ZEE), así como para la exploración y las operaciones de búsqueda y rescate (SAR).

Con este propósito, una delegación compuesta por oficiales y suboficiales de la Armada Argentina viajará en el mes de agosto a los Estados Unidos. Allí realizarán entrenamientos en simulador de vuelo y completarán los procedimientos previos al traslado de la aeronave al país. El regreso está previsto para finales de dicho mes, fecha en la que se posiblemente se concrete el vuelo ferry desde territorio estadounidense hacia la Argentina.

El plan de incorporación contempla contar, antes de fin de año, con al menos dos de los tres aviones restantes comprometidos en el convenio. De cumplirse este cronograma, la capacidad operativa del Comando de Aviación Naval se verá considerablemente fortalecida, en tanto se prevé la llegada de una tercera unidad hacia noviembre de 2025. La última aeronave, correspondiente a la versión P-3N, será incorporada en 2026. La meta es mantener siempre dos P-3C Orion en línea de vuelo, garantizando así la continuidad de las operaciones de vigilancia y patrullaje marítimo.

Desde su llegada en septiembre de 2024, el P-3C Orion matrícula 6-P-57 ha estado involucrado en múltiples operaciones aeronavales. Integrado a la Escuadrilla Aeronaval de Exploración, el avión ha realizado patrullajes y vuelos de control del mar, brindando apoyo a las unidades de la Flota de Mar durante las denominadas “Etapas de Mar” y en ejercicios de Adiestramiento Naval Integrado. Además, participó en misiones de vigilancia sobre la ZEE, función clave en la defensa de los recursos nacionales.

El 6-P-57 también cumplió un rol destacado en operaciones en la Antártida. El pasado 30 de junio, uno de los Beechcraft TC-12B Hurón de la Armada Argentina efectuó una evacuación sanitaria desde la Base Conjunta Antártica Petrel, trasladando a un integrante de la dotación de invernada hacia el continente. Durante esta operación, el P-3C Orion brindó apoyo manteniéndose en guardia SAR, reforzando la cobertura de búsqueda y rescate en un entorno de complejidad extrema.

El proceso de incorporación del segundo P-3C no estuvo exento de dificultades. Desde fines de 2024 se registraron demoras vinculadas a trámites administrativos y a trabajos de acondicionamiento, lo que provocó la postergación de la entrega. Sin embargo, con el arribo de esta nueva unidad, la Aviación Naval continuará consolidando un proceso de recuperación de capacidades largamente postergado, luego de años sin contar con aeronaves de estas características plenamente operativas.

La llegada del segundo P-3C Orion y la futura incorporación de las restantes unidades representan un hito estratégico para la Armada Argentina. Estos aviones permitirán reforzar la vigilancia y el control de los espacios marítimos bajo jurisdicción nacional, contribuyendo a proteger los intereses del país en el Atlántico Sur y en el entorno antártico.

lunes, 14 de julio de 2025

El Ejército Argentino avanza en la formación de los efectivos que operarán a sus nuevos radares RPA-200M adquiridos a INVAP

En el marco del proceso de modernización de capacidades para tareas de vigilancia y control, el Ejército Argentino continúa avanzando de manera sostenida en la incorporación de los nuevos radares de largo alcance RPA-200M, adquiridos a la empresa nacional INVAP. Actualmente, se lleva adelante la formación técnica del personal que tendrá a su cargo la operación y el mantenimiento de estos sistemas. Esta etapa de capacitación constituye un componente clave dentro de un plan integral orientado a garantizar la adecuada integración del RPA-200M a la estructura de defensa terrestre, asegurando tanto su operación autónoma como su sostenimiento logístico en el tiempo.

El curso de Operación y Mantenimiento del radar se llevó a cabo en la sede central de INVAP en San Carlos de Bariloche, con la participación de oficiales y suboficiales de la Agrupación de Artillería Antiaérea de Ejército 601 – Escuela y de la Dirección General de Investigación y Desarrollo. Los contenidos dictados se organizaron en dos fases: una etapa inicial a distancia, orientada a los fundamentos teóricos del radar y sus subsistemas, y una etapa presencial centrada en prácticas técnicas y operativas con simuladores y emisiones reales en radiofrecuencia. En esta instancia, los efectivos pudieron realizar ejercicios de detección de blancos en las cercanías del aeropuerto de Bariloche, en condiciones que replican escenarios tácticos reales.

