Turquía comenzará a instalar los sistemas de misiles antiaéreos S-400 de Rusia en octubre de 2019, dijo ayer jueves el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar sin especificar las áreas donde serán desplegados; sólo dijo que el trabajo estaba en marcha.
Igualmente afirmó estar seleccionando al personal militar que serán enviados a Rusia a principios de 2019 para recibir la formación necesaria para el manejo del sofisticado sistema.
Con respecto a los aviones de combate F-35 como parte de un programa conjunto con Estados Unidos, el ministro dijo que no esperaba ningún problema con la entrega de los aviones.
Al referirse a la ruptura de Ankara con Estados Unidos por el acuerdo del sistema ruso, Akar dijo que si se tiene en cuenta el actual clima político y la situación militar, es poco probable que se vuelva a producir un conflicto tan desfavorable “no vamos a preocupar a Estados Unidos ni a la OTAN ni a crearles problemas”
En septiembre, Turquía acordó comprar dos sistemas S-400 en un acuerdo por un valor de más de 2.000 millones de dólares. El gobierno de Ankara ha dicho en repetidas ocasiones que la compra de los sistemas S-400 fue motivada para satisfacer las necesidades de seguridad del país.
Como país miembro de la OTAN, la decisión de Turquía de comprar los sistemas rusos S-400 ha generado preocupación entre otros países miembros de la OTAN. Sin embargo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, puso fin a las especulaciones, diciendo que los estados miembros tienen el derecho soberano de tomar decisiones sobre sus compras militares.
Estados Unidos han expresado su preocupación de que el despliegue planeado de los S-400 por parte de Turquía podría poner en peligro la seguridad de algunas armas fabricadas en Estados Unidos y otras tecnologías utilizadas por Turquía, incluyendo los F-35.
A principios de agosto, el presidente estadounidense, Donald Trump, aprobó una ley de presupuesto de defensa que retrasa la entrega de los aviones de combate F-35 Joint Strike a Turquía. Una enmienda a la Ley de Autorización de la Defensa Nacional (NDAA), rápidamente aprobada por el Congreso, prohíbe las ventas de F-35 a Turquía hasta que el Pentágono emita un informe sobre las relaciones turco-americanas en 90 días.
Aún así, la Oficina del Programa Conjunto F-35 anunció el 16 de agosto que continuaría ejecutando los planes del programa actual con todos los socios, incluido Turquía, y que cumpliría con cualquier norma de políticas futuras.
El sistema de defensa antimisiles S-400 es el sistema de largo alcance más avanzado de Rusia y puede transportar tres tipos de misiles capaces de destruir objetivos, incluidos misiles balísticos y de crucero.
El sistema puede rastrear y activar hasta 300 objetivos a la vez y tiene una altitud máxima de 27 kilómetros (17 millas). Con la compra de los S-400, Ankara pretende construir el primer sistema de defensa aérea y antimisiles de largo alcance de Turquía para protegerse de las amenazas en la región.
Además, Turquía pretende construir sus propios sistemas de defensa antimisiles, ya que el acuerdo también implica la transferencia de tecnología y conocimientos técnicos. El sistema S-400, que se introdujo en 2007, es la nueva generación de sistemas de misiles rusos, y hasta la fecha, Rusia sólo los ha vendido a China y la India.(Source/Photo: Daily Sabah)
Igualmente afirmó estar seleccionando al personal militar que serán enviados a Rusia a principios de 2019 para recibir la formación necesaria para el manejo del sofisticado sistema.
Con respecto a los aviones de combate F-35 como parte de un programa conjunto con Estados Unidos, el ministro dijo que no esperaba ningún problema con la entrega de los aviones.
Al referirse a la ruptura de Ankara con Estados Unidos por el acuerdo del sistema ruso, Akar dijo que si se tiene en cuenta el actual clima político y la situación militar, es poco probable que se vuelva a producir un conflicto tan desfavorable “no vamos a preocupar a Estados Unidos ni a la OTAN ni a crearles problemas”
En septiembre, Turquía acordó comprar dos sistemas S-400 en un acuerdo por un valor de más de 2.000 millones de dólares. El gobierno de Ankara ha dicho en repetidas ocasiones que la compra de los sistemas S-400 fue motivada para satisfacer las necesidades de seguridad del país.
Como país miembro de la OTAN, la decisión de Turquía de comprar los sistemas rusos S-400 ha generado preocupación entre otros países miembros de la OTAN. Sin embargo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, puso fin a las especulaciones, diciendo que los estados miembros tienen el derecho soberano de tomar decisiones sobre sus compras militares.
Estados Unidos han expresado su preocupación de que el despliegue planeado de los S-400 por parte de Turquía podría poner en peligro la seguridad de algunas armas fabricadas en Estados Unidos y otras tecnologías utilizadas por Turquía, incluyendo los F-35.
A principios de agosto, el presidente estadounidense, Donald Trump, aprobó una ley de presupuesto de defensa que retrasa la entrega de los aviones de combate F-35 Joint Strike a Turquía. Una enmienda a la Ley de Autorización de la Defensa Nacional (NDAA), rápidamente aprobada por el Congreso, prohíbe las ventas de F-35 a Turquía hasta que el Pentágono emita un informe sobre las relaciones turco-americanas en 90 días.
Aún así, la Oficina del Programa Conjunto F-35 anunció el 16 de agosto que continuaría ejecutando los planes del programa actual con todos los socios, incluido Turquía, y que cumpliría con cualquier norma de políticas futuras.
El sistema de defensa antimisiles S-400 es el sistema de largo alcance más avanzado de Rusia y puede transportar tres tipos de misiles capaces de destruir objetivos, incluidos misiles balísticos y de crucero.
El sistema puede rastrear y activar hasta 300 objetivos a la vez y tiene una altitud máxima de 27 kilómetros (17 millas). Con la compra de los S-400, Ankara pretende construir el primer sistema de defensa aérea y antimisiles de largo alcance de Turquía para protegerse de las amenazas en la región.
Además, Turquía pretende construir sus propios sistemas de defensa antimisiles, ya que el acuerdo también implica la transferencia de tecnología y conocimientos técnicos. El sistema S-400, que se introdujo en 2007, es la nueva generación de sistemas de misiles rusos, y hasta la fecha, Rusia sólo los ha vendido a China y la India.(Source/Photo: Daily Sabah)
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