Si el Congreso aprueba el acuerdo, el Gobierno de Nueva Zelanda también comprará 24 motores turbopropulsores Rolls Royce AE-2100D3 y 15 sistemas de posicionamiento global (GPS) / sistemas de navegación inerciales (INS) integrados con dispositivos de seguridad GPS, aerotransportados.
La solicitud de Nueva Zelanda también incluye el reemplazo del procesador del sistema de contramedidas de infrarrojos para grandes aeronaves AN / AAQ-24 (V) N, (LAIRCM), el sistema de alerta de misiles AN / AAR-47, radios, sensores y otros equipos de comunicación.
La adquisición de la aeronave permitirá a la Fuerza Aérea de Nueva Zelanda hacer frente al riesgo que representan las ‘amenazas actuales y futuras’.
La posible venta también cumplirá con el requisito de apoyar las operaciones de la ONU y de otras coaliciones.
La Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa (DSCA) señaló: “Esta compra también incluye sensores y mejoras en el rendimiento que ayudarán a Nueva Zelanda durante la vigilancia y el reconocimiento marítimos, así como a mejorar su capacidad de búsqueda y rescate.
“Además, la capacidad de carga adicional y el rendimiento de la aeronave aumentarán en gran medida las capacidades de la misión antártica de Nueva Zelanda al tiempo que aumentan los márgenes de seguridad”.
El Gobierno de Nueva Zelanda seleccionó el C-130J en junio como la opción preferida para reemplazar los cinco aviones C-130H antiguos del país, debido al aumento de los costes de mantenimiento de las unidades existentes.
El C-130J fue preseleccionado para el programa de reemplazo debido a su ‘alcance y capacidad de carga útil’.
El país está tratando de dotar a las fuerzas de defensa con capacidad táctica de transporte aéreo.
Lockheed Martin es el contratista principal para la venta.(Source/Photo: Air Force Technology)
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