La Marina de los EE.UU. podría no tener que llevar a cabo las primeras pruebas en la mar de su nuevo portaaviones USS Gerald R. Ford (CVN-78). Eso significa que el barco podría estar en el despliegue mucho antes de lo previsto, aliviando la carga en la flota de de la marina de guerra excesivamente extendida.
El Subcomité de la Fuerza Naval y de las Fuerzas de Proyección del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, están intentando modificar parte del texto de la Ley de Autorización de Defensa Nacional para 2018 que podría evitar el requisito de enviar la nave a ensayos previos antes de su primer despliegue. Llevar a cabo las pruebas de mar completas, o FSST, ha sido siempre el plan desde el Congreso, cuando encargó su construcción mediante la Ley de Autorización de Defensa Nacional o NDAA en el 2008.
La Marina aún podría optar por hacer las pruebas correspondientes al Gerald R. Ford si lo desea, de acuerdo con los asesores de la US Navy. El plan para que la Marina realice los FSST al portaaviones, está siendo apoyado por Michael Gilmore, ex director de la oficina de prueba y evaluación, y por el Senador por Arizona John McCain.
Si se promulga de forma oficial la modificación de la Ley, será una buena noticia para los planificadores de la flota que se oponen a la medida porque consideran que retrasaría el primer despliegue del (CVN-78) Gerald R.Ford. En caso de que no se efectúen las pruebas, se adelantaría un año sobre las fechas iniciales de puesta en servicio.
La flota se ha tensado bajo el peso de las exigencias implacables de cumplir con los objetivos, y esto, unido a un mayor recorte presupuestario, está creando muchos retrasos en el pago a las empresas dependientes de Northrop Grumman Shipbuilding la división constructora marítima.
El portaaviones completó con éxito sus ensayos de aceptación el 26 de mayo después de que la Junta de Inspección e Inspección de la Armada completara la evaluación del buque y fuera aceptado por la Marina el 1 de junio.
La Marina todavía sigue trabajando en las comprobaciones de varias de las nuevas tecnologías incorporadas, incluyendo los Sistemas de Lanzamiento de Aeronaves equipado con catapultas electromagnéticas, y los cables de frenado turbo eléctricos, que permiten mejorar la velocidad de despegue y de aterrizaje, así como extender la vida útil de las aeronaves de cubierta debido a menor presión aplicada contra el fuselaje. El servicio originalmente tenía mucho tiempo para hacer esto, porque no estaba programado para el despliegue hasta el 2022.
Si finalmente pueden omitirse los ensayos de pruebas, el Comando de Fuerzas de la Flota probablemente podría disponer del barco en los despliegues para el 2019 o 2020, que era el plan establecido antes de los retrasos por problemas técnicos. Eso supondría presión sobre la Marina y también sobre el contratista para acelerar el proceso.
Conseguir que el Gerald R. Ford esté más pronto, sería una victoria para las fuerzas de la flota, que han estado intentando conseguir que el nuevo barco no vuelva a sufrir más retrasos. El cambio de esta situación, aliviaría la presión mientras la Marina busca mantener una presencia continuada de portaaviones frente a las costas de Corea del Norte y en el Golfo Arábigo, dijo Bryan Clark, analista del Centro de Evaluaciones Estratégicas y Presupuestarias.
“En última instancia, si no tienen que hacer el programa de pruebas significará que se puede reducir más rápidamente el estrés en los marineros”, dijo. “Una vez que el Ford esté activado, lo más probable es que los portaaviones de la costa Este cubran esencialmente el Medio Oriente por periodos cortos y los operadores de la Costa Oeste cubran los espacios en el Pacífico mientras que el USS Ronald Reagan (CVN-76) se encuentra en mantenimiento”.
El nuevo CVN-78 será un portaaviones nuclear de la clase Gerald R. Ford. Da nombre a su clase, compuesta en principio por 3 portaaviones, el propio USS Gerald R. Ford (CVN-78), el USS John F. Kennedy (CVN-79) y el USS Enterprise (CVN-80). Recibe su nombre en honor al 38 Presidente de los Estados Unidos, Gerald R. Ford.
Se encargó su construcción para reemplazar al USS Enterprise (CVN-65), aunque este último, fue dado de baja cuando el USS Gerald R. Ford, aún no había sido botado.
El nuevo portaaviones podrá transportar los aviones navales Lockheed Martin F-35 Lightning II junto con los no tripulados Northrop Grumman X-47B; dispondrá de más helicópteros y aviones de combate que otros portaaviones, y contará con armas láser para su defensa.
El Gerald R. Ford puede lograr un 25% más de lanzamientos de aeronaves por día que el anterior portaaviones el USS Nimitz (CVN-68) y requiere un 25% menos de tripulación. La Marina de Estados Unidos estima que ahorrará unos 4.000 millones de dólares en los costes de operación de la nave, durante un periodo de vida de 50 años.
