lunes, 14 de junio de 2021

Cuatro nuevos submarinos entrarán en servicio con la Marina brasileña en 2022.


Según la información publicada por el sitio web del periódico brasileño “The Rio Times” el 11 de junio de 2021, la Armada brasileña se reforzará con cuatro nuevos submarinos, así como con fragatas de la clase Tamandaré hasta 2022.

En la actualidad, la Marina brasileña opera siete submarinos, incluyendo cinco de la clase Tupi (modificados del Tipo 209 alemán), que tienen su base en Almirante Castro e Silva, en la isla de Mocangue, cerca de Río de Janeiro, y dos submarinos de la clase Scorpene.

La clase Tupi construida por la Marina brasileña es un submarino de ataque diésel-eléctrico Tipo 209/1400 modificado de fabricación alemana. El submarino tiene una eslora de 64,4 m y está equipado con motores diésel de mayor potencia, diferentes motores eléctricos, baterías, electrónica y sensores. Está armado con ocho tubos lanzatorpedos de 533 mm y lleva 14 torpedos.

En 2009, Brasil adquirió cuatro submarinos ampliados de la clase Scorpene, de fabricación francesa, por 9.900 millones de dólares, con un acuerdo de transferencia de tecnología y un segundo acuerdo para desarrollar un submarino de propulsión nuclear franco-brasileño. En diciembre de 2018, la Marina brasileña botó el primero de sus submarinos tipo Scorpene de la clase Riachuelo, el Riachuelo (S40). El segundo submarino de la clase Riachuelo, el Humaitá (S41), fue botado el 11 de diciembre de 2020. Brasil tiene previsto finalizar la construcción de los dos submarinos de la clase Scorpene en 2022.

El Scorpene es un submarino de ataque convencional diésel-eléctrico diseñado por la empresa francesa Naval Group para los mercados de exportación. Este submarino está actualmente en servicio en Brasil, Chile, Malasia e India. La versión brasileña, la clase Riachuelo, tiene una eslora de 75 m, una manga de 6,2 y un desplazamiento de 2.000 toneladas. Está propulsado por cuatro motores diésel MTU 12V 396 SE84 y un motor eléctrico Jeumont-Schneider EPM Magtronic.

El submarino de la clase Riachuelo está armado con seis tubos lanzatorpedos de 533 mm capaces de lanzar torpedos pesados F21, misiles antibuque SM-39 Exocet y MANSUP o minas navales.

La Marina brasileña también ha iniciado la construcción del submarino de ataque de propulsión nuclear (SSN) Álvaro Albertoa en colaboración con Itaguaí Construções Navais (ICN), empresa de defensa brasileña especializada en plataformas de base naval.

El submarino Álvaro Albertoa tendrá una manga de 9,8 m para albergar el reactor nuclear de agua presurizada (PWR). El submarino tendrá una eslora de 100 m y un desplazamiento de 6.000 toneladas. Será propulsado por un sistema de propulsión totalmente eléctrico de 48 MW (64.000 CV). Según informes brasileños de finales de mayo de 2004, se iba a liberar inmediatamente un presupuesto especial de aproximadamente 7,8 millones de dólares para la finalización del prototipo de reactor nuclear terrestre RENAP-11 (Reactor Naval de Potência (PWR) de 11 Megavatios).

Brasil planea construir 15 submarinos diesel-eléctricos y 6 buques de propulsión nuclear en un intento de modernizar su marina.

La Marina brasileña es responsable de la protección de unos 7.400 km de costa, y los submarinos de Brasil son una parte fundamental de este esfuerzo. Además de atacar las líneas de comunicación marítima (SLOCs) del enemigo, pueden ser empleados para la proyección de poder a través del desembarco de Fuerzas Especiales, para la recolección de inteligencia y para la colocación de minas.(Source/Photo: Alain Henry de Frahan)

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