El astillero Naval Group recibió el primer tramo del crédito destinado a la construcción de tres buques, más la actualización de otro usado. Aguad pidió contar con el primero antes de la elección presidencial.
El primer corte de la chapa naval para construir en Francia el patrullero oceánico que da inicio a la serie de tres destinados a la Armada Argentina ya es un hecho. El miércoles último el astillero francés con participación estatal, Naval Group (antes DCNS) recibió la transferencia de unos 50 millones de euros de las entidades bancarias que financian la operación de compra encargada por el gobierno de Argentina.
La planta de Naval Group ubicada en Lorient se especializa en el diseño y construcción de buques de guerra de entre 1.000 y 8.000 toneladas de desplazamiento. En ése sitio de producción e ingeniería naval que ya fabricó buques gemelos para la marina de Francia y Egipto comenzaron los aprestos de un proceso que culminará en 2023 cuando se entregue el último de los tres OPV (sigla inglesa de Ocean Patrol Vessel, traducido nave de patrullado oceánico) a la marina criolla.
La aprobación oficial del contrato para financiar la compra de cuatro patrulleros oceánicos, tres nuevos y uno usado ocurrió en noviembre de 2018. En el decreto Nº 1078/2018 publicado en el Boletín Oficial, Mauricio Macri dio el visto bueno al contrato de línea de crédito suscrito entre Argentina y las instituciones bancarias Santander S.A., Credit Agricole Corporative and Investement Bank y Natixis que financian el denominado Proyecto de Recuperación de la Capacidad de Patrullado Naval Marítimo.
Se autorizó una cifra de 319.034.689 de euros para la adquisición de cuatro OPV de la clase Gowind OPV-90. La operación comenzó en 2016 pasó por algunos inconvenientes derivados de la presión de lobistas dentro del propio gobierno de Cambiemos que impulsaron la oferta de un astillero español a pesar de la finalización del concurso de precios y de que la Armada ya había seleccionado la opción francesa de Naval Group. Nicolás Dujovne respiró aliviado cuando el gobierno de Francia mantuvo en 2018, al momento de la firma del contrato, las condiciones de tasa activa de 2016/17 a pesar de que el riesgo país (Embi, según siglas inglesas) pasó de 330 a 832 puntos básicos.
La millonaria transferencia de euros efectuada éste miércoles es el primer hito en el masterplan de producción de la serie de OPV`s. Se lo identifica como To (cero) y pone en marcha el cronograma de fabricación de las tres unidades para cumplir con los tiempos de entrega pautados en el contrato comercial.
El cuarto buque es usado y se encuentra sometido a tareas de actualización de sistemas y mejoras solicitadas por los marinos argentinos. Se trata de L`Adroit y es operado por la marina francesa desde 2011, visitó Buenos Aires y otros puertos de la región en 2016 para difundir sus capacidades operacionales. La Armada designó al capitán de navío Víctor Ortiz a cargo de la misión de auditar la marcha del proceso de fabricación en Francia, el marino cumplió tareas similares durante la renovación del rompehielos ARA Irizar y en la inspección de los cuatro buques de apoyo que se adquirieron a la Federación Rusa.
El 5 de febrero pasado en horas de la tarde, el ministro de Defensa Oscar Aguad recibió al embajador de Francia, Henri Guignard. La agenda –aún no se había concretado la transferencia del To- pasó por comentar las novedades de la construcción de las OPV, la situación del traslado a la Argentina de los cinco aviones Super Etendard modernizados que se compraron para la Aviación Naval y otros asuntos regionales de equipamiento naval.
Prioridades de la política; Aguad solicitó que se apurara la entrega del navío L`Adroit para contar con él antes de la elección presidencial. Uno hubiera esperado que aludiese también a la urgencia operativa; sin buques suficientes la Armada sólo puede hacer vuelos de control y vigilancia del litoral marítimo y registrar la sobrepesca efectuada por navíos extranjeros que bordean la Zona Económica Exclusiva (ZEE). La presión pesquera ilegal más grande se concentra en “la milla 201”, en intersección de la ZEE argentina y las aguas controladas por Londres en derredor de las Malvinas donde año a año entre febrero y marzo llega más de un centenar de “poteros” extranjeros (pesqueros especializados en el cefalópodo) a pescar calamar. Estimaciones de la Subsecretaría de Pesca basadas en distintas fuentes entre ellas el Instituto Nacional de investigaciones Pesqueras (Inidep) hablan de una pérdida anual de entre 200 y 800 millones de dólares por la pesca furtiva.
El número animó al alto mando naval a evaluar la modernización de las tres veteranas corbetas francesas A-69 que integran la División de Patrullado Marítimo con asiento en Mar del Plata. Con poco dinero podría actualizarse la planta motriz, los sensores y mejorar las condiciones marineras del casco, refirieron fuentes navales. (Source/Photo: Edgardo Aguilera/Ambito.com)
Apuro. Buque L `Adroit, en visitó al país en 2016. El Gobierno lo quiere listo para antes de las elecciones.
