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martes, 11 de junio de 2019

Tras reconectar Embalse, Nación negocia para financiar Atucha 3

Con la Central de Embalse se podrá abastecer de energía a tres millones de personas. FOTO: CEDOC

“Tras 50 años combatiendo el capital, hoy no hay capital”, advierte Julián Gadano, subsecretario de Energía Nuclear. Buscan atraer capitales de China. 

Esta semana el presidente Mauricio Macri recorrió, junto a autoridades de Energía de la Nación, la Central Nuclear Embalse que fue oficialmente reconectada luego de tres años de trabajos para darle una “segunda vida”. Esas tareas demandaron una inversión de US$2.149 millones y la Central ya está conectada proveyendo energía al sistema nacional.

En diálogo con PERFIL CORDOBA, Julián Gadano, subsecretario de Energía Nuclear de la Nación dio detalles sobre los trabajos y criticó la falta de estabilidad institucional que resta oportunidades de conseguir financiamiento barato. También descartó que la Nación esté “desmantelando” los programas y adelantó las negociaciones con agentes chinos para lograr financiamiento para nuevos proyectos.

-¿En qué consiste la ‘segunda vida’ de Embalse?
-Una central nuclear tiene, por diseño, una vida útil que aprueba el regulador. Es la industria más controlada del mundo, por razones obvias. Esta planta puede operar una cantidad de años determinada. Esa cantidad se terminó el 31 de diciembre de 2015, con lo cual había dos opciones: decomisar la planta, desmantelarla o volver a darle vida. Decidimos, aunque en realidad el proyecto venía de antes, extender la vida porque la inversión para eso era el 40% de lo que implicaba hacer una central nueva, pero en definitiva logramos una central nueva porque se cambiaron todos los componentes. Pero para hacer esto buscamos que no fuera un festival de obra pública, como ocurrió otras veces en Argentina.

 -¿Qué se hizo concretamente? 
 -Cambiamos todos los componentes de la isla nuclear y la turbina que genera energía, el generador y todo lo que está alrededor. De la central original quedó el edificio, muchas cosas no esenciales para no generar más gasto del necesario y se cambió toda la isla nuclear, todo el sistema que genera la reacción nuclear, los generadores de vapor, el retubado y se repotenció la turbina, generador y los sistemas de control. Y se modernizó la sala de control. Además, se le agregaron 35 megas de potencia. Con esto, la vida de Embalse se extiende 25 años más a plena potencia, que suponemos van a ser 30 años reales.

 -¿Qué implica en términos de energía para el sistema?
-Esto significa energía para tres millones de personas en la provincia de Córdoba. Córdoba hoy es generadora neta de energía, genera el 83% de la energía que Córdoba necesita. Y esto permite abaratar los costos de la generación de energía. Con Embalse evitamos comprar fueloil o GNL. Gracias a Embalse, “despedimos” al segundo barco regasificador que era la forma más cara y contaminante de consumir energía. Con Embalse, Córdoba prácticamente se vuelve autónoma y sustentable en materia de generación y gracias a Embalse vamos a tener un invierno más tranquilo porque vamos a necesitar comprar menos combustible contaminante y caro.

 -¿Cómo sigue la reconversión de la matriz energética? 
 -Cuando asumimos nos propusimos recomponer el mercado energético, el mercado eléctrico, reconstruir las condiciones para la inversión y aprovechar lo mejor de cada fuente para una matriz diversificada. Argentina tiene la suerte de tener gas, viento, sol y un clúster tecnológico nuclear muy maduro. Ya tenemos las condiciones para una matriz energética más barata, más limpia y menos basada en combustibles fósiles contaminantes y caros. La Argentina exportaba gas y dejó de hacerlo por las políticas del Gobierno anterior que destrozaron la inversión en el sector. En el medio aparece Vaca Muerta que es una combinación del recurso natural, pero si tenemos instituciones débiles lo único que puede producir es una desgracia.

 El capital. - Para Gadano hoy la Argentina tiene que esforzarse por conseguir capital extranjero para invertir ya que “no tenemos capital financiero porque hace 50 años que venimos haciendo cosas para no tenerlo. Después de 50 años de combatir el capital, Argentina no tiene capital. Hoy el capital extranjero está viniendo a Vaca Muerta porque está el recurso, el capital humano y reglas de juego. Este año va a haber inversiones en Vaca Muerta por US$10 mil millones en una provincia que tiene 500 mil habitantes”.

Nuevos negocios. Hacia adelante, Gadano confirmó que están negociando con bancos y empresas chinas para financiar la construcción de la central nuclear Atucha 3, en Lima, provincia de Buenos Aires. Además, se avanza en el desarrollo de un programa para la fabricación de reactores modulares pequeños: “Hay cinco países que están trabajando en el desarrollo de reactores pequeños y Argentina es uno de ellos y el que tiene el prototipo más avanzado. Tiene un avance de obra del 60%. El objetivo es que en 10 años Argentina juegue un partido en un mercado nuevo de miles de millones de dólares”, sostuvo.