La instrucción estuvo a cargo de un equipo de ingenieros de INVAP especializados en múltiples disciplinas, incluyendo electrónica de radiofrecuencia, software, sistemas lógicos programables, motores, actuadores, redes IP y generación trifásica. Esta diversidad permitió abordar de manera integral los desafíos técnicos que impone el salto cualitativo representado por el radar RPA-200M, el cual integra tecnologías avanzadas en radares primarios, secundarios y sistemas ADB-S, estableciendo un nuevo estándar en la vigilancia aérea terrestre del país.

El proyecto de incorporación de los RPA-200M se inscribe dentro de uno de los principales programas de renovación tecnológica impulsados por el Ejército Argentino en los últimos años, enfocado en la sustitución de sistemas obsoletos y la mejora de capacidades de vigilancia táctica y movilidad. La adquisición de estos radares fue oficializada a través de la Decisión Administrativa 1259/2022 del Ministerio de Defensa, que incluyó la compra de dos unidades completas, seis simuladores y equipamiento de laboratorio. Uno de los principales impulsores de esta necesidad fue el progresivo retiro de los veteranos Cardion AN/TPS-44 Alert, que acumulan décadas de servicio y cuentan incluso con experiencia operativa durante la Guerra de Malvinas.

Recientemente, el radar RPA-200M fue presentado al público durante la “EXPO Ejército 2025”, llevada a cabo en la Plaza de Armas del Edificio Libertador con motivo del 215° aniversario de la Revolución de Mayo y del Día del Ejército Argentino. En el marco de esta muestra institucional, y acompañado por otros sistemas recientemente incorporados, el RPA-200M se destacó como una muestra concreta de las capacidades de INVAP en el desarrollo de tecnología aplicada a la defensa y el ámbito aeroespacial.

miércoles, 9 de julio de 2025

La Armada argentina recibirá dos Beechcraft King Air 360ER MPA para misiones de patrulla marítima

La fuerza tiene experiencia en el uso de estas nobles maquinas, con equipos adecuados son aptas para vigilancia maritima.Foto Textron Aviation
La fuerza tiene experiencia en el uso de estas nobles maquinas, con equipos adecuados son aptas para vigilancia maritima.Foto Textron Aviation

El Comando de la Aviación Naval de la Armada Argentina incorporará dos aviones biturbohélices Beechcraft King Air 360ER MPA para su servicio de vigilancia marítima, en refuerzo de los escasos medios que hoy día están operativos.

Estas dos aeronaves son de nueva fabricación y serán equipadas con sensores diurnos/nocturnos  de última generación, radar de vigilancia extendida y los enlaces electrónicos adecuados, para la operación  con los cuatrimotores Lockheed  P-3C Orión que la Armada está recibiendo actualmente.

El Beechcraft 360C/ER tiene una longitud de 14,22 m, envergadura de 17,65 m. con una superficie alar de 28.8 m2 y altura de 4,37 m. La propulsión corre por cuenta de dos motores Pratt & Whitney Canadá PT-6A-60A cada uno de 1.050 HP que permiten a la versión 360C alcanzar una velocidad máxima de crucero de 578 km/h y a la 360ER una de 561 km/h. Puede despegar en unos 1.200 m. y transportar 1,2 toneladas de carga. El alcance del 360C es de 3.345 km. y el del 360ER de 4.982 km. Dispone de una compuerta de carga y acomoda, dependiendo de la configuración, a 2 pilotos y 11 pasajeros.

Argentina ejecuta la primera evacuación sanitaria invernal desde la Base Antártica Petrel tras su reactivación

 La misión fue ejecutada en un Beechcraft TC-12B Hurón en manos de la Escuadrilla Aeronaval de Vigilancia Marítima del Comando de la Aviación Naval
Evacuación sanitaria en Base Petrel. Foto: ARA
La Armada Argentina llevó a cabo una operación de evacuación sanitaria en la Antártida, trasladando a un suboficial auxiliar de la Fuerza Aérea Argentina desde la Base Antártica Conjunta Petrel hasta Tierra del Fuego. El paciente, integrante de la dotación de invernada, presentaba problemas de salud que requirieron su evacuación inmediata.

