Frente a otras soluciones especialmente complejas y caras, los técnicos de la corporación Jincan acaban de presentar un sistema aéreo controlado a distancia que tiene la configuración y formas propias de un helicóptero compacto, lo que facilita que pueda volar con rapidez hacia un determinado punto y establecerse en posición estacionaria. Esta última cualidad es básica para lo que pretenden, pues han establecido en la parte interior de su fuselaje una serie de puntos de anclaje -ocho en el sistema que vimos recientemente- para poder fijar granadas convencionales de mortero con espoleta de impacto.
Lo que se buscaría es volar el UAV hasta un determinado punto, seleccionado por una cámara ubicada en la propia aeronave o en otra que trabajase en la misma zona, para localizar el objetivo, situarse encima y dejar caer una o varias granadas que parecen ser de 81mm. La explosión tendría grandes efectos sobre el punto atacado, pues la caída cenital podría pasar desapercibida y facilitaría que la aeronave se moviese a un punto de seguridad instantes después de iniciado el ataque, evitando así el fuego contra ella.
A veces, conceptos sencillos e inteligentes aportan un potencial antes no poseído. Sistemas aéreos hay muchos, pero pocos son tan fáciles de operar y económicos, ofreciendo una gran rentabilidad en las acciones de neutralización de diferentes tipos de objetivos. Por cierto, Jincan designa a este helicóptero como RAS (Remote Air Strike).
Fotografías:
1. El Remote Air Strike de la corporación Jincan . (Octavio Díez Cámara)
2. Las empresas chinas están generando y promocionando sistemas de combate que ofrecen prestaciones curiosas. (RAS)
No hay comentarios:
Publicar un comentario