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lunes, 16 de diciembre de 2019

Se construye en Ezeiza el reactor multipropósito más moderno del mundo

Vista general de la obra que avanza en el Centro Atómico Ezeiza Crédito: Lemos Films

Permitirá cuadruplicar la producción de radioisótopos de uso médico para estudios funcionales y hacer investigación de punta; le dará al país un puesto de avanzada

Dentro del gran predio que ocupa el centro atómico ubicado a 33 km de la Capital, enmarcado a lo lejos por la cortina verde de los bosques de Ezeiza, se oyen martillazos, se advierte la actividad de las grúas y crece un monumental enjambre de cemento, tubos y varillas de hierro.

Se trata del esqueleto de un reactor nuclear multipropósito que se convertirá en el más moderno del mundo y, si todo se desarrolla como está planeado, ubicará al país en un puesto de avanzada en el mercado de radiofármacos y en la investigación con haces de neutrones, un área crítica para la producción, testeado y estudio de materiales.

El RA-10, tal su nombre técnico, "tendría que haberse finalizado antes, si hubiéramos recibido los fondos presupuestados -cuenta Herman Blaumann, gerente del proyecto de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA)-, pero esperamos que esté completo en 2022. Estamos previendo que podrá producir el 20% del molibdeno que se consume en el mundo [un isótopo que se utiliza para los estudios de medicina nuclear, como obtener imágenes funcionales de distintos órganos, y que genera un mercado de unos 100 millones de dólares]. La idea es que la Argentina entre a ese partido como un jugador importante. Pero además nos permitirá ensayar materiales y combustibles que hasta ahora no teníamos facilidades para testear. Y tendrá herramientas para investigación y desarrollo basadas en 'técnicas neutrónicas', algo que abre un horizonte nuevo para el país. Es una instalación que sostiene la posición de referencia que tiene la Argentina en el escenario de la tecnología nuclear".

Esperamos que esté completo en 2022; Estamos previendo que podrá producir el 20% del molibdeno que se consume en el mundo

"El RA-10 cuadruplicará la producción actual de radioisótopos en la Argentina y cubrirá las próximas décadas -agrega el licenciado Osvaldo Calzetta, presidente de la CNEA-. Hoy, hay unos cuantos países que los fabrican, pero entre 2024 y 2028 se producirá un vacío importante, porque varios de los reactores que están actualmente activos habrán cumplido su vida útil, lo que presenta una oportunidad importante".

Según explica Calzetta, entre otras aplicaciones figura el "dopaje" de silicio, una operación que permite, a través de técnicas neutrónicas, lograr que el metal se vuelva un semiconductor, insumo para los autos eléctricos, que en los próximos años elevarán la demanda de ese material. Desde el punto de vista de la ciencia, ofrecerá algo que nunca tuvimos: una herramienta para hacer investigación y desarrollo con haces de neutrones, como estudios de materiales, composiciones, estructuras cristalinas. Pero además completará la capacidad que tiene el país de desarrollar y calificar combustibles para centrales nucleares.

Será algo así como un banco de pruebas: "Este tipo de equipos permiten hacer un envejecimiento más rápido del combustible nuclear que el que tendría en una central normal -destaca Calzetta-. Eso se hace para asegurar que no se va a deteriorar antes de lo previsto. Irradiar este tipo de materiales es un problema mundial y nosotros vamos a tener una herramienta que no solo utilizaremos aquí, sino que podremos ofrecer como servicio a otros".

Hecho en la Argentina

Desarrollado íntegramente en el país, este tipo de reactor se llama "multipropósito" porque genera neutrones (partículas del núcleo atómico sin carga eléctrica) en cantidad suficiente como para hacer irradiación de blancos que permiten fabricar isótopos de uso médico e industrial.

"Lo hacen mediante el proceso normal de fisión nuclear, pero en lugar de generar calor para producir energía eléctrica los liberan para irradiar materiales o para investigación -explica Tulio Calderón, gerente del área nuclear de Invap, contratista principal de este proyecto y compañía que construyó el más moderno de la actualidad, el OPAL, ubicado en Lucas Heights, Australia-. Son de potencias bajas, 20 o 30 megawatts, a diferencia de los reactores para generar electricidad, que pueden ser de 3000".

La idea de construir un nuevo reactor surgió alrededor de 2010, entre otras cosas para complementar al RA-3, que ya supera el medio siglo de vida.

"Esta facilidad es parte de un complejo de ciencia, radioisótopos y servicios a la industria que nos dejará parados en un lugar de avanzada en el mundo -destaca Calderón-. Los isótopos son cada vez más. Hasta ahora, alrededor de un tercio se fabrica en Holanda, en un reactor muy antiguo. Ese país hizo una licitación para reemplazarlo (que también ganamos nosotros), pero estará listo recién dentro de cinco o seis años como mínimo. La Argentina fabrica menos del 5% y exporta muy poco.

Cuando otros países no pueden abastecer, como está pasando ahora, tenemos una oportunidad muy interesante para transformarnos en un proveedor importante en la cadena mundial de suministros. Para 2030, se espera que estén funcionando solamente los reactores de Australia, de Holanda (que está en la etapa del diseño básico, en los papeles), uno coreano y el RA-10. Quizás uno brasileño, que también estamos haciendo nosotros, pero que solo está en la ingeniería de detalle".

"Big science"

Delante del edificio que albergará el reactor (cuyo núcleo estará inmerso en una pileta con agua pesada de 14 metros de alto), se despliega una enorme plataforma sobre la que se construirá el "hall de haces de neutrones".

Será el edificio científico del complejo o Laboratorio Argentino de Haces de Neutrones (LAHN). Proyectado con la idea de un centro abierto y provisto de un conjunto de instrumentos de última generación y alto impacto para el estudio de materiales, materia condensada, piezas industriales, muestras biológicas, fármacos y varias otras aplicaciones, estará a disposición no solo de la comunidad científica y tecnológica local, sino también de la internacional. Es lo que se conoce como "big science", ya que requieren instalaciones muy específicas, de alta complejidad y alto costo que no poseen todas las naciones.

Esperamos que el Gobierno ayude, que se entienda la prioridad que tiene este emprendimiento; por supuesto, dentro del contexto general" dijo Herman Blaumann

Ana Paula Cappadoro y Ángeles Machain
"Al no tener carga eléctrica, los neutrones interactúan con la materia de forma muy diferente de la de un electrón, un protón o cualquier otra partícula cargada -ejemplifica Calderón-. Como no se deflectan (desvían) por los campos magnéticos, las 'neutrografías' permiten ver otras características de los materiales, y hacer un tipo muy específico de ciencia. Cada una de las líneas tendrá neutrones rápidos, normales o lentos. Los haces llevan los neutrones a equipos de experimentación que permitirán analizar piezas mecánicas, de material orgánico (ya que cuando estas partículas están casi a la temperatura del cero absoluto no destruyen la materia, sino que son difractadas, y generan información muy distinta de la que se obtiene cuando uno ilumina con rayos X). Cada uno de estos equipos valen millones de dólares y los usa la comunidad mundial. En Australia, por ejemplo, ya están tomados todos los turnos de todos los días del año para los próximos 24 meses".

"Con este proyecto, por primera vez estamos donde hay que estar", dice Blaumann, ingeniero nuclear egresado del Instituto Balseiro que lo conduce desde su creación. No puede ocultar su orgullo. Igual que Nelson Salazar, veterano de estas lides que exhibe su casco, el mismo que usó en la construcción de Atucha. O Angie Machain, la jovencísima encargada de higiene y seguridad, que vigila celosamente que cada uno de los que ingresan a la construcción tenga equipamiento adecuado. O Ana Paula Cappadoro, ingeniera egresada de la Universidad Tecnológica Nacional de Santa Fe que dirige la obra civil.