La misión fue ejecutada por la Escuadrilla Aeronaval de Vigilancia Marítima del Comando de la Aviación Naval, mediante una aeronave Beechcraft TC-12B Hurón (matrícula 1-G-50). El vuelo partió desde la Base Aeronaval Río Grande en Tierra del Fuego, tras identificarse una ventana meteorológica favorable. Inicialmente, la operación estaba planificada para el 22 de junio, pero debió ser postergada por condiciones climáticas adversas.

La travesía incluyó tres horas de vuelo hacia la Antártida, dos horas de permanencia en la Base Petrel y un vuelo de regreso de duración similar. Debido a su complejidad, la operación requirió seguimiento meteorológico continuo, planificación intensiva y personal con entrenamiento específico para operar en ambientes extremos.

Un avión Lockheed P-3C Orion de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración participó como apoyo en tareas de búsqueda y rescate (SAR).

Este fue el primer vuelo sanitario realizado en pleno invierno antártico desde la reanudación de operaciones aéreas en Petrel en 2024, tras más de cinco décadas de inactividad. Asimismo, marcó la tercera vez que un TC-12B Hurón opera en la Antártida, consolidando las capacidades logísticas y operativas de la Aviación Naval en el continente.

VCBR 8×8 M1126 Stryker para el Ejército Argentino: las claves de su selección y futura incorporación a la Fuerza de Despliegue Rápido

A lo largo de los últimos años —y por no decir décadas— el Ejército Argentino ha emprendido diversos estudios para la adquisición e incorporación de una nueva familia de Vehículos de Combate Blindado a Rueda (VCBR). La reciente firma de una Carta de Aceptación de Oferta (LOA) con los Estados Unidos marca el principio del fin de esta fase del programa, proyectando el inicio de la incorporación del VCBR 8×8 M1126 Stryker.

No obstante, la noticia —recibida con gran entusiasmo por los integrantes de la fuerza— también ha sido objeto de críticas por parte de diversos sectores, apelando a argumentos falaces y con escaso rigor técnico, sin considerar el largo proceso de análisis y evaluación que ha sido invertido en esta etapa. A continuación, se brinda un breve repaso del Stryker, el cual será incorporado próximamente a las Brigadas Mecanizadas del Ejército.

Un requerimiento de largo aliento

Como se mencionó, el requerimiento del Ejército Argentino de contar con una nueva plataforma de vehículos blindados a rueda tiene sus orígenes años atrás, mediante la realización de diversos estudios y análisis de propuestas para su incorporación, sostenimiento, mantenimiento y operación en todo el territorio nacional.

No cabe duda de que la rapidez y movilidad que ofrecen este tipo de vehículos, así como su menor tiempo de alistamiento en comparación con otros medios blindados a orugas, constituyen un factor fundamental a la hora de conformar una Fuerza de Despliegue Rápido.

Teniendo esto en cuenta, desde el inicio del Programa VCBR, el Ejército y las Direcciones involucradas en los estudios prospectivos buscaron una plataforma de tracción 8×8, mejor adaptada y más apta para operar en entornos extremos que exigen al máximo el material de dotación.

Otros elementos considerados en los análisis fueron la protección, movilidad, potencia, armamento, comunalidad de componentes con otros medios del Ejército en servicio y, muy especialmente, que se tratara de una plataforma con historial de combate y servicio activo en fuerzas de nivel global.

Los candidatos evaluados

A lo largo de los años —con demoras causadas por factores políticos, financieros y económicos— se recibieron diversas propuestas, tanto de países como de empresas. Entre las más destacadas y debidamente analizadas por el Ejército Argentino, se incluyeron los VCBR 8×8 M1126 Stryker, Pandur II, LAV III neozelandeses y el 6×6 VBTP-MR Guaraní. En este último caso, se firmó una Carta de Intención (no vinculante) por 156 ejemplares en distintas variantes.

Cada propuesta fue cuidadosamente analizada, evaluando sus características conforme a los requerimientos del Ejército para equipar a su Fuerza de Despliegue Rápido, cuyo componente principal es la X Brigada Mecanizada “Tte. Grl. Nicolás Levalle” (Br Mec X), con asiento en Santa Rosa, provincia de La Pampa.

Entre los ítems destacados que inclinaron la balanza a favor del Stryker sobre otras opciones, se destacan una combinación de factores técnicos, de capacidades operativas, y también económicos y financieros.

¿Cuáles son los factores que llevaron a la elección del Stryker M1126 como futuro VCBR 8×8 del Ejército?

