Nuevos desarrollos de C-UAV
Madrid
G. Soriano
Francia programó la compra de este tipo de desarrollos coincidiendo con el momento en el que se detectó el vuelo de drones en las proximidades de hasta siete enclaves nucleares del país. Y en Estados Unidos, tras el episodio de la Casa Blanca, el fabricante del modelo Phantom que es el que acabó en los jardines presidenciales, la firma china DJI, llegó a anunciar que impediría a través de un software que sus aparatos sobrevolasen de nuevo zonas restringidas de la capital norteamericana. A partir de entonces, desde principios de año, se han ido multiplicando las revelaciones de nuevos C-UAV.
En junio la compañía de misiles europea MBDA anunció que había logrado derribar un mini-dron utilizando un generador láser que previamente había detectado y rastreado el objetivo. Más recientemente, hace un par de semanas, Infodefensa.com también recogía la presentación del nuevo sistema C-UAV de Airbus Defence and Space, capaz de detectar la intrusión de aeronaves pilotadas remotamente (RPA) y evaluar su amenaza potencial a distancias de entre cinco y diez kilómetros. El ingenio también es capaz de interrumpir en caso necesario la conexión entre el aparato y su operador o su sistema de navegación. Incluso está preparado para emplear sistemas avanzados que permitan tomar el control del aparato amenazante.
The Bulletin destaca en su último número algunos recientes desarrollos más. Sobre todo apunta el acuerdo alcanzado por el gobierno del Reino Unido y la NASA para obtener un sistema de identificación y rastreo de aeronaves en vuelo. Sin salir de ese país, ingenieros británicos del grupo Selex han construido un escudo de defensa denominado Falcon Shield para controlar los drones que podrían ser empleados en ataques o actividades ilícitas de otro tipo. El dispositivo está valorado en 311.000 dólares y emplea cámaras, un radar y sistemas electrónicos avanzados para rastrear RPA. Francia ha iniciado otro proyecto similar al Falcon Shield liderado por Thales para dotar a su policía y las fuerzas armadas.
Una iniciativa británica más es el llamado sistema de defensa anti UAV (AUDS, por sus siglas en inglés) presentado en la feria DSEI de Londres el mes pasado por las compañías Blighter Surveillance Systems, Chess Dynamics y Enterprise Control Systems, y que básicamente está pensado para su uso en fronteras remotas y áreas urbanas. Su precio supera los 1,2 millones de dólares.
También en DSEI la sueca Saab mostró su última versión del radar Giraffe AMB, modelo encargado por el Reino Unido para la defensa de las islas Malvinas, y que si bien se limita a detectar el vuelo de drones, puede combinarse con otros sistemas para destruirlos. La alemana Rheinmetall Defence eligió la feria de Londres igualmente para llevar su nuevo sistema láser naval contra aeronaves no tripuladas. Se trata de un arma que cuenta con cuatro láseres de alta energía (HEL) montados sobre una torreta y capaces de eliminar un RPA a 500 metros de distancia.
Otro proyecto C-UAV citado por The Bulletin es el desarrollado por el Instituto de Investigación Franco-Alemán San Luis y probado con éxito durante la última cumbre del G-8.
En Estados Unidos destaca el desarrollo que está realizando Shared Spectrum Company (SSC) por encargo del Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea (AFRL) para obtener un sistema que neutralice drones enemigos. Además trabajan en un dispositivo que se instalará en los drones para contrarrestar por su parte los sistemas que tratan de bloquear su vuelo. En Estados Unidos también se está probando el uso del láser de alta energía contra RPA.
Otra empresa norteamericana, SRC, está desarrollando un sistema, denominado TCUT, que actúa vinculado al radar LSTAR para bloquear las señales electromagnéticas de las que se sirven los drones.
Estos se encuentran entre los más destacados, pero hay más C-UAV en desarrollo y se multiplicarán a la vez que crece el uso de drones en todo el mundo.
Imágenes: NASA y Airbus DS
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