El primer corte de la chapa naval para construir en Francia el patrullero oceánico que da inicio a la serie de tres destinados a la Armada Argentina ya es un hecho. El miércoles último el astillero francés con participación estatal, Naval Group (antes DCNS) recibió la transferencia de unos 50 millones de euros de las entidades bancarias que financian la operación de compra encargada por el gobierno de Argentina.
La planta de Naval Group ubicada en Lorient se especializa en el diseño y construcción de buques de guerra de entre 1.000 y 8.000 toneladas de desplazamiento. En ése sitio de producción e ingeniería naval que ya fabricó buques gemelos para la marina de Francia y Egipto comenzaron los aprestos de un proceso que culminará en 2023 cuando se entregue el último de los tres OPV (sigla inglesa de Ocean Patrol Vessel, traducido nave de patrullado oceánico) a la marina criolla.
La aprobación oficial del contrato para financiar la compra de cuatro patrulleros oceánicos, tres nuevos y uno usado ocurrió en noviembre de 2018. En el decreto Nº 1078/2018 publicado en el Boletín Oficial, Mauricio Macri dio el visto bueno al contrato de línea de crédito suscrito entre Argentina y las instituciones bancarias Santander S.A., Credit Agricole Corporative and Investement Bank y Natixis que financian el denominado Proyecto de Recuperación de la Capacidad de Patrullado Naval Marítimo.
Se autorizó una cifra de 319.034.689 de euros para la adquisición de cuatro OPV de la clase Gowind OPV-90. La operación comenzó en 2016 pasó por algunos inconvenientes derivados de la presión de lobistas dentro del propio gobierno de Cambiemos que impulsaron la oferta de un astillero español a pesar de la finalización del concurso de precios y de que la Armada ya había seleccionado la opción francesa de Naval Group. Nicolás Dujovne respiró aliviado cuando el gobierno de Francia mantuvo en 2018, al momento de la firma del contrato, las condiciones de tasa activa de 2016/17 a pesar de que el riesgo país (Embi, según siglas inglesas) pasó de 330 a 832 puntos básicos.
La millonaria transferencia de euros efectuada éste miércoles es el primer hito en el masterplan de producción de la serie de OPV`s. Se lo identifica como To (cero) y pone en marcha el cronograma de fabricación de las tres unidades para cumplir con los tiempos de entrega pautados en el contrato comercial.
El cuarto buque es usado y se encuentra sometido a tareas de actualización de sistemas y mejoras solicitadas por los marinos argentinos. Se trata de L`Adroit y es operado por la marina francesa desde 2011, visitó Buenos Aires y otros puertos de la región en 2016 para difundir sus capacidades operacionales. La Armada designó al capitán de navío Víctor Ortiz a cargo de la misión de auditar la marcha del proceso de fabricación en Francia, el marino cumplió tareas similares durante la renovación del rompehielos ARA Irizar y en la inspección de los cuatro buques de apoyo que se adquirieron a la Federación Rusa.
El 5 de febrero pasado en horas de la tarde, el ministro de Defensa Oscar Aguad recibió al embajador de Francia, Henri Guignard. La agenda –aún no se había concretado la transferencia del To- pasó por comentar las novedades de la construcción de las OPV, la situación del traslado a la Argentina de los cinco aviones Super Etendard modernizados que se compraron para la Aviación Naval y otros asuntos regionales de equipamiento naval.
Prioridades de la política; Aguad solicitó que se apurara la entrega del navío L`Adroit para contar con él antes de la elección presidencial. Uno hubiera esperado que aludiese también a la urgencia operativa; sin buques suficientes la Armada sólo puede hacer vuelos de control y vigilancia del litoral marítimo y registrar la sobrepesca efectuada por navíos extranjeros que bordean la Zona Económica Exclusiva (ZEE). La presión pesquera ilegal más grande se concentra en “la milla 201”, en intersección de la ZEE argentina y las aguas controladas por Londres en derredor de las Malvinas donde año a año entre febrero y marzo llega más de un centenar de “poteros” extranjeros (pesqueros especializados en el cefalópodo) a pescar calamar. Estimaciones de la Subsecretaría de Pesca basadas en distintas fuentes entre ellas el Instituto Nacional de investigaciones Pesqueras (Inidep) hablan de una pérdida anual de entre 200 y 800 millones de dólares por la pesca furtiva.
El número animó al alto mando naval a evaluar la modernización de las tres veteranas corbetas francesas A-69 que integran la División de Patrullado Marítimo con asiento en Mar del Plata. Con poco dinero podría actualizarse la planta motriz, los sensores y mejorar las condiciones marineras del casco, refirieron fuentes navales. (Source/Photo: Edgardo Aguilera/Ambito.com)
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