Hoy se conocerá la decisión de la Corte Internacional de Justicia que podría dar inicio a negociaciones formales entre los gobiernos de Evo Morales y Sebastián Piñera.
En medio de un clima de prudente optimismo, las delegaciones diplomáticas de Bolivia y Chile esperan a que la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en el Palacio de la Paz de la ciudad holandesa de La Haya se pronuncien hoy sobre el centenario conflicto entre ambos países.
La CIJ dará a conocer si obliga a Chile a negociar un acuerdo con Bolivia que, eventualmente, otorgue a los bolivianos un acceso soberano al océano Pacífico, cosa que perdieron en una guerra hace 139 años. El presidente de Bolivia, Evo Morales, consideró que "habrá buenas noticias para todos los bolivianos", según expresó en un mensaje de vídeo difundido en Twitter a poco de llegar al aeropuerto de Rotterdam, cerca de La Haya.
En similares términos se expresó el embajador de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), José Alberto Gonzales, al afirmar que la delegación que encabeza tiene "mucho optimismo". Gonzales afirmó además que Bolivia va "a respetar el fallo" del tribunal internacional, sea cual sea el resultado.
"Tenemos la certeza de que, cuando se conozca el contenido, haremos todos los esfuerzos para que el fallo se ejecute", declaró a periodistas concentrados en el hotel de la delegación boliviana.
La delegación boliviana estará encabezada por el presidente Morales, el canciller Diego Pary, el ministro de Justicia Héctor Arce, y la ministra de Comunicación Gisela López. El canciller de Chile, Roberto Ampuero, no estará presente en La Haya a pesar de que hace unos días estaba previsto que acudiera, pero el representante chileno ante la CIJ, Claudio Grossman, restó importancia a esa ausencia. "Lo extraordinario es que venga alguien que no sea el agente" representante de Chile, indicó a los periodistas que lo esperaban en el hotel de la delegación chilena.
Grossman recordó que en la lectura de un fallo anterior de la CIJ, en 2014, por un litigio entre Chile y Perú, tampoco acudió ningún ministro del Gobierno. El representante chileno aseguró que está "muy tranquilo" porque el Tratado de 1904, que se firmó tras la Guerra del Pacífico y fijó las fronteras entre ambos países, "estableció el dominio a perpetuidad de los territorios disputados".
"Nosotros ya hemos planteado que, desde el punto de vista del derecho internacional, no hay obligación de resultado y esperamos la aplicación del derecho internacional por (parte de) la CIJ", remarcó. La "obligación de resultado" mencionada por Grossman se refiere a que la CIJ ya estableció en 2015 que, en caso de que obligase a Chile a entablar conversaciones con Bolivia, el tribunal no determinaría el resultado de las negociaciones.
El embajador de Chile en Estados Unidos, Alfonso Silva Navarro, y la embajadora en Holanda, María Teresa Infante, acompañarán hoy a Grossman como coagentes. Se prevé que la lectura del fallo dure entre 70 y 90 minutos, aunque se leerá solo un extracto de los párrafos más importantes.
Bolivia y Chile han mostrado en La Haya las diferencias y tensiones que han marcado a sus relaciones bilaterales de los últimos años.
Bolivia asegura que la pérdida de 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros cuadrados de territorio, a finales del siglo XIX tras la guerra del Pacífico, fue un obstáculo para su desarrollo económico. El Gobierno boliviano basa parte de sus argumentos jurídicos en que Chile ha aceptado discutir el tema marítimo en varias ocasiones a lo largo de los últimos cien años, diálogos que aunque infructuosos obligan a Chile a seguir negociando.
A su vez, Chile sostiene que el Tratado de 1904 ya fijó las fronteras y que los reclamos bolivianos de acceso soberano al Pacífico supondrían en la práctica una sesión de territorio chileno, opción que a su juicio no está en discusión.
Bolivia y Chile se preparan para escuchar este lunes en La Haya, Holanda, el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que determinará si habrá o no negociaciones formales para hallar una solución al encierro marítimo boliviano.
La lectura del fallo estaba pautada de antemano para el 1 de octubre de este año, poniendo fin a un proceso jurídico iniciado por La Paz en 2013 que se presenta también como un posible paso capital en un conflicto que enfrenta a ambos países desde fines del siglo XIX.
En concreto, la llamada Guerra del Pacífico, en la que Chile salió victorioso frente a una alianza entre Bolivia y Perú, significó tras su conclusión en 1883 en la pérdida de 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros cuadrados de territorio boliviano.
Las nuevas fronteras fueron selladas en un tratado en 1904, rubricando definitivamente la pérdida de Bolivia del acceso al Océano Pacífico y convirtiéndolo en un país mediterráneo.
