lunes, 4 de abril de 2016

Rescate a la Industria Aeronáutica Argentina


Por Jorge Alejandro Suárez Saponaro

La empresa estatal FADEA, heredera de la antigua Fábrica Militar de Aviones, o FMA, luego de ser estatatizada, tras muchos años de estar en manos de Lockheed Martin, comenzó un largo camino cargado de voluntarismo, un alto grado de improvisación y hasta falta de responsabilidad en su manejo. Orientada a un cliente único, la Fuerza Aérea Argentina, carente de recursos, sin ninguna duda cualquier proyecto estaba destinado al fracaso. A ello cabe agregarle que la conducción de FADEA actuaba sin tener en cuenta a la FAA, olvidándose que en su momento la planta industrial estaba integrada a la FAA como un organismo más.

La gestión 2003-2015, sin ninguna duda perdió dinero y tiempo, donde fueron realizados muchos anuncios. Desde producir 40 IA63 Pampa III, de los cuáles no hemos visto ninguno. En su momento firmaron acuerdos con una empresa china para producir helicópteros Z-11, una versión del helicóptero AS350 francés, cuyo fabricante puso el grito en el cielo. Finalmente todo quedó en la nada. Lamentablemente la idea de producir helicópteros la historia volvió a repetirse, como en los 80 cuando hubo un acercamiento con Agusta para producir bajo licencia los célebres A109, tampoco hubo intentos de acercarse al fabricante nacional Cicaré.

En todo este período se observa la falta de trabajo conjunto no solo con la FAA, sino con otras FFAA, que poseen aeronaves y las FFSS, además de la empresa Aerolíneas Argentinas que ha comprado una importante flota de aviones, que hubiera sido oportunidad para que FADEA ingresara en el mercado de mantenimiento de aviones Airbus o Boeing. Un éxito ha sido el producir componentes para el avión de transporte táctico KC 90, así como componentes para el programa espacial de la CONAE., en el marco del cohete Tronador (según trascendidos de medios especializados).


Los anuncios siguieron, con el IA73 que reemplazaría los legendarios Mentor, que no llegó ni al prototipo; el desarrollo de nuevas versiones del Pampa, donde este mes de marzo de 2016, fue presentado el primero para su homologación, con una serie de innovaciones; la fallida modernización del IA58 Pucará y la presentación del IA100 en FIDAE 2016, que veremos en que resulta, pero dadas las circunstancias será un anuncio más.

La carencia de una estrategia clara, la falta de un managment profesional, un mercado casi inexistente, llevaron a la empresa a un estado muy delicado y con deudas enormes. El ser una empresa controlada por el Estado, ha impedido que terminara en un decreto de quiebra. Dada las circunstancias es preciso hacer cambios profundos.

FADEA ¿Tiene futuro?

La empresa tendría futuro, si se tiene visión de largo plazo, un managment profesional, con experiencia en el mundo aeronáutico y de las industrias de alta tecnología – INVAP es un modelo ejemplar – con la participación de la FAA y también de las FFAA. El objetivo es que FADEA a través del Área Material Córdoba, se integre de alguna manera con las FFAA, facilitando el uso racional de capacidades. En su momento en tiempos de la ex FMA, esta dependía de la Dirección de Material, responsable ejecutivo de la producción y mantenimiento de aeronaves, mientras que la programación y administración de proyectos estaba a cargo de la Dirección de Sistemas, contando para ello dos etapas: Investigación y Desarrollo, y Homologación y Certificación. Sistema que funcionó y dio excelentes resultados, con el desarrollo y producción de aeronaves, adaptadas a las necesidades específicas de la FAA.

Existe un mercado potencial tanto en el ámbito civil como militar, dentro y fuera de las fronteras argentinas. Pero el principal desafío será, destrabar el alto grado de conflictividad gremial, fijar un plan de negocios sustentable, renegociar con los acreedores de la empresa y buscar socios dentro y fuera del país, asimismo aprovechar capacidades de las FFAA.

