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lunes, 16 de diciembre de 2019

Se construye en Ezeiza el reactor multipropósito más moderno del mundo

Vista general de la obra que avanza en el Centro Atómico Ezeiza Crédito: Lemos Films

Permitirá cuadruplicar la producción de radioisótopos de uso médico para estudios funcionales y hacer investigación de punta; le dará al país un puesto de avanzada

Dentro del gran predio que ocupa el centro atómico ubicado a 33 km de la Capital, enmarcado a lo lejos por la cortina verde de los bosques de Ezeiza, se oyen martillazos, se advierte la actividad de las grúas y crece un monumental enjambre de cemento, tubos y varillas de hierro.

Se trata del esqueleto de un reactor nuclear multipropósito que se convertirá en el más moderno del mundo y, si todo se desarrolla como está planeado, ubicará al país en un puesto de avanzada en el mercado de radiofármacos y en la investigación con haces de neutrones, un área crítica para la producción, testeado y estudio de materiales.

El RA-10, tal su nombre técnico, "tendría que haberse finalizado antes, si hubiéramos recibido los fondos presupuestados -cuenta Herman Blaumann, gerente del proyecto de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA)-, pero esperamos que esté completo en 2022. Estamos previendo que podrá producir el 20% del molibdeno que se consume en el mundo [un isótopo que se utiliza para los estudios de medicina nuclear, como obtener imágenes funcionales de distintos órganos, y que genera un mercado de unos 100 millones de dólares]. La idea es que la Argentina entre a ese partido como un jugador importante. Pero además nos permitirá ensayar materiales y combustibles que hasta ahora no teníamos facilidades para testear. Y tendrá herramientas para investigación y desarrollo basadas en 'técnicas neutrónicas', algo que abre un horizonte nuevo para el país. Es una instalación que sostiene la posición de referencia que tiene la Argentina en el escenario de la tecnología nuclear".

Esperamos que esté completo en 2022; Estamos previendo que podrá producir el 20% del molibdeno que se consume en el mundo

"El RA-10 cuadruplicará la producción actual de radioisótopos en la Argentina y cubrirá las próximas décadas -agrega el licenciado Osvaldo Calzetta, presidente de la CNEA-. Hoy, hay unos cuantos países que los fabrican, pero entre 2024 y 2028 se producirá un vacío importante, porque varios de los reactores que están actualmente activos habrán cumplido su vida útil, lo que presenta una oportunidad importante".

Según explica Calzetta, entre otras aplicaciones figura el "dopaje" de silicio, una operación que permite, a través de técnicas neutrónicas, lograr que el metal se vuelva un semiconductor, insumo para los autos eléctricos, que en los próximos años elevarán la demanda de ese material. Desde el punto de vista de la ciencia, ofrecerá algo que nunca tuvimos: una herramienta para hacer investigación y desarrollo con haces de neutrones, como estudios de materiales, composiciones, estructuras cristalinas. Pero además completará la capacidad que tiene el país de desarrollar y calificar combustibles para centrales nucleares.

Será algo así como un banco de pruebas: "Este tipo de equipos permiten hacer un envejecimiento más rápido del combustible nuclear que el que tendría en una central normal -destaca Calzetta-. Eso se hace para asegurar que no se va a deteriorar antes de lo previsto. Irradiar este tipo de materiales es un problema mundial y nosotros vamos a tener una herramienta que no solo utilizaremos aquí, sino que podremos ofrecer como servicio a otros".

Hecho en la Argentina

Desarrollado íntegramente en el país, este tipo de reactor se llama "multipropósito" porque genera neutrones (partículas del núcleo atómico sin carga eléctrica) en cantidad suficiente como para hacer irradiación de blancos que permiten fabricar isótopos de uso médico e industrial.

"Lo hacen mediante el proceso normal de fisión nuclear, pero en lugar de generar calor para producir energía eléctrica los liberan para irradiar materiales o para investigación -explica Tulio Calderón, gerente del área nuclear de Invap, contratista principal de este proyecto y compañía que construyó el más moderno de la actualidad, el OPAL, ubicado en Lucas Heights, Australia-. Son de potencias bajas, 20 o 30 megawatts, a diferencia de los reactores para generar electricidad, que pueden ser de 3000".

La idea de construir un nuevo reactor surgió alrededor de 2010, entre otras cosas para complementar al RA-3, que ya supera el medio siglo de vida.

"Esta facilidad es parte de un complejo de ciencia, radioisótopos y servicios a la industria que nos dejará parados en un lugar de avanzada en el mundo -destaca Calderón-. Los isótopos son cada vez más. Hasta ahora, alrededor de un tercio se fabrica en Holanda, en un reactor muy antiguo. Ese país hizo una licitación para reemplazarlo (que también ganamos nosotros), pero estará listo recién dentro de cinco o seis años como mínimo. La Argentina fabrica menos del 5% y exporta muy poco.

Cuando otros países no pueden abastecer, como está pasando ahora, tenemos una oportunidad muy interesante para transformarnos en un proveedor importante en la cadena mundial de suministros. Para 2030, se espera que estén funcionando solamente los reactores de Australia, de Holanda (que está en la etapa del diseño básico, en los papeles), uno coreano y el RA-10. Quizás uno brasileño, que también estamos haciendo nosotros, pero que solo está en la ingeniería de detalle".

"Big science"

Delante del edificio que albergará el reactor (cuyo núcleo estará inmerso en una pileta con agua pesada de 14 metros de alto), se despliega una enorme plataforma sobre la que se construirá el "hall de haces de neutrones".

Será el edificio científico del complejo o Laboratorio Argentino de Haces de Neutrones (LAHN). Proyectado con la idea de un centro abierto y provisto de un conjunto de instrumentos de última generación y alto impacto para el estudio de materiales, materia condensada, piezas industriales, muestras biológicas, fármacos y varias otras aplicaciones, estará a disposición no solo de la comunidad científica y tecnológica local, sino también de la internacional. Es lo que se conoce como "big science", ya que requieren instalaciones muy específicas, de alta complejidad y alto costo que no poseen todas las naciones.

Esperamos que el Gobierno ayude, que se entienda la prioridad que tiene este emprendimiento; por supuesto, dentro del contexto general" dijo Herman Blaumann

Ana Paula Cappadoro y Ángeles Machain
"Al no tener carga eléctrica, los neutrones interactúan con la materia de forma muy diferente de la de un electrón, un protón o cualquier otra partícula cargada -ejemplifica Calderón-. Como no se deflectan (desvían) por los campos magnéticos, las 'neutrografías' permiten ver otras características de los materiales, y hacer un tipo muy específico de ciencia. Cada una de las líneas tendrá neutrones rápidos, normales o lentos. Los haces llevan los neutrones a equipos de experimentación que permitirán analizar piezas mecánicas, de material orgánico (ya que cuando estas partículas están casi a la temperatura del cero absoluto no destruyen la materia, sino que son difractadas, y generan información muy distinta de la que se obtiene cuando uno ilumina con rayos X). Cada uno de estos equipos valen millones de dólares y los usa la comunidad mundial. En Australia, por ejemplo, ya están tomados todos los turnos de todos los días del año para los próximos 24 meses".

"Con este proyecto, por primera vez estamos donde hay que estar", dice Blaumann, ingeniero nuclear egresado del Instituto Balseiro que lo conduce desde su creación. No puede ocultar su orgullo. Igual que Nelson Salazar, veterano de estas lides que exhibe su casco, el mismo que usó en la construcción de Atucha. O Angie Machain, la jovencísima encargada de higiene y seguridad, que vigila celosamente que cada uno de los que ingresan a la construcción tenga equipamiento adecuado. O Ana Paula Cappadoro, ingeniera egresada de la Universidad Tecnológica Nacional de Santa Fe que dirige la obra civil.

