lunes, 17 de noviembre de 2025

EXO y Media Lab: "Avanzar hacia una Defensa moderna implica apostar por la industria nacional"

Ambas empresas conforman una alianza estratégica que ejemplifica el potencial de la industria tecnológica argentina aplicada al ámbito militar

UGV.
En el marco de la Exposición de Empresas de la Defensa, EXO y MediaLab presentaron los resultados de una alianza estratégica que ejemplifica el potencial de la industria tecnológica argentina aplicada al ámbito militar. Ambas compañías confluyen en una visión común: desarrollar soluciones innovadoras que fortalezcan la capacidad operativa de las Fuerzas Armadas mediante proyectos nacionales de alto valor agregado.

Durante la entrevista,  el presidente de MediaLab, Emanuel Damoni (ED); y el design manager de EXO, Ernesto Poschenrieder (EP), repasaron los principales hitos de su trabajo conjunto y la evolución de sus desarrollos más recientes, entre ellos los simuladores de entrenamiento, vehículos no tripulados y sistemas móviles de diagnóstico y energía. La colaboración entre ambas empresas, surgida en el ámbito del Ministerio de Defensa y la Dirección de Investigación y Desarrollo del Ejército, se consolidó sobre una base de complementariedad técnica y visión de largo plazo.

El encuentro puso de relieve el papel de la innovación local en la modernización del sistema de defensa y en la creación de capacidades industriales propias. Con una combinación de investigación, desarrollo e industrialización, EXO y MediaLab buscan posicionar a la Argentina como un referente regional en tecnología aplicada al entrenamiento, la logística y el apoyo operativo.

¿Cómo ha surgido MediaLab y en qué se especializa?

ED: MediaLab es una empresa incubada en un instituto universitario dedicado al desarrollo de simuladores. El instituto comenzó sus actividades hace 25 años, y la empresa se constituyó más recientemente, aunque manteniendo siempre el mismo foco de especialización: el desarrollo de simuladores, tanto en el ámbito del software como del hardware.

¿Qué productos están presentando en esta feria?

EP: Vinimos a esta feria invitados por el Ejército y las Fuerzas Armadas, ya que hemos colaborado en el desarrollo de distintos proyectos. En esta ocasión estamos presentando varios de ellos: el CDM (Centro de Diagnóstico Móvil), el simulador de FAL, un UGV (vehículo terrestre no tripulado), el simulador de excavadora y la UME (Unidad Móvil de Energía). Estos son los principales productos que exhibimos en la muestra.

¿Cuál es la importancia de participar en esta feria y cómo surgió su colaboración en el desarrollo de proyectos para las Fuerzas Armadas?

EP: Realmente es muy valioso para nosotros participar en esta feria. No solo nos permite mostrar nuestros productos y soluciones a las Fuerzas Armadas, sino también fortalecer vínculos con otras empresas del sector defensa, con las que podemos complementarnos y potenciar capacidades. En esta oportunidad participamos junto a MediaLab, una empresa líder con más de 15 años de experiencia en el desarrollo de simuladores. Con ellos nos hemos asociado para llevar adelante proyectos conjuntos destinados a las Fuerzas Armadas.

¿Cómo se originó la colaboración entre MediaLab y EXO, y qué los llevó a asociarse en proyectos dentro del ámbito de la defensa?

ED: Nuestras empresas se conocieron en un evento del ámbito de la defensa. Ambas están estrechamente vinculadas a este sector; de hecho, nuestra asociación nació precisamente en ese contexto, durante una actividad organizada por el Ministerio de Defensa y la Dirección de Investigación y Desarrollo del Ejército, hace ya varios años. Desde entonces, mantenemos una colaboración basada en la complementariedad de capacidades.

¿Cómo se complementan los roles de MediaLab y EXO?

ED: MediaLab se enfoca principalmente en la investigación y el desarrollo (I+D), mientras que EXO es una empresa líder con casi cinco décadas de trayectoria en el país. La compañía comenzó en el campo de la electrónica y la informática, y con el tiempo amplió su cartera hacia soluciones más complejas en software, hardware y sistemas electrónicos. En nuestra alianza estratégica, nosotros aportamos la parte de desarrollo e innovación, y EXO se encarga de la industrialización, la estandarización y la certificación de los procesos productivos, alcanzando los niveles de calidad que demandan las Fuerzas Armadas. Además, como parte de nuestro proceso de internacionalización, participamos en distintas ferias internacionales del sector defensa, experiencia que se consolidó gracias al trabajo conjunto con el Ejército Argentino y otras fuerzas del país.

¿Qué relevancia tiene esta feria para el posicionamiento internacional de EXO y cómo influyó en la conformación de la alianza con MediaLab?