"Esperamos que el Gobierno ayude, que se entienda la prioridad que tiene este emprendimiento; por supuesto, dentro del contexto general", concluye Blaumann, tan comprometido con este desafío que quienes lo conocen le dicen que tiene tres hijos biológicos, y un cuarto hijo llamado RA-10.(Source/Photo/Author: Nora Bär/La Nación)

jueves, 28 de marzo de 2019

Avance argentino: el nuevo hongo con más proteínas que la carne vacuna

El producto se llama 'Fusarium Venenatum' o 'Kernel', y contiene fibra, entre un 12 y un 15 por ciento de proteínas.


(XINHUA) - Científicos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) de Argentina, en colaboración con una empresa privada, desarrollaron un hongo con más proteínas que la carne vacuna y se proponen ahora descentralizar su producción para alcanzar comunidades vulnerables y permitir su acceso a alimentos a un bajo costo sin depender de variables climáticas o de infraestructura.

El producto se llama "Fusarium Venenatum" o "Kernel", y contiene fibra, entre un 12 y un 15 por ciento de proteínas y una gran cantidad de aminoácidos, incluyendo lisina, uno de los diez esenciales para el ser humano. Representantes del INTI y de la empresa EnyeTech recibieron a Xinhua en los laboratorios del organismo ubicados en la periferia noroeste de Buenos Aires, donde explicaron el valor social, ambiental y económico del proyecto.

La idea se remonta a la etapa posterior a la Segunda Guerra Mundial, cuando los titulares de la patente del producto en el Reino Unido, Marlow Foods, produjeron esta micoproteína bajo el nombre de Quorn como reemplazo de la carne. La patente caducó hace unos años, por lo que EnyeTech vio la oportunidad de desarrollarlo en Argentina, dijo a Xinhua el cofundador de la compañía, Horacio Acerbo.
Gigantesco avance argentino: el nuevo hongo con más proteínas que la carne vacuna
"La idea central es la descentralización de la fabricación de las proteínas, que tiene dos ámbitos. Uno es el social, que pueda llegar a comedores escolares. La idea es equilibrar los cerebros de la gente, porque de los 1 a los 5 años es cuando se genera el cerebro. El fin social es que todos los cerebros sean iguales para poder avanzar en la vida" a partir de alimentos con alto contenido proteico, precisó el CEO de EnyeTech.

El fin comercial, dijo Acerbo, está dado por la fabricación de "pequeños prototipos de electrodomésticos. La idea es que cada hogar tenga este electrodoméstico en el que se produce constantemente esta proteína, que nosotros llamamos Kernel".

Se trata de un producto "muy versátil, maleable y se le pueden agregar sabores dulces o amargos. La idea es que la gente en su casa todos los días tome 300 gramos de proteína de altísimo valor biológico, que no es de origen vegetal ni de origen animal", añadió.

Por su parte, Martín Blasco, jefe del Departamento de Bioprocesos del INTI y líder del proyecto, señaló a Xinhua que el equipo estudió cómo cultivar de forma segura y económica el hongo de alto contenido proteico, hasta lograr, luego de dos años de tareas, un repositorio que permite trabajar durante años con la seguridad de que no se contaminará.

"La idea innovadora es la descentralización de su producción. A diferencia del mercado usual de proteínas, en donde se producen en el campo o en zonas donde hay disponibilidad de animales, aquí, donde esté la demanda, está la proteína", señaló el científico.

Durante la labor científica, los expertos obtuvieron una cantidad de masa, de 150 a 300 gramos, con un aspecto muy parecido a una pasta de atún, se veían pequeñas fibras. "Nos animamos a probarla y tenía un gusto muy neutro. Tenía textura, pero no tenía gusto. Al principio nos desanimamos un poco, porque esperábamos que tuviese gusto a algo rico, que fuese llamativo desde el punto de vista del gusto, y después nos dimos cuenta que eso era una ventaja, porque significaba que podíamos estar haciendo el aporte proteínico para poder hacer los alimentos", resaltó Blasco.

El científico enfatizó que se dio a probar el insumo "a varias personas de empresas importantes de alimentación en Argentina y quedaron deleitados por el producto, no solamente por el gusto, que lo estaba dando el entorno, sino por las cualidades nutricionales que tiene".

Blasco subrayó que el producto "en términos de valor biológico, es superior a la carne, al típico corte que comemos acá. En escala de calidad de proteína, estamos mucho más cerca de la proteína del huevo, que es el límite superior, que es el 100. Estamos en un 85, contra la carne, que en
El funcionario del INTI ponderó que el proyecto apunta a la "descentralización de la producción, que tiene que ver con llevar la producción de proteínas desde los centros de producción típicos, a la casa. Con EnyeTech se está trabajando en el desarrollo de un dispositivo, como un electrodoméstico, que sea capaz de, luego de una carga de nutrientes, obtener alrededor de 300 gramos por día de Kernel, con lo cual se podría estar proveyendo la cantidad de proteínas para una familia tipo", resaltó.

Para el científico, la iniciativa "cambia las reglas del juego del mercado de alimentación y del acceso propio a las proteínas. Estamos planteando que no va a haber que ir a buscar la proteína al supermercado, sino que uno la va a poder producir en casa, independientemente de todo lo que implica la adquisición: transportarla desde el centro de producción al centro de distribución, de allí al supermercado, y del supermercado a casa".

A nivel de costos para las familias que podrían acceder al producto, Blasco dijo que los cálculos preliminares permiten un ratio de 150 gramos de proteína pura a un valor de dos dólares. Además, enfatizó, "es un producto muy amigable con el medioambiente. La carne utiliza alrededor de 20 mil litros de agua para producir un kilo de carne, y se están precisando alrededor de 2 mil litros de agua para producir un kilo de Kernel. Y la huella de dióxido de carbono se reduce 10 veces. No solamente tiene un cambio respecto de la reducción del sufrimiento animal. La huella ecológica de este producto es menor que la de las proteínas que usualmente estamos acostumbrados a consumir en casa", agregó.

A su turno, Diego Pasjalidis, subgerente de Transferencia Tecnológica del INTI, explicó a Xinhua la labor del organismo, que es "la vinculación entre las ciencias y las empresas. Utilizamos el conocimiento desarrollado por los científicos para aplicarlo en la parte práctica al desarrollo de las empresas, para nuevos productos, nuevos mercados, sustituir importaciones".

"La esencia del INTI es vincular el conocimiento de frontera, los últimos avances tecnológicos, para dar soluciones a las empresas", en un contexto en el cual "el mundo está necesitando alimentos. Nosotros, a través del conocimiento biotecnológico, estamos utilizando un hongo, a través de la optimización de un proceso, para poder comercializarlo, industrializarlo", destacó.

Pasjalidis hizo hincapié en que con la iniciativa se podrá llegar "a comunidades vulnerables que requieren alimentación a través de la tecnología. Esto hace que produzcamos un gran valor biológico usando la tecnología y de forma mucho más eficiente y económica". "El hongo puede ser generado en electrodomésticos en cualquier parte del mundo porque es una atmósfera controlada, no depende de variables climáticas ni de que se dispongan de altas dimensiones de terreno para poder explotarlo mejor", valoró.(Source/Photo: El Intransigente)

jueves, 8 de noviembre de 2018

La NASA probará la técnica de propulsión supersónica "golpe silencioso", medirá los niveles de sonido y la respuesta de la comunidad

Las lecciones aprendidas en la campaña Quiet Supersonic Flights 2018 (QSF18) de la NASA se aplicarán al programa de aviones experimentales X-59 Quiet Supersonic Technology (QueSST)

Funcionarios e ingenieros de la NASA se están preparando para volar el avión de investigación F/A-18 de la agencia sobre Galveston, Texas, usando una técnica de "golpeteo silencioso" diseñada para reducir los fuertes estampidos sónicos típicamente asociados con el vuelo supersónico. El vuelo de prueba de esta semana pone en marcha una serie de silenciosos vuelos de investigación supersónica frente a la costa de Texas para probar formas de medir los niveles de sonido de los aviones supersónicos y la respuesta de la comunidad a la experiencia acústica supersónica.

jueves, 25 de octubre de 2018

CAREM, el reactor modular

El reactor experimental de baja potencia cuyo diseño comenzó hace casi tres décadas avanza en la construcción de un prototipo en el marco de las restricciones presupuestarias y podría estar listo en un plazo de tres a cuatro años. Cuáles son sus características, por qué resultaría más seguro que las centrales tradicionales y qué usos podría tener más allá de la generación de energía.