"Esperamos que el Gobierno ayude, que se entienda la prioridad que tiene este emprendimiento; por supuesto, dentro del contexto general", concluye Blaumann, tan comprometido con este desafío que quienes lo conocen le dicen que tiene tres hijos biológicos, y un cuarto hijo llamado RA-10.(Source/Photo/Author: Nora Bär/La Nación)

jueves, 28 de marzo de 2019

Avance argentino: el nuevo hongo con más proteínas que la carne vacuna

El producto se llama 'Fusarium Venenatum' o 'Kernel', y contiene fibra, entre un 12 y un 15 por ciento de proteínas.


(XINHUA) - Científicos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) de Argentina, en colaboración con una empresa privada, desarrollaron un hongo con más proteínas que la carne vacuna y se proponen ahora descentralizar su producción para alcanzar comunidades vulnerables y permitir su acceso a alimentos a un bajo costo sin depender de variables climáticas o de infraestructura.

El producto se llama "Fusarium Venenatum" o "Kernel", y contiene fibra, entre un 12 y un 15 por ciento de proteínas y una gran cantidad de aminoácidos, incluyendo lisina, uno de los diez esenciales para el ser humano. Representantes del INTI y de la empresa EnyeTech recibieron a Xinhua en los laboratorios del organismo ubicados en la periferia noroeste de Buenos Aires, donde explicaron el valor social, ambiental y económico del proyecto.

La idea se remonta a la etapa posterior a la Segunda Guerra Mundial, cuando los titulares de la patente del producto en el Reino Unido, Marlow Foods, produjeron esta micoproteína bajo el nombre de Quorn como reemplazo de la carne. La patente caducó hace unos años, por lo que EnyeTech vio la oportunidad de desarrollarlo en Argentina, dijo a Xinhua el cofundador de la compañía, Horacio Acerbo.
Gigantesco avance argentino: el nuevo hongo con más proteínas que la carne vacuna
"La idea central es la descentralización de la fabricación de las proteínas, que tiene dos ámbitos. Uno es el social, que pueda llegar a comedores escolares. La idea es equilibrar los cerebros de la gente, porque de los 1 a los 5 años es cuando se genera el cerebro. El fin social es que todos los cerebros sean iguales para poder avanzar en la vida" a partir de alimentos con alto contenido proteico, precisó el CEO de EnyeTech.

El fin comercial, dijo Acerbo, está dado por la fabricación de "pequeños prototipos de electrodomésticos. La idea es que cada hogar tenga este electrodoméstico en el que se produce constantemente esta proteína, que nosotros llamamos Kernel".

Se trata de un producto "muy versátil, maleable y se le pueden agregar sabores dulces o amargos. La idea es que la gente en su casa todos los días tome 300 gramos de proteína de altísimo valor biológico, que no es de origen vegetal ni de origen animal", añadió.

Por su parte, Martín Blasco, jefe del Departamento de Bioprocesos del INTI y líder del proyecto, señaló a Xinhua que el equipo estudió cómo cultivar de forma segura y económica el hongo de alto contenido proteico, hasta lograr, luego de dos años de tareas, un repositorio que permite trabajar durante años con la seguridad de que no se contaminará.

"La idea innovadora es la descentralización de su producción. A diferencia del mercado usual de proteínas, en donde se producen en el campo o en zonas donde hay disponibilidad de animales, aquí, donde esté la demanda, está la proteína", señaló el científico.

Durante la labor científica, los expertos obtuvieron una cantidad de masa, de 150 a 300 gramos, con un aspecto muy parecido a una pasta de atún, se veían pequeñas fibras. "Nos animamos a probarla y tenía un gusto muy neutro. Tenía textura, pero no tenía gusto. Al principio nos desanimamos un poco, porque esperábamos que tuviese gusto a algo rico, que fuese llamativo desde el punto de vista del gusto, y después nos dimos cuenta que eso era una ventaja, porque significaba que podíamos estar haciendo el aporte proteínico para poder hacer los alimentos", resaltó Blasco.

El científico enfatizó que se dio a probar el insumo "a varias personas de empresas importantes de alimentación en Argentina y quedaron deleitados por el producto, no solamente por el gusto, que lo estaba dando el entorno, sino por las cualidades nutricionales que tiene".

Blasco subrayó que el producto "en términos de valor biológico, es superior a la carne, al típico corte que comemos acá. En escala de calidad de proteína, estamos mucho más cerca de la proteína del huevo, que es el límite superior, que es el 100. Estamos en un 85, contra la carne, que en
El funcionario del INTI ponderó que el proyecto apunta a la "descentralización de la producción, que tiene que ver con llevar la producción de proteínas desde los centros de producción típicos, a la casa. Con EnyeTech se está trabajando en el desarrollo de un dispositivo, como un electrodoméstico, que sea capaz de, luego de una carga de nutrientes, obtener alrededor de 300 gramos por día de Kernel, con lo cual se podría estar proveyendo la cantidad de proteínas para una familia tipo", resaltó.

Para el científico, la iniciativa "cambia las reglas del juego del mercado de alimentación y del acceso propio a las proteínas. Estamos planteando que no va a haber que ir a buscar la proteína al supermercado, sino que uno la va a poder producir en casa, independientemente de todo lo que implica la adquisición: transportarla desde el centro de producción al centro de distribución, de allí al supermercado, y del supermercado a casa".

A nivel de costos para las familias que podrían acceder al producto, Blasco dijo que los cálculos preliminares permiten un ratio de 150 gramos de proteína pura a un valor de dos dólares. Además, enfatizó, "es un producto muy amigable con el medioambiente. La carne utiliza alrededor de 20 mil litros de agua para producir un kilo de carne, y se están precisando alrededor de 2 mil litros de agua para producir un kilo de Kernel. Y la huella de dióxido de carbono se reduce 10 veces. No solamente tiene un cambio respecto de la reducción del sufrimiento animal. La huella ecológica de este producto es menor que la de las proteínas que usualmente estamos acostumbrados a consumir en casa", agregó.

A su turno, Diego Pasjalidis, subgerente de Transferencia Tecnológica del INTI, explicó a Xinhua la labor del organismo, que es "la vinculación entre las ciencias y las empresas. Utilizamos el conocimiento desarrollado por los científicos para aplicarlo en la parte práctica al desarrollo de las empresas, para nuevos productos, nuevos mercados, sustituir importaciones".

"La esencia del INTI es vincular el conocimiento de frontera, los últimos avances tecnológicos, para dar soluciones a las empresas", en un contexto en el cual "el mundo está necesitando alimentos. Nosotros, a través del conocimiento biotecnológico, estamos utilizando un hongo, a través de la optimización de un proceso, para poder comercializarlo, industrializarlo", destacó.

Pasjalidis hizo hincapié en que con la iniciativa se podrá llegar "a comunidades vulnerables que requieren alimentación a través de la tecnología. Esto hace que produzcamos un gran valor biológico usando la tecnología y de forma mucho más eficiente y económica". "El hongo puede ser generado en electrodomésticos en cualquier parte del mundo porque es una atmósfera controlada, no depende de variables climáticas ni de que se dispongan de altas dimensiones de terreno para poder explotarlo mejor", valoró.(Source/Photo: El Intransigente)

jueves, 31 de enero de 2019

Científicos del MIT convirtieron la señal de WiFi en electricidad

Gracias a este invento, el Wi-Fi podría convertirse en una fuente de energía generalizada.



Científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, han diseñado una maquina que convierte las señales de Wi-Fi en electricidad para alimentar los dispositivos electrónicos sin la necesidad de tener que cargarlo por la noche.