Finalmente, sobre versiones en torno a desinversión y desmantelamiento de programas Gadano fue tajante: “En el sector nuclear argentino se invierten $20 mil millones cada año, entre Conea y las empresas públicas. Eso no es desmantelamiento pero lo que no hacemos es tirar la plata en proyectos mesiánicos. Hacer de nuevo Embalse costó US$2.150 millones y terminar Atucha 2 costó el doble. Hay que invertir: sin inversión pública esto no funciona, pero hay que invertir en proyectos sustentables y que generen recursos” (Soure/Photo:perfil.com).

viernes, 31 de mayo de 2019

Se reactivo la central nuclear Embalse

En enero habían celebrado la entrada en funcionamiento de la planta, pero recién ahora su potencia se acerca al 100% de su capacidad. Luego de haber celebrado su entrada en funcionamiento hace casi seis meses, el secretario de Energía Gustavo Lopetegui viajó a Córdoba a reinaugurar definitivamente la central nuclear Embalse, construida en 1984.

La novedad es que tras este lapso en el que la planta estuvo proveyendo paulatinamente de energía al sistema interconectado nacional, ahora llega prácticamente al 100% de su capacidad instalada.

Se trata de 683 MW, un 6% más que su potencia anterior, que alcanzarán para abastecer a más de tres millones de personas. De esta manera, la energía nuclear pasa a representar el 6% de la matriz eléctrica. Las obras para ampliar la vida útil de esta central por otros 30 años, demandaron tres años de trabajo y una inversión de 2.140 millones de dólares. La modernización de la planta situada en la costa sur del embalse del Río Tercero en la Provincia de Córdoba, fue realizada por ingenieros argentinos y consistió en la renovación del reactor, el recambio de los generadores de vapor y la actualización de los sistemas de seguridad.

"La energía nuclear es una fuente más que se suma al petróleo y gas, con Vaca Muerta a la cabeza, y las energías renovables, todas en expansión", sostuvo Gustavo Lopetegui, secretario de Gobierno de Energía. "Este proyecto de extensión de vida de la central es una muestra de que cuando trabajamos en equipo podemos hacer grandes cosas. Contamos con lo más importante, que son los recursos humanos y muchas décadas de experiencia en esta tecnología, y logramos hacerlo en tiempo y en presupuesto, un gran logro. El sector energético debe ser uno de los motores de crecimiento del país", agregó.

La central finalizó su vida útil el 31 de diciembre de 2015, fecha tras la cual comenzaron las obras para renovar el reactor, recambio de los generadores de vapor y actualización de los sistemas de seguridad. Terminada esta etapa, el 4 de enero de 2019 alcanzó la puesta a crítico en el reactor, término técnico con el que se hace referencia a la reacción nuclear en cadena controlada, fuente primaria de generación de energía de la planta.

"Hoy es un día de alegría. Esto es real, se hizo en tiempo y presupuesto. Esto se hizo gracias a que la gente que sabe cómo hacer las cosas. Se vinculó honestamente con su trabajo y dio su conocimiento para hacer esto posible", afirmó Julián Gadano, subsecretario de Energía Nuclear.(Source/Photo: LPO)

sábado, 19 de enero de 2019

La Central Nuclear Embalse, lista para volver a dar energía

En el interior de la sala de control, donde se monitorea cada detalle del funcionamiento de la central de Embalse. Foto: Emmanuel Bocchi/DEF.Por Mariano Roca (Infobae.com)

La Central Nuclear Embalse volvió a funcionar el pasado 4 de enero, luego de que se completara satisfactoriamente su plan de extensión de vida. Carlos Terrado, vicepresidente de Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA), brindó a DEF detalles de las obras e hizo un balance de su implicancia tecnológica y de los futuros proyectos de la empresa.

En el interior de la sala de control, donde se monitorea cada detalle del funcionamiento de la central de Embalse. Foto: Emmanuel Bocchi/DEF.

Luego de una parada técnica de tres años, la segunda central nuclear construida en nuestro país –ubicada en la costa sur del Embalse Río Tercero, en el Valle de Calamuchita– acaba de iniciar su segundo ciclo de vida. La "puesta a crítico", alcanzada el pasado 4 de enero, es el término técnico que se utiliza para definir la reacción en cadena controlada de la fisión de los átomos de uranio.

Tal como explicaron desde Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA), en este tipo de procedimientos, los operadores determinan que "el reactor se ha puesto a crítico cuando la fisión de los átomos de uranio está estabilizada". Cabe recordar que Embalse cuenta con un reactor del tipo CANDU, de fabricación canadiense, con tecnología de tubos de presión, cuyo combustible es el uranio natural y cuyo refrigerante y moderador es el agua pesada.


Las autoridades del sector y del gobierno nacional siguieron el minuto a minuto de la puesta a crítico del reactor. Foto: Álvaro Corral/DEF.

A partir de los ajustes y actualizaciones que se le realizaron en el marco del plan de extensión de vida, se estima que la planta podrá seguir abasteciendo con energía firme al sistema eléctrico nacional durante las próximas tres décadas.

Entre las obras efectuadas, cabe destacar el recambio de todos los componentes internos de la calandria (núcleo del reactor), el cambio de los generadores de vapor, la actualización y puesta a punto de los sistemas de seguridad de la planta y la repotenciación, que permitió incrementar en 35 megavatios la potencia eléctrica total de la central y llevarla a 683 megavatios –hasta diciembre de 2015 su potencia total instalada era de 648 megavatios–.

El 100 % de los componentes nucleares fueron desarrollados en Argentina. Foto: Emmanuel Bocchi/DEF.

