El Paladín entró en servicio en Estados Unidos en 1994. Israel y Corea del Sur los utilizan, así como Kuwait y Taiwán. Cuenta con cuatro tripulantes: un comandante, un conductor, un cargador y un artillero. El Paladín puede desplazarse por sí mismo sobre dos orugas. La idea es “disparar y desplazarse” -disparar algunas rondas y luego moverse a una nueva posición- para mantener al enemigo desconcertado.
El Paladín es artillería en grande
Disparar un proyectil con su enorme cañón M284 de 155 mm produce un ruido ensordecedor. El Paladin puede atacar un objetivo a 14 millas de distancia (22,53 km) como mínimo y a más de 19 millas (30,58 km) con ciertas rondas asistidas. La cadencia de fuego es impresionante: hasta ocho disparos por minuto como máximo. Una vez que el Paladin se desplaza a una nueva posición, puede volver a disparar en 60 segundos.
La tripulación del Paladín tiene que ser inteligente. Hay potentes ordenadores dentro del arma y el sistema depende del GPS. De hecho, lo primero que hace el comandante es sincronizar el reloj del sistema con el GPS. Este paso es potencialmente problemático porque los rusos destacan en la guerra electrónica terrestre y es posible que el Paladín tenga su sistema interferido en un combate con Rusia. Los rusos ya están demostrando en Ucrania su destreza en la guerra electrónica que puede hacer que la artillería se desvíe de su curso.
¿Puede un nuevo proyectil de artillería llamado Excalibur llegar tan lejos?
El Paladín tiene un nuevo proyectil de artillería llamado Excalibur, que es un proyectil guiado y forma parte del programa de fuego de precisión de largo alcance del Ejército. Esto hace que el M109A7 sea mucho más letal. Raytheon lo llama una “munición de precisión revolucionaria”. Excalibur puede aterrizar cerca de un objetivo tan cerca como dos metros. El alcance es mayor, con más de 31 millas (50 km).
Los robots vienen a ayudar al paladín
El Ejército, dado que le preocupa una lucha blindada convencional contra Rusia o China, también está tratando de mejorar el cañón del Paladín. Su objetivo es que el obús pueda disparar a objetivos a la asombrosa distancia de 62 millas (100 km). Alargar el alcance de sus programas de armas de ataque terrestre nuevos y existentes, como el Paladín, forma parte de una nueva estrategia del Ejército llamada “Batalla Multidominio”. La nueva lucha se basa en los sistemas de armas de ataque frontal, como el Paladín, y en varios cohetes y misiles terrestres nuevos. Según este concepto, el Ejército se centraría en interferir con los drones enemigos, utilizando el fuego de artillería, lanzando misiles tierra-aire, y atacando después con armas stand-off. Esto protegería potencialmente a más soldados al tiempo que se evitaría una batalla de cerca que podría provocar más bajas.
El Paladín está regresando. Los combates acorazados no fueron tan frecuentes en la lucha contra la insurgencia durante la guerra contra el terrorismo. La lucha antiterrorista, los drones y las fuerzas de operaciones especiales, además de la superioridad aérea, fueron el nombre del juego durante los últimos 20 años. Pero ahora los tanques y los obuses, que recuerdan a la época de la Guerra Fría, serán el centro de atención. (Source/Photo/Author: Brent M. Eastwood/1945)
No hay comentarios:
Publicar un comentario