Otro aspecto no se ha explorado, es incorporar a FADEA como proveedor de componentes para el sector aerospacial, especialmente en el marco del Plan Espacial Argentino, que le permitiría abrir nuevas perspectivas. También otras perspectivas son el creciente mercado de aeronaves no tripuladas, donde las posibilidades son enormes.

En el corto plazo, la empresa debería adoptar una serie de medidas de carácter urgente para evitar una crisis de magnitud mayor:
• Conducción profesional, con responsables con trayectoria en el sector
• reestructurar deudas;
• buscar nichos de mercado que generen recursos, particularmente el mercado de componentes aeronáuticos, mantenimiento, modernización y reparación, desarrollos de UAV’s;
• mantener vigentes los programas IA63 e IA58;
• recuperar capacidades, como producción de armamento lanzable, paracaídas, que le permitan abrir un mercado exportador en un lapso corto de tiempo;
• buscas alianzas con planes realistas y viables;
• por medio de convenios uso racional de capacidades e instalaciones, a fin de incrementar/diversificar su oferta de productos y servicios;
• cooperación estrecha con el sector de investigación, universidades y el sector privado.

FADEA y las FFAA. Uso racional de capacidades

La FAA cuenta con el Área Material Quilmes, donde se lleva a cabo usualmente el mantenimiento de helicópteros y aviones Twin Otter, Aerocommander, etc, además lleva a cabo el mantenimiento y reparación de hélices, instrumental, motores, equipos de comunicación, equipos mecánicos e hidráulicos. En dicha dependencia funciona una Escuela técnica que forma especialistas. El Área Material Río Cuarto está dedicada al mantenimiento mayor de estructuras y recubrimientos de aeronaves, de sus componentes asociados (aviónica, accesorios, armamento aéreo, hélices, motores alternativos, etc.) y de armamento terrestre; contando para ello talleres especializados, laboratorios, así como capacidad de producir componentes y repuestos. Su situación ante la práctica desaparición de la aviación de combate argentina, es precaria. En el marco del fallido contrato con los Kfir estaba previsto que la modernización de estos fuera llevado a cabo en dichas instalaciones.

El destacamento Chamical, empleado para ensayos de lanzamientos de cohetes en su momento, ha generado el interés de la provincia de La Rioja de radicar algún tipo de emprendimiento industrial, ya sea con el montaje de aeronaves, como servicios de mantenimiento. Esto podría ser explorado, a fin de crear nuevas perspectivas para FADEA en cooperación con organismos nacionales y la propia provincia.

El Arsenal Aeronaval Comandante Espora, de la Armada Argentina, es un taller con importantes capacidades. En su momento se llevaron a cabo con éxito la modernización de los aviones de lucha ASW Turbo Tracker, la conversión de los L-188 Electra en aviones de patrulla y reconocimiento, la modernización de los B200, modificaciones de los Sea King para portar misiles aire superficie, lo que pone de manifiesto una serie de capacidades de primer nivel.

El Ejército cuenta con el Batallón de Mantenimiento y Abastecimiento de Aeronaves 601, que entre sus capacidades se encuentra la certificación de Bell para modernizar los Bell UH-1H al nivel Huey II. Siendo algo único en la región.

El CITIDEF, cuenta con interesantes desarrollos, que podrían ser explorados por FADEA en alianza con otras empresas y la propia Fabricaciones Militares. En su momento se desarrollaron coheteras para los cohetes Pampero de 105 mm, como también los de 70 mm y pod de ametralladoras pesadas para ser montados en helicópteros UH-1H. Asimismo INVAP ha desarrollado sistemas de observación para los P3 Orión. Esto también puede ser ofrecido por FADEA para la modernización de aeronaves.

