Un buque de guerra ruso ha sido enviado a las costas de Siria para llevar a cabo operaciones de guerra electrónica contra aviones hostiles. A fines de enero de 2021, se supo que la Flota del Mar Negro de la Armada rusa había enviado el patrullero de la clase Vasily Bykov, Proyecto 22160, RFS Dimitri Rogashev (375) al Mar Mediterráneo. Los objetivos de la aparición de este último en el Mediterráneo oriental eran desconocidos. Sin embargo, resultó que este buque militar fue diseñado para luchar contra los aviones espía estadounidenses. “El mando de la Flota rusa del Mar Negro ha confirmado que el barco furtivo RFS Dimitri Rogashev está anclado en el puerto de Tartus y realizará misiones como parte de la unidad operativa permanente de la Armada rusa. 

El barco puede permanecer en el mar durante 60 días seguidos. Tiene una velocidad máxima de 30 nudos, un desplazamiento de 1.700 toneladas, una tripulación de 80 y una autonomía de 6.000 millas náuticas. De lo anterior, queda claro que Rusia está reforzando su capacidad operativa en la parte sureste del mar Mediterráneo, mientras que se esperan acontecimientos en Siria después de que Biden aceptó la presidencia de EEUU”, informa la edición griega de Pentapostagma. 

Posteriormente, los expertos llegaron a la conclusión de que el buque de guerra ruso fue diseñado para combatir aviones espía de EEUU y sus aliados, ya que el RFS Dimitri Rogashev está armado con dos poderosos complejos REP (supresión electrónica) capaces de luchar contra los medios de reconocimiento técnico y electrónico. Esto es muy importante en el contexto de un aumento en el número de vuelos provocadores de la aviación estadounidense cerca de las fronteras del espacio aéreo sirio. (Source/Photo: Various Media)