Sin lugar a dudas, salta a la vista su tracción 8×8, cumpliendo así con el primer requisito fundamental planteado por el programa VCBR. Además, es una plataforma probada en diversos escenarios operacionales y en servicio —en múltiples variantes— con fuerzas militares de todo el mundo, siendo el principal VCBR del Ejército de los Estados Unidos.

La variante seleccionada es la M1126, enfocada en tareas de transporte de tropas, aunque también cuenta con versiones especializadas como vehículo de combate de infantería, puesto comando, evacuación de heridos, entre otras.

Otro aspecto relevante es la comunalidad logística con otras familias de vehículos ya en servicio en el Ejército Argentino, como la familia de camiones Oshkosh FMTV, que comparte el mismo motor Caterpillar C7 que equipa al Stryker. Esto facilita su mantenimiento y sostenimiento logístico.

Este punto no es menor, ya que la negociación con los Estados Unidos —plasmada en la LOA— habilita una serie de ventajas propias del Programa de Ventas Militares al Extranjero (FMS, por sus siglas en inglés), tales como financiamiento, servicio postventa, interoperabilidad con otras fuerzas, rapidez y previsibilidad en los plazos de entrega.

Asimismo, como se mencionó, la tracción 8×8 fue siempre el requisito clave para garantizar su rápido despliegue. Para su utilización tanto en territorio nacional como en misiones de paz bajo la ONU, el VCBR Stryker está certificado por su fabricante, General Dynamics Land Systems (GDLS), para ser transportado en la bodega de carga de aeronaves Hércules C-130, en servicio con la Fuerza Aérea Argentina.

Las críticas y el debate sobre capacidades

Tal como se mencionó al principio, desde distintos sectores se ha criticado la adquisición del Stryker por supuestas limitaciones en su capacidad de vadeo o por no ser un vehículo anfibio, en comparación con otras propuestas. Sin embargo, esta capacidad ha sido considerada como marginal en la evaluación realizada, dado que en cualquier despliegue militar, la planificación contempla el reconocimiento del terreno y la selección de puntos óptimos para cruzar ríos o cursos de agua, ya sea con vehículos a ruedas o a orugas. El M1126 tiene una capacidad de vadeo de hasta 1,70 metros.

A su vez, pareciera que existe una confusión general sobre esta cuestión, donde la capacidad anfibia sería critica si la incorporación de estos vehículos fuera destinada a otra fuerza, como es el caso de la Infantería de Marina, la cual se proyecta como parte del poder naval integrado desde el mar hacia las costas para realizar desembarcados anfibios, y donde se requieren vehículos especializados, o adaptados, como es el caso de la familia LVTP o de su futuro reemplazo, constituido por la familia 8×8 ACV de BAE Systems, basado a su vez en el Super AV de Iveco Defense Vehicles.

Con la firma de la LOA, ¿cómo continúa el proceso?

Actualmente, y según se desprende de documentos públicos y otros de carácter reservado que trascendieron, el Ejército Argentino proyecta incorporar más de 200 VCBR 8×8. Según lo consignado en el Proyecto de Presupuesto 2024: “…se contempla incorporar 209 VCBR en las siguientes versiones: 120 Vehículos de Transporte de Personal armados con una ametralladora M2 12,7 mm; 27 Vehículos de Combate de Infantería armados con un cañón de 30 mm; 14 Vehículos Cazatanques; 12 Vehículos Portamorteros; 9 Vehículos Ambulancia; 9 Vehículos Puesto Comando; 8 Vehículos Recuperadores; 6 Vehículos Lanzapuente y 4 Vehículos para Apertura de Brechas”.

Por solo hacer un breve repaso, actualmente, basados en la plataforma Stryker, se cuenta con las siguientes variantes en servicio y que se adaptarían a los requerimientos del Ejército:

  • M1126 para transporte y apoyo de tropas.
  • M1127 de reconocmiento
  • M1129 portamortero.
  • M1130 vehículo de puesto comando
  • M1131 versión para apoyo de fuego
  • M1132 versión para ingenieros
  • M1133 versión para evacuación médica
  • M1296 Dragoon: versión modernizada el Stryker y equipada con un torre remota MCT-30 integrada con un cañon de 30mm XM813 Bushmaster II

VCBR M1126 Stryker. Créditos: Sgt. Jerod Hathaway
M1127
M1129
M1130

M1131A1 Stryker

M1132

M1133

M1296 Dragoon
La LOA firmada recientemente —suscripta por el Ministro de Defensa argentino, Luis Petri, y su par estadounidense, Pete Hegseth— forma parte de un programa de tres fases. En la primera, se contempla la incorporación de ocho (8) M1126 Stryker provenientes del Ejército de Estados Unidos.