Los científicos han creado un pequeño artículo bidimensional con materiales muy delgados y flexibles, que absorbe las ondas de la red inalámbrica así como otras ondas electromagnéticas en el aire, y las convierte en electricidad.

Gracias a este invento, que convierte la señal en corriente directa útil, el Wi-Fi podría convertirse en una fuente de energía generalizada. De acuerdo con Tomás Palacios, profesor de ingeniería eléctrica e informática en el MIT, se ha allanado el camino para la recolección de energía sustraída del medio ambiente.

"Cuando tienes uno de estos dispositivos, estás recolectando energía las 24 horas del día, los 7 días de la semana (…) se podría cubrir el escritorio con un mantel electrónico y aunque solo esté en el escritorio, se estaría recolectando energía todo el tiempo", aseguró el investigador a la revista Nature.

Aunque la potencia lograda no supera el rango de los microvatios, el invento acerca al hombre a la posibilidad de obtener electricidad de casi cualquier sitio, y poder usarla en nuestros teléfonos celulares, computadoras portátiles y otra serie de aparatos.

Palacios y sus colegas diseñaron una antena que recibe la radiación emitida por cualquier aparato que use las frecuencias de los 2.4 gigahercios (GHz) y los 5.6 GHz. Esta corriente alterna fluye hacia un semiconductor de disulfuro de molibdeno (MoS2), donde se convierte en corriente eléctrica directa.

El sistema diseñado por los científicos del MIT tiene una eficiencia de entre el 30% y el 40% en pruebas de laboratorio, produciendo alrededor de 40 microwatts cuando se expone a señales que llevan 150 microwatts de potencia. "No suena como mucho comparado con los 60 vatios que necesita una computadora, pero aún se puede hacer mucho con eso", explicó Palacios.

Con el invento reutilizas toda la energía que se perdía (Foto: John Moore/Getty Images)

"Se pueden diseñar una amplia gama de sensores para monitoreo ambiental o detección química y biológica, que operan con un solo microwatt. O puedes guardar la electricidad en una batería para usarla más tarde ", agregó.

A pesar de que anteriormente se habían creado otros dispositivos de recolección de energía, estos eran rígidos, frágiles y muy complejos para fabricarse a gran escala. Por el contrario, las láminas de disulfuro de molibdeno se puede producir en máquinas industriales, lo que implica que puedan ser lo suficientemente grandes como para capturar cantidades útiles de energía.

"En el futuro, todo se cubrirá con sistemas electrónicos y sensores. La pregunta es ¿cómo podemos potenciarlos? ", concluyó Palacios.(Infobae.com)

lunes, 28 de enero de 2019

Se llama Neurus Ciencia en el fin del mundo: montan el primer detector de rayos cósmicos argentino en la Antártida

Además de alertar a la aviación civil, previene interferencias y fallos en sistemas de geoposicionamiento y satélites.

Dos de los científicos que están realizando la instalación del detector, en la base Marambio.

Desde hace 4.600 millones de años, la Tierra es bombardeada por una lluvia intangible de partículas de alta energía provenientes del espacio profundo que transportan información sobre objetos lejanos. Para medir su intensidad, un grupo de científicos argentinos desarrolló el primer detector antártico nacional de estos rayos cósmicos. Comprender el origen de estas emisiones energéticas servirá para prevenir fallos en los sistemas de geoposicionamiento y los satélites.

El detector que funcionará en la base Marambio, fue bautizado como Neurus, en honor al dibujo animado del artista gráfico Manuel García Ferré. Fue desarrollado por investigadores del Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE) junto a colegas del Instituto Antártico Argentino (IAA) y del Departamentos de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos (DCAO) y de Física (DF), de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. Se estima que estará operativo para fines de febrero.

Sergio Dasso, Matías Pereira, Adriana Gulisano y Omar Areso, los cuatro científicos que están instalando Neurus en la base Marambio.

“Para comprender el origen y el transporte de los rayos cósmicos se requiere de grandes conocimientos en física, en ciencias espaciales y en meteorología, ya que estas partículas energéticas interactúan con el medio interplanetario, con el campo geomagnético y con las partículas de la atmósfera antes de alcanzar la superficie de nuestro planeta”, señala Sergio Dasso del IAFE, director científico y encargado del desarrollo de Neurus junto con Adriana Gulisano del IAA.

Así, cuando los rayos cósmicos chocan con el campo magnético de la Tierra, crean infinidad de partículas secundarias que si bien no tienen ningún efecto sobre la salud de los humanos, pueden interferir en el funcionamiento de algunos dispositivos electrónicos.



“La variabilidad de los rayos cósmicos es clave para caracterizar las condiciones de la Meteorología del Espacio. Estos eventos pueden afectar sistemas de geo-posicionamiento, comunicaciones en radio-frecuencias o producir daños en satélites. Además, la organización internacional de aeronáutica civil podría utilizar los datos del detector para la toma de decisiones en el sistema de aviación civil”, describe Dasso.

El proyecto se enmarca dentro de una red colaborativa latinoamericana para observar rayos cósmicos llamada LAGO (Latin American Giant Observatory). Esta colaboración surgió como un sub-producto de los detectores de superficie (detectores Cherenkov) del Observatorio Pierre Auger, situado en Malargüe, Mendoza.

“El detector se compone de un recipiente ópticamente sellado que contiene agua pura (destilada y desmineralizada). Cuando ciertas partículas que poseen carga eléctrica y mucha energía (energías tan altas que viajan casi a la velocidad de la luz en el vacío, conocidas como "partículas relativistas") pasan a través del agua del detector, generan emisión de luz en el agua durante tiempos muy cortos, del orden del nano-segundo. Esta luz se esparce en las paredes internas del detector, que están cubiertas con un material especial que permite difundir la luz en su interior. Así, dentro del recipiente se genera un gas de fotones cuya energía es colectada por un dispositivo llamado foto-multiplicador (PMT), que amplifica la energía de la luz y permite generar una señal que puede ser registrada con un sistema electrónico adecuado”, explica Dasso.

La información que mida el detector es almacenada localmente en varios discos rígidos de gran capacidad, pero al mismo tiempo una síntesis de esos datos -que realiza un programa de computadora- va a ser transmitida en tiempo real en los servidores del IAFE, y puesta a disposición de la comunidad.

El detector se instalará en la base Marambio de la Antártida y estará operativo a fines de febrero.

“Neurus fue construido para detectar muones y otras partículas con carga eléctrica que se generan en la atmósfera durante la lluvia de rayos cósmicos. Estos rayos pueden proceder de fuera del sistema solar y portar una mayor carga energética; o tener origen solar, poseer menor energía y ser detectados en sitios ubicados en altas latitudes. Esto se debe a que el campo geomagnético opera como un escudo en regiones ecuatoriales o latitudes medias”, puntualiza Dasso.

En la actualidad, tanto los rayos cósmicos como las ondas gravitacionales son multi-mensajeros que nos traen información de objetos lejanos del universo.

“Los rayos cósmicos están compuestos principalmente por núcleos atómicos (protones, partículas alfa, núcleos pesados energéticos), neutrinos, o bien por rayos gammas. Los rayos gammas se observan desde hace mucho tiempo, son fotones de altísima energía, y pueden ser descriptas como oscilaciones del campo electromagnético. Mientras que las ondas gravitacionales han sido observadas recientemente por primera vez, y básicamente son vibraciones del campo gravitatorio tal como describe la teoría general de la relatividad de Einstein, sería como hacer vibrar las cuerdas del espacio-tiempo”, aclara Dasso.(Source/Photo/Author: MARCELO BELLUCCI/Clarín)

jueves, 25 de octubre de 2018

CAREM, el reactor modular

El reactor experimental de baja potencia cuyo diseño comenzó hace casi tres décadas avanza en la construcción de un prototipo en el marco de las restricciones presupuestarias y podría estar listo en un plazo de tres a cuatro años. Cuáles son sus características, por qué resultaría más seguro que las centrales tradicionales y qué usos podría tener más allá de la generación de energía.

