El reforzamiento de los controles de las fronteras
La industria naval local pidió a Macri que revise ese acuerdo por el precio "desmesurado" y la instalación de cañones de guerra contra los narcos.
Lancha artillada Shalgad
Por Daniel Santoro para Clarín.
La Federación de la Industria Naval Argentina (FINA) pidió al Gobierno que revise la decisión de comprar a Israel 4 lanchas artilladas por 49 millones de dólares porque con ese monto se podría construir 20 en la Argentina, aunque sin el armamento, entre otros argumentos. La compra de material flotante es una decisión clave para la política de reforzamiento de los controles de fronteras fluviales. En este caso para equipar a la Prefectura Nacional en la lucha contra el narcotráfico en los ríos Paraná y Uruguay. Se trata de lanchas modelo Shaldag equipadas con armamento de guerra como cañones de 25mm y 20 mm. Israel las usa para la interceptación de barcos en el mar Mediterráneo frente a la Franja de Gaza, la zona más peligrosa de su conflicto con los palestinos.
Sin embargo, la FINA en una nota enviadas a los ministros de Seguridad, Patricia Bullrich, y de Producción, Francisco Cabrera, recordó que a principios del año pasado había iniciado conversaciones para equipar a la Prefectura con este tipo de embarcaciones. Como producto de ese diálogo, la Prefectura llamó a licitación para comprar 3 embarcaciones pequeñas de industria nacional que costaron 120 mil dólares cada una.
Pero el mes pasado, Bullrich realizó una visita a Israel y firmó un acuerdo de gobierno a gobierno –lo que garantiza transparencia- para comprar las lanchas y también equipos de tecnología estática y móvil para la vigilancia de la frontera terrestre de 5 mil kilómetros. Estos equipos se instalarán primero en zonas más “calientes” de la frontera como Puerto Iguazú, Salvador Mazza, Aguas Blancas y la Quiaca que han quedado virtualmente descontrolada desde el inicio del desplazamiento de fuertes contingentes de la Gendarmería desde la frontera a las grandes ciudades del país que comenzó en la época de Menem. Estos equipos constarán 35 millones de dólares y son construidos por un país como Israel que tiene experiencia y tecnología de punta al respecto por su conflicto con los palestinos. El acuerdo debe aún ser ratificado por el presidente Mauricio Macri a través de un decreto.
La nota de la FINA –firmada por su presidente Juan Torresin- objeta la compra de las lanchas Shaldag. “La industria naval argentina está en condiciones de proveer las mismas lanchas con una marcada diferencia de precio, igual tecnología, calidad y tiempo de entrega” reactivando así los astilleros locales, aunque sin los armamentos. La asociación empresaria también sostuvo que “resulta inapropiado y desmesurado” dotar a esas lanchas con cañones de 25mm que son considerados armamentos de guerra. También se objetó que no haya transferencia de tecnología a la Argentina como se suele hacer en este tipo de contratos entre estados. Un experto en armas explicó que usar un cañón de 25mm en los ríos Paraná y Uruguay contra narcotraficantes significa exponer a “un enorme riesgo y daños colaterales a las poblaciones ribereñas”. Otro problema es que se trata de solo 4 lanchas para controlar 3.400 kilómetros del sistema fluvial argentino. En los últimos años la Hidrovía Rosario-Asunción se convirtió en el principal canal para la llegada de marihuana y cocaína a la Argentina. Otro especialista también objetó el precio. Para comparar, contó que Brasil compró lanchas artilladas PRF 40 blindadas a Colombia por “dos millones de dólares cada una”. Es que Colombia por la lucha contra el narcotráfico y su geografía desarrolló este tipo de embarcaciones. Con los 49 millones de dólares de las Shaldag, se podrían “haber adquirido 24 lanchas blindadas a Colombia, de las cuales por lo menos 20 se podían haber construido en el país”, según un especialista consultado por este diario.
Estas compras se debaten en el marco del plan de mejoramiento de los controles en la frontera que lanzó el presidente Macri a través de un decreto. Todo esto se complementa con la instalación de nuevos radares y el aumento de la capacidad de intercepción de la Fuerza Aérea que ha provocado una baja en la entrada de vuelos ilegales como los de los narcotraficantes en los últimos meses, aunque todavía falta mucho para lograr un efectivo control de los espacios terrestres, marítimos y aéreos de un país tan grande como la Argentina.