Los dos primeros vehículos arribarán al país en los próximos meses, antes de finalizar el año, y se encuentran actualmente almacenados en condición de Fully Mission Capable (FMC). Fueron evaluados —tanto en exhibiciones estáticas como en condiciones operativas— por una delegación de la Dirección de Material del Ejército Argentino, que se trasladó al Regional Logistic Readiness Center en Tacoma, Washington.

La incorporación de esta primera tanda tiene un objetivo fundamental: el Ejército estará recibiendo una capacidad que no poseía, destinada al despliegue de personal. Por tanto, será necesario atravesar una fase de formación y entrenamiento para generar la doctrina de empleo y uso correspondiente. Esta primera fase permitirá abrir paso a las siguientes, en las que se prevé recibir más unidades en diversas configuraciones, tal como lo establece el programa.

Por último, y de cara a la concreción de esta primera fase, se proyecta que la misma se extienda hasta mediados del año próximo, a fin de completar el lote inicial de ocho ejemplares con la recepción de las seis unidades restantes. Mientras tanto, se brinda a la fuerza un tiempo prudencial para avanzar con la fase de familiarización con esta nueva plataforma, que no solo involucra a sus tripulaciones, sino también a todo el personal técnico y de mantenimiento que estará destinado a su sostenimiento.

Las Fuerzas Armadas argentinas evaluarán la propuesta por helicópteros CH-53G próximos a ser dados de baja por la Fuerza Aérea de Alemania

El fortalecimiento de los vínculos bilaterales con los Estados Unidos, así como con otros países occidentales, ha provocado la recepción de diversas propuestas y posibilidades en torno al reequipamiento de las Fuerzas Armadas argentinas. La más reciente de ellas apunta a recuperar la capacidad de transporte pesado de alas rotatorias mediante la posible transferencia de helicópteros CH-53G de la Fuerza Aérea de Alemania (Luftwaffe).

A la fecha, la Luftwaffe mantiene como principal plataforma pesada de alas rotatorias una importante flota de helicópteros CH-53G, la cual fue operada hasta la década de 2010 por el Cuerpo de Aviación del Ejército Alemán. 

Esta flota tiene su origen en los años sesenta, cuando el gobierno de Alemania alcanzó un acuerdo con Estados Unidos para la adquisición de hasta 110 ejemplares, derivados de la versión CH-53D y fabricados localmente por VFW-Fokker.

Teniendo en cuenta su importancia, tanto para el transporte de un importante volumen de unidades de infantería como de otras fuerzas, así como para el traslado de carga, ayuda humanitaria e incluso operaciones de lucha contra incendios, la flota fue sostenida y actualizada a lo largo de décadas de operación.

Por citar algunos ejemplos, empresas como Rheinmetall, a través de Rheinmetall Aviation Services, han brindado soporte a los CH-53G. Uno de los últimos contratos adjudicados por las Fuerzas Armadas de Alemania tuvo lugar en 2022, mediante el cual la firma se encargó de prestar servicios de soporte, mantenimiento y reparación a la flota con asiento en la base de Laupheim.

En cuanto a la posibilidad que presentan estos helicópteros, también debe mencionarse que la Fuerza Aérea Alemana se encuentra actualmente en proceso de sustitución de los mismos, a través de la incorporación de una nueva flota compuesta por 60 helicópteros CH-47F Block II Chinook, previendo el arribo de las primeras unidades para el año 2027.

En vista de esta situación, y considerando el potencial que estos medios representarían para las Fuerzas Armadas argentinas —las cuales vienen explorando distintas opciones para recuperar capacidades perdidas tras la baja de los últimos Chinook de la Fuerza Aérea (los pertenecientes al Ejército se perdieron durante la Guerra de Malvinas, con la destrucción de un ejemplar y la captura del otro)—, se estarían dando los primeros pasos para una posible evaluación.

De esta forma, y según fuentes consultadas por Zona Militar, y tal como ocurriera con el ofrecimiento anterior de helicópteros CH-46 Sea Knight dados de baja por Estados Unidos, las Fuerzas Armadas argentinas avanzarían en la evaluación de la propuesta por los CH-53G, iniciándose las gestiones a través de los respectivos contactos diplomáticos mediante los agregados militares.

