Ana Baron - Clarin.
En el marco de los acuerdos firmados recientemente en Beijing, Cristina Kirchner está negociando con el gobierno chino la compra de 20 aviones de combate FC-1/ F-17 Thunder producidos por la empresa china Chengdu Aircraft Corporation.
“Están trabajando sobre un acuerdo, pero el gobierno argentino como el chino tienden a ser muy secretos sobre este tipo de deal” confirmó a Clarin, Justin Bronk del Royal United Services Institut for Defense and Security Studies. La compra de estos aviones ha originado preocupación en Washington entre quienes observan lo que llaman “el avance militar chino” sobre nuestra región.
“No es sólo la compra de los aviones. El otro elemento nuevo es que Argentina y China ahora son socios en la cooperación espacial. China está construyendo una base control estratégico en el Hemisferio Sur y Argentina podría tener acceso al monitoreo que realiza el creciente network de satélites chinos”, explicó a este diario Richard Fisher del Centro para la Evaluación Internacional y Estratégica de Washington. Recordó que también hay proyectos de construir un nuevo rompehielo, remolcadores y una nueva patrulla de buques para la Marina Argentina. “Tenemos que comprender que esa venta de aviones tiene una importancia política para China. Le da prestigio y le abre las puertas a la venta de nuevos aviones en la región”, dijo por su parte Vasily Kashing un experto militar en china del Centro para el análisis de estrategias y tecnologías.
En Londres, donde siempre existe el temor que Argentina vuelva a intentar la recuperación de las Islas Malvinas por la fuerza, las reacciones fueron virulentas. Los aviones chinos en cuestión tiene un alcance de 840 millas, lo que les permitiría volar sobre las Islas Malvinas cargados de misiles, sin ningún problema. Un diputado británico, Nathan Gill, pidió que Gran Bretaña corte toda la ayuda que le brinda a la Argentina a través de la Unión Europea. Afirmó que la compra de los aviones es “un insulto para los veteranos de la Guerra de las Malvinas, para sus familiares”. Un representante de la Fuerza Área Británica reconoció que “la compra de estos aviones chinos es problemática, porque son modernos, son rápidos y muy capaces”.
Otros expertos en defensa, como el chileno Emlio Meneses,consideran, sin embargo, que la compra de los aviones chinos se debe mucho más a un problema de política domestica argentina que a la intención de volver a invadir las Malvinas.
De hecho, el interés de Cristina por modernizar la flota de aviones de combate de la fuerza aérea no es nuevo. Argentina ha estado analizando la posibilidad de reemplazar los viejos Skyhaks y Mirages III que participaron con tanto éxito en la guerra de las Malvinas desde por lo menos el 2008. Entabló negociaciones con España (Mirage F1) , Francia (Mirage 2000) , Israel (Kfirs reacondicionados), Suecia (24 Gripen) y más recientemente con Rusia (12 bombarderos SukoiSu -25 Fencer).
Gran Bretaña saboteó todas esas negociaciones y fundamentalmente la de los 24 aviones Gripen Saab que iban a ser comprados por Argentina vía Brasil. Londres paró la venta argumentando que el 30 %de esos aviones era made in Gran Bretana. Los esfuerzos británicos no hicieron otra cosa que beneficiar a Rusia y a China.
Las negociaciones con Rusia por la compra de los bombarderos Fencers estaba bastante avanzada. Pero no avanzó. “Los Fencers han sido superados y no brindan un buen servicio después de la venta” explicó Justin Bronk “Loa aviones chinos JF-17 son más baratos tienen muy buena reputación”.
“Están trabajando sobre un acuerdo, pero el gobierno argentino como el chino tienden a ser muy secretos sobre este tipo de deal” confirmó a Clarin, Justin Bronk del Royal United Services Institut for Defense and Security Studies. La compra de estos aviones ha originado preocupación en Washington entre quienes observan lo que llaman “el avance militar chino” sobre nuestra región.
“No es sólo la compra de los aviones. El otro elemento nuevo es que Argentina y China ahora son socios en la cooperación espacial. China está construyendo una base control estratégico en el Hemisferio Sur y Argentina podría tener acceso al monitoreo que realiza el creciente network de satélites chinos”, explicó a este diario Richard Fisher del Centro para la Evaluación Internacional y Estratégica de Washington. Recordó que también hay proyectos de construir un nuevo rompehielo, remolcadores y una nueva patrulla de buques para la Marina Argentina. “Tenemos que comprender que esa venta de aviones tiene una importancia política para China. Le da prestigio y le abre las puertas a la venta de nuevos aviones en la región”, dijo por su parte Vasily Kashing un experto militar en china del Centro para el análisis de estrategias y tecnologías.
En Londres, donde siempre existe el temor que Argentina vuelva a intentar la recuperación de las Islas Malvinas por la fuerza, las reacciones fueron virulentas. Los aviones chinos en cuestión tiene un alcance de 840 millas, lo que les permitiría volar sobre las Islas Malvinas cargados de misiles, sin ningún problema. Un diputado británico, Nathan Gill, pidió que Gran Bretaña corte toda la ayuda que le brinda a la Argentina a través de la Unión Europea. Afirmó que la compra de los aviones es “un insulto para los veteranos de la Guerra de las Malvinas, para sus familiares”. Un representante de la Fuerza Área Británica reconoció que “la compra de estos aviones chinos es problemática, porque son modernos, son rápidos y muy capaces”.
Otros expertos en defensa, como el chileno Emlio Meneses,consideran, sin embargo, que la compra de los aviones chinos se debe mucho más a un problema de política domestica argentina que a la intención de volver a invadir las Malvinas.
De hecho, el interés de Cristina por modernizar la flota de aviones de combate de la fuerza aérea no es nuevo. Argentina ha estado analizando la posibilidad de reemplazar los viejos Skyhaks y Mirages III que participaron con tanto éxito en la guerra de las Malvinas desde por lo menos el 2008. Entabló negociaciones con España (Mirage F1) , Francia (Mirage 2000) , Israel (Kfirs reacondicionados), Suecia (24 Gripen) y más recientemente con Rusia (12 bombarderos SukoiSu -25 Fencer).
Gran Bretaña saboteó todas esas negociaciones y fundamentalmente la de los 24 aviones Gripen Saab que iban a ser comprados por Argentina vía Brasil. Londres paró la venta argumentando que el 30 %de esos aviones era made in Gran Bretana. Los esfuerzos británicos no hicieron otra cosa que beneficiar a Rusia y a China.
Las negociaciones con Rusia por la compra de los bombarderos Fencers estaba bastante avanzada. Pero no avanzó. “Los Fencers han sido superados y no brindan un buen servicio después de la venta” explicó Justin Bronk “Loa aviones chinos JF-17 son más baratos tienen muy buena reputación”.
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