EP: Esta feria y congreso nos permiten posicionarnos también a nivel internacional. Asisten agregados militares de distintos países interesados en conocer los desarrollos que se están realizando en la Argentina, así como empresas extranjeras que ven oportunidades de colaboración. En ese contexto, siempre buscamos representantes o socios que nos permitan potenciar esos proyectos. Con MediaLab ocurrió justamente eso: nos conocimos en una feria y, a partir de ese encuentro, pudimos asociarnos. La verdad es que nos complementamos muy bien: ellos tienen una gran fortaleza en investigación y desarrollo, y nosotros en la etapa de industrialización. Esa combinación nos permite avanzar con proyectos sólidos y de alto nivel tecnológico.

¿Qué innovaciones incorpora la nueva versión del CDM y cómo mejoran sus capacidades en el terreno?

EP: En esta nueva versión del sistema hemos incorporado más funcionalidades. Por ejemplo, ahora incluye un ecógrafo integrado, que permite realizar una ecografía en tiempo real directamente en el lugar donde ocurre la emergencia y transmitir la imagen a un médico especialista. De este modo, el profesional puede evaluar de inmediato si existe una hemorragia u otra complicación y tomar decisiones rápidas, incluso cuando quien opera el equipo no es un médico. Además, se sumaron nuevos módulos de diagnóstico, como cámaras que permiten analizar la piel o el oído, y un sensor de auscultación que evalúa el estado del paciente. Todo esto se suma a las funciones que el CDM ya poseía: electrocardiograma, medición de presión arterial, oximetría y temperatura. En conjunto, estas mejoras amplían significativamente las capacidades del sistema.

¿En qué lugares se encuentra actualmente implementado el CDM y qué tipo de uso se le está dando?

EP: El sistema se encuentra operativo en distintos destinos de las Fuerzas Armadas. Todas las bases antárticas permanentes argentinas cuentan con un CDM, al igual que el rompehielos ARA Almirante Irízar, la fragata ARA Libertad y el Batallón de Ingenieros Mecanizado IX de Río Mayo, Chubut, entre otros. En el ámbito civil, también se han instalado unidades en diversas localidades rurales: en la ciudad de Lobos funcionan cinco CDM distribuidos en centros de atención primaria y en una ambulancia, mientras que en 25 de Mayo operó otro destinado a brindar atención a poblaciones ubicadas a 15 o 20 kilómetros de los centros urbanos principales, donde no existen servicios médicos especializados.

¿Cuál es la función principal del CDM y de qué manera contribuye a mejorar la atención médica?

ED: El CDM permite evaluar de forma inmediata una emergencia y determinar si es necesario enviar una ambulancia o trasladar al paciente a un hospital. De este modo, acerca la atención médica a zonas que antes carecían de cobertura sanitaria. En la provincia de Entre Ríos, por ejemplo, se desplegaron diez unidades que operan en distintos puntos rurales estratégicos, fortaleciendo la red de asistencia primaria.

¿Qué impacto social tiene la implementación del CDM?

EP: Este tipo de soluciones responde a una problemática común en los pueblos rurales: muchos quedan despoblados porque los jóvenes emigran por falta de acceso a la educación y los mayores por falta de atención médica. El CDM ayuda a revertir esa tendencia, brindando una herramienta que acerca la salud a la comunidad, genera seguridad y permite detectar a tiempo patologías que podrían pasar inadvertidas.

¿Podría describir las características y funciones del vehículo terrestre no tripulado (UGV) desarrollado para el Ejército Argentino?

EP: El UGV es un desarrollo solicitado por la Dirección de Investigación y Desarrollo del Ejército (Digid). Nos pidieron diseñar un vehículo multipropósito capaz de transportar hasta 500 kilogramos de carga, alcanzar una velocidad de 10 kilómetros por hora y operar a una distancia aproximada de 10 kilómetros mediante radiocontrol.

La idea es que funcione como vehículo de apoyo logístico en despliegues de campo. Puede transportar carga —como morteros o municiones—, actuar como observador adelantado mediante la instalación de un mástil con cámaras, o emplearse como vehículo de rescate, incorporando una camilla para evacuar heridos. Incluso tiene la posibilidad de configurarse con armamento controlado a distancia, como una ametralladora, para cumplir funciones en distintos tipos de operaciones tácticas.

¿Qué nivel de realismo ofrece el simulador y cómo logra que la experiencia virtual se asemeje al manejo de un arma real?

