Cuando, en 1994, Beijing envió su milicia marítima a las cercanías de su propiedad Mischief Reef, Filipinas  consideró que era mejor no hacer nada más que una protesta formal para evitar una escalada de tensiones. Desde entonces, este islote del archipiélago de Spratley ha estado bajo control chino en el Mar de China Meridional. Y allí se ha construido una base militar. En 2012, el mismo escenario se repitió para Scarborough Reef. Esta vez, Manila decidió llevar el caso a la Corte Permanente de Arbitraje [CPA] en La Haya, que encontró, en un aviso publicado en julio de 2016, que las reclamaciones chinas no tenían base legal. Sin embargo, esto no cambió la situación, ya que Beijing rechazó este veredicto, calificándolo de ilegal. China ahora está mirando al arrecife filipino Whitsun Reef, también conocido como "Julian Felipe". Más de 200 "barcos de pesca" sospechosos de pertenecer a la milicia marítima china fueron avistados allí a principios de marzo. Pero aquí, las autoridades filipinas no tienen la intención de dejarlo pasar. Además de protestar contra Beijing, han enviado barcos  y aviones de combate F/A-50  al área. “Filipinas debería actuar con moderación y no enviar aviones o barcos de guerra para interrumpir las actividades normales de los barcos pesqueros chinos, lo que podría alimentar las tensiones entre los dos países”, advirtió entonces un analista, en las columnas del diario “Global Times”, que está cerca de los militares del Partido Comunista Chino.

Sin embargo, Manila no tiene la intención de renunciar a su soberanía sobre este arrecife, ubicado a 320 km de la isla filipina de Palawan. “Las incursiones chinas manchan” las relaciones entre Filipinas y China y “pueden desencadenar hostilidades no deseadas que los dos países preferirían evitar”, advirtió a su vez Salvador Panelo, uno de los principales asesores del presidente. Filipino, Rodriguo Duterte. “Nuestra soberanía no es negociable” , insistió incluso. En 2019, se avistaron barcos chinos cerca de Pag Asa, otra isla perteneciente a Filipinas. Pero, en ese momento, Estados Unidos advirtió a Beijing. “El Mar de China Meridional perteneciente al Pacífico, cualquier ataque armado contra las fuerzas filipinas, sus aviones o sus buques en el Mar de China Meridional activará las obligaciones de defensa mutua definidas por el artículo 4 de nuestro tratado de defensa mutua”, advirtió Mike Pompeo. Entonces era el jefe de la diplomacia estadounidense. Con la elección del demócrata Joe Biden a la Casa Blanca, la alternancia política en Washington no ha hecho nada para cambiar la línea marcada por la administración Trump. Con la diferencia, sin duda, de que la situación relativa a Whitsun Reef hace que las cosas sean potencialmente más "explosivas" (Source/Photo: Various Media)