No obstante, al igual que con los CH-46, esta evaluación —que requiere estudios de factibilidad para su operación y sostenimiento— debe enfrentar diversas variables financieras, además de otros requerimientos más urgentes por parte de las Fuerzas Armadas.

Como ya se ha señalado, la Dirección de Aviación del Ejército requiere una nueva plataforma para reemplazar en el futuro a sus UH-1H Huey/Huey II, habiéndose lanzado recientemente una licitación que contemplaba la incorporación de tres UH-60 Black Hawk, proceso que, al día de hoy, no presenta novedades respecto a su puesta en marcha tras que el proceso original fuera dejado sin efecto.

En cuanto a la Fuerza Aérea y la Armada, ambas instituciones también poseen necesidades vinculadas al fortalecimiento e incorporación de nuevos helicópteros en otros segmentos, como el mediano. El caso del Comando de Aviación Naval es aún más acuciante, dada la reducida dotación que opera la Segunda Escuadrilla de Helicópteros. Esta unidad viene evaluando la incorporación de nuevas partidas de Sea King, como las recientemente adquiridas en Estados Unidos, ante la inminente baja de ejemplares que se encuentran al límite de sus horas remanentes de vuelo y considerando la importancia que estas aeronaves tienen para el apoyo a la Campaña Antártica de Verano.

La Fuerza de Despliegue Rápido del Ejército inició los preparativos de cara al Ejercicio “Libertador” que tendrá lugar en el Norte argentino

El Comando y los elementos dependientes de la Fuerza de Despliegue Rápido (FDR) del Ejército Argentino han iniciado formalmente la fase de apresto de cara a la realización del ejercicio “Libertador”, actividad que se desarrollará durante los meses de agosto y septiembre en las provincias del Chaco y Formosa.

Durante esta etapa previa a la ejecución del ejercicio, se han llevado a cabo diversas actividades de adiestramiento operacional, entre las cuales se destacan las realizadas el 8 de julio, que incluyeron operaciones de vuelo con aeronaves Hércules C-130H de la Fuerza Aérea Argentina y lanzamiento de paracaidistas en la zona de Campo de Mayo. Paralelamente, se están desarrollando tareas de planeamiento, reconocimiento y coordinación, consideradas fundamentales para garantizar la interoperabilidad entre las unidades participantes.

El Ejercicio “Libertador” tiene como propósito fortalecer la capacidad operacional de la Fuerza Operativa, con el apoyo de la Fuerza de Sostenimiento, integrando múltiples organizaciones del Ejército Argentino. Las actividades continuarán durante los próximos meses con la participación de unidades provenientes de distintas regiones del país.

La lancha rápida ARA “Intrépida” de la Armada Argentina vuelve a patrullar los mares australes tras dos años fuera de servicio

 
Con el objetivo de fortalecer su presencia en el Atlántico Sur, la Armada Argentina efectuó una patrulla que incluyó el despliegue de la lancha rápida ARA “Intrépida” (P-85), que tras más de dos años fuera de servicio retomó sus actividades operativas en los mares australes. La operación contó además con el apoyo de una aeronave de exploración P-3C “Orión”, la cual llevó a bordo a altas autoridades navales que supervisaron el accionar de las unidades dependientes del Comando del Área Naval Austral.

La actividad fue encabezada por el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Almirante Carlos María Allievi, acompañado por el Vicealmirante Marcelo Ricardo Flamini, el Contraalmirante Gustavo Fabián Lioi Pombo y el Comodoro de Marina Román Enrique Olivero. Desde el P-3C característica 6-P-57 se efectuó un sobrevuelo de vigilancia y control que permitió observar en tiempo real las operaciones desarrolladas por la División Patrullado Austral, responsable de mantener la seguridad y control del extenso espacio marítimo en el extremo sur argentino.

Entre las unidades de superficie involucradas, se destacó la reincorporación de la lancha rápida ARA “Intrépida” (P-85), fuera de servicio durante más de dos años por novedades en su sistema de propulsión. Su vuelta a la actividad representa un paso significativo en el proceso de recuperación de capacidades impulsado por la Armada Argentina, en respuesta a la necesidad de sostener una presencia naval efectiva en un área de alto valor estratégico, tanto geopolítico como operativo para la fuerza.