La industria naval local pidió a Macri que revise ese acuerdo por el precio "desmesurado" y la instalación de cañones de guerra contra los narcos.
Lancha artillada Shalgad
Por Daniel Santoro para Clarín.
La Federación de la Industria Naval Argentina (FINA) pidió al Gobierno que revise la decisión de comprar a Israel 4 lanchas artilladas por 49 millones de dólares porque con ese monto se podría construir 20 en la Argentina, aunque sin el armamento, entre otros argumentos. La compra de material flotante es una decisión clave para la política de reforzamiento de los controles de fronteras fluviales. En este caso para equipar a la Prefectura Nacional en la lucha contra el narcotráfico en los ríos Paraná y Uruguay. Se trata de lanchas modelo Shaldag equipadas con armamento de guerra como cañones de 25mm y 20 mm. Israel las usa para la interceptación de barcos en el mar Mediterráneo frente a la Franja de Gaza, la zona más peligrosa de su conflicto con los palestinos.
Sin embargo, la FINA en una nota enviadas a los ministros de Seguridad, Patricia Bullrich, y de Producción, Francisco Cabrera, recordó que a principios del año pasado había iniciado conversaciones para equipar a la Prefectura con este tipo de embarcaciones. Como producto de ese diálogo, la Prefectura llamó a licitación para comprar 3 embarcaciones pequeñas de industria nacional que costaron 120 mil dólares cada una.
Pero el mes pasado, Bullrich realizó una visita a Israel y firmó un acuerdo de gobierno a gobierno –lo que garantiza transparencia- para comprar las lanchas y también equipos de tecnología estática y móvil para la vigilancia de la frontera terrestre de 5 mil kilómetros. Estos equipos se instalarán primero en zonas más “calientes” de la frontera como Puerto Iguazú, Salvador Mazza, Aguas Blancas y la Quiaca que han quedado virtualmente descontrolada desde el inicio del desplazamiento de fuertes contingentes de la Gendarmería desde la frontera a las grandes ciudades del país que comenzó en la época de Menem. Estos equipos constarán 35 millones de dólares y son construidos por un país como Israel que tiene experiencia y tecnología de punta al respecto por su conflicto con los palestinos. El acuerdo debe aún ser ratificado por el presidente Mauricio Macri a través de un decreto.
La nota de la FINA –firmada por su presidente Juan Torresin- objeta la compra de las lanchas Shaldag. “La industria naval argentina está en condiciones de proveer las mismas lanchas con una marcada diferencia de precio, igual tecnología, calidad y tiempo de entrega” reactivando así los astilleros locales, aunque sin los armamentos. La asociación empresaria también sostuvo que “resulta inapropiado y desmesurado” dotar a esas lanchas con cañones de 25mm que son considerados armamentos de guerra. También se objetó que no haya transferencia de tecnología a la Argentina como se suele hacer en este tipo de contratos entre estados. Un experto en armas explicó que usar un cañón de 25mm en los ríos Paraná y Uruguay contra narcotraficantes significa exponer a “un enorme riesgo y daños colaterales a las poblaciones ribereñas”. Otro problema es que se trata de solo 4 lanchas para controlar 3.400 kilómetros del sistema fluvial argentino. En los últimos años la Hidrovía Rosario-Asunción se convirtió en el principal canal para la llegada de marihuana y cocaína a la Argentina. Otro especialista también objetó el precio. Para comparar, contó que Brasil compró lanchas artilladas PRF 40 blindadas a Colombia por “dos millones de dólares cada una”. Es que Colombia por la lucha contra el narcotráfico y su geografía desarrolló este tipo de embarcaciones. Con los 49 millones de dólares de las Shaldag, se podrían “haber adquirido 24 lanchas blindadas a Colombia, de las cuales por lo menos 20 se podían haber construido en el país”, según un especialista consultado por este diario.
Estas compras se debaten en el marco del plan de mejoramiento de los controles en la frontera que lanzó el presidente Macri a través de un decreto. Todo esto se complementa con la instalación de nuevos radares y el aumento de la capacidad de intercepción de la Fuerza Aérea que ha provocado una baja en la entrada de vuelos ilegales como los de los narcotraficantes en los últimos meses, aunque todavía falta mucho para lograr un efectivo control de los espacios terrestres, marítimos y aéreos de un país tan grande como la Argentina.
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