Por Matías Alonso

Agencia TSS – El CAREM (por Central Argentina de Elementos Modulares) es un reactor experimental de baja potencia que, como su nombre lo indica, se puede utilizar de manera modular. Actualmente, es la única central nuclear de potencia (el prototipo en construcción será de 32 MW) que está en construcción en la Argentina, tras la paralización de Atucha III. Se está construyendo desde el año 2014 en el complejo atómico Atucha, en la localidad bonaerense de Lima, y podría ponerse en funcionamiento entre los años 2021 y 2022 –tras sucesivas postergaciones– de mantenerse el financiamiento del proyecto, ya que el presupuesto de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) ha sido recortado por el actual Gobierno a la mitad con respecto al del año 2015.

Esta pequeña central nuclear para la producción de energía eléctrica es de diseño argentino y prevé la integración local del 70% de los insumos, componentes y servicios que demanden. El interés del Gobierno por esta central parte de que el CAREM es considerado por la CNEA un desarrollo con potencial de exportación.

lunes, 22 de octubre de 2018

CONAE formará grupo técnico con capacidad de brindar soporte a misiones interplanetarias

El portal de noticias Río Negro, destaca que la CONAE trabaja en la formación de un grupo técnico con capacidad de brindar soporte a misiones interplanetarias.

BUSCAN PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN PARA LA ESTACIÓN ESPACIAL CHINA EN NEUQUÉN

Por Andrea Durán - Rio Negro

El organismo espacial argentino tiene disponible un 10% del tiempo de uso de la antena por año. Harán una convocatoria para recibir propuestas.

Complejo de antenas de espacio lejano
CLTC-CONAE en Neuquén.
La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) convocará a la comunidad científica del país a realizar propuestas para utilizar la estación china de observación del espacio lejano ubicada en Neuquén. En los próximos dos meses, se publicará un “llamado de oportunidad” para recibir proyectos de uso técnico de la infraestructura disponible y ya se trabaja con universidades para evaluar posibles usos de la antena.

El jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña, informó en el Congreso que, una vez seleccionadas las propuestas, “los recursos humanos que tomen intervención recibirán cursos de entrenamiento correspondiente en el uso del equipamiento de la estación”. “Una parte del tiempo será dedicado a experimentos radioastronómicos y otra parte para proyectos de soporte de misiones interplanetarias”, explicó.

Según el acuerdo firmado por la Conae y la agencia china CLTC, al organismo argentino le corresponderá un 10% del tiempo de uso de la antena por año, no acumulable. El convenio establece una vigencia de 50 años para el desarrollo de las actividades, aunque puede finalizar antes si alguna de las partes lo requiere.

Peña señaló que el gobierno nacional está en contacto con instituciones como el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), el Instituto de Tecnologías de Detección y Astropartículas (ITEDA), la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) para evaluar “los potenciales proyectos a realizar en el campo de radioastronomía, utilizando el equipamiento ya instalado en la estación o instalando un equipamiento adicional”.
Actualmente la estación brinda apoyo a la misión lunar QueQiao.
“Los proyectos bajo consideración son comunes a realizar con la estación DS3 de la ESA en Malargüe, por ser ambas estaciones muy similares”, aclaró. La antena ubicada en Mendoza fue construida por la agencia espacial europea y despertó menos polémica que la de Neuquén, aunque tienen casi iguales características.

Entre los proyectos a realizar indicados por Peña se mencionó la identificación de fuentes de rayos gamma, el estudio de la radiogalaxia Centaurus A, estudios de variabilidad de núcleos de galaxias activas, estudios de remanentes de supernova y regiones ionizadas, estudios fisicoquímicos de nubes protoplanetarias, estudio del medio interestelar y caracterización de fenómenos transitorios en radio.

El funcionario aclaró que, “en lo que se refiere al soporte de misiones interplanetarias, la Conae está preparando un grupo de especialistas que participen de las operaciones de la Estación CLTC-Conae-Neuquén para adquirir el conocimiento y experiencia en este rubro”. “Una vez adquirida la experiencia, la Conae podrá brindar soporte a las misiones interplanetarias en el marco de proyectos nacionales o en asociación en proyectos internacionales de los que forme parte”, explicó.

jueves, 18 de octubre de 2018

Naciones Unidas destacó como caso de éxito el modelo de producción de vacunas de una empresa argentina

La alianza público-privado es un ejemplo para la ampliación del acceso a la salud que puede ser reproducida a nivel regional y global

 El informe de la ONU 2018 se llamó: “Sector Privado: ¿Quién debe rendir cuentas?”

El compromiso del sector privado por proteger la salud de las mujeres, niños y adolescentes es un aspecto clave en la Agenda para el Desarrollo Sostenible establecido por la Organización Naciones Unidas (ONU), y es allí donde hace foco el informe 2018 elaborado por su Independent Accountability Panel (IAP, según sus siglas en inglés), dado a conocer días atrás, que describe un puñado de casos de éxito que tuvieron un impacto positivo en el área salud.

Uno de ellos destaca la experiencia de Sinergium Biotech, compañía argentina que en virtud de un modelo de alianzas y transferencias tecnológicas motoriza el desarrollo y la producción de las modernas vacunas contra la gripe influenza, el HPV y el neumococo.

"Esta es una experiencia poco común en el mundo. En el marco de la elaboración de este informe recibimos un gran número de expedientes con experiencias de muchos países y observamos que es poco común que una empresa privada tenga este sentido del bien común, del bien público, junto con una concepción de la responsabilidad social en relación a la salud, como ha demostrado Sinergium Biotech", declaró Alicia Ely Tamin, miembro del IAP que participó de la elaboración del Informe 2018 "Sector Privado: ¿Quién debe rendir cuentas?".

Dicho informe analiza el impacto sobre tres áreas clave en las que está involucrada la participación del sector privado: la prestación de servicios de salud, la industria farmacéutica y el acceso a los medicamentos.

En el encuentro, se destacó la importancia de que los gobiernos y parlamentos generen 
políticas y reglamentaciones para la industria farmacéutica.

En lo que respecta al papel de la industria farmacéutica, el panel IAP de la Organización Naciones Unidas recomienda en sus conclusiones que para garantizar un acceso equitativo y asequible a medicamentos y productos sanitarios esenciales de calidad para todas las mujeres, los niños y los adolescentes, es central que los gobiernos y los parlamentos fortalezcan las políticas y la reglamentación que rigen la industria farmacéutica.

"El fortalecimiento de la rendición de cuentas por la industria farmacéutica para armonizarla con la salud pública debería consistir en una mezcla de autorregulación efectiva de conformidad con políticas, leyes y códigos de conducta sólidos internos y de cumplimiento estricto de las normativas gubernamentales y legislativas, así como políticas que ofrecen incentivos a las empresas", advierte el informe.

Contribución a la salud pública

En su apartado referido al papel de la industria farmacéutica, el Informe IAP 2018 subraya el valor del modelo implementado por Sinergium Biotech junto con el gobierno argentino. "Esta experiencia muestra cómo las compañías farmacéuticas, que ejemplifican la ciudadanía corporativa y una asociación constructiva con las autoridades regulatorias de un gobierno, pueden trabajar para contribuir a la salud pública mundial", se destaca en el resumen ejecutivo del panel, en el que se describe como la asociación con una compañía multinacional para la transferencia de tecnología permitió que se pueda abastecer al país de vacunas, muchas de las cuales son dispensadas en forma gratuita a los grupos en riesgo, pues integran el calendario vacunatorio oficial.

