Con el aterrizaje de estos aviones, China da un paso más en la política de hechos consumados en la región, donde mantiene varios conflictos con Taiwán, Filipinas, Vietnam o Japón por la titularidad de varias islas. China está convirtiendo en islas artificiales siete emplazamientos que originalmente eran arrecifes y atolones en el archipiélago Spratly. Precisamente Japón denunció en 2013 la creación por parte de China de una zona de identificación de defensa aérea (ADIZ por sus siglas en inglés) en el Mar de China Oriental que incluía las islas Senkaku/Diaoyu reclamadas por ambos países. En este sentido, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino anunció que no hay planes para crear otra zona de este tipo en el Mar de China Meridional.
Estados Unidos alerta desde hace años de la amenaza que supone para el tráfico naval y aéreo la expansión de China en la región aunque las medidas que ha tomado la administración Obama han sido bastante tibias, incluyendo el sobrevuelo de aviones o la navegación de embarcaciones militares dentro de las aguas internacionales próximas a algunas de estas islas. Estados Unidos considera que esta política supone una amenaza al tráfico internacional por la región, una de las de mayor densidad del mundo.
Entre las aeronaves que podrían operar están no solo aviones de combate, también bombarderos de largo alcance, los aviones de patrulla marítima o unidades aéreas o navales de guerra antisubmarina. Igualmente las islas podrían albergar equipos de comunicaciones y radares que aumentarán el radio de detección de las Fuerzas Armadas chinas. La instalación en estas bases de depósitos de combustible para buques y aeronaves permitirá aumentar el radio de acción de estos medios, aunque supongan un riesgo medioambiental para unos arrecifes ya arrasados por la acción de las dragas. Igualmente podrían operar aviones de transporte de gran tamaño, con lo que el ritmo al que se están modificando estas islas se acelerará previsiblemente.
La pista de 3.000 metros construida en el arrecife Fiery Cross es la mayor de las que se ha construido en la región. Según documenta la Asia Maritime Transparency Initiative, Vietnam dispone de una pista de 550 metros en la isla Spratly, Filipinas hizo lo propio en la isla Thitu construyendo una de 1.000 metros, Taiwán terminó en 2008 la construcción de una pista de 1.195 metros en la isla de Itu Aba y el arrecife Swallow malayo cuenta con una de 1.368 metros.
Fotografías:
·Aviones comerciales chinos aterrizaron en el arrecife Fiery Cross el pasado 6 de enero (Agencia Xinhua)
·Imagen ilustrativa de los progresos realizados en el arrecife Fiery Cross entre febrero y marzo de 2015 (Airbus DS)
·Aviones comerciales chinos aterrizaron en el arrecife Fiery Cross el pasado 6 de enero (Agencia Xinhua)
·Imagen ilustrativa de los progresos realizados en el arrecife Fiery Cross entre febrero y marzo de 2015 (Airbus DS)
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