Por Matías Alonso

Agencia TSS – El CAREM (por Central Argentina de Elementos Modulares) es un reactor experimental de baja potencia que, como su nombre lo indica, se puede utilizar de manera modular. Actualmente, es la única central nuclear de potencia (el prototipo en construcción será de 32 MW) que está en construcción en la Argentina, tras la paralización de Atucha III. Se está construyendo desde el año 2014 en el complejo atómico Atucha, en la localidad bonaerense de Lima, y podría ponerse en funcionamiento entre los años 2021 y 2022 –tras sucesivas postergaciones– de mantenerse el financiamiento del proyecto, ya que el presupuesto de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) ha sido recortado por el actual Gobierno a la mitad con respecto al del año 2015.

Esta pequeña central nuclear para la producción de energía eléctrica es de diseño argentino y prevé la integración local del 70% de los insumos, componentes y servicios que demanden. El interés del Gobierno por esta central parte de que el CAREM es considerado por la CNEA un desarrollo con potencial de exportación.

lunes, 22 de octubre de 2018

CONAE formará grupo técnico con capacidad de brindar soporte a misiones interplanetarias

El portal de noticias Río Negro, destaca que la CONAE trabaja en la formación de un grupo técnico con capacidad de brindar soporte a misiones interplanetarias.

BUSCAN PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN PARA LA ESTACIÓN ESPACIAL CHINA EN NEUQUÉN

Por Andrea Durán - Rio Negro

El organismo espacial argentino tiene disponible un 10% del tiempo de uso de la antena por año. Harán una convocatoria para recibir propuestas.

Complejo de antenas de espacio lejano
CLTC-CONAE en Neuquén.
La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) convocará a la comunidad científica del país a realizar propuestas para utilizar la estación china de observación del espacio lejano ubicada en Neuquén. En los próximos dos meses, se publicará un “llamado de oportunidad” para recibir proyectos de uso técnico de la infraestructura disponible y ya se trabaja con universidades para evaluar posibles usos de la antena.

El jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña, informó en el Congreso que, una vez seleccionadas las propuestas, “los recursos humanos que tomen intervención recibirán cursos de entrenamiento correspondiente en el uso del equipamiento de la estación”. “Una parte del tiempo será dedicado a experimentos radioastronómicos y otra parte para proyectos de soporte de misiones interplanetarias”, explicó.

Según el acuerdo firmado por la Conae y la agencia china CLTC, al organismo argentino le corresponderá un 10% del tiempo de uso de la antena por año, no acumulable. El convenio establece una vigencia de 50 años para el desarrollo de las actividades, aunque puede finalizar antes si alguna de las partes lo requiere.

Peña señaló que el gobierno nacional está en contacto con instituciones como el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), el Instituto de Tecnologías de Detección y Astropartículas (ITEDA), la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) para evaluar “los potenciales proyectos a realizar en el campo de radioastronomía, utilizando el equipamiento ya instalado en la estación o instalando un equipamiento adicional”.
Actualmente la estación brinda apoyo a la misión lunar QueQiao.
“Los proyectos bajo consideración son comunes a realizar con la estación DS3 de la ESA en Malargüe, por ser ambas estaciones muy similares”, aclaró. La antena ubicada en Mendoza fue construida por la agencia espacial europea y despertó menos polémica que la de Neuquén, aunque tienen casi iguales características.

Entre los proyectos a realizar indicados por Peña se mencionó la identificación de fuentes de rayos gamma, el estudio de la radiogalaxia Centaurus A, estudios de variabilidad de núcleos de galaxias activas, estudios de remanentes de supernova y regiones ionizadas, estudios fisicoquímicos de nubes protoplanetarias, estudio del medio interestelar y caracterización de fenómenos transitorios en radio.

El funcionario aclaró que, “en lo que se refiere al soporte de misiones interplanetarias, la Conae está preparando un grupo de especialistas que participen de las operaciones de la Estación CLTC-Conae-Neuquén para adquirir el conocimiento y experiencia en este rubro”. “Una vez adquirida la experiencia, la Conae podrá brindar soporte a las misiones interplanetarias en el marco de proyectos nacionales o en asociación en proyectos internacionales de los que forme parte”, explicó.

sábado, 20 de octubre de 2018

Se lanzó un satélite a Mercurio y la Argentina tiene un rol clave en la misión espacial

La misión BepiColombo de la ESA intentará desvelar los múltiples secretos del planeta menos conocido de nuestro Sistema Solar. En Argentina hay una de las tres antenas de espacio profundo que puede recibir los datos que envíe la nave espacial

Por Víctor Ingrassiatter - Infobae

Anoche a las 22:45 hora argentina, se lanzó desde la Guyana Francesa la sonda espacial BepiColombo, la primera misión europea a Mercurio, el planeta más cercano al Sol.

Mercurio es el planeta más pequeño y más cercano al Sol y por lo tanto el menos explorado. Ha habido dos misiones con el objetivo de explorar Mercurio: la Mariner 10 de la NASA en marzo de 1974, en la que el profesor Giuseppe Colombo diseñó la trayectoria de la misión; la otra fue Messenger, también de la NASA, que ha estado orbitando Mercurio desde 2011.


Esta última ha respondido algunas preguntas de la era del Mariner pero también ha generado muchas más. El resultado es que Mercurio es un planeta que aún esconde muchas incógnitas para los científicos.

La nueva misión BepiColombo, llevada adelante por la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Espacial Japonesa (JAXA), estudiará muchos aspectos del planeta,en particular la composición, la geofísica, la magnetósfera y en la medida de lo posible su historia.

Ingenieros europeos ensamblan la nave doble de la nueva misión a Mercurio

Concretamente investigar su origen y su evolución, estudiar su estructura interior, la geología del planeta, sus cráteres, examinar su atmósfera y magnetósfera y la dinámica de ambas, investigar los depósitos polares e incluso hacer una prueba más de la teoría de la relatividad general de Einstein.

Participación clave argentina

Pero en medio de esta importante misión espacial al más pequeño de los planetas de nuestro Sistema Solar, la Argentina tiene un rol clave para que la misión tenga éxito.

La antena DSA 3 se eleva en las cercanías de Malargüe, Mendoza (ESA)

Se trata del seguimiento que llevará adelante la Antena de Espacio Profundo (DSA3, Deep Space Antena 3) ubicada en Malargüe, en la provincia de Mendoza, que gracias a una inversión reciente de más de 4 millones de dólares está lista para recibir la información que la nave transmita en su órbita a Mercurio.

La distancia de la Tierra y Mercurio oscila entre un máximo de 218.900.000 kilómetros y un mínimo de 91.700.000 kilómetros, dependiendo de las posiciones relativas de cada planeta en el sistema solar.

La estación DS3 opera desde el año 2012 y estableció enlaces críticos con algunas de las misiones europeas más importantes como Mars Express en 2013, Gaia y Rosetta.

La mole gigante de 40 metros de altura, 35 metros de diámetro y 610 toneladas se eleva sobre los cerros cercanos a la localidad mendocina de Malargüe y rompe con el paisaje agreste de la zona.

"Se trata de una de las tres antenas satelitales de espacio profundo que tiene la ESA distribuida en todo el mundo y que conforma una de las pocas ventanas que tiene el planeta Tierra para espiar los secretos del Universo", explicó a Infobae Diego Pazos, coordinador de las actividades de la ESA en la Argentina a través de la empresa Telespazio Argentina.