"Me parece que este es un ejemplo modelo de una buena práctica que sería excelente reproducir en otros países –agregó Alicia Ely Tamin, especialista en salud pública y directora del Programa JD/MPH de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard–. Creo que para ello se requiere, primero, de buena disposición y una actitud de parte del gobierno y de la empresa privada que, insisto, no es muy común. Teóricamente, es un modelo que sería reproducible en Brasil, en México y en algunos otros países de la región, e incluso del mundo. Pero para ello es fundamental que se produzca una combinación de factores que no es usual. Es por ello que el panel [IAP] coincidió en subrayar este ejemplo como un modelo para seguir y para explorar en otros países".

La planta de Sinergium Biotech está ubicada en la localidad de Garín

Sinergium Biotech nació como respuesta a la pandemia de influenza A (H1N1) de 2009, cuando la mayoría de la producción de vacunas tenía lugar en los países de altos ingresos, lo que colocaba a las naciones de ingresos medios y bajos en una situación de acceso restringido a estas medidas clave de prevención. Actualmente, la compañía produce en la Argentina la vacuna antigripal, la vacuna neumocócica conjugada, la vacuna tetravalente contra el Virus del Papiloma Humano y medicamentos biotecnológicos de alta complejidad, en asociación con la primera planta de producción de anticuerpos monoclonales de América del Sur, mabxience.

Ubicada en la localidad de Garín, provincia de Buenos Aires, su planta de producción posee una capacidad productiva anual que alcanza los 30 millones, incluyendo jeringas y viales. La compañía también tiene en marcha diversos programas de investigación y desarrollo de productos con investigadores locales del CONICET y otras universidades e instituciones internacionales.

Infobae

miércoles, 17 de octubre de 2018

El ministro Aguad encabezó la presentación del proyecto Relámpago en el Servicio Meteorológico Nacional

El ministro de Defensa, Oscar Aguad, encabezó hoy la presentación del proyecto RELAMPAGO CACTI, destinado a la investigación de tormentas severas, en la sede central del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

“Lo que estamos haciendo en el Servicio Meteorológico Nacional es para nosotros un acontecimiento muy importante, ya que se trata de recibir el apoyo indispensable de dos entidades que están destinadas en Estados Unidos a la ciencia y a la tecnología, materias muy pendientes en nuestro país", expresó el titular de la cartera de Defensa en la presentación que se realizó esta mañana en la sede del SMN, situada en Dorrego 4019, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

“Esto acrecienta y gratifica el trabajo de nuestros científicos, que hacen una tarea silenciosa y fructífera para la Argentina”, agregó Aguad, quien asistió a la presentación acompañado por el secretario de Gobierno de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, y el embajador de Estados Unidos en Argentina, Edward Prado.

Por su parte, Barañao, al referirse al proyecto, expresó: “Hay variables naturales que tenemos que ser capaces de predecir para poder remediar sus efectos o tomar medidas con antelación que nos permitan hacer que las consecuencias no sean graves. Este es un problema de tremenda complejidad que no puede ser resuelto desde una disciplina en particular, motivo por el cual es tan importante la interacción interdisciplinaria que se evidencia en este proyecto”.

También el embajador Prado pronunció unas palabras sobre el significado de esta iniciativa: “Como embajador, una de las mayores metas es entrecruzar los lazos entre nuestros países. La cooperación en ciencia y tecnología entre Estados Unidos y Argentina es muy amplia, tiene una larga trayectoria y abarca distintas áreas, como las de energía, salud, espacio, medio ambiente y ciencias del mar, entre otras, todo con el fin de ayudar a la sociedad", expresó.

El proyecto RELÁMPAGO CACTI es un experimento de campo que tiene como objetivo estudiar las tormentas que se generan en la provincia de Córdoba, una de las zonas de mayor actividad eléctrica del mundo, razón por la cual arribarán especialmente al país investigadores estadounidenses involucrados en el proyecto junto a varios científicos argentinos.

El trabajo de campo se inició el 1 de octubre último y concluirá el 31 de marzo de 2019, aunque tiene un período intensivo entre el 1 de noviembre y el 18 de diciembre próximo.

El SMN está particularmente interesado en participar de esta experiencia, ya que se medirán las tormentas con un conjunto extraordinario de instrumental que nunca operó en nuestro país.

El proyecto es fundamentalmente financiado por Estados Unidos, a través de la Agencia de Energía (DOE) y la National Science Fundation (NSF), con una inversión aproximada de 32 millones de dólares.

El ahora ex Ministerio de Ciencia y Tecnología auspicia el evento y colabora en materia de importación de equipos, logística y prensa, al tiempo que reunió a la mayor cantidad de científicos a los fines de capitalizar este enorme esfuerzo para un experimento único en su especie en la historia argentina, liderado conjuntamente por un investigador estadounidense y la investigadora del CONICET Paola Salio.

El SMN, por su parte, será un beneficiario del proyecto y comprometió recursos humanos para incrementar las observaciones en la región donde se llevará a cabo.

Tras finalizar la presentación del RELAMPAGO CACTI, se llevó a cabo esta mañana una mesa redonda que, bajo la consigna “¿Qué?, ¿Por qué? Y ¿Para qué? de Relámpago”, estuvo moderada por la directora del SMN y vicepresidenta de la Organización Meteorológica Mundial, Celeste Saulo, y de la que participaron la referente del proyecto por Argentina, Paola Salio; la investigadora del CONICET y del CITEDEF, Gabriela Nicora; el ministro de Ciencia y Tecnología, Gobierno de la provincia de Córdoba, Walter Robledo, y el responsable de desarrollo de tecnologías estratégicas de INVAP, Gustavo Cabrera.

Respecto del proyecto, la doctora Salio, líder del desarrollo del mismo en Argentina, explicó la participación en esta iniciativa “ha permitido traer numeroso instrumental que medirá las tormentas en el centro de nuestro país”.

“El foco estará en Córdoba y también en Mendoza, donde estudiaremos el granizo. Este proyecto nos permitirá el estudio de las tormentas en Argentina y nos dará respuestas a preguntas, con el objetivo mejorar el pronóstico”, agregó la especialista.

Del evento realizado hoy también participaron la secretaria de Gestión Presupuestaria y Control del Ministerio de Defensa, Graciela Villata; el secretario de Investigación, Política Industrial y Producción para la Defensa, Luis Riva; el subsecretario de Investigación, Desarrollo y Producción para la Defensa, Mario Frigerio; y el director de la Universidad de la Defensa Nacional, Gonzalo Álvarez, entre otras autoridades e invitados especiales.

Ministerio de Defensa

jueves, 11 de octubre de 2018

La División Telemetría, perteneciente al departamento de Electrónica Aplicada de CITEDEF, desarrolló el Codificador PCM programable multipropósito.

División Telemetría de CITEDEF
Codificador PCM programable multipropósito


El sistema consiste en un adquisidor de datos de altas prestaciones que concentra información de sensores para ser transmitidos a distancia. Su implementación modular y altamente configurable permite su uso en múltiples escenarios de adquisición de datos, como pueden ser la telemetría de vuelo de una aeronave, el seguimiento de trayectoria y control de parámetros en un sistema de armas o la obtención información exhaustiva en campo, de dispositivos en movimiento o sensores de estaciones fijas.

Los diferentes módulos desarrollados permiten obtener datos de sensores analógicos a través de conversores A/D de alta velocidad, señales digitales de diferentes familias lógicas y la captura de comunicaciones serie sincrónicas y asincrónicas como las utilizadas en la comunicación de sensores digitales. El diseño modular permite además expandir aún más el sistema mediante el desarrollo de módulos de captura específicos para diferentes aplicaciones.