Según informó NA-SA, en el pico de las obras, el programa de extensión de vida ocupó a alrededor de 4000 personas, entre personal propio de la empresa y trabajadores de las contratistas y prestadoras de servicios.

Tal como explicó Carlos Terrado, vicepresidente de NA-SA, esta ha sido la primera experiencia en el mundo de "un proyecto de actualización y extensión de vida de este tipo de centrales en el que se cambian también sus grandes componentes, entre ellos los cuatro generadores de vapor, que además fueron fabricados en la Argentina".

 En el pico de las obras, el programa de extensión de vida de Embalse ocupó a alrededor de 4000 personas. "Esto ha generado recursos humanos y capacidades tecnológicas reconocidas internacionalmente, que abarcan a un espectro de empresas nacionales, tanto grandes como medianas, que invirtieron y lograron la calificación como proveedores nucleares", añadió, al tiempo que manifestó el orgullo del directorio de la empresa por "el éxito de un proyecto de alta complejidad tecnológica, que cumplió con los tiempos previstos en el cronograma y respetó el presupuesto original".
Lo que sucedía en la sala de control durante la puesta a crítico era transmitido en directo. Foto: Álvaro Corral/DEF.

Terrado, ingeniero nuclear de larga trayectoria en el sector, que asumió en 2016 la vicepresidencia de NA-SA, destacó "que un proyecto como este es sumamente complejo, ya que implica respetar los edificios, como el de la contención, extraer los sistemas y componentes que hay que reemplazar, sorteando interferencias que no se pueden demoler; incorporar los nuevos sistemas y montarlos con precisión". En ese sentido, apuntó: "Renovar y mejorar una central, como se hizo en Embalse, es un proceso aún más complejo que construirla desde cero".

"NA-SA demostró que pudo gerenciar un proyecto de esta naturaleza en tiempo y forma, lo que implica que está en condiciones de encarar la construcción de una central del tipo CANDU con tecnología propia, sin contraer deuda en divisas y fabricando localmente prácticamente la totalidad de los componentes, incluyendo el combustible y el agua pesada necesarios para toda su vida útil", subrayó Terrado. "Estamos en condiciones de aplicar recursos propios para generar todos los megavatios que el país necesite como energía de base, segura, confiable y no contaminante", completó.

Renovar y mejorar una central, como se hizo en Embalse, es un proceso aún más complejo que construirla desde cero.

Por lo pronto, NA-SA continúa trabajando con su contraparte china –la Corporación Nuclear Nacional China (CNNC) y su subsidiaria, China Zhongyuan Engineering Corporation (CZEC)– para la construcción en nuestro país de una futura central del tipo Hualong One, bajo la modalidad "llave en mano".

Carlos Terrado, vicepresidente de NA-SA. Foto: Álvaro Corral/DEF.

Con la elección de ese modelo para la cuarta central, Argentina estaría generando un cambio en su tradicional línea tecnológica, dejando el uranio natural y agua pesada, para pasar a un reactor alimentado por uranio enriquecido y refrigerado y moderado por agua liviana. La idea de NA-SA es que la participación de la industria local en ese proyecto ronde el 40 % del monto total del contrato.

Esta sería la tercera central nuclear de este tipo fuera del territorio chino, ya que actualmente están en vías de construcción dos plantas en Pakistán, país que ha sido un histórico aliado de Pekín y cuyo programa nuclear tiene una fuerte impronta china.(Source/Photo: Infobae.com)

sábado, 12 de enero de 2019

Inversión millonaria. Nación destacó ahorro de energía con la Central de Embalse

Central Nuclear Embalse
El subsecretario de Energía Nuclear, Julián Gadano, dijo a Cadena 3 que esperan que la planta funcione "al cien por ciento en invierno".

El subsecretario de Energía Nuclear de Argentina, Julián Gadano, destacó en diálogo con Cadena 3 que el reactor de la Central Nuclear Embalse, que se puso en funcionamiento nuevamente la semana pasada, le permitirá al país ahorrar en energía.

"Esto en la práctica significa no tener que importar, que el país gaste menos en energía", indicó y comparó: "El fulloil es caro y contaminante. Cada megavatio en Embalse es un megavatio menos de fulloil".

La obra de extensión de vida de la instalación para los próximos 30 años fue "encarada con trabajo local y, claro, participantes de otros países pero la mayoría fue de acá".

La vida útil de Embalse había terminado el 31 de diciembre de 2015, por lo que la extensión de su operatividad implicó un trabajo de tres años.

"Destacamos que, siendo una obra tan compleja, la terminamos prácticamente a tiempo con un desvío de ocho meses", apuntó.

La usina comenzó a operar en enero de 1984, y es la segunda construida en Argentina, con una potencia de 648 megavatios eléctricos a través del reactor CANDU (Canadian Deuterium Uranium) y pertenece al tipo de instalaciones de tubos de presión, cuyo combustible es el uranio natural, con refrigerante y moderador de agua pesada, detallan las especificaciones técnicas.(Source/Photo/Author: Alejandro Bustos/Cadena 3)

jueves, 3 de enero de 2019

La “nueva” Nuclear de Embalse se pone en marcha

Desde arriba. El predio de la Nuclear, en Embalse, desde una vista aérea. (Gentileza Nasa)


  • En 20 días se dará por finalizada la obra para extender su vida útil por 30 años.
  • En febrero, estaría en pleno régimen.
  • Estuvo tres años sin generar energía.
  • Implicó un costo de más de U$S 2 mil millones.

La empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina S.A. (Nasa) confirmó a La Voz que la obra de extensión de vida útil de la Central Nuclear de Embalse está prácticamente terminada.

En estos días se iniciará lo que los técnicos llaman “la puesta a crítico”, la fisión nuclear inicial, que demandará unas 24 horas “de vigilia”.

Y luego, unas cuatro semanas más hasta que entre en régimen pleno de potencia y entregue nuevamente energía al sistema interconectado nacional. La usina del valle de Calamuchita aportará cerca del dos por ciento del total de la energía que consume el país.

Mabel Barbas, de la gerencia de Relaciones Institucionales de Nasa, apuntó que la última tarea que se desarrolla actualmente es la carga del combustible al núcleo del reactor. Se trata de una compleja operación tecnológica, iniciada el 22 de noviembre pasado, para colocar 4.560 elementos combustibles en los 380 canales, que fueron totalmente reemplazados en este proceso.

“Estimamos que esa tarea demandará unas dos semanas más. Luego corresponde una última prueba de contención y estará lista para la puesta en marcha”, indicó.

Fue en diciembre de 2015, hace tres años, cuando la “atómica” cordobesa salió de servicio, con su vida útil extenuada tras 31 años de generación de energía.

Es la tercera usina con tecnología canadiense Candú que es “reciclada”, para montar una nueva sobre la vieja. Las dos experiencias anteriores se dieron en Corea y en Canadá. La otra opción era el desmantelamiento, también complejo y costoso.

Para Córdoba, se trató de la inversión nacional directa más elevada en toda la década: el proceso costó casi 2.200 millones de dólares, según datos de Nasa, la empresa estatal que opera las tres centrales nucleares del país.

Desde ese ámbito defienden la decisión de extender la vida útil, y señalan que construir una nueva de similar potencia demandaría el triple de presupuesto

Ocupación y plazos

En los tres últimos años, en los que se concentraron los trabajos vitales, la obra demandó una alta contratación de mano de obra: llegaron a ser más de cuatro mil los empleados temporarios ocupados por una decena de empresas contratistas. Cuando la Central se ponga en marcha, se estima que quedarían casi 800 empleados estables, algo más de los 600 que supo ocupar en el anterior proceso, entre 1984 y 2015.

El plazo de ejecución previsto se demoró algunos meses. En mayo de 2017, el subsecretario de Energía Nuclear de la Nación, Julián Gadano, había estimado que se finalizarían en el “primer semestre de 2018”. Entrevistado luego por este diario en mayo de 2018 había marcado a agosto o septiembre como posible fecha de conclusión.

“Un retraso de meses es nada para una obra tan larga y compleja”, apuntan desde Nasa. En realidad, el proyecto de extensión de vida útil se inició en 2007, y las primeras inversiones y contratos se pusieron en marcha en 2011.

La etapa más compleja fue el recambio de equipos y de tecnología en el sector crítico: los 380 tubos de combustible nuclear y los cuatro enormes generadores de vapor.

“Un hito clave era la prueba de presión, hecha en octubre y con éxito, para probar el reactor, sin uranio, y revisar que funcionara perfecto”, indicó Barbas.

Dentro de la estatal Nasa, el clima es de celebración. “Es la obra de ingeniería más compleja que se esté ejecutando en Argentina, en muchos años”, repiten sus técnicos y funcionarios. Y valoran que se haya encarado con un proyecto propio y con ejecutores nacionales, más allá de algunos contratistas o insumos llegados del exterior.

El “reciclaje” de la Nuclear fue iniciado por el anterior gobierno nacional y es continuado por el actual.

En esta nueva etapa, incrementará su potencia a 683 MWe, un seis por ciento más que su capacidad de generación anterior.
El reactor. Se avanza en la carga de combustible. (Gentileza Nasa)

De canales y silos

Entre las muchas obras adicionales, se cuenta el reacondicionamiento del canal, de varios kilómetros, que devuelve al lago de Embalse el agua utilizada para la refrigeración de la unidad, y el recambio de todos los equipos de monitoreo, operación y control.

También se construyeron nuevos silos de hormigón para depositar los residuos nucleares que deja la actividad. Esos desechos –por ley– no pueden retirarse de los predios de las plantas. En este caso, se sumaron los extraídos durante el recambio en el reactor.

Más apertura, menos secretismo

Aunque las obras para el reciclado de la Nuclear de Embalse se iniciaron en 2011, la audiencia pública ambiental que debatió el proyecto se realizó recién en julio de 2016, cuando los trabajos estaban avanzados y buena parte de las inversiones ya ejecutadas.

Antes, el Gobierno nacional consideraba que no correspondía cumplir ese requisito, que una ley en Córdoba exige desde 2014. La pelea política de entonces entre Provincia y Nación hacía el resto.

Tras aquella audiencia pública, la Provincia le otorgó la “licencia ambiental”. Como novedad, ahora la Central estará obligada a presentar semestralmente un informe de impacto ambiental y garantizar el acceso público a sus estudios en ese rubro.