Desde entonces los diferentes gobiernos bolivianos han intentado llevar a Chile a la mesa de negociaciones para restituir estos territorios, a lo que Santiago se ha negado invocando el antecedente legal de 1904 y alegando que no puede ser forzado a ceder su soberanía. Pero el fallo de la CIJ, si es positivo para La Paz, podría cambiar esta situación y incitar a ambos países a comenzar un proceso para la resolución del conflicto. De lo contrario, será un duro golpe a las aspiraciones bolivianas.
A continuación, seis claves para entender un enfrentamiento histórico que ha marcado las relaciones diplomáticas en Sudamérica durante los últimos 100 años.
1-La Guerra del Pacífico
En el año 1879 el ejército de Chile invadió territorio boliviano en la zona de Antofagasta, luego de que Santiago acusara a La Paz de violar el Tratado Limítrofe de 1874, que ponía una restricción a los impuestos que Bolivia podía cobrar a empresas chilenas en la región.
Perú, que había firmado un tratado defensivo con Bolivia y mantenía una serie de disputas con Chile, movilizó a sus fuerzas aunque se mantuvo en un comienzo neutral, hasta que finalmente Santiago le declaró la guerra a ambos aliados en lo que llegaría a conocerse como la Guerra del Pacífico.
Chile se impuso en este contienda que culminó en 1883, dejando un saldo de miles muertos y heridos y una reconstitución territorial que aún afecta a las relaciones diplomáticas entre los tres países.
Al año siguiente Bolivia y Chile firmaron la tregua, aceptando la anexión por parte de Santiago de una franja de territorio al norte de su frontera y en torno a Antofagasta: la salida al mar boliviana.
En 1904 un tratado selló el traspaso de soberanía de estos territorios a Chile, aunque, en un intento de mitigar la pérdida estratégica boliviana, se entregó a La Paz el derecho al tránsito irrestricto y libre en los puertos de Antofagasta y Arica, que entonces quedaron del lado chileno.
2-Reclamo histórico
El gobierno de Bolivia nunca dejó de reclamar la recuperación del acceso al mar, y durante gran parte del siglo XX intentó llevar a Chile a una mesa formal de negociaciones.
El general Hugo Banzer Suárez, presidente de Bolivia entre 1971 y 1978 (de facto), y de nuevo entre 1997 y 2001 (constitucional)
Entre 1947 y 1950 se realizaron diferentes conversaciones entre los gobiernos del presidente boliviano Enrique Hertzog Garaizabal y del chileno Gabriel González Videla, ensayando diferentes soluciones, incluyendo la creación de un corredor, aunque ninguna prosperó.
En las décadas posteriores ambos países iniciaron diálogos y rompieron relaciones asiduamente, pero el reclamo boliviano permaneció en lo más alto de la agenda de La Paz. Los generales Augusto Pinochet y Hugo Banzer, al mando de Chile y Bolivia, respectivamente, mantuvieron encuentros y ensayaron soluciones, reflotando la posibilidad del corredor hacia el mar, sin alcanzar tampoco resultados.
Con la llegada de Evo Morales al poder, el reclamo tomó nuevo impulso y se convirtió una vez más en el punto principal en la agenda en relaciones exteriores de Bolivia, que entonces comenzó a recurrir a los tribunales internacionales.
3- La importancia de la salida al mar
En total, Bolivia perdió 120.000 kilómetros de territorio y 400 kilómetros de costa sobre el Océano Pacífico luego de la guerra, convirtiéndose en una de la dos únicas naciones latinoamericanas mediterráneas, junto a Paraguay.
Se trata del llamado Departamento del Litoral, ahora extinto, que incluía las localidades de Cobija, Mejillones y Antofagasta, entre otras, hoy del lado chileno.
En "El libro del Mar", documento publicado por el gobierno boliviano en 2014, La Paz destaca las penurias que a su juicio el país ha sufrido tras la pérdida de esta conexión marina estratégica.
En concreto, se habla de la pérdida de acceso a recursos como la pesca, el salitre, el guano, la plata, el cobre y el litio presentes en el territorio cedido. Así como también, claramente, las dificultades y trabas impuestas al libre tránsito de las exportaciones e importaciones bolivianas.
Según el documento, los altos costos incurridos en los puertos de Antofagasta y Arica hacen a los productos bolivianos un 55,7% más caros que los chilenos y 60% que los peruanos. Y eso ha tenido un impacto en el desarrollo económico de Bolivia, uno de los países más pobres del continente.
4- Una causa tomada por Evo Morales
Desde la llegada del presidente Evo Morales al poder en 2006, el reclamo tomó fuerza y desde La Paz se avanzó en una campaña diplomática activa para iniciar negociaciones con Santiago.
Específicamente, Morales reclamó que las disposiciones de libre e irrestricto acceso a los puertos de Antofagasta y Arica contemplados por el Tratado de 1904 no estaban siendo cumplidos por Chile.