La unidad, incorporada a la Armada el 2 de agosto de 1974, fue sometida a trabajos de reparación de envergadura en la Base Naval Ushuaia durante los meses de mayo y junio. Las tareas incluyeron el desmontaje y montaje de sus motores principales, con participación del personal del Departamento Talleres y de la dotación del buque. Tras completar una verificación exhaustiva de sus sistemas, la “Intrépida” zarpó nuevamente bajo el comando del Capitán de Corbeta Diego Sebastián Sierra, integrándose a las operaciones conjuntas de la División Patrullado Austral.

Actualmente, la lancha opera junto a su gemela, la ARA “Indómita” (P-86), y a las patrulleras ARA “Clorinda” (P-63) y ARA “Concepción del Uruguay” (P-64). Estas unidades se encuentran desplegadas en el Canal Beagle, donde desarrollan ejercicios tácticos y actividades de adiestramiento orientadas a consolidar la capacidad operativa y reafirmar la soberanía nacional sobre las aguas del sur.

Construida en el astillero Lürssen Werft de Alemania, la ARA “Intrépida” presenta un desplazamiento de 268 toneladas, 44,9 metros de eslora y está propulsada por cuatro motores MTU diesel que le permiten alcanzar velocidades de hasta 38 nudos. Está equipada con dos misiles MM-38 Exocet (uno por banda), integrados en la década de 1990, y posee una autonomía de 1.450 millas náuticas a 20 nudos. Su dotación está compuesta por 39 tripulantes.

A lo largo de su trayectoria, la “Intrépida” ha desempeñado múltiples funciones operativas y de apoyo, destacándose su participación en el Conflicto del Atlántico Sur, operando desde la zona de Isla de los Estados. También ha cumplido tareas de relevo de puestos de control del tráfico marítimo y ha tomado parte en ejercicios conjuntos con los Batallones de Infantería de Marina N.º 4 y 5, así como en maniobras combinadas con la Armada de Chile. Su regreso al servicio activo reafirma el compromiso de la Armada Argentina con la vigilancia de sus espacios marítimos y la preservación de sus capacidades estratégicas en el sur del país.

sábado, 5 de julio de 2025

La Armada Argentina participa en la conferencia final de planeamiento del ejercicio Unitas 2025

La edición 2025 se perfila como una de las más ambiciosas, tanto por la cantidad de países involucrados como por la diversidad de capacidades que se pondrán a prueba
Delegación argentina. Foto: ARA
La Armada Argentina, a través de oficiales del Comando de la Flota de Mar y de la Infantería de Marina, participó esta semana en la conferencia final de planeamiento del ejercicio Unitas 2025 en la ciudad de Jacksonville (Estados Unidos). El encuentro reunió a representantes de numerosas armadas y fuerzas navales del continente americano, así como de países aliados, en el marco de los preparativos para una de las principales maniobras navales conjuntas del hemisferio occidental.

Durante la conferencia, las delegaciones trabajaron en la coordinación de detalles operativos fundamentales para el desarrollo del ejercicio, que se llevará a cabo entre el 15 de septiembre y el 6 de octubre de 2025 en la costa este de Estados Unidos. Las discusiones se centraron en la integración de medios navales, el despliegue de unidades de Infantería de Marina, la participación de fuerzas especiales y la conformación del Estado Mayor multinacional que dirigirá las operaciones combinadas.

Unitas, cuya primera edición se realizó en 1959, es un ejercicio naval patrocinado por la Armada de los Estados Unidos, con el objetivo de mejorar la interoperabilidad entre las fuerzas participantes, fomentar el intercambio de experiencias y afianzar la cooperación internacional ante desafíos comunes en el ámbito marítimo. A lo largo de los años, ha evolucionado para incorporar escenarios cada vez más complejos, incluyendo operaciones anfibias, de superficie, aéreas y de guerra electrónica, entre otras. La edición 2025 se perfila como una de las más ambiciosas, tanto por la cantidad de países involucrados como por la diversidad de capacidades que se pondrán a prueba.

Además de su valor técnico y táctico, el ejercicio Unitas contribuye a consolidar la confianza mutua entre las naciones participantes, promover el entendimiento intercultural dentro del ámbito militar y reforzar las capacidades colectivas de respuesta ante crisis humanitarias, desastres naturales y amenazas a la seguridad marítima.