Los datos obtenidos son empaquetados en una trama PCM conforme a la norma de telemetría IRIG-106 y pueden enviarse mediante las salidas del equipo en diferentes formatos, tanto analógicos como digitales, para modular un transmisor de RF adecuado para la transmisión de datos telemétricos.
CITEDEF Oficial

lunes, 27 de agosto de 2018

Invertir en tecnología: el caso del INVAP

Hoy exporta tecnología nuclear al mundo. Pero también hace radares y satélites, instala infraestructura de televisión digital y diseña y construye centros médicos, aviones no tripulados y turbinas eólicas.

INVAP: Investigaciones Aplicadas, funciona en Bariloche. 
Vendió un reactor nuclear a Holanda y es líder en tecnología nuclear.

Por Juan Pablo Ordoñez - Clarín

Ya se ha escuchado antes: vivimos en la sociedad del conocimiento. En el siglo XXI se cumple una predicción de Einstein: el poder se basa hoy en el saber. No es que los ejércitos o el poder económico ya no sean importantes. Es que los ejércitos y el poder económico están sostenidos por la aplicación de las tecnologías más diversas, sin las cuales no funcionarían ni los aparatos militares ni las industrias.

La potencia líder mundial (sigue siendo Estados Unidos, aunque cada vez menos hegemónica), es también el país líder en conocimiento. Por ejemplo, ha ganado más del doble de Premios Nobel que el país que le sigue (270 Estados Unidos, 117 Gran Bretaña), ocho de las diez mejores universidades del mundo son norteamericanas, y las cinco empresas más grandes del mundo son empresas de tecnología y ….. ¡las cinco son estadounidenses! (Apple, Google, Microsoft, Amazon, Facebook).

Ya desde la revolución industrial el destino de los países quedó unido a su capacidad para utilizar el conocimiento.

Durante los siglos XIX y XX hubo un extraordinario aumento de productividad, resultado de la aplicación del conocimiento a la producción de bienes y servicios. Así los países líderes consiguieron al mismo tiempo crecer a ritmos desconocidos hasta ese momento, reducir y hasta eliminar la pobreza y distribuir la riqueza así generada de forma más equitativa.

El desarrollo tecnológico de estos países ha siempre tenido en el Estado un actor principal e imprescindible. La generación y diseminación de conocimiento no son posibles si se dejan en manos del mercado. Si bien es perfectamente posible predecir que la inversión en tecnología será a la larga beneficiosa para cualquier sociedad, las inversiones en tecnología tienen un alto grado de incertidumbre y es muy difícil, a priori, garantizar su rentabilidad.

Podemos hacer una analogía con la educación. Sabemos que la inversión en educación es rentable a nivel país, que lo que cuesta la estructura educativa se recupera largamente con el incremento de productividad que el mayor conocimiento de la población permite.

Cuando mandamos a nuestros hijos a la escuela, no sabemos si eventualmente serán ingenieros o médicos, operarios o agrimensores. Sólo sabemos que la educación aumenta sus posibilidades de elegir, que cuánto más estudios tengan mejores oportunidades van a tener de conseguir un buen trabajo y desarrollarse satisfactoriamente como personas.

Pero resulta imposible predecir la trayectoria de su formación desde que ingresan al sistema educativo. Hay muchos eventos, decisiones y situaciones que van a ir determinando el camino, de destino incierto (no sabemos a dónde lleva), pero de resultado predecible: la posibilidad de una vida mejor.

Lo mismo sucede cuando un país invierte en tecnología: las fronteras de las posibilidades se expanden y nacen nuevas oportunidades debido al conocimiento adquirido, oportunidades que no hubiera sido posible ver antes de recorrer parte del camino. Así la inversión en tecnología abre puertas, crea oportunidades, ensancha los horizontes.

Miremos el caso de INVAP. INVAP nació en el área nuclear: los primeros contratos de INVAP provinieron de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Uno de estos contratos, el de diseño y construcción del RA-6, fue fundamental para el futuro de la empresa. LA CNEA decidió, en lugar de comprar el RA-6 en el extranjero (como se propuso en su momento), confiar su ejecución a INVAP transfiriéndole mediante este proyecto el conocimiento que la CNEA había desarrollado en los proyectos de los reactores RA-1 y RA-3. Luego del RA-6 INVAP consiguió afianzarse como la empresa líder mundial en reactores de investigación, exportando tecnología nuclear a Argelia, Egipto, Australia, Arabia, Brasil y, recientemente, a Holanda.

Lo aprendido con el reactor de Australia permitió diseñar el RA-10, el nuevo reactor de investigación de Argentina, cerrándose así un círculo virtuoso que lleva del RA-6 al RA-10, de Argentina, pasando por el mundo, de vuelta a Argentina con tecnología más avanzada. Un empresario muy optimista podría haber justificado la inversión que para el país significó el RA-6 explicando que nos permitiría vender reactores de investigación en el mundo.

Pero el RA-6 no sólo permitió exportar tecnología nuclear. Los proyectos que CNEA confió a INVAP permitieron que, con el tiempo, INVAP también pudiera hacer radares y satélites, instalar la infraestructura de televisión digital y diseñar y construir centros médicos, diseñar aviones no tripulados y turbinas eólicas.

Por muy visionario que fuera, ningún empresario hubiera invertido en tecnología nuclear esperando recuperar su inversión con el desarrollo de satélites de comunicación. Esta es la ventaja de invertir en tecnología: el conocimiento desarrollado para un fin específico puede encontrar aplicaciones en otras áreas. Es por eso que la mayor fuente de inversión en desarrollo de tecnologías en todos los países del mundo es el Estado: la tecnología, como la salud y la educación, es un bien público.

Juan Pablo Ordoñez es ingeniero nuclear, trabaja en INVAP

miércoles, 22 de agosto de 2018

Desarrollan en el país el segundo magnetómetro criogénico del mundo

Cri.Ar, desarrollado en una fusión de empresas, es un equipo capaz de medir el paleomagnetismo en rocas en la exploración de hidrocarburos.


El Paleomagnetismo es el estudio del campo magnético terrestre registrado por las rocas en el momento de su formación o durante procesos geológicos relevantes ocurridos con posterioridad. Poder medirlo es vital para la industria petrolera, ya que arroja información clave sobre la formación del petróleo y la trampa geológica que lo arraiga, reduciendo los riesgos de inversión.

El equipamiento capaz de hacerlo se denomina magnetómetro criogénico y hasta el momento, el único fabricante en el mundo se encontraba en California, Estados Unidos. Un desarrollo tecnológico argentino de vanguardia liderado por la empresa La.Te Andes en conjunto con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la empresa Endeavour Ingeniería, hizo posible que nuestro país cuente con el segundo equipamiento en el mundo apto para medir el paleomagnetismo de rocas con sensores superconductores.

“El magnetómetro criogénico es un instrumento que permite determinar cómo era el vector cuando se formó la roca, es decir, dónde estaba el polo norte o polo sur en el momento en que la misma se formó. Tiene altísima tecnología y electrónica muy sofisticada”, explica Roberto Hernández, Presidente de La.Te Andes.

Además, agrega: “El proyecto Cri.Ar nos convierte en la segunda fábrica de este tipo de tecnología en el mundo y nos va a permitir generar una estructura de servicios de alta velocidad por la estructura de robotización alcanzada. El equipo procesa una muestra cada tres minutos, es decir que la volumetría de análisis está a la altura de la que demanda la industria del petróleo”.

En efecto, el Cri.Ar -que ya se encuentra en fase operativa- cuenta con capacidades similares o superiores a los magnetómetros comerciales, a una fracción del costo. En términos técnicos, el equipo permite la obtención de información relativa a tiempo de la deformación, orientación de coronas, cuantificación de rotaciones, ubicación cronoestratigráfica de perfiles sedimentarios y tasas de sedimentación.

Los doctores del CONICET con asiento en la CNEA, Julio Guimpel, Mariano Gomez Berisso, Víctor Correa, Pablo Pedrazini, y Marcelo Vasquez Mansilla formaron parte del equipo que desarrolló la innovación. La conceptualización del diseño, la programación de un software para el control del magnetómetro, y la definición de mecánica y electrónica, son sólo algunas cuestiones que tuvieron que resolver junto a personal de La.Te Andes y Endeavour Ingeniería.