Fuente: Galaxia Militar
El Subcomité de la Fuerza Naval y de las Fuerzas de Proyección del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, están intentando modificar parte del texto de la Ley de Autorización de Defensa Nacional para 2018 que podría evitar el requisito de enviar la nave a ensayos previos antes de su primer despliegue. Llevar a cabo las pruebas de mar completas, o FSST, ha sido siempre el plan desde el Congreso, cuando encargó su construcción mediante la Ley de Autorización de Defensa Nacional o NDAA en el 2008.
La Marina aún podría optar por hacer las pruebas correspondientes al Gerald R. Ford si lo desea, de acuerdo con los asesores de la US Navy. El plan para que la Marina realice los FSST al portaaviones, está siendo apoyado por Michael Gilmore, ex director de la oficina de prueba y evaluación, y por el Senador por Arizona John McCain.
Si se promulga de forma oficial la modificación de la Ley, será una buena noticia para los planificadores de la flota que se oponen a la medida porque consideran que retrasaría el primer despliegue del (CVN-78) Gerald R.Ford. En caso de que no se efectúen las pruebas, se adelantaría un año sobre las fechas iniciales de puesta en servicio.
Gerald R. Ford (CVN78) Chris Oxley
La flota se ha tensado bajo el peso de las exigencias implacables de cumplir con los objetivos, y esto, unido a un mayor recorte presupuestario, está creando muchos retrasos en el pago a las empresas dependientes de Northrop Grumman Shipbuilding la división constructora marítima.
El portaaviones completó con éxito sus ensayos de aceptación el 26 de mayo después de que la Junta de Inspección e Inspección de la Armada completara la evaluación del buque y fuera aceptado por la Marina el 1 de junio.
La Marina todavía sigue trabajando en las comprobaciones de varias de las nuevas tecnologías incorporadas, incluyendo los Sistemas de Lanzamiento de Aeronaves equipado con catapultas electromagnéticas, y los cables de frenado turbo eléctricos, que permiten mejorar la velocidad de despegue y de aterrizaje, así como extender la vida útil de las aeronaves de cubierta debido a menor presión aplicada contra el fuselaje. El servicio originalmente tenía mucho tiempo para hacer esto, porque no estaba programado para el despliegue hasta el 2022.
Si finalmente pueden omitirse los ensayos de pruebas, el Comando de Fuerzas de la Flota probablemente podría disponer del barco en los despliegues para el 2019 o 2020, que era el plan establecido antes de los retrasos por problemas técnicos. Eso supondría presión sobre la Marina y también sobre el contratista para acelerar el proceso.
Conseguir que el Gerald R. Ford esté más pronto, sería una victoria para las fuerzas de la flota, que han estado intentando conseguir que el nuevo barco no vuelva a sufrir más retrasos. El cambio de esta situación, aliviaría la presión mientras la Marina busca mantener una presencia continuada de portaaviones frente a las costas de Corea del Norte y en el Golfo Arábigo, dijo Bryan Clark, analista del Centro de Evaluaciones Estratégicas y Presupuestarias.
“En última instancia, si no tienen que hacer el programa de pruebas significará que se puede reducir más rápidamente el estrés en los marineros”, dijo. “Una vez que el Ford esté activado, lo más probable es que los portaaviones de la costa Este cubran esencialmente el Medio Oriente por periodos cortos y los operadores de la Costa Oeste cubran los espacios en el Pacífico mientras que el USS Ronald Reagan (CVN-76) se encuentra en mantenimiento”.
El nuevo CVN-78 será un portaaviones nuclear de la clase Gerald R. Ford. Da nombre a su clase, compuesta en principio por 3 portaaviones, el propio USS Gerald R. Ford (CVN-78), el USS John F. Kennedy (CVN-79) y el USS Enterprise (CVN-80). Recibe su nombre en honor al 38 Presidente de los Estados Unidos, Gerald R. Ford.
Se encargó su construcción para reemplazar al USS Enterprise (CVN-65), aunque este último, fue dado de baja cuando el USS Gerald R. Ford, aún no había sido botado.
El nuevo portaaviones podrá transportar los aviones navales Lockheed Martin F-35 Lightning II junto con los no tripulados Northrop Grumman X-47B; dispondrá de más helicópteros y aviones de combate que otros portaaviones, y contará con armas láser para su defensa.
El Gerald R. Ford puede lograr un 25% más de lanzamientos de aeronaves por día que el anterior portaaviones el USS Nimitz (CVN-68) y requiere un 25% menos de tripulación. La Marina de Estados Unidos estima que ahorrará unos 4.000 millones de dólares en los costes de operación de la nave, durante un periodo de vida de 50 años.
Fuente: Galaxia Militar
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