Hasta ahora, durante tres décadas de operación, ese acceso era muy restringido. Hubo datos de impacto que se conocieron públicamente tras 31 años de funcionamiento, cuando se debió presentar en 2016 un informe para esa audiencia.(Source/Photo/Author: FERNANDO COLAUTTI/La Voz)

jueves, 1 de noviembre de 2018

Concluirán este año las obras para extender la vida útil de la central de Embalse

Los trabajos le permitirán a la Central Nuclear Embalse operar por un nuevo ciclo de 25 años. Volvería al servicio en el próximo otoño. 

Los trabajos para la extensión de vida de la central atómica de Embalse (Córdoba), comenzados en mayo de 2016, finalizarán a fines de este año y permitirán elevar el aporte nucleoeléctrico a la matriz energética del 4,8% actual al 6% en 2019, confirmaron fuentes de la Secretaría de Energía.

Funcionarios del área explicaron a Télam que se trata de "una obra 100% desarrollada bajo esta administración y para la cual sólo este año se habrán invertido aproximadamente 11.000 millones de pesos". El proceso de reacondicionamiento le permitirá a Embalse operar por un nuevo ciclo de 25 años, además de incrementar su potencia a 683 MW, es decir, un 6% más que su capacidad de generación actual. Hasta octubre el proyecto lleva un avance físico de más de 95% y concluirá con un "desvío mínimo", en comparación con el plazo inicialmente previsto, y "lo más importante, en presupuesto", resaltan en la Secretaría de Energía.

Los funcionarios consultados recordaron, a efectos comparativos, que la finalización de Atucha II "fue presupuestada en principio en US$ 700 millones y terminó costando US$ 4.000 millones". La puesta en marcha de esa central se había programado para diciembre de 2010 "pero se hizo efectiva recién en junio de 2014, es decir, tres años y medio después, y con un costo 5,7 veces mayor que lo proyectado", recordaron.

Y, remarcaron que la vuelta al servicio de Embalse, seguramente en el próximo otoño, demuestra que "es inexacto hablar, como lo hacen dirigentes opositores, de recorte de partidas o de asfixia presupuestaria" en el sector. "Es todo lo contrario: por primera vez en la historia nacional un proyecto nuclear se terminará en tiempo y con el presupuesto previsto", afirmaron los funcionarios.
Explicaron además, "no se ha desvinculado una sola persona afectada a la operación de las plantas ni a la administración de la empresa, sino a un área creada en forma transitoria por la anterior administración, denominada Unidad de Gestión de Proyectos".

Esos agentes fueron indemnizados conforme la ley en cumplimiento de los convenios vigentes, que estipulan un 40% adicional por sobre lo fijado para el convenio general del sector eléctrico.

En cuanto a los proyectos de expansión nuclear con la cuarta y quinta centrales nucleares, un equipo profesional conformado por el Ministerio de Hacienda y la empresa NASA (Nucleoeléctrica Argentina S.A.) trabaja en la mejora del diseño contractual con compañías de China. "La actual administración recibió un contrato general con condiciones desfavorables para la Argentina en cuanto a responsabilidades, tasa de interés y riesgos, todo lo cual fue rediscutido artículo por artículo", añadieron. En cualquier país del mundo, aclararon los funcionarios, un proyecto nuclear demora años, ya que son muchos los factores que entran en juego. "Basta ver lo que ocurre, por ejemplo, en Egipto o en Arabia Saudita, por solo citar algunos ejemplos de proyectos que llevan la misma o mayor cantidad de tiempo que en nuestro país", concluyeron lasa fuentes de Energía. (Source/Photo: Télam)

sábado, 17 de junio de 2017

Embalse: Continúan las tareas de reemplazo de los generadores de vapor


Como parte del proceso de Extensión de Vida de la Central Nuclear Embalse, se están llevando a cabo las exigentes tareas de reemplazo de los cuatro generadores de vapor viejos por unos nuevos, de igual tamaño y peso.

Se requieren para ello 320 movimientos milimétricos de una grúa que sostiene al generador de vapor, una pieza de acero de 140 toneladas, 13 metros de largo y 5 de ancho, para retirarlo entre caños, estructuras y equipamientos del reactor nuclear. Primero, se corta cada generador de vapor, se retira la parte más grande y se suelda el nuevo componente a la parte que queda del viejo.

Para realizar estos movimientos de grúa y sacar los generadores se adaptó el área retirando caños y estructuras de hierros. Sin embargo, hay tramos donde el generador de 140 toneladas pasa por 4 centímetros. Para esto se contrató a una empresa holandesa especializada en movimientos milimétricos de grandes componentes.

Hasta ahora se sacaron dos de los cuatro generadores de vapor. Para retirar cada uno se tardó aproximadamente un día y medio. Antes de realizar cada uno de los movimientos, primero se realizó una simulación digital, y se los controló por sistemas de rayos láser y computadoras.

La central no fue diseñada en sus orígenes para intercambiar los componentes para que vuelva a ser operativa. Por tal motivo, se instalaron los generadores de vapor de acero inoxidable “bajo el supuesto de que nunca iba a ser necesario reemplazarlos”, comenta Rubén Semmoloni, presidente de Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA), empresa operadora de las centrales nucleares argentinas.

A ello se le suma que, esta compleja obra de ingeniería que se está implementando para reemplazar los cuatro generadores de vapor debe realizarse dentro del área controlada de la central nuclear, donde se ubica el reactor, por lo que se deben cumplir exigentes estándares de seguridad.