Y agregó: "La Estación de Malargüe se complementa con otras dos antenas hermanas en la Tierra para afrontar las misiones de espacio profundo de la ESA. Las otras dos se encuentran ubicadas en la localidad de Cebreros (España) y de Nueva Norcia (Australia), todas levantadas a unos 120 grados de diferencia una de otra".

La inversión de la ESA fue de 50 millones de euros y su actualización de software requirió otros 4 (ESA)

"Esto permite mantener la visibilidad y comunicación las 24 horas del día con cualquier sonda de espacio profundo, que operan a más de 2 millones de kilómetros de la Tierra, donde las comunicaciones requieren un apuntado mecánico y una calibración de alta precisión", precisó Pazos, de Telespazio Argentina, el operador que da soporte a las instalaciones de la ESA en el país.

Este trío forma parte de la red Estrack de la ESA, un sistema global de estaciones de seguimiento que comunican los satélites en órbita con el Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) en Darmstadt, Alemania. El núcleo de esta red está formado por 10 instalaciones repartidas por siete países.

Autoridades argentinas durante la reinauguración de la antena en Mendoza, con nuevas prestaciones

Stanislav Makarchuk, experto en Navegación Satelital de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), resaltó a Infobae la importancia de la nueva misión espacial para Argentina: "Tenemos un interés muy grande en la misión BepiColombo, por los datos que podremos recibir y estudiar. Argentina tiene permitido el 10% del tiempo de operación de la Antena DSA3 y eso contribuye a expandir los conocimientos científicos en los investigadores locales".

Y agregó: "Ya venimos realizando capacitaciones en los técnicos de la Conae por parte de ESA en las tareas de TT&C de la Misión, tanto en la Estación DSA3, como en el Centro de Operaciones Espaciales Europeo (ESOC, por European Space Operations Centre), situado en Alemania.

La antena se eleva 40 metros y está emplazada a 1.550 metros sobre el nivel del mar (ESA)

"Esto brindará nuevas perspectivas de vinculaciones para los países de la región en materia de misiones de espacio profundo y ciencias planetarias", agregó Makarchuk.

A través de un acuerdo de colaboración firmado entre la CONAE y la ESA, se llevan adelante diversas acciones de colaboración en distintas áreas de la actividad espacial. En dicho convenio se estableció la provisión a la Argentina de hasta un 10% de tiempo de antena por año.

Estas actividades se llevan a cabo a través de instituciones científicas como el Instituto de Tecnologías en Detección y Astropartículas (ITeDA Mendoza), el Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE), el Observatorio de La Plata, el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR) y la CONAE.

Los misterios que envuelve Mercurio

La misión BepiColombo de la ESA intentará desvelar los múltiples secretos del planeta menos conocido de nuestro Sistema Solar. Mercurio cuenta con la protección especial nada menos que del mismísimo Sol: toda nave que quiera explorar el mundo más próximo a nuestra estrella deberá hacer frente a temperaturas y niveles de radiación extremos.

Temperaturas y niveles de radiación extremos deberá afrontar la misión a Mercurio

La ESA y JAXA se han unido en BepiColombo, una misión de dos naves espaciales que viajarán por el espacio durante más de 7 años antes de alcanzar al escurridizo planeta Mercurio. Airbus, como contratista principal de ESA, es responsable del diseño y la construcción del Orbitador Planetario de Mercurio y del resto del hardware europeo del ingenio espacial.

La nave espacial constará del escudo solar (MOSIF) así como de otros tres módulos, que son: el "Orbitador Planetario a Mercurio" (MPO) europeo; el "Orbitador Magnetosférico a Mercurio" (MMO) de la JAXA; y finalmente el "Módulo de Transferencia a Mercurio" (MTM) que llevará a los dos vehículos espaciales a su destino y cuya estructura preparada para las diferencias de temperatura de hasta 500 grados Celsius ha sido desarrollada por Airbus en España.

El cohete Ariane 5 será el lanzador de BepiColombo

La misión debe su nombre a Giuseppe Colombo (apodado familiarmente como Bepi), el científico que descubrió que Mercurio gira tres veces por cada dos órbitas alrededor del Sol y contribuyó decisivamente a desarrollar la tecnología para realizar viajes interplanetarios.

El trayecto de la Tierra a Mercurio requiere reducir la velocidad de la nave espacial y permitir que la gravedad del Sol atraiga a la nave hacia sí, reduciendo de esta manera el tamaño de la órbita. Para alcanzar la velocidad adecuada para que la gravedad de Mercurio la atraiga a su órbita, la nave espacial debe reducir la velocidad en 7 km/s, siete veces el empuje que se precisa para llegar a Marte. BepiColombo consigue este frenado a través de nueve sobrevuelos planetarios (1 a la Tierra, 2 a Venus, 6 a Mercurio) y el uso de un sistema de propulsión eléctrica, especialmente desarrollado para la misión, que aporta 4 km/s de frenado.

Tras siete años de viaje y 18 órbitas alrededor del Sol para entrar en la órbita de Mercurio, el MTM se separará y el Orbitador Planetario de Mercurio será el que se encargue de la propulsión. Por medio de una captura en condiciones de gravedad libre, el conjunto de módulos apilados recibirá el impulso para colocarse en órbita alrededor de Mercurio y posteriormente irá descendiendo hacia las órbitas científicas.

El Orbitador Magnetosférico de Mercurio se desprenderá y se lanzará a su órbita antes de que se separe el escudo solar y el Orbitador Planetario de Mercurio siga descendiendo a su órbita de destino. A partir de ese momento, los orbitadores realizarán los análisis más profundos que se hayan realizado hasta el momento sobre Mercurio.

Infografía de la misión BepiColombo

Controlar la órbita de una nave sobre Mercurio es increíblemente difícil. La nave espacial viajará 6.900 millones de kilómetros hasta su destino y estará expuesta a una radiación solar diez veces más fuerte que la de la Tierra. Además, la abrasadora superficie del planeta puede alcanzar temperaturas de 470 °C, lo bastante como para reflejar el calor a las naves. Por lo tanto, es fundamental protegerlas, de lo contrario podrían fundirse.

De lograr todas estos retos que parecen imposibles de cumplirse, aún quedará el desafío mayor. Que la información que la nave espacial envíe a 10 minutos luz de la Tierra, llegue a destino. Y allí la gran antena de la ESA en Mendoza tendrá un rol clave para la ciencia y el conocimiento del más misterioso de los planetas de nuestro sistema solar.

jueves, 18 de octubre de 2018

Naciones Unidas destacó como caso de éxito el modelo de producción de vacunas de una empresa argentina

La alianza público-privado es un ejemplo para la ampliación del acceso a la salud que puede ser reproducida a nivel regional y global

 El informe de la ONU 2018 se llamó: “Sector Privado: ¿Quién debe rendir cuentas?”

El compromiso del sector privado por proteger la salud de las mujeres, niños y adolescentes es un aspecto clave en la Agenda para el Desarrollo Sostenible establecido por la Organización Naciones Unidas (ONU), y es allí donde hace foco el informe 2018 elaborado por su Independent Accountability Panel (IAP, según sus siglas en inglés), dado a conocer días atrás, que describe un puñado de casos de éxito que tuvieron un impacto positivo en el área salud.

Uno de ellos destaca la experiencia de Sinergium Biotech, compañía argentina que en virtud de un modelo de alianzas y transferencias tecnológicas motoriza el desarrollo y la producción de las modernas vacunas contra la gripe influenza, el HPV y el neumococo.

"Esta es una experiencia poco común en el mundo. En el marco de la elaboración de este informe recibimos un gran número de expedientes con experiencias de muchos países y observamos que es poco común que una empresa privada tenga este sentido del bien común, del bien público, junto con una concepción de la responsabilidad social en relación a la salud, como ha demostrado Sinergium Biotech", declaró Alicia Ely Tamin, miembro del IAP que participó de la elaboración del Informe 2018 "Sector Privado: ¿Quién debe rendir cuentas?".