El uso racional y aprovechamiento de capacidades existentes, le permitiría a FADEA ofrecer una amplia gama de servicios y productos, dado la capacidad de los talleres propios y militares tanto para el mercado civil como militar. Estos recursos podrían beneficiar no solo a FADEA sino a las propias FFAA, modernizando sus instalaciones logísticas y evitando la pérdida de valioso capital humano, además de obtener recursos para sus alicaídos presupuestos.

El futuro avión de entrenamiento para las FFAA.

FADEA en su momento adquirió aviones Grob 120 para entrenamiento básico, que por problemas de presupuesto, siempre han estado en entredicho, en un intento de seguir el modelo vigente en muchos países donde las Fuerzas aéreas contratan a privados para brindar servicios de entrenamiento. Esta situación podría ser nuevamente considerada y convertir a Grob u otra empresa en socio para vender servicios de entrenamiento a organismos públicos y privados tanto en el país como en la región. Incluso podría incorporarse un pequeño lote de aviones IA63, para servicios de adiestramiento avanzado.

No solo las FFAA podrían ser clientes, sino también fuerzas policiales y de seguridad. La base de Morón, hoy ociosa, podría ser empleada para ofrecer dichos servicios al sector privado, en el marco del desarrollo de un polo aeronáutico. La existencia de una escuela técnica y de la regional Haedo de la UTN, donde se forman ingenieros aeronáuticos, abre posibilidades para pensar en la factibilidad de la idea.

El FMA 100, cuya maqueta ha sido publicitada ampliamente, con la idea en un futuro – sin saber muy bien a ciencia cierta cuando – de construirlo en serie. La cuestión presupuestaria está en entredicho, dado la gravísima situación de la FAA, a ello se une saber cuales son los requisitos que tiene la FAA en la materia. Una vez más se proyecta una aeronave por cuenta de la empresa, sin consultar aparentemente a la FAA. Es por ello que consideramos que el FMA 100 podría ser un prototipo y vender su licencia de producción al país comprador.

Otra opción, en el caso de decidirse de adquirir otro tipo de avión de entrenamiento, debería considerarse a FADEA como sub contratista en el ensamblado/ co fabricación y apoyo logístico del sistema elegido, ello no impedirá seguir con el modelo vigente adoptado con los Grob, de vender horas de vuelo a las FFAA propias como de otros países amigos. Nosotros consideramos, llegado el caso deberá convocarse una licitación donde podría optarse por un aeronave que cumpla requisitos de entrenamiento básico e intermedio, además de contar con capacidad de ataque liviano, como los Super Tucano de Brasil, K 1 T coreano, el Pilatos PC9 suizo, etc.

La producción para el área de Defensa

En la actualidad FADEA a paso lento desarrolla el programa IA63 Pampa III, a nuestro modesto juicio, debería evolucionar para ser un caza ligero, como el Hawk, L159 ALCA o el C101 que operó Chile. El contar con capacidad AA, permitiría en una aeronave que no sale más de US$ 5 millones, transformarse en una plataforma de adiestramiento avanzado, ataque y defensa de punto, ideal para disuadir por ejemplo aeronaves que violen el espacio aéreo, principal problema de muchos países de la región y una solución que no tiene muchos competidores en el mercado. La posibilidad de que el avión pueda ser co producido en el marco de un programa regional/internacional, como el KC90, abarataría costos y generaría interés en países de la región – y fuera de ella – en dicha aeronave. Sería conveniente explorar que el sector financiero se incorporara para financiar los créditos para su adquisición.

El creciente interés de Estados Unidos para cooperar con Argentina en la lucha contra el narcotráfico, abre las puertas para estudiar la posibilidad de buscar financiamiento y orientarlo al IA63, dado que muchos componentes son Made In USA. Incluso en el hipotético caso de que el contrato en relación a los IAI Kfir cerrara, podría gestionarse alguna compensación industrial y que el propio IAI interviniera en la comercialización del avión, que también tienen componentes de la industria israelí.