Los nuevos generadores de vapor fueron fabricados por la empresa Industrias Metalúrgicas Pescarmona S.A (IMPSA) en Mendoza. En agosto del año pasado, en un viaje que demandó siete días, se trasladaron los cuatro componentes hasta Córdoba a través de camiones especialmente adaptados.

De acuerdo con Nucleoeléctrica Argentina, el proceso de reemplazo de los generadores de vapor podría finalizar en julio, por lo que se espera que para el primer semestre de 2018 la Central Nuclear Embalse va a volver a generar energía eléctrica.

Fuente: U238

sábado, 20 de mayo de 2017

Embalse volverá a generar energía en 2018


La Central Nuclear Embalse podría volver a funcionar en el primer semestre de 2018, según anunciaron el subsecretario de Energía Nuclear, Julián Gadano, y autoridades de la empresa operadora Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA) durante una recorrida por la instalación. Sin embargo, para que entre en régimen pleno de generación, la central necesitará unos seis meses más (hacia fines de 2018).

Con su reincorporación al sistema, Argentina alcanzaría a fines del año próximo una generación nuclear del 6,5 por ciento de la demanda nacional. Hacia 2025, el propósito es llegar al nueve por ciento, con la suma de dos usinas más para cuya construcción el Gobierno nacional firmará, en apenas 10 días, los contratos con su par de China.

Como parte del proceso de extensión de vida, la Central Nuclear de Embalse fue desconectada de la red en diciembre de 2015. Llevará dos años y medio ejecutar las obras de recambio de equipos que permitirán extender su vida útil por otros 30 años, con una inversión total estimada de  2.100 millones de dólares, según precisó Rubén Semoloni, presidente de NA-SA.

Al respecto, Gadano argumentó que el “reciclado” de Embalse representa un costo tres veces menor y un plazo tres veces más corto que el de construir una usina nueva de similar potencia. Semoloni lo tradujo en cifras: la reconversión de Embalse costará 2.100 millones de dólares y demandará unos tres años, frente a los seis años y seis mil millones de dólares que implicará Atucha III.

Sobre el avance de los trabajos, Semoloni explicó que actualmente se trabaja en el recambio de los elementos críticos: los cuatro generadores de vapor y los 380 tubos de combustible. También –indicó– habrá cambios de turbinas, de equipamientos de seguridad, componentes electromecánicos, computadoras de proceso, entre otros equipos.

La remoción de los 380 viejos tubos fue el trabajo más complejo, en cuanto a riesgo radiológico, admitió Semoloni. “Esa tarea ya fue culminada y el material quedó confinado en un silo especialmente construido con ese fin”, explicó. Ese silo comparte espacios con muchos otros, menores en tamaño, que dentro del mismo predio contienen los residuos que acumuló la unidad durante 31 años de generación.

La obra de extensión de vida útil demanda una gran cantidad de mano de obra: Actualmente, en su pico, ocupa a casi cuatro mil personas (la mayoría de empresas contratistas), incluidas varias decenas de técnicos extranjeros. Directivos de la central estiman que una vez que culminen las actuales obras, el personal estable rondará los 800, algo más de los casi 600 que contaba antes del proceso de reconversión.

Fuente: http://u-238.com.ar/

lunes, 20 de marzo de 2017

Avances nucleares

La extensión de vida y repotenciación de la Central Nuclear Embalse, con la activa participación del sistema científico-tecnológico, nos permitirán una matriz energética diversificada y dar continuidad a una política de Estado cuyos próximos pasos serán la construcción de la cuarta y quinta central y el prototipo de reactor Carem. Desde Córdoba


Informe: Mariano Roca // Fotografías: Emmanuel Bocchi (desde Córdoba)

Luego de más de tres décadas de operación con niveles de desempeño óptimos, la Central Nuclear Embalse (CNE) salió de servicio el 31 de diciembre de 2015 para una parada de reacondicionamiento que permitirá extender su vida útil por otros 30 años, además de adecuar sus instalaciones a los nuevos requerimientos regulatorios e incrementar su potencia eléctrica en 35 megavatios –pasando de 648 a 683 megavatios–, lo que se conseguirá a partir de una mejora en la eficiencia del ciclo térmico, un aumento de la potencia de la potencia térmica y la instalación de un quinto precalentador. “La repotenciación es una oportunidad que se tiene al hacer un upgrade de la planta, con el objetivo principal de generar más energía para el sistema interconectado nacional y, complementariamente, contribuirá a conseguir una amortización en menos tiempo de los gastos que esto implica”, explicó el ingeniero Claudio Tubello, subgerente de obra del proyecto de extensión de vida (PEV), quien acompañó al equipo de DEF durante la recorrida por las instalaciones.

En rigor, esta es la última fase de un largo proceso que se inició en 2005 con las primeras evaluaciones del estado de los componentes y sistemas de seguridad. A fines de 2009, el Congreso sancionó la Ley 26.566 –conocida como “Ley Nuclear”– que, entre otros puntos, declaró de “interés nacional” todos los actos necesarios para la extensión de vida de la Central Nuclear Embalse (CNE). Posteriormente se procedió a la realización de los estudios de ingeniería básica y de detalle, así como la fabricación de nuevos componentes y la firma de los contratos de ejecución de las distintas obras. Este es el tercer reactor de la línea CANDU6–de tecnología canadiense, que utiliza uranio natural como combustible y agua pesada como moderador y refrigerante–en ser sometido a lo que se conoce técnicamente como retubing y refurbishment, luego de los casos de la central surcoreana Wolsong I y de la canadiense de Point Lepreau.