El investigador principal Julio Guimpel, director del proyecto, comenta: “Siempre es desafiante enfrentarse con el diseño de un equipo nuevo. En este caso, que tuviera el condimento de que fuera necesario para una empresa que está haciendo prospección, lo que a su vez significó hacer un desarrollo que sea productivo para el país, fue muy motivador”.

“Nosotros producimos conocimiento pero también es necesario poner en valor ese conocimiento en provisión de servicios o en bienes de naturaleza tecnológica. En este caso, se trata de un nicho único porque no hay compañías que hagan lo mismo; es un aparato que no se encuentra disponible en el mercado”, agrega Gomez Berisso, investigador independiente que integra Laboratorio de Bajas Temperaturas en la CNEA, y que puntualmente estuvo involucrado en la parte mecánica y criogénica del equipo.

La complementariedad de disciplinas y recursos como estrategia

Tener en nuestro país un magnetómetro criogénico es el resultado de la sinergia entre empresas decididas a apostar al crecimiento de la industria a partir de la innovación, y del apoyo de instituciones científicas como el CONICET y la CNEA, que promueven el avance tecnológico del país, el desarrollo de la economía nacional y el mejoramiento de la calidad de vida.

“El proyecto CRI.AR fue un proceso de un año, gracias a que hay más decincuenta años de desarrollo científico es estos temas en nuestro país. Encontramos una oportunidad en la industria y las capacidades de poder abordarla conjuntamente con el sistema científico nacional”, sostiene el presidente de La.Te Andes.

“En este proyecto de alta complejidad era clave la complementariedad y formar grupos interdisciplinarios que manejen diversos conocimientos”, agrega Nicolás Hernández, socio gerente en la empresa Endeavour Ingeniería, quien tomó el rol de coordinador general del proyecto.

“Argentina tiene un potencial científico y tecnológico enorme y capacidades que lo diferencian de otros países. Solo falta explotarlo. Este proyecto es un intento de hacerlo”, añade.

Una empresa fruto de la unión público-privada

La.Te Andes es una empresa mixta privado-pública de base tecnológica localizada en la provincia de Salta, integrada por la empresa GEOMAP S.A. (51%) y el CONICET (49%). Cuenta además con la colaboración de otras instituciones del sistema científico tecnológico nacional y del exterior.

Desde su conformación, la empresa se ha constituido en un núcleo tecnológico productivo de innovación para el desarrollo energético y científico aplicado, buscando cuantificar la variable tiempo, fundamental en el impacto económico en la evaluación de emprendimientos hidrocarburíferos, entre otros, tanto en etapa de exploración como de desarrollo. Entre sus objetivos están la elaboración y ejecución de proyectos estratégicos de base tecnológica orientados a resolver problemáticas sensibles en la valoración de georecursos (hidrocarburos, yacimientos minerales, geotermia, entre otros).

Fuente: CONICET

martes, 14 de agosto de 2018

Científicos argentinos desarrollaron una batería de litio desmontable para motos eléctricas

En Catamarca

Se la puede enchufar a la red de energía de cualquier hogar. Se carga en 4 horas y tiene 40 kilómetros de autonomía.

El equipo de investigadores que desarrolló la batería desmontable. De izq. a der.: Alejandro Siri -Sol.Ar-, Alejandro Cometto, Rita Humana, Gabriel Correa, Daniel Flores -estudiante-, Luis López Arjona y Tomás Falaguerra.

Por Marcelo Bellucci - Clarín

Las grandes reservas de litio que se atesoran en la Puna catamarqueña pueden convertir a la Argentina en uno de los productores mundiales de almacenamiento energético. Este elemento químico, al que se lo designa como “el mineral del futuro” es un componente esencial de las baterías que utilizan los celulares, autos, bicicletas, motos eléctricas y paneles solares. El puntapié inicial lo dio un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCa) quienes diseñaron una batería de litio inteligente que se puede remover de un tirón para recargar en cualquier enchufe.

La batería. Pesa alrededor de 11 kilos y brinda unos 40 kilómetros de autonomía.


Según detallaron los especialistas, se trata de una batería desmontable que viene dentro de un valija de plástico –confeccionada a partir de una impresora 3D- que con total libertad, se puede conectar a la corriente eléctrica sin necesidad de que esté cerca el vehículo.

Además, mediante una app es que se sincroniza con el celular por Bluetooth, le indica al propietario el estado de carga, el voltaje de la batería y la velocidad máxima que desplegó el rodado.

Aplicación. El sistema de gestión de la batería  permite medir indicadores como la temperatura, el voltaje, la corriente y velocidad mediante una aplicación que se utiliza con el celular.


Las ventajas con respecto a las baterías de ácido-plomo se dan en diferentes aspectos. Ofrece el doble de autonomía (la relación es de 40 km contra 20 km), su peso es tres veces menor (11 kg y medio versus 37 kg) y tiene una mayor vida útil, ya que admite 2.000 ciclos de carga contras 350.

En este contexto, en el Centro de Física y Energía de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FACEN) de la UNCa, trabaja un equipo multidisciplinario liderado por el doctor Gabriel Correa, investigador del CONICET. Esta batería es parte neural de la Moto Eléctrica Litio Catamarca (MeLICA) presentada en junio en la capital provincial.

“La idea es también disminuir la brecha que existe entre la extracción y la producción local. Todos los laboratorios que trabajan con este elemento corren con una gran desventaja ya que las mineras extraen el litio en estado puro (sea carbonato o clorhidrato) de las canteras y lo exportan para que se lo purifique y se puedan obtener otros precursores que se venden a un costo elevadísimo”, destaca Rita Humana, doctora en Ciencia Químicas, responsable académica del proyecto e investigadora asistente del CONICET, quien se desempeña en la caracterización de materiales para electrodos de baterías de litio.

El mineral del futuro. El litio es un componente esencial de las baterías que utilizan los celulares, autos, bicicletas, motos eléctricas y paneles solares.

El litio posee aspecto de polvillo blanco y colocado en una batería tiene una pureza del 99,8%. América del Sur cuenta con el 80% de las reservas mundiales en forma de salmueras (agua con alta concentración de sal). La Puna Argentina (Catamarca, Salta y Jujuy) constituye el mayor reservorio de este mineral en Argentina. El litio es considerado como un recurso estratégico por su proyección futura, debido a que constituye un insumo imprescindible para la alimentación de energía en artefactos portátiles y vehículos eléctricos.

“Teníamos la idea de demostrar que en Catamarca se pueden hacer cosas interesantes y substancialmente, se trata de hacer la conversión de una moto eléctrica que usa baterías de plomo ácido, utilizando baterías de litio para su sistema de gestión. Trabajamos con sistemas integrados de generación de energía eléctrica mediante formas renovables”, apunta Correa.

Con la idea de vincularse con la empresa local SOL.Ar -que desde hace tiempo requería el diseño de baterías a medida- los investigadores se ofrecieron para desarrollar un producto que fuera comercializable. De esta forma, se presentaron en la convocatoria de Universidades Agregando Valor de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) y obtuvieron el financiamiento para su desarrollo.

Salmuera. La Puna Argentina (Catamarca, Salta y Jujuy) constituye el mayor reservorio de este mineral en Argentina.

“En total nos llevó casi un año y medio su creación. El prototipo todavía precisa algunos ajustes para que se ajuste a los estándares de transporte. No es lo mismo una batería fija como la de celulares o notebook, que un equipo que puede sufrir golpes y está en movimiento permanente. Y si bien la idea es producir un modelo que se ajuste a las MeLICA, en un futuro se podrán desarrollar para otros vehículos”, aclara Humana.

lunes, 6 de agosto de 2018

La científica argentina que desarrolla órganos en miniatura para probar drogas oncológicas

La doctora Marina Simian aplica esta tecnología para crear organoides de hígados y corazones. 