Ese mismo año Morales y su par chilena, Michelle Bachelet, acordaron una agenda de 13 puntos para potenciar la cooperación y el diálogo, con miras a generar confianza mutua y avanzar en una misma dirección, aunque sin acordar una negociación por la salida al mar.
Finalmente, en 2013 Bolivia decidió presentar el caso ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya, Holanda, para intentar llevar a Chile a la mesa de negociaciones a través de tribunales internacionales. El ex presidente Carlos Mesa fue designado por Morales a cargo de este reclamo.
La Paz argumenta ante la Corte que Santiago se ha comprometido a iniciar negociaciones para alcanzar una salida al mar para Bolivia a través de acuerdos, compromisos, conversaciones y otras prácticas diplomáticas dentro de lo conocido como "costumbre internacional" durante los últimos cien años, citando diferentes antecedentes en especial el de los diálogos entre Pinochet y Banzer.
Por tanto, pide a la CIJ que declare a Chile obligado a sentarse a negociar un acuerdo que otorgue a Bolivia la salida al mar de buena fe y en un plazo razonable.
5- La posición chilena
La postura oficial de Santiago es que la cuestión está resuelta por el Tratado de 1904, que ambas partes firmaron libremente, y que no está obligado por tanto a ceder su soberanía, más allá de diálogos y encuentros informales en el pasado que no generan ningún compromiso.
Además, argumenta que la salida al mar de Bolivia está cubierta por disposiciones del mismo instrumento, aunque esa salida no sea soberana, y niega haber incumplido este punto.
Finalmente, Chile ya ha adelantado que podría solicitar la incompetencia de la CIJ en este asunto, ya que el Tratado de 1904 es anterior al Pacto de Bogota de 1948, que confiere jurisdicción no retroactiva al tribunal internacional.
6- Que pasará después
Si la Corte falla a favor de la postura boliviana, La Paz habrá dado un paso trascendental en su intención de negociar aunque el tribunal no tendrá medios, como suele ocurrir en litigios internacionales, para forzar a Santiago a cumplir con su resolución.
Chile puede aceptar el veredicto y el comienzo de las negociaciones con Bolivia, pero puede también buscar la incompetencia de la Corte o sencillamente desconocer el fallo.
Si en cambio la Corte falla a favor de la postura chilena se mantendrá el status quo y Bolivia habrá recibido un duro golpe. Tampoco significa que La Paz abandonará su reclamo, aunque sí deberá cambiar de estrategia.
Infobae/El Tribuno
El presidente de Bolivia, Evo Morales, y su par chileno Sebastián Piñera (biobiochile.cl)
En medio de un clima de prudente optimismo, las delegaciones diplomáticas de Bolivia y Chile esperan a que la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en el Palacio de la Paz de la ciudad holandesa de La Haya se pronuncien hoy sobre el centenario conflicto entre ambos países.
La CIJ dará a conocer si obliga a Chile a negociar un acuerdo con Bolivia que, eventualmente, otorgue a los bolivianos un acceso soberano al océano Pacífico, cosa que perdieron en una guerra hace 139 años. El presidente de Bolivia, Evo Morales, consideró que "habrá buenas noticias para todos los bolivianos", según expresó en un mensaje de vídeo difundido en Twitter a poco de llegar al aeropuerto de Rotterdam, cerca de La Haya.
En similares términos se expresó el embajador de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), José Alberto Gonzales, al afirmar que la delegación que encabeza tiene "mucho optimismo". Gonzales afirmó además que Bolivia va "a respetar el fallo" del tribunal internacional, sea cual sea el resultado.
"Tenemos la certeza de que, cuando se conozca el contenido, haremos todos los esfuerzos para que el fallo se ejecute", declaró a periodistas concentrados en el hotel de la delegación boliviana.
La delegación boliviana estará encabezada por el presidente Morales, el canciller Diego Pary, el ministro de Justicia Héctor Arce, y la ministra de Comunicación Gisela López. El canciller de Chile, Roberto Ampuero, no estará presente en La Haya a pesar de que hace unos días estaba previsto que acudiera, pero el representante chileno ante la CIJ, Claudio Grossman, restó importancia a esa ausencia. "Lo extraordinario es que venga alguien que no sea el agente" representante de Chile, indicó a los periodistas que lo esperaban en el hotel de la delegación chilena.
Grossman recordó que en la lectura de un fallo anterior de la CIJ, en 2014, por un litigio entre Chile y Perú, tampoco acudió ningún ministro del Gobierno. El representante chileno aseguró que está "muy tranquilo" porque el Tratado de 1904, que se firmó tras la Guerra del Pacífico y fijó las fronteras entre ambos países, "estableció el dominio a perpetuidad de