ENERGÍA… Y ALGO MÁS

Durante su primer ciclo de vida (1984-2015), la central nuclear ubicada en el valle de Calamuchita logró alcanzar las 225.000 horas efectivas a plena potencia, gracias a la extensión en 2012 de la licencia de operación emitida por la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), fundamentada en los cálculos, estudios e inspecciones realizados conjuntamente con el diseñador AECL (Atomic Energy of Canada Ltd.), cuyas actividades vinculadas con la línea de reactores CANDU han sido continuadas a partir de 2011 por la compañía privada SNC-Lavalin a través de su subsidiaria CANDU Energy. Originalmente se preveía por diseño 210.240 horas. Cabe acotar que el  factor de disponibilidad durante su primer ciclo de operación fue superior al 85%.

Además de la generación de energía eléctrica, un subproducto fundamental que se obtiene del reactor de Embalse es el cobalto 60, un radioisótopo que es utilizado en el diagnóstico y tratamiento del cáncer –radioterapia–, así como en la irradiación de alimentos, la esterilización de productos quirúrgicos y el tratamiento de residuos hospitalarios, entre otras aplicaciones. Dioxitek, la compañía estatal encargada de la comercialización de las fuentes selladas de cobalto 60, exporta aproximadamente el 90% de su producción, siendo la primera en su rubro en Latinoamérica y en el hemisferio sur y la tercera a nivel mundial.

UN TRABAJO DE RELOJERÍA

Actualmente más de 3000 personas cumplen tareas en calidad de contratados en el programa de extensión de vida (PEV), cuya dirección y el gerenciamiento están a cargo de Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA), empresa estatal propietaria y operadora de las centrales nucleares. A este contingente se suman los 700 trabajadores de la planta permanente, además de 15 asesores técnicos de CANDU Energy. Una verdadera marea humana desfila diariamente por el predio ubicado a 665 metros sobre el nivel del mar, en la costa sur del embalse Río Tercero, 110 kilómetros al sudoeste de la ciudad de Córdoba.

“Es un trabajo de relojería”, graficó el ingeniero Tubello.“Es más complicado que una obra nueva, ya que hay que realizarlo con varios sistemas en operación”, argumentó, al tiempo que precisó que “se trabaja con máquinas que están especialmente preparadas para la extracción de material radiactivo del reactor”. “El desafío –añadió– es concluir el programa en menos tiempo que Wolsong”, cuya parada de reacondicionamiento llevó 27 meses. “Por cronograma –detalló– nosotros tenemos 24 meses para finalizar el retubado del reactor y se requerirán entre dos y tres meses más para la puesta en marcha de la central al 100%”.

EL FACTOR HUMANO

Los trabajadores están muy bien entrenados, ya que fueron capacitados durante dos años en mock-ups que reproducían a escala las condiciones en las cuales hoy están llevando adelante sus tareas, algunas de las cuales deben ser realizadas desde el centro de operaciones remotas –conocido por su sigla en inglés R.O.C.– y otras in situ dentro del recinto. DEF también tuvo la oportunidad de conocer el modernísimo simulador de la empresa canadiense L3 MAPPS, inaugurado en 2013, que permite a los operadores de la CNE entrenarse en un ambiente que replica exactamente el de la sala de control.

“La experiencia acumulada del programa de extensión de vida de Embalse nos va a permitir, además, contar con un equipo conformado por personas experimentadas y muchos jóvenes que se formaron aquí y han adquirido experiencia que se va a poder volcar a la construcción de la cuarta central que será de una tecnología similar a la Embalse”, afirmó, por su parte, Carlos Terrado, vicepresidente de NA-SA. En concreto, el presidente de la empresa, Rubén Omar Semmoloni, destacó “la incorporación de un grupo de aproximadamente 200 técnicos y profesionales que, luego de finalizar la ejecución del programa de extensión de vida, han de incorporarse al nuevo plantel de operación del segundo ciclo de vida de la CNE y, en otros casos, formarán parte de los nuevos proyectos que NA-SA deberá gestionar y que están incluidos en el plan nuclear argentino”.

INDUSTRIA NACIONAL

La activa participación de proveedores locales había sido una de las metas que se propuso NA-SA al encarar las obras de reacondicionamiento en Embalse. El balance, al día de hoy, ha sido más que positivo. “En este proceso han sido calificadas industrias nacionales que están en capacidad de producir componentes de calidad nuclear, una certificación muy costosa y exigente que podrá derivar en capacidades importantes para exportar y ser competitivos a nivel mundial”, manifestó Terrado. Al respecto, además de la participación de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y sus empresas vinculadas CONUAR y FAE, han tenido una destacada participación IMPSA (Industrias Metalúrgicas Pescarmona) en la fabricación de componentes de los nuevos generadores de vapor e INVAP en lo que respecta a las mejoras en la seguridad de las instalaciones.