Dicho informe analiza el impacto sobre tres áreas clave en las que está involucrada la participación del sector privado: la prestación de servicios de salud, la industria farmacéutica y el acceso a los medicamentos.

En el encuentro, se destacó la importancia de que los gobiernos y parlamentos generen 
políticas y reglamentaciones para la industria farmacéutica.

En lo que respecta al papel de la industria farmacéutica, el panel IAP de la Organización Naciones Unidas recomienda en sus conclusiones que para garantizar un acceso equitativo y asequible a medicamentos y productos sanitarios esenciales de calidad para todas las mujeres, los niños y los adolescentes, es central que los gobiernos y los parlamentos fortalezcan las políticas y la reglamentación que rigen la industria farmacéutica.

"El fortalecimiento de la rendición de cuentas por la industria farmacéutica para armonizarla con la salud pública debería consistir en una mezcla de autorregulación efectiva de conformidad con políticas, leyes y códigos de conducta sólidos internos y de cumplimiento estricto de las normativas gubernamentales y legislativas, así como políticas que ofrecen incentivos a las empresas", advierte el informe.

Contribución a la salud pública

En su apartado referido al papel de la industria farmacéutica, el Informe IAP 2018 subraya el valor del modelo implementado por Sinergium Biotech junto con el gobierno argentino. "Esta experiencia muestra cómo las compañías farmacéuticas, que ejemplifican la ciudadanía corporativa y una asociación constructiva con las autoridades regulatorias de un gobierno, pueden trabajar para contribuir a la salud pública mundial", se destaca en el resumen ejecutivo del panel, en el que se describe como la asociación con una compañía multinacional para la transferencia de tecnología permitió que se pueda abastecer al país de vacunas, muchas de las cuales son dispensadas en forma gratuita a los grupos en riesgo, pues integran el calendario vacunatorio oficial.

"Me parece que este es un ejemplo modelo de una buena práctica que sería excelente reproducir en otros países –agregó Alicia Ely Tamin, especialista en salud pública y directora del Programa JD/MPH de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard–. Creo que para ello se requiere, primero, de buena disposición y una actitud de parte del gobierno y de la empresa privada que, insisto, no es muy común. Teóricamente, es un modelo que sería reproducible en Brasil, en México y en algunos otros países de la región, e incluso del mundo. Pero para ello es fundamental que se produzca una combinación de factores que no es usual. Es por ello que el panel [IAP] coincidió en subrayar este ejemplo como un modelo para seguir y para explorar en otros países".

La planta de Sinergium Biotech está ubicada en la localidad de Garín

Sinergium Biotech nació como respuesta a la pandemia de influenza A (H1N1) de 2009, cuando la mayoría de la producción de vacunas tenía lugar en los países de altos ingresos, lo que colocaba a las naciones de ingresos medios y bajos en una situación de acceso restringido a estas medidas clave de prevención. Actualmente, la compañía produce en la Argentina la vacuna antigripal, la vacuna neumocócica conjugada, la vacuna tetravalente contra el Virus del Papiloma Humano y medicamentos biotecnológicos de alta complejidad, en asociación con la primera planta de producción de anticuerpos monoclonales de América del Sur, mabxience.

Ubicada en la localidad de Garín, provincia de Buenos Aires, su planta de producción posee una capacidad productiva anual que alcanza los 30 millones, incluyendo jeringas y viales. La compañía también tiene en marcha diversos programas de investigación y desarrollo de productos con investigadores locales del CONICET y otras universidades e instituciones internacionales.

Infobae

viernes, 31 de agosto de 2018

Avances del RA-10: montaje de la pileta


El Ministro de Energía de la Nación, Javier Iguacel, el Subsecretario de Energía Nuclear del Ministerio de Energía de la Nación, Julián Gadano, el presidente de la CNEA, Osvaldo Calzetta Larrieu y el gerente del proyecto Herman Blauman, encabezaron el acto del montaje de la pileta principal del reactor del reactor RA10, que se construye en el Centro Atómico Ezeiza.

Estuvieron también presentes autoridades del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, la ARN, INVAP, CONUAR, Dioxitek, autoridades de la Municipalidad de Ezeiza, la empresa constructora de la obra civil, Caputo, y la empresa metalúrgica Secin S.A. que hizo el componente.

EL NUEVO REACTOR TENDRÁ UNA POTENCIA TÉRMICA DE 30 MW, EL DOBLE DEL RA-3, CON UNA CAPACIDAD DE PRODUCCIÓN DE 2.900 CURIES POR SEMANA.

La pileta  es uno de los componentes fundamentales de este reactor, dado que alojará el núcleo de componentes conformado por los elementos combustibles, las barras de control y demás dispositivos que lo constituyen. Por su parte, la pileta de servicios constituirá el recinto que permitirá aprovechar sus distintas funcionalidades. La pileta del reactor –que equivale a la vasija de presión si se tratase de un reactor de potencia– es un componente estratégico porque alojará el núcleo del RA-10. Posee 14 metros de altura por 4,5 metros de ancho y a sus lados se pueden ver los distintos cilindros que serán acoplados a las tuberías que permitirán su funcionamiento. Su diseño es resultado del trabajo de ingenieros y técnicos de la CNEA e INVAP y fue fabricado por la metalúrgica SECIN, ubicada en Quilmes, desde donde fue trasladada en una sola pieza hasta el Centro Atómico Ezeiza.

“Estoy muy emocionado porque esto es muy importante para el país y todo lo que podamos avanzar en la aplicación de tecnología le devuelve calidad de vida a nuestra gente”, aseguró Iguacel, por su parte, Julián Gadano afirmó que “esto es una demostración más de que la CNEA es la institución que representa el clúster tecnológico más importante que tiene la Argentina. En tanto, el gerente del Proyecto RA-10, Herman Blaumann, apuntó que el proyecto ya tiene un grado de avance del 50%, mientras que el suministro, fabricación y montaje registra un 40% de avance. Blauman  adelantó las próximas actividades programadas “se realizará el montaje del tanque de decaimiento y la pileta de servicio, que son los tres componentes de mayor envergadura del reactor. Posteriormente, se cerrará el edificio en su totalidad”, a la vez que recordó que ya “estamos formando el plantel de futuros operadores del reactor y se continúa con las tareas de licenciamiento para tener lista la licencia de puesta en marcha a fines de 2021″.

RA10. Radioisótopos, ciencia y haces de neutrones

El Proyecto RA-10 es parte del plan nuclear lanzado en 2006 que lanzó su licitación en 2014 e incluye el diseño, construcción, montaje y operación de un reactor nuclear multipropósito que tiene como fin la provisión de radioisótopos de uso médico e industrial, y también brindar capacidades nucleares para la investigación científica.

El RA-10 se está construyendo en el Centro Atómico Ezeiza, junto al reactor RA-3, considerado en la actualidad la principal fábrica de Molibdeno 99 (Mo99) de toda la región, inaugurado formalmente el 20 de diciembre de 1967 con una potencia de 10Mw. El nuevo reactor tendrá una potencia térmica de 30 megawatts, el 50% de la potencia del OPAL y el doble del RA-3.

Según informan especialistas, actualmente, el RA-3 produce 450 Curies por semana (es la medida usada en radioisótopos), la mitad de demanda nacional y el resto se exporta a Brasil, que compra además a otros países. El Curie tiene un valor de mercado internacional de alrededor de 500 dólares, que varía según diferentes aspectos. La demanda crece, en el país y en el mundo, alrededor del 10%.

“En un futuro el RA-10 podrá producir 2.900 Curies por semana. La idea es primero autoabastecernos por completo. Luego abastecer toda la demanda de Latinoamérica y finalmente ir en busca del mercado mundial, ya que tendrá capacidad de abastecer hasta un 10 por ciento”, señaló Blaumann.