La doctora Marina Simian, del Instituto de Nanosistemas de la UnSam, con su equipo de trabajo. (Lucía Merle)

Marcelo Bellucci - Clarín

Los sistemas biológicos en miniatura, también llamados organoides, son estructuras tridimensionales de células que se asemejan en arquitectura y función a los órganos reales. En el país, un equipo de la Universidad Nacional de San Martín (USAM) liderado por la doctora Marina Simian aplica esta tecnología sanitaria para mejorar las pruebas de laboratorio en tratamientos oncológicos.

Los organoides, también llamados órganos en un chip, pueden ser de hígado, corazón u otras vísceras y sólo pueden ser analizados a través de un microscopio. Se generan en pequeños tubos por los que corren diversos fluidos, ya sean nutrientes, sangre, antibióticos o cosméticos. “Se los define como un grupo de células capaces de organizarse en un sistema de cultivo en tres dimensiones, como el órgano del cual se origina o el que se pretende reproducir”, precisa Marina Simian, investigadora del CONICET, que trabaja en el Instituto de Nanosistemas de la USAM.

En el laboratorio. Marina Simian, del Instituto de Nanosistemas de la UnSam. (Lucía Merle)

Pueden ser replicados empleando dos métodos: a partir de un tumor o bien, de células madre. En el primer caso, “lo disociamos en pedacitos muy pequeños y luego cultivamos estos fragmentos. En condiciones adecuadas, las células se reorganizan espacialmente, como lo hacen en el órgano del cual parten. En el caso de las células madre, pueden ser obtenidas de un órgano adulto, células pluripotenciales inducidas, que se generan reprogramando fibroblastos de la piel o células madre embrionarias”, explica Simian.

El equipo de Simian -uno de los pocos que se dedica a producir estos órganos de laboratorio en el país- ya cultivó y reprodujo células tumorales de bioblastoma y de un tipo de cáncer de mama en particular, junto con otras células del sistema inmune denominadas macrófagos.

Entre sus amplios beneficios se cuenta la mejora en las pruebas terapéuticas de laboratorio que recurren al ensayo con animales. “El esquema tradicional en el cual se realizan ensayos en células en dos dimensiones y luego se pasa a animales, sobre todo ratones, tiene un alto índice de fracaso. En oncología se calcula que el éxito es del 5%. En promedio una droga para llegar al mercado cuesta mil millones de dólares y tarda entre 10 y 15 años. Desde que se comenzó a trabajar con organoides alcanzaron muchos casos de éxito en el corto plazo. También los costos se reducen ya que no hay trabajo en animales y supone conflictos éticos. Por otra parte, se trabaja en un contexto de tejidos humanos donde se crean condiciones de cultivo que permiten que las células funcionen como lo hacen en el cuerpo”, detalla Simian.

Pero no es la única posibilidad. “La otra alternativa es para diseñar medicina personalizada. Cuando operan a una persona y le extraen un cáncer, a partir de aquellas células se crean estas unidades funcionales y en función de las características del tumor, van probando una serie de drogas hasta dar con la mejor combinación. Cuantos más datos se hayan acumulado se aumentan las chances de que la terapia sea exitosa”, determina Simian.

Imagen tomada con un microscopio confocal. Es un organoide de tumor de cerebro humano (glioblastoma)  infiltrado con células del sistema inmune En rojo se ven las tumorales y en verde las del sistema inmune, penetrando el organoide. (Gentileza María José Gattas)

Imagen tomada con un microscopio confocal. Es un organoide de tumor de cerebro humano (glioblastoma) infiltrado con células del sistema inmune En rojo se ven las tumorales y en verde las del sistema inmune, penetrando el organoide. (Gentileza María José Gattas)

Con el tratamiento personalizado se cree que muchas enfermedades mortales como el cáncer podrían convertirse en una patología crónica. “Esta nueva tecnología nos van a permitir probar varias drogas sobre cultivos de organoides generados a partir del tumor del paciente y en función del resultado que obtengamos en estos sistemas de cultivo elegiremos la droga más propicia para cada persona. Además, esto irá acompañado de estudios genómicos y protéomicos para realizar la elección de la drogas candidatas de forma totalmente racional”, indica Simian.

En algunos países ya operan bancos biológicos de organoides que almacenan tumores cedidos por los propios pacientes. Así, el Hubrecht Organoid Technology (HUB) almacena réplicas de células de colon, próstata, pulmón o páncreas de diferentes donantes, algunos sanos y otros con enfermedades como el cáncer o la fibrosis quística.

“Hay un esfuerzo en Europa y Estados Unidos por establecer biobancos de organoides de pacientes con una determinada patología. Si una empresa busca probar una nueva droga para algún tipo de cáncer, estos almacenes biológicos suministran diferentes organoides que provienen de pacientes que tienen una patología similar”, apunta Simian.

La pionera en este desarrollo, como describe la Agencia CyTA-Fundación Leloir, fue la investigadora iraní Mina Bissell, de la Universidad de California, en Berkeley, que ya en la década del 80 logró demostrar que, en cultivos tridimensionales, unas células de glándula mamaria eran capaces de organizarse y sintetizar proteínas de la leche.

Estas técnicas fueron la base para que, en 2008, el genetista holandés Hans Clevers tomara células madre de intestino humano y las cultivara rodeadas de un biogel. Allí, para su sorpresa, las células comenzaron a formar una estructura idéntica a la del órgano del que procedían.

sábado, 7 de julio de 2018

Energía sin desperdicio

Investigadores de la Universidad Nacional de Villa María instalaron un laboratorio de biogás para analizar los sustratos de los productores de la región en un proyecto conjunto con el frigorífico Alimentos Magros, que a partir del uso de biodigestores logró generar energía con los residuos de la faena. El proyecto se inició con financiamiento del programa FONARSEC para consorcios público-privados.

Por Matías Alonso 

Agencia TSS – Investigadores de la Universidad Nacional de Villa María (UNMV), en la provincia de Córdoba, instalaron un Laboratorio de Control de Biogás –se trata del primero en su tipo en la Argentina– para analizar los sustratos de los productores de su región. El proyecto se realizó con financiamiento del programa FONARSEC (Fondo Argentino Sectorial) de la Agencia del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT) y consistió en un subsidio de más de 11 millones de pesos, otorgado en el año 2015 a un consorcio público-privado integrado por la UNMV y el frigorífico Alimentos Magros.

El objetivo inicial fue identificar los subproductos del frigorífico que podían utilizarse en un biodigestor para generar gas y producir electricidad para cubrir las necesidades de la planta industrial, en una zona –Justiniano Posse, en Córdoba– con problemas de potencia eléctrica.

Actualmente, la empresa cuenta con biodigestores de 1000 metros cúbicos, en los que deposita los efluentes generados –principalmente restos de la faena de cerdo– que son mezclados con inoculantes como bosta de vaca para generar biogás y biofertilizantes. De esta manera, la empresa soluciona el problema del tratamiento de sus efluentes y logra abastecer sus necesidades de energía. El gas generado se puede usar para alimentar un motogenerador o bien fuente de calor para diferentes usos.

La biotecnóloga María José Galván, docente de la UNMV, becaria doctoral del CONICET e integrante del proyecto, explicó a TSS: “La creación de esta línea de investigación partió de la demanda de los productores y la agroindustria para la gestión de los pasivos ambientales de la región. Se trata de los subproductos de algunos proceso, incuídos los purines, los residuos de frigoríficos, desechos lácteos y el resto de los residuos característicos de la zona. Hacía falta probar la viabilidad de un tratamiento de estos residuos que a la vez permitiera obtener biogás”.
El gran tema es la alimentación del biodigestor y saber qué inóculo y sustrato 
es preferible usar para tener un gas de calidad”, aseguró Galván,
 en la foto junto con Roberto Manno, quien dirige el grupo de investigación.

