La robotización de las fuerzas terrestres ha sido de interés para los militares del mundo desde principios del siglo pasado. El desarrollo de tecnologías permitió implementar la idea solo ahora. Los crecientes presupuestos militares en la última década causaron una avalancha de proyectos de intelecto artificial y robots de combate. El Izvestia escribe sobre el estado actual de las cosas.

Los científicos dividen el intelecto artificial en tres categorías: Inteligencia Artificial Estrecha (ANI), Inteligencia General Artificial (AGI) y Super Inteligencia Artificial (ASI). ANI es una tecnología con parámetros estrictamente limitados que pueden operar en condiciones específicas. El AGI se compara con los humanos y el ASI es superior a ellos. La mayoría de las tecnologías de inteligencia artificial militares y civiles disponibles son ANI. El primer desarrollo de AGI se espera en 2040. A ASI le llevará un siglo aparecer.

En la actualidad, el intelecto artificial está relacionado con la recopilación, el almacenamiento y el procesamiento de datos. El general de brigada Matthew Isler a cargo del intelecto artificial en el ejército de EE. UU. Dijo en la conferencia AUSA 2019 que el aspecto principal de la inteligencia artificial es proporcionar datos de forma conveniente para centros de investigación, industria y tropas.

Por lo tanto, la mayoría de los proyectos se ocupan del reconocimiento (incluidos los drones), sensores y conciencia de la situación, es decir, todo para recopilar información. También se está trabajando para disminuir la carga cognitiva. La información tiene que ser ordenada y racionada para cada soldado para que no se confunda.

Se ofrecen numerosas opciones que van desde la identificación de objetivos en la base de datos general a una velocidad inaccesible para un ser humano hasta establecer rutas seguras para columnas de hardware sobre la base de la información táctica disponible.

Los proyectos robóticos también tienen como objetivo disminuir el riesgo para un soldado en el campo de batalla y simplificar sus actividades cotidianas en la retaguardia. Los experimentos logísticos son más activos. En particular, los camiones automáticos con la función maestro-esclavo están siendo sometidos a pruebas. Se espera una demostración a gran escala de las posibilidades de columnas de suministro robotizadas en 2020.

En un nivel inferior, las unidades obtienen plataformas de transporte de combate universales como GDLS 'MUTT, Rheimetall's Mission Master UGV o MILREM THeMIS. Se presta especial atención a los suministros de las unidades que operan en áreas de difícil acceso y condiciones restringidas (ciudades, selvas, montañas, etc.) donde dichos vehículos son insustituibles.

Otra directriz se refiere a misiones arriesgadas. Los robots de ingeniería actuales se complementarán con máquinas capaces de operar en contaminación nuclear, química y biológica, así como robots de asalto. Es probable que estos últimos sean pequeñas opciones automáticas de ingeniería de vehículos de eliminación de obstáculos como el vehículo estadounidense M1150 Assault Breacher Vehicle (ABV) o el ruso IMR-3.

Otra pauta incluye actividad costosa y monótona. Los militares quieren abandonar parcial o completamente tales trabajos, como carga y descarga, entrega de municiones, trabajos de tierra y construcción.

Los equipos combinados de humanos y robots o equipos tripulados y no tripulados (MUM-T) ocupan un lugar específico en los planes futuros. El concepto ha sido diseñado desde 1997 para la aviación del ejército, pero es completamente nuevo para las fuerzas terrestres.(Source/Photo:Army Recognition)