Junto a las instalaciones del reactor funcionará el Laboratorio Argentino de Haces de Neutrones (LAHN), donde se formará a profesionales y técnicos, a fin de alcanzar capacidades de investigación en ciencias básicas y aplicaciones tecnológicas que contribuyan a la conformación de un polo regional de ciencia y tecnología.

miércoles, 22 de agosto de 2018

Desarrollan en el país el segundo magnetómetro criogénico del mundo

Cri.Ar, desarrollado en una fusión de empresas, es un equipo capaz de medir el paleomagnetismo en rocas en la exploración de hidrocarburos.


El Paleomagnetismo es el estudio del campo magnético terrestre registrado por las rocas en el momento de su formación o durante procesos geológicos relevantes ocurridos con posterioridad. Poder medirlo es vital para la industria petrolera, ya que arroja información clave sobre la formación del petróleo y la trampa geológica que lo arraiga, reduciendo los riesgos de inversión.

El equipamiento capaz de hacerlo se denomina magnetómetro criogénico y hasta el momento, el único fabricante en el mundo se encontraba en California, Estados Unidos. Un desarrollo tecnológico argentino de vanguardia liderado por la empresa La.Te Andes en conjunto con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la empresa Endeavour Ingeniería, hizo posible que nuestro país cuente con el segundo equipamiento en el mundo apto para medir el paleomagnetismo de rocas con sensores superconductores.

“El magnetómetro criogénico es un instrumento que permite determinar cómo era el vector cuando se formó la roca, es decir, dónde estaba el polo norte o polo sur en el momento en que la misma se formó. Tiene altísima tecnología y electrónica muy sofisticada”, explica Roberto Hernández, Presidente de La.Te Andes.

Además, agrega: “El proyecto Cri.Ar nos convierte en la segunda fábrica de este tipo de tecnología en el mundo y nos va a permitir generar una estructura de servicios de alta velocidad por la estructura de robotización alcanzada. El equipo procesa una muestra cada tres minutos, es decir que la volumetría de análisis está a la altura de la que demanda la industria del petróleo”.

En efecto, el Cri.Ar -que ya se encuentra en fase operativa- cuenta con capacidades similares o superiores a los magnetómetros comerciales, a una fracción del costo. En términos técnicos, el equipo permite la obtención de información relativa a tiempo de la deformación, orientación de coronas, cuantificación de rotaciones, ubicación cronoestratigráfica de perfiles sedimentarios y tasas de sedimentación.

Los doctores del CONICET con asiento en la CNEA, Julio Guimpel, Mariano Gomez Berisso, Víctor Correa, Pablo Pedrazini, y Marcelo Vasquez Mansilla formaron parte del equipo que desarrolló la innovación. La conceptualización del diseño, la programación de un software para el control del magnetómetro, y la definición de mecánica y electrónica, son sólo algunas cuestiones que tuvieron que resolver junto a personal de La.Te Andes y Endeavour Ingeniería.

El investigador principal Julio Guimpel, director del proyecto, comenta: “Siempre es desafiante enfrentarse con el diseño de un equipo nuevo. En este caso, que tuviera el condimento de que fuera necesario para una empresa que está haciendo prospección, lo que a su vez significó hacer un desarrollo que sea productivo para el país, fue muy motivador”.

“Nosotros producimos conocimiento pero también es necesario poner en valor ese conocimiento en provisión de servicios o en bienes de naturaleza tecnológica. En este caso, se trata de un nicho único porque no hay compañías que hagan lo mismo; es un aparato que no se encuentra disponible en el mercado”, agrega Gomez Berisso, investigador independiente que integra Laboratorio de Bajas Temperaturas en la CNEA, y que puntualmente estuvo involucrado en la parte mecánica y criogénica del equipo.

La complementariedad de disciplinas y recursos como estrategia

Tener en nuestro país un magnetómetro criogénico es el resultado de la sinergia entre empresas decididas a apostar al crecimiento de la industria a partir de la innovación, y del apoyo de instituciones científicas como el CONICET y la CNEA, que promueven el avance tecnológico del país, el desarrollo de la economía nacional y el mejoramiento de la calidad de vida.

“El proyecto CRI.AR fue un proceso de un año, gracias a que hay más decincuenta años de desarrollo científico es estos temas en nuestro país. Encontramos una oportunidad en la industria y las capacidades de poder abordarla conjuntamente con el sistema científico nacional”, sostiene el presidente de La.Te Andes.

“En este proyecto de alta complejidad era clave la complementariedad y formar grupos interdisciplinarios que manejen diversos conocimientos”, agrega Nicolás Hernández, socio gerente en la empresa Endeavour Ingeniería, quien tomó el rol de coordinador general del proyecto.

“Argentina tiene un potencial científico y tecnológico enorme y capacidades que lo diferencian de otros países. Solo falta explotarlo. Este proyecto es un intento de hacerlo”, añade.

Una empresa fruto de la unión público-privada

La.Te Andes es una empresa mixta privado-pública de base tecnológica localizada en la provincia de Salta, integrada por la empresa GEOMAP S.A. (51%) y el CONICET (49%). Cuenta además con la colaboración de otras instituciones del sistema científico tecnológico nacional y del exterior.

Desde su conformación, la empresa se ha constituido en un núcleo tecnológico productivo de innovación para el desarrollo energético y científico aplicado, buscando cuantificar la variable tiempo, fundamental en el impacto económico en la evaluación de emprendimientos hidrocarburíferos, entre otros, tanto en etapa de exploración como de desarrollo. Entre sus objetivos están la elaboración y ejecución de proyectos estratégicos de base tecnológica orientados a resolver problemáticas sensibles en la valoración de georecursos (hidrocarburos, yacimientos minerales, geotermia, entre otros).

Fuente: CONICET

lunes, 6 de agosto de 2018

La científica argentina que desarrolla órganos en miniatura para probar drogas oncológicas

La doctora Marina Simian aplica esta tecnología para crear organoides de hígados y corazones. 

La doctora Marina Simian, del Instituto de Nanosistemas de la UnSam, con su equipo de trabajo. (Lucía Merle)

Marcelo Bellucci - Clarín

Los sistemas biológicos en miniatura, también llamados organoides, son estructuras tridimensionales de células que se asemejan en arquitectura y función a los órganos reales. En el país, un equipo de la Universidad Nacional de San Martín (USAM) liderado por la doctora Marina Simian aplica esta tecnología sanitaria para mejorar las pruebas de laboratorio en tratamientos oncológicos.

Los organoides, también llamados órganos en un chip, pueden ser de hígado, corazón u otras vísceras y sólo pueden ser analizados a través de un microscopio. Se generan en pequeños tubos por los que corren diversos fluidos, ya sean nutrientes, sangre, antibióticos o cosméticos. “Se los define como un grupo de células capaces de organizarse en un sistema de cultivo en tres dimensiones, como el órgano del cual se origina o el que se pretende reproducir”, precisa Marina Simian, investigadora del CONICET, que trabaja en el Instituto de Nanosistemas de la USAM.

En el laboratorio. Marina Simian, del Instituto de Nanosistemas de la UnSam. (Lucía Merle)

Pueden ser replicados empleando dos métodos: a partir de un tumor o bien, de células madre. En el primer caso, “lo disociamos en pedacitos muy pequeños y luego cultivamos estos fragmentos. En condiciones adecuadas, las células se reorganizan espacialmente, como lo hacen en el órgano del cual parten. En el caso de las células madre, pueden ser obtenidas de un órgano adulto, células pluripotenciales inducidas, que se generan reprogramando fibroblastos de la piel o células madre embrionarias”, explica Simian.

