Fuentes de noticias informan que el portaaviones estadounidense USS Nimitz (CVN-68) finalmente fue repatriado después de un despliegue de diez meses en la región, en el punto álgido de las tensiones entre Teherán y Washington. El USS Nimitz estaba estacionado en el Mar de Makran. Las fuerzas estadounidenses han estado en alerta máxima durante meses antes del aniversario del asesinato del general Soleimani por temor a las represalias iraníes, según el informe del diario estadounidense Politics. El USS Nimitz y su flota ingresaron en aguas del Golfo Pérsico a mediados de septiembre después de que el ex presidente de EEUU, Donald Trump, anunciara que el envío del barco era un mensaje de advertencia a Irán. Sin embargo, el almirante Alireza Tangsiri, comandante de la Armada del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, se apresuró a informar que los drones de fabricación iraní habían interceptado y monitoreado la entrada del USS Nimitz en el Golfo Pérsico. Las imágenes publicadas el mismo día por la agencia de noticias iraní Fars News de la interceptación del portaaviones estadounidense son prueba de ello. Pero para Gareth Porter, periodista estadounidense y autor del libro Manufactured Crisis. Las recientes medidas militares tomadas por Washington contra Teherán no son más que una guerra de propaganda librada por el jefe de CentCom, el general Kenneth McKenzie, que busca fortalecer su influencia y poder en el Pentágono. 

Buscando prestigio y poder dentro del Ejército, McKenzie llevó a cabo una serie de actos político-burocráticos que llevaron a tensiones recientes entre EEUU e Irán, dijo Gareth Porter en un memorando publicado el 15 de enero en el sitio web The Grey Zone. Gareth Porter denunció notablemente las acciones de McKenzie en Oriente Medio, pero particularmente en las aguas del Golfo Pérsico con el pretexto de contrarrestar las “amenazas potenciales de Irán”. “Durante los últimos dos meses de la administración Trump, una serie de acciones militares provocativas de EEUU en Oriente Medio suscitaron temores a que estallara una guerra entre Irán y EEUU”, dijo. Y explicó que “la atmósfera de crisis no es el resultado de una amenaza planteada por Teherán, sino el producto de una campaña dirigida por el jefe de CentCom para promover sus propios intereses”. (Source/Photo: Various Media)