La modernización del IA58 Pucará debería continuar, esta vez FADEA como sub contratista. Siguiendo la propuesta del IA63, a través de la ayuda de Estados Unidos en el marco de programas de lucha contra el narcotráfico, podría gestionarse fondos para modernizar esta noble aeronave. Seguramente la exigencia será que sea una empresa de Estados Unidos lleve a cabo la modernización, ello no impedirá la participación de FADEA, el objetivo será recuperar tiempo perdido, luego de tantas idas y venidas, y que este avión de suma utilidad siga volando. Asimismo podría invitarse al Uruguay, que opera 6 IA58 a dicho programa de modernización.

FADEA puede participar como sub contratista de la modernización y mantenimiento de los C130, que son de suma importancia para un importante número de cometidos. Lo que le garantizaría varios años de trabajo. Queda pendiente la cuestión de los Embraer KC90, que nosotros consideramos que la Argentina debería hacer un esfuerzo de incrementar su participación y participar activamente en su comercialización. Lamentablemente no se sabe si realmente la Argentina adquirirá dichas aeronaves.

En el caso de otras fuerzas, a todas luces los P 3 Orion de la Armada, no solo son insuficientes en número, sino en equipamiento. Su modernización debería ser de alta prioridad en atención a la necesidad de mantener una estrecha vigilancia del Mar Argentino. Dada la magnitud de los trabajos, podrían ser llevados a cabo en cooperación con el Arsenal Aeronaval Comandante Espora. Los recursos de este programa pueden venir de las multas y licencias de pesca, que la propia Ley Federal de Pesca prevé que sean destinados un porcentaje a tareas de vigilancia y patrulla.

La Argentina cuenta un Acuerdo de Cooperación de Tecnología de Defensa con Rusia desde 2004, incluso la FAA opera dos nobles Mi 17. Nosotros consideramos que debería explorarse nuevas posibilidades para dicho acuerdo, especialmente si se decidiera adquirir aeronaves de este tipo adicionales, calificar a FADEA o talleres de las FFAA para mantenimiento de dichas aeronaves, como también estudiar la co producción de otro tipo de aeronaves civiles, dado que Rusia tiene interés de ingresar al mercado regional en este sector, además del sector defensa, donde este país está teniendo una presencia cada vez más importante. Asimismo FADEA podría representar a empresas rusas del sector, impulsando su proyección regional.

La ex FMA contaba con la capacidad de producir armamento lanzable, especialmente bombas de diversos tipos, asimismo la FAA por medio de su Instituto de Investigaciones desarrolló bombas guiadas, además de la existencia de misiles aire superficie desarrollados por CITIDEF. En cooperación con el sector privado, CITIDEF y Fabricaciones Militares, FADEA podría volver a este sector.

La ex FMA en su momento producía paracaídas de diverso tipo, una posibilidad que abre nuevas perspectivas, que a bajo costo, le permitiría a la empresa diversificar su producción.

En el ámbito de los vehículos aéreos no tripulados o UAV, la Argentina alcanzó un desarrollo interesante. Esta vez de la mano del CITIDEF, FADEA podría producir a escala industrial dichos medios para las propias FFAA, FFSS, Policiales y para el ámbito regional. INVAP también está involucrado en el tema y podría trabajarse en proyectos conjuntos, aprovechando mutuamente capacidades.

Sector civil 

La Argentina por su magnitud geográfica precisa de buenas comunicaciones aéreas, actualmente el sector está en una situación difícil por las complejas regulaciones legales. En el caso de que la situación cambie y se incremente la demanda de transporte aéreo, seguramente habrá demanda en materia de talleres. FADEA podría en conjunto con las capacidades existente en las FFAA, incurrir en el mercado de mantenimiento. Lamentablemente la compra de aviones por parte de Aerolíneas Argentinas, no vino con paquetes de transferencia de tecnología, especialmente en materia de mantenimiento de aeronaves y motores en talleres certificados por el fabricante. Creemos que debe revisarse esta situación, para favorecer no solo a FADEA sino a empresas privadas.

