El avión, que fue fabricado por la compañía Mitsubishi Heavy Industries, mide 14 metros de longitud.
AFP
Japón ha probado este viernes con éxito su propio avión de combate ATD-X, que utiliza tecnología furtiva, en un intento del primer ministro japonés, Shinzo Abe, de reforzar las fuerzas militares del país en medio de tensiones regionales, informa Bloomberg.
El avión, cuya fabricación corrió a cargo de la compañía Mitsubishi Heavy Industries, despegó del aeropuerto de Nagoya de la prefectura de Aichi y llegó a una base aérea militar en la prefectura de Gifu. La longitud de su fuselaje es de unos 14 metros.
El proyecto arrancó en 2009 y ya ha supuesto al presupuesto japonés un desembolso de 336 millones de dólares, informa Japan Today.
EE.UU., Rusia y China también desarrollan aviones furtivos, que han reducido su visibilidad ante los sensores infrarrojos y que pueden volar a velocidad supersónica.
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