En un nuevo acuerdo de 4.600 millones de dólares con General Dynamics, el Ejército está adquiriendo un gran número de nuevos carros de combate, diseñados con nuevas cámaras de alta resolución. Cámaras con sensores infrarrojos orientados al futuro, protección activa, armamento mejorado y nuevos niveles de energía eléctrica a bordo.

“La configuración del M1A2 SEPv3 presenta avances tecnológicos en materia de comunicaciones, control de fuego y letalidad, fiabilidad, sostenibilidad y eficiencia de combustible, además de un blindaje mejorado”, dice un comunicado de General Dynamics.
El M1A2 SEP v3, el nuevo Abrams trae una nueva pantalla de alta resolución para los puestos de artillero y comandante y nuevas unidades electrónicas reemplazables en línea. También cuenta con un panel de control del conductor y una unidad de control de la torreta. Este esfuerzo del M1A2 SEP v3 también integra enlaces de datos de munición mejorados y armas de guerra electrónica como el Dispositivo de Explosivos Improvisados por Control Remoto-CREW. También forma parte de esta actualización un alternador de AMPs aumentado, junto con cables Ethernet diseñados para conectar mejor los sensores del vehículo entre sí, según han explicado funcionarios del Ejército al National Interest.

No es una sorpresa que el Ejército siga buscando añadir un gran número de tanques Abrams a la fuerza, ya que parece haber un consenso entre muchos desarrolladores de armas de que todavía hay, y probablemente habrá, una necesidad sustancial de blindaje pesado cuando se trata de la posibilidad de una guerra mecanizada de gran potencia, de fuerza contra fuerza. Los tanques Abrams también pueden funcionar como elemento de disuasión psicológica, ya que su presencia puede impedir en ocasiones que los adversarios potenciales ataquen o realicen acciones hostiles.

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