Sería conveniente que FADEA formara joint ventures con empresas privadas para brindar servicios aeronáuticos para el ámbito civil. La empresa cuenta con un Centro de Ensayos de Vuelo, infraestructura diversa que pueden ser aprovechadas para diversos cometidos. Existe un mercado potencial para materiales compuestos, formación de pilotos, etc. Queda pendiente la posibilidad de producir y/o co producir motores, aviónica, desarrollos en materia de software.

Sector aerospacial

Argentina tiene un Plan Espacial, un ejemplo de política de largo plazo, con importantes hitos recientes en materia de construcción de satélites y la puesta en marcha del proyecto de un lanzador de satélites de la mano de la empresa estatal VENG SA.

FADEA podría integrarse plenamente con la producción de componentes, especialmente del lanzador Tronador II. Incluso debería explorarse al máximo nivel, la idea de un proyecto espacial regional, siguiendo el ejemplo de la Agencia Espacial Europea. La experiencia exitosa propia con el Tronador II y el invitar a actores regionales, reduciría costos y la Argentina se posicionaría como líder gracias a sus capacidades alcanzadas.

Final 

FADEA debería estar integrada por una representación equilibrada, formada por la CONAE, las FFAA y llegado el caso por el socio/socios estratégicos que se integren. A pesar de las deudas, de los conflictos, la empresa tiene su valor estratégico, por ende es indispensable una conducción profesional conocedora del sector, que trabaje estrechamente con la FAA en particular, y con las FFAA en general, además de los organismos de investigación, Universidades y el sector privado. Enumeramos brevemente capacidades de las FFAA y el CITIDEF, que en conjunto con FADEA ofrecen una interesante perspectiva si se utilizan de manera inteligente, creativa y con criterios racionales y realistas.

El interés de Francia e Italia de cooperar en materia de defensa, las buenas señales de Estados Unidos, permiten sondear ayudas potenciales que beneficien a la Argentina. Asimismo el Acuerdo de 2004 con Rusia, también es sumamente beneficioso y abre también las puertas para la cooperación. La clave del éxito, tener visión de largo plazo, flexibilidad y romper con un modelo, basado en un mercado único, la FAA, que no ha llevado al actual estado de cosas.

Hemos explorado posibles caminos a seguir, comenzando por el corto plazo, que implica dar respuesta al endeudamiento, buscar que los acreedores apoyen una empresa viable asociándose, lo que permitirá recuperar sus deudas en un plazo razonable. Las prioridades explotar a fondo las capacidades existentes y potenciar otras en cooperación con otros actores, como CITIDEF, CONAE, INVAP y las propias FFAA. A pesar del reducido mercado militar-seguridad argentino, ofrece posibilidades interesantes, especialmente en materia de modernización, reparaciones, mantenimiento. Además de explorar servicios nuevos, como el adiestramiento de pilotos. Existe una demanda potencial en la región, más si tomamos en cuenta la situación de diversas fuerzas aéreas que tienen sistemas de entrenamiento obsoletos.

Inversiones moderadas, permitirán a FADEA ampliar sus posibilidades y diversificar su oferta, con miras a transformarla en una empresa viable. Nosotros consideramos que en el mediano plazo, la empresa en el marco de una visión de largo plazo, será una entidad viable y motor de desarrollo de industrias de alta tecnología. El ex primer ministro japonés Okita dijo que una de las claves del desarrollo de Japón y de los “Tigres asiáticos” se debió a que adoptaron medidas de proteger las “industrias del futuro”. Sería bueno tomar su consejo.

La decisión está en la clase política, de que tipo de país quiere, siguiendo los pasos de aquellos visionarios que crearon la antigua Fábrica Militar de Aviones, que se transformó en el conglomerado industrial IAME, clave para el desarrollo industrial del país o seguir con visiones de corto plazo, que no nos han llevado a ninguna parte y condenan al país al subdesarrollo.

Autor: Jorge Alejandro Suárez Saponaro. Abogado – Magíster en Defensa Nacional

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