Un hito fundamental en este proceso ha sido el recambio de los cuatro generadores de vapor, lo que requirió la fabricación de cuatro nuevos cartuchos de reemplazo. Esa compleja tarea fue desarrollada localmente por IMPSA en su planta industrial de Godoy Cruz (Mendoza), bajo la licencia de fabricación de Babcock & Wilcox (B&W) y siguiendo las especificaciones técnicas de CANDU Energy. Las nuevas piezas, de aproximadamente 130 toneladas y 13 metros de largo cada una, fueron transportadas hacia Córdoba en agosto del año pasado mediante camiones especialmente acondicionados. Una complejidad adicional es que el reemplazo de los viejos cartuchos se está ejecutará en paralelo al recambio de de los componentes críticos del reactor.

En lo que respecta al reactor, están siendo reemplazados los 760 conductos de alimentación (feeders), sus soportes y extremos de cierre (end-fitting), así como los 380 tubos de presión, los 380 tubos de la calandria, los tapones de blindaje y de cierre. La fabricación de estos nuevos componentes, bajo la supervisión y certificación de CANDU Energy, estuvo a cargo de CONUAR, en tanto que la laminación en frío de los tubos de presión tuvo lugar en el Departamento de Tecnología de Aleaciones de Circonio de la CNEA. Los tubos de presión –canales donde se inserta el combustible nuclear– son el componente más exigido del reactor, ya que operan a temperaturas de entre 250 y 300 grados. Un dato alentador es la acreditación de CONUAR-FAE por parte de la Asociación Americana de Ingenieros Mecánicos (ASME) para el diseño, construcción, inspección y pruebas de recipientes de presión, que convierte a nuestro país en un proveedor alternativo de materiales para este tipo de centrales nucleares en todo el mundo.

MEJORAS EN LA SEGURIDAD

En cuanto a la seguridad de las instalaciones de la central, las nuevas regulaciones y medidas adoptadas a nivel internacional fueron contempladas en el estudio original de extensión de vida de la planta, tales como  la ampliación de las sondas de medición y del margen de cobertura de los sistemas de disparo del reactor en las dos instancias de parada (sistemas de parada 1 y 2), cuya ingeniería fue provista por CANDU Energy. Con posterioridad al accidente de Fukushima se adicionaron barreras complementarias, especialmente ante la eventualidad de un corte de suministro eléctrico. Tal como graficó el ingeniero Tubello, son como “capas de una cebolla” que tienen el objetivo de evitar que se interrumpa la alimentación eléctrica en caso de una parada del reactor, de manera tal que se lo pueda seguir refrigerando luego de haber sido llevado a “potencia cero”; por eso, se incorporará también un tercer sistema de generadores diesel móviles.

“Otra de las lecciones de Fukushima tiene que ver con la refrigeración de los elementos combustibles en las piletas de decaimiento”, añadió el ingeniero Juan Cantarelli, gerente de planta operativo de la Central Nuclear Embalse. “Se incorporaron mejoras en la confiabilidad de la refrigeración de las piletas que hacen a la robustez del sistema: sistemas de medición independientes de temperatura y una reposición de inventario autónoma”.

Una vez concluidas las obras, de no mediar inconvenientes, la central debería entrar nuevamente en funcionamiento y entregando energía al sistema interconectado nacional durante el primer cuatrimestre de 2018.

martes, 13 de septiembre de 2016

Llegaron los últimos dos generadores de vapor a Embalse

La empresa operadora Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA) informó que, el pasado 1° de septiembre, la Central Nuclear Embalse recibió los últimos dos de cuatro generadores de vapor, componentes fundamentales para la extensión de la vida útil del reactor situado en la provincia de Córdoba.

Para celebrar el arribo de los componentes, se realizó un acto del que participaron el secretario de Ambiente y Cambio Climático de la provincia, Javier Britch; el intendente de la ciudad de Embalse, Federico Alesandri; el presidente de NA-SA, Rubén Semmoloni; el responsable de Desarrollo de Negocios de IMPSA, Tomás Roby, entre otras autoridades.

Durante el acto, Semmoloni aseguró que “este proyecto nos permite el desarrollo de nuestras propias capacidades, sustituir importaciones, como también concluir que es imposible llevar a cabo el desarrollo de nuestro país si no es a través de la formación de recursos humanos especializados y el impulso a la industria nacional para achicar la brecha tecnológica con los países desarrollados. Esto nos permite el crecimiento de una economía sustentable en términos de una sociedad cada vez más justa”.

Mediante el proceso de Extensión de Vida se reacondicionará a la Central Nuclear Embalse para que entregue energía por 30 años más y el recambio de los cuatro generadores de vapor –entre otros componentes- es uno de los pasos clave para la prolongación del funcionamiento.

Los generadores de vapor fueron desarrollados por la empresa argentina IMPSA, especializada en grandes desarrollos tecnológicos. Los componentes viajaron en dos tandas desde la planta ubicada en Mendoza, en transportes especialmente acondicionados para trasladar estas piezas de aproximadamente 130 toneladas y 13 metros de largo cada una.

Cada viaje hacia Embalse duró alrededor de cuatro días. Los camiones que realizaron la travesía tienen 440 caballos de fuerza y llevaron adjuntos a su carrocería un contrapeso que hace que cada uno de los vehículos pese 24 toneladas.

Una vez en la central, “los generadores fueron almacenados en un edificio construido para tal fin, hasta que sean reemplazados. Las tareas de recambio serán ejecutadas por técnicos y profesionales de Nucleoeléctrica Argentina, que diseñaron este complejo proceso y se entrenaron durante años para poder llevar adelante este desafío”, informó NA-SA.