Terminado el proyecto con el frigorífico, ahora el laboratorio está recibiendo sustratos e inóculos de diferentes productores de la zona interesados en conocer el potencial metanogénico, es decir, la posibilidad de generar gas metano de sus residuos. Actualmente están recibiendo muestras de estiércol de diferentes tipos de animales, suero lácteo, residuos de producción de maní y descartes de mercados y productores de hortalizas, entre otros. Su trabajo consiste en analizar el sustrato y evaluar las concentraciones y mezclas necesarias para generar los grupos de bacterias necesarios para generar gas. La investigación es dirigido por el ingeniero Roberto Manno y el grupo también está integrado por Mara Cagnolo, Florencia Ribero y Julieta Oviedo.

“Queremos obtener datos reales de la cantidad de materia orgánica que puede ser transformada en biogás para tener un coeficiente de conversión real”, explicó Galván. Y agregó: “Siempre nos manejábamos con valores teóricos sacados de bibliografía extranjera, o de ensayos que carecían del respaldo de una investigación científica, pero necesitamos generar nuestros propios datos. La Argentina no cuenta con doctores especializados en biogás y entonces siempre tuvimos que salir a buscar asesoramiento y capacitaciones en el exterior, en Alemania o China. El próximo año vamos a tener doctores y gente formada en estos temas, sumado a que hay un interés renovado por las energías renovables y especialmente por el biogás”.

El proyecto permitió un trabajo conjunto entre investigadores y empresarios y comprendió tanto la creación del laboratorio de simulación de biodigestiones como líneas de investigación para la caracterización de sustratos y el control de calidad del biogás. Además, se estudiará la inocuidad del producto biodegradado para ser utilizado como biofertilizante. Como parte del consorcio público-privado, los investigadores trabajaron principalmente en la puesta a punto de los dos digestores de 1000 metros cúbicos de la empresa y los empresarios aportaron su conocimiento sobre la operación industrial, lo que permitió diseñar una estrategia que permitiese aumentar la rentabilidad de la planta, reducir la generación de residuos y bajar los costos de electricidad y gas envasado.

“En el mercado hay mucha oferta de empresas que montan diversos tipos de biodigestores, desde los más caseros, que son estructuras tubulares de plástico que pueden instalarse en los domicilios, hasta los más complejos, que son utilizados por las grandes empresas. El gran tema es la alimentación del biodigestor y saber qué inóculo y sustrato es preferible usar para tener un gas de calidad”, aseguró Galván.

domingo, 1 de julio de 2018

Argentina se suma a la misión china que explorará la Luna

El director de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales detalló la participación local. Y repasó los proyectos satelitales de la Conae.

por Cecilia Farré - Perfil

Desde la estación ubicada en la localidad neuquina de Bajada del Agrio que cuenta con una antena de 35 metros de diámetro capaz de recibir señales a más de 300 mil kilómetros de distancia de la Tierra, Argentina participa en la misión china para estudiar el lado oculto de la Luna.

“La antena es china, Argentina brindó el espacio físico, la logística y el abastecimiento para la construcción de la base espacial. Eso se traduce en la posibilidad de acceder a un 10% del uso de la antena para investigaciones nacionales del espacio profundo”, describió el nuevo director de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), Raúl Kulichevsky. “Ese tiempo es muy valioso ya que es un instrumento muy poco común”, agregó. Este intercambio surge de un acuerdo entre  la empresa estatal China Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC), dedicada al seguimiento y control de las misiones de ese país, y la Conae argentina.

La estación argentina junto con otras serán las encargadas de recibir la información del satélite QueQiao que fue lanzado a fines de mayo para superar uno de los principales problemas de la misión china: asegurar la comunicación del módulo lunar Chang’e-4 desde el lado oculto de La Luna. Para ello, QueQuiao se ubicará en el segundo punto de Lagrange, lugar donde se podrá observar al mismo tiempo al satélite desde la Tierra y desde el lado aún poco conocido de la Luna para asegurar la retransmisión continua.

Así el satélite, a unos 455 mil kilómetros de la Tierra,  actuará como un puente para permitir un buen alunizaje de la nave Chang’e-4, del vehículo de exploración espacial y el monitoreo de la misión a través de la comunicación con los controladores terrestres. El lanzamiento del módulo lunar será a fines de 2018.

 Además de la colaboración con otras agencias espaciales, la Conae está llevando adelante misiones nacionales como el próximo lanzamiento –en el último trimestre del año– del satélite argentino de observación con microondas Saocom 1A para monitorear la humedad de suelo.

Satélites. “Nunca habíamos hecho un satélite con un instrumento de radar. Hay pocos en el mundo y el Saocom está en la frontera del arte por el tipo de información que va lograr adquirir”, destacó Kulichevsky. Este instrumento tendrá aplicaciones en agricultura y en alerta, prevención y mitigación de desastres. Y en el 2019 se le sumará el Saocom 1 B.

Para  el estudio del mar y de las costas, la calidad del agua, la gestión de los recursos pesqueros y el control de la pesca ilegal, Conae está trabajando en el diseño y fabricación del satélite de observación Sabia-Mar que llevará distintas cámaras.

El proyecto original incluye la formación de una constelación de dos satélites, uno argentino y otro brasileño. “Cuando las condiciones estén dadas en Brasil ellos harán el segundo satélite, planificamos que el nuestro estará listo para el año 2020 o 2021”, adelantó el ingeniero aeronáutico.

Otro de los grandes desafíos de Conae es el proyecto Tronador II para poder contar con un lanzador satelital. Kulichevsky explicó que “estamos desarrollando nuevos procesos de fabricación porque cuando se habla de construir el fuselaje de un vehículo lanzador con una estructura de 2,5 metros de diámetro que tiene que ser muy liviana y a su vez muy resistente se requiere de nuevas tecnologías de producción”. El proyecto está en la etapa de desarrollo de la estructura y de los motores.

“Apuntamos a poder tener un primer vehículo que pueda lanzar el primer satélite para el año 2021”, estimó el director de Conae.

Además, entre los objetivos pendientes figura la formación de una agencia espacial regional. “Es un deseo que tenemos en Conae porque creemos que puede ser beneficioso para todos. Hay algunos proyectos que a veces son muy difíciles de encarar con el presupuesto de una sola agencia”, explicó Kulichevsky. Entre esos proyectos se encuentra tener un satélite meteorológico para Latinoamérica.

Los lanzamientos que vienen

En el último trimestre de 2018 la Conae tiene planeado lanzar el Saocom 1A, con un radar capaz de monitorear la humedad de suelo. Tendrá aplicaciones en agricultura y en alerta, prevención y mitigación de desastres.

También se encuentra en fase de fabricación el satélite de observación Sabia-Mar, cuyo objetivo será para el estudio del mar  argentino y sus costas. Si no hay atrasos, su lanzamiento se estima  que será entre los años 2020 o 2021.

Otro de los proyectos “estrella” de la Comisión de Actividades Espaciales es terminar de desarrollar el primer vehículo del proyecto Tronador II. Sería un lanzador nacional, capaz de poner un satélite en órbita baja, en el año 2021.

Para darle  continuidad

Después de 24 años frente a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) Conrado Varotto, una figura emblemática en este campo, se jubiló y quedó en su lugar el ingeniero aeronáutico Raúl Kulichevsky quien hace más de 10 años que está en la agencia luego de trabajar para la Comisión Nacional de Energía Atómica.

Kulichevsky aseguró la continuidad de los proyectos ya que no han tenido recortes drásticos en el presupuesto. “Sufrimos algún tipo de restricción como lo sufre el resto de la sociedad”, puntualizó y aseguró que “hay un esfuerzo importante por mantener la actividad espacial”. El nuevo director agregó que mantienen el plantel de gente y la actividad de los proyectos aunque en algunos casos con un poco de demora.

Respecto de Varotto, informó que seguirá como un asesor ad honorem “ya que es fundamental por su capacidad de generar ideas nuevas”.