ED: El simulador incorpora a nivel software el Método de Tiro Escuela (MOTE) propio del Ejército Argentino, logrando un simulador completamente personalizado. Todas las condiciones y procedimientos del entrenamiento en polígono real están digitalizados. Eso permite replicar en un polígono virtual los mismos ejercicios que se practican en terreno. El ciclo de capacitación queda así: iniciación en el polígono virtual para planear y corregir vicios, y luego transferencia al polígono real para afinar postura, agarre, manipulación del arma y detalles operativos. Para aumentar el realismo se emplean los fusiles de dotación adaptados al simulador —se desmontan y se instalan las piezas necesarias— de modo que la experiencia virtual se complemente con el manejo del arma real.

¿Cómo se valida que la respuesta física del simulador sea “suficiente” para entrenamiento efectivo? 

ED: Respecto a la reacción del arma, la simulación no reproduce exactamente la energía de la pólvora. Sí reproduce un efecto de retroceso suficiente para desplazar el punto de mira. Eso obliga al tirador a practicar el reposicionamiento rápido del apuntado, que era un requerimiento de la DIGID. El mecanismo de retroceso ha evolucionado en las versiones sucesivas para generar una respuesta física creíble, aunque no idéntica a un disparo real. El objetivo operativo es corregir desvíos y recuperar el punto de mira en condiciones de entrenamiento representativas.

Simulador de FAL. Firma: EXO-MediaLab
¿Cómo ha evolucionado el trabajo de MediaLab en el desarrollo de simuladores? 

ED: Empezamos trabajando con el simulador para FAL y luego extendimos la solución a pistolas de 9 mm. Al adquirir conocimiento profundo de los componentes del sistema, pudimos adaptar el kit de retroceso, la electrónica y el software a distintas armas. Ese mismo principio se aplica a otros subsistemas: láseres, mecanismos físicos y la parte informática. La velocidad de cambio tecnológico obliga a actualizaciones constantes. Controlar el ciclo completo de desarrollo permite actualizaciones continuas y mayor margen de maniobra. En Argentina hay pocas empresas con 20 años en simulación. Nuestra actividad es versátil: desarrollamos simuladores para vehículos de carga, logística, soldadura para uso industrial y formativo, y soluciones muy específicas como el simulador de fusil FAL. Esa diversificación responde a las fluctuaciones de inversión y a la necesidad de adaptarnos a distintos usuarios, civiles y de defensa.

¿Dónde se encuentra actualmente implementado el simulador?

ED: Está implementado en el Colegio Militar de la Nación y en Campo de Mayo. Antes de fin de año entregaremos un lote de más de 20 unidades de simuladores que serán distribuidas en distintos puntos del país.

¿Cómo fue el proceso de desarrollo del proyecto desde sus inicios hasta llegar a la etapa de producción actual?

Este proyecto refleja bien cómo funcionan los ciclos de desarrollo. Comenzamos con el anteproyecto en marzo de 2020, al cierre de la pandemia. Luego vino la etapa administrativa, que siempre lleva tiempo. El primer prototipo de software estuvo listo en 2021, y el prototipo de hardware en 2022. Durante 2023 avanzamos hacia la versión final del producto, y en 2024 el proyecto alcanzó una escala productiva, con las primeras entregas. Actualmente se encuentra en un ciclo de implementación anual, y entre noviembre y diciembre comenzará la distribución de un primer lote de 20 unidades.

¿Qué grado de autonomía tienen sobre la tecnología que utilizan?

EP: Una característica clave de nuestro desarrollo es que es totalmente nacional y de propiedad propia. Esto nos permite mejorar y modificar tanto el software como el hardware según las necesidades que surjan. No trabajamos con software embebido ni componentes externos de terceros; es tecnología desarrollada por nosotros. Hoy soportamos el FAL; si se solicita, podemos adaptar el sistema para un M-16 u otro tipo de arma, porque dominamos la tecnología y el proceso de desarrollo.

¿Qué desafíos enfrentan para mantener estos desarrollos actualizados? 

ED: Todo desarrollo tecnológico requiere evolución continua. Lo que explicó Ernesto acerca del CDM y del UGV muestra eso: aunque son soluciones distintas, comparten un mismo ciclo de mejora. Por eso estos proyectos deben verse con perspectiva de mediano y largo plazo. Se alcanza un nivel operativo, pero siempre hay optimizaciones pendientes que demandan continuidad en I+D y en seguimiento operativo. En el caso de los simuladores, por ejemplo el simulador de FAL y la versión para pistola, el foco permanente está en mejorar el kit de retroceso y robustecer el mecanismo físico. Es la parte que más desgaste sufre por uso intensivo. Por tanto la iteración técnica no es un lujo sino una necesidad: hay que fortalecer componentes, estandarizar refuerzos y planificar mantenimiento para que el sistema soporte el empleo real en los ciclos de entrenamiento.

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