El equipo de Simian -uno de los pocos que se dedica a producir estos órganos de laboratorio en el país- ya cultivó y reprodujo células tumorales de bioblastoma y de un tipo de cáncer de mama en particular, junto con otras células del sistema inmune denominadas macrófagos.

Entre sus amplios beneficios se cuenta la mejora en las pruebas terapéuticas de laboratorio que recurren al ensayo con animales. “El esquema tradicional en el cual se realizan ensayos en células en dos dimensiones y luego se pasa a animales, sobre todo ratones, tiene un alto índice de fracaso. En oncología se calcula que el éxito es del 5%. En promedio una droga para llegar al mercado cuesta mil millones de dólares y tarda entre 10 y 15 años. Desde que se comenzó a trabajar con organoides alcanzaron muchos casos de éxito en el corto plazo. También los costos se reducen ya que no hay trabajo en animales y supone conflictos éticos. Por otra parte, se trabaja en un contexto de tejidos humanos donde se crean condiciones de cultivo que permiten que las células funcionen como lo hacen en el cuerpo”, detalla Simian.

Pero no es la única posibilidad. “La otra alternativa es para diseñar medicina personalizada. Cuando operan a una persona y le extraen un cáncer, a partir de aquellas células se crean estas unidades funcionales y en función de las características del tumor, van probando una serie de drogas hasta dar con la mejor combinación. Cuantos más datos se hayan acumulado se aumentan las chances de que la terapia sea exitosa”, determina Simian.

Imagen tomada con un microscopio confocal. Es un organoide de tumor de cerebro humano (glioblastoma)  infiltrado con células del sistema inmune En rojo se ven las tumorales y en verde las del sistema inmune, penetrando el organoide. (Gentileza María José Gattas)

Imagen tomada con un microscopio confocal. Es un organoide de tumor de cerebro humano (glioblastoma) infiltrado con células del sistema inmune En rojo se ven las tumorales y en verde las del sistema inmune, penetrando el organoide. (Gentileza María José Gattas)

Con el tratamiento personalizado se cree que muchas enfermedades mortales como el cáncer podrían convertirse en una patología crónica. “Esta nueva tecnología nos van a permitir probar varias drogas sobre cultivos de organoides generados a partir del tumor del paciente y en función del resultado que obtengamos en estos sistemas de cultivo elegiremos la droga más propicia para cada persona. Además, esto irá acompañado de estudios genómicos y protéomicos para realizar la elección de la drogas candidatas de forma totalmente racional”, indica Simian.

En algunos países ya operan bancos biológicos de organoides que almacenan tumores cedidos por los propios pacientes. Así, el Hubrecht Organoid Technology (HUB) almacena réplicas de células de colon, próstata, pulmón o páncreas de diferentes donantes, algunos sanos y otros con enfermedades como el cáncer o la fibrosis quística.

“Hay un esfuerzo en Europa y Estados Unidos por establecer biobancos de organoides de pacientes con una determinada patología. Si una empresa busca probar una nueva droga para algún tipo de cáncer, estos almacenes biológicos suministran diferentes organoides que provienen de pacientes que tienen una patología similar”, apunta Simian.

La pionera en este desarrollo, como describe la Agencia CyTA-Fundación Leloir, fue la investigadora iraní Mina Bissell, de la Universidad de California, en Berkeley, que ya en la década del 80 logró demostrar que, en cultivos tridimensionales, unas células de glándula mamaria eran capaces de organizarse y sintetizar proteínas de la leche.

Estas técnicas fueron la base para que, en 2008, el genetista holandés Hans Clevers tomara células madre de intestino humano y las cultivara rodeadas de un biogel. Allí, para su sorpresa, las células comenzaron a formar una estructura idéntica a la del órgano del que procedían.

martes, 24 de julio de 2018

Fabricaron por primera vez en el país un tomógrafo que dará diagnósticos precisos de cáncer

Orgullo argentino

Está en el Hospital de Clínicas. También permitirá la detección temprana de problemas cardíacos y trastornos cerebrales.

El tomógrafo puede detectar lesiones muy pequeñas con gran precisión. (Comisión Nacional de Energía Atómica)

Científicos e ingenieros argentinos terminaron de fabricar el primer tomógrafo PET (Tomografía por Emisión de Positrones) desarrollado y hecho íntegramente en el país.

Los especialistas forman parte del Grupo de Sistemas Digitales y Robótica del Centro Atómico Ezeiza, de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).

miércoles, 18 de julio de 2018

N3, el programa del Pentágono para crear máquinas controladas por el cerebro humano sin contacto

Debe imaginarse más como que puedas manejar tu computadora sin tocar el mouse, no como un programa para espiar y controlar mentes, dice la agencia encargada del proyecto

El Pentágono quiere crear máquinas que puedan ser controladas por el cerebro humano mediante conexiones "inalámbricas", sin necesidad de contacto físico ni de implantes y, por lo tanto, sin procedimientos quirúrgicos.

Una variante de Terminator hecho realidad, pero guiado por los pensamientos de un individuo, sin la independencia "cerebral" del artefacto.
Para hacerlo ha creado el programa N3.

El nombre viene de las tres N en Next Generation Non-Surgical Neurotechnology, o Neurotecnologia No-Quirúrgica Nueva Generación. El programa está en manos de la Oficina de Tecnologías Biológicas de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (DARPA, por sus siglas en inglés), y desde marzo se encuentra en la fase de reclutar equipos de trabajo.

La primera reunión con esos fines no estuvo abierta a la prensa y se realizó el 3 de abril en Arlington, Virginia. DARPA es la agencia que fabricó prótesis para veteranos de guerra capaces de darles algo semejante a la sensación del tacto.

Lo logró precisamente con chips implantados en el cerebro: cuando la persona tocaba o sostenía algo con la prótesis, sensores instalados en los dedos artificiales transmitían la información al chip y el individuo percibía sensorialmente la acción.

N3 va un paso más allá. Pero el paso es enorme.

Se trata de desarrollar lo que en inglés denominan "neural interface", un canal de comunicación neurológico para que el hombre transmita y simultáneamente reciba señales, y así pueda interactuar con la máquina y sentirla como si fuera parte de su propio cuerpo.

Las tropas se conectarían a equipos militares usando solamente sus ondas cerebrales y, a su vez, de acuerdo con nextgov.com, esos equipos transmitirían de vuelta información directamente a los cerebros de los soldados.

Diagrama del proceso como lo describe la agencia del Pentágono

En lugar de un chip implantado en el cerebro, la persona usaría un casco que "lea" las ondas cerebrales.  Aunque no sea necesaria una intervención quirúrgica, debe ingerir compuestos químicos que ayuden a los sensores externos a leer la actividad cerebral. En ambos casos la corriente debe ser bidireccional: además de leer, los sensores tienen que "escribir" información en el cerebro.

Las sospechas de que en realidad están tratando de inventar un sistema para leer las mentes y espiar a la gente no son fundadas, según el Pentágono.

Hay que imaginárselo más como si se tratara de poder controlar tu computadora personal sin necesidad de usar el mouse, le dijo a nextgov.com Al Emondi, el director del programa.

Pone como ejemplo un piloto controlando con sus pensamientos toda una flota de drones, o unos soldados operando un robot por control remoto, digamos que en una zona de combate bajo asedio enemigo.

O un especialista de seguridad cibernética que se conecta al sistema y puede monitorearlo y "oír" intrusos tratando de piratearlo, "sintiendo" en qué parte del sistema ocurre el ataque, porque ciertas partes de su cerebro estarán conectadas a secciones correspondientes del sistema.

Otra vez la ciencia ficción camino a hacerse realidad.

La primera fase del proyecto toma un año, y la segunda y la tercera de año y medio cada una.