LOS FONDOS SON REEMBOLSADOS AL PAÍS POR NACIONES UNIDAS
Tres meses de retraso en el pago a cascos azules desplegados en Chipre. Son tropas que cumplen misión de sostenimiento de paz. Las Naciones Unidas pagan casi u$s1430 dólares por cada soldado enviado.
A mediados de agosto pasado se desplegó otro contingente de soldados criollos en la Misión de Mantenimiento de la Paz en Chipre (UNFICYP). Es la Fuerza de Tarea Argentina Nº 52 conformada por 194 efectivos del Ejército, la Armada (Infantería de Marina) y la Fuerza Aérea a los que se sumaron 12 miembros de las fuerzas armadas de Chile. Las tropas nacionales llegaron a la isla mediterránea con un mínimo adelanto a modo de viático y a la fecha sufren un atraso de tres meses en el sueldo que Naciones Unidas paga a cada soldado de la misión.
Las Naciones Unidas reembolsan a los países que aportan personal uniformado de forma voluntaria a las operaciones de mantenimiento de la paz una cifra uniforme, aprobada por la Asamblea General, de un poco más de 1428 dólares mensuales por soldado a partir del 1 de julio de 2018. Los fondos son girados por la ONU al país contribuyente y corre por cuenta de la estructura administrativa interna de cada Estado canalizarlos a sus tropas.
La Cancillería, el ministerio de Economía y el de Defensa son los encargados de que los efectivos nacionales dispongan mes a mes, en tiempo y forma los dólares transferidos por la ONU. Marinos desplegados en Chipre señalan hacia el edificio Libertador sede de Defensa y del Estado Mayor Conjunto que conduce el teniente general Bari del Valle Sosa, responsable operativo de las misiones de paz, por la demora en percibir la paga mensual. Al mando de los Cascos Azules está el teniente coronel Álvaro Cornejo Diez, el contingente tiene como núcleo al Regimiento de Caballería de Exploración de Montaña 5, con sede en Salta, la unidad del Ejército Argentino elegida para esta misión.
Los soldados se ven en figurillas para enfrentar los gastos personales en un país donde la libra chipriota vale casi dos dólares.
Develar dónde se produjo el torniquete a los fondos reembolsados por la ONU no es tarea fácil. La urdimbre burocrática persigue a los dólares transferidos por el organismo internacional. Se sabe que existe una cuenta recaudadora específica del Estado Mayor Conjunto para estas actividades pero también intervendría Economía y el ministerio de Oscar Aguad. “Nuestra tarea es contribuyente a la política exterior del país y tal parece que el interés nacional no acompaña a quienes estamos desplegados en esta misión” dijo a Ámbito Financiero un Casco Azul. El panorama se completa con otro dato preocupante, se les adeudan sueldos de la ONU a los integrantes relevados de la misión anterior, la Fuerza de Tarea Nº 51.
La República Argentina aporta desde 1993 Cascos Azules a la UNFICYP, que fue establecida operacionalmente por la ONU el 27 de marzo de 1964 para evitar que se reanude la lucha entre las comunidades grecochipriota y turcochipriota que se enfrentaron por una disputa territorial. La tarea de los soldados criollos es prevenir eventuales incidentes y monitorear el cese de fuego a lo largo de una amplia franja llamada “Buffer Zone” (zona de amortiguación), que atraviesa la isla de lado a lado y separa a la República de Chipre (griega, al sur, 700 mil habitantes) de la autodenominada “República Turca del Norte de Chipre” (al norte, 200 mil), que no cuenta con reconocimiento internacional excepto de Turquía.
La situación actual de los Cascos Azules se parece a la que vivieron en 2002, tras la crisis del gobierno de Fernando De la Rúa, los contingentes de las Fuerzas de Tareas Nª 18, 19 y 20 enviados a Chipre. Faltaban dólares, los que entraban eran sujetados por el Tesoro para recuperar reservas y les pesificaron los reembolsos de la ONU destinados a sueldo.(Source/Photo/Author: Edgardo Aguilera/Ambito.com)
Oscar Aguad y Bari del Valle Sosa. |
Las Naciones Unidas reembolsan a los países que aportan personal uniformado de forma voluntaria a las operaciones de mantenimiento de la paz una cifra uniforme, aprobada por la Asamblea General, de un poco más de 1428 dólares mensuales por soldado a partir del 1 de julio de 2018. Los fondos son girados por la ONU al país contribuyente y corre por cuenta de la estructura administrativa interna de cada Estado canalizarlos a sus tropas.
La Cancillería, el ministerio de Economía y el de Defensa son los encargados de que los efectivos nacionales dispongan mes a mes, en tiempo y forma los dólares transferidos por la ONU. Marinos desplegados en Chipre señalan hacia el edificio Libertador sede de Defensa y del Estado Mayor Conjunto que conduce el teniente general Bari del Valle Sosa, responsable operativo de las misiones de paz, por la demora en percibir la paga mensual. Al mando de los Cascos Azules está el teniente coronel Álvaro Cornejo Diez, el contingente tiene como núcleo al Regimiento de Caballería de Exploración de Montaña 5, con sede en Salta, la unidad del Ejército Argentino elegida para esta misión.
Los soldados se ven en figurillas para enfrentar los gastos personales en un país donde la libra chipriota vale casi dos dólares.
Develar dónde se produjo el torniquete a los fondos reembolsados por la ONU no es tarea fácil. La urdimbre burocrática persigue a los dólares transferidos por el organismo internacional. Se sabe que existe una cuenta recaudadora específica del Estado Mayor Conjunto para estas actividades pero también intervendría Economía y el ministerio de Oscar Aguad. “Nuestra tarea es contribuyente a la política exterior del país y tal parece que el interés nacional no acompaña a quienes estamos desplegados en esta misión” dijo a Ámbito Financiero un Casco Azul. El panorama se completa con otro dato preocupante, se les adeudan sueldos de la ONU a los integrantes relevados de la misión anterior, la Fuerza de Tarea Nº 51.
La República Argentina aporta desde 1993 Cascos Azules a la UNFICYP, que fue establecida operacionalmente por la ONU el 27 de marzo de 1964 para evitar que se reanude la lucha entre las comunidades grecochipriota y turcochipriota que se enfrentaron por una disputa territorial. La tarea de los soldados criollos es prevenir eventuales incidentes y monitorear el cese de fuego a lo largo de una amplia franja llamada “Buffer Zone” (zona de amortiguación), que atraviesa la isla de lado a lado y separa a la República de Chipre (griega, al sur, 700 mil habitantes) de la autodenominada “República Turca del Norte de Chipre” (al norte, 200 mil), que no cuenta con reconocimiento internacional excepto de Turquía.
La situación actual de los Cascos Azules se parece a la que vivieron en 2002, tras la crisis del gobierno de Fernando De la Rúa, los contingentes de las Fuerzas de Tareas Nª 18, 19 y 20 enviados a Chipre. Faltaban dólares, los que entraban eran sujetados por el Tesoro para recuperar reservas y les pesificaron los reembolsos de la ONU destinados a sueldo.(Source/Photo/Author: Edgardo Aguilera/Ambito.com)
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