Ocho años en tecnología de misiles
Por: G. S. Forte
El levantamiento este fin de semana por parte de Estados Unidos y la Unión Europea de las sanciones internacionales que pesaban sobre Irán por su programa atómico contiene una prórroga para las adquisiciones de material militar. Teherán continuará sin poder adquirir armas durante otros cinco años, excepto que se trate de tecnología relacionado con misiles, donde deberá esperar un total de ocho. De esta manera se confirman las premisas contenidas en el pacto alcanzado hace seis meses en Viena por el país de Oriente Medio y Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia.
El levantamiento del embargo a Teherán llega como consecuencia de la confirmación el sábado por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de que el país ha cumplido con el compromiso de reducir su programa nuclear. La consecuencia más inmediata es su vuelta a los mercados globales del petróleo, seguida de una modernización de la industria y las infraestructuras del país.
Se trata de decenas de miles de millones de dólares en inversiones que no alcanzarán, al menos hasta 2020 y en virtud del acuerdo, a la industria mundial de defensa. Pese a ello, Moscú anunció la semana pasada que la reanudación del contrato de misiles de defensa antiaérea S-300 (en la imagen) adquiridos por Irán ya “ha entrado en vigor, por lo que han empezado los suministros”. Rusia tenía vetada la entrega de estas armas a Teherán desde 2010, debido a las sanciones internacionales impuestas al país.
Tras la suscripción el pasado marzo de un acuerdo preliminar internacional con Irán sobre su programa nuclear, Rusia vislumbró la reanudadación del suministro pendiente de cuarenta sistemas antiaéreos S-300PMU-1 a la República Islámica por un importe de 800 millones de dólares, además de posibles ventas de otros sistemas, incluidos aviones de combate y submarinos.
Teherán llegó a exigir una indemnización próxima a los 4.000 millones de dólares por el incumplimiento del acuerdo sobre los S-300. Esta demanda será retirada ahora ante la observancia final del contrato.
En el acuerdo de Viena de hace seis meses se estableció que Irán no tendrá permiso internacional para enriquecer uranio en la medida suficiente que le pudiera permitir emplearlo como arma hasta dentro de quince años. La posibilidad de que Teherán accediese a tecnología nuclear militar es precisamente lo que había alimentado las sanciones.
Foto: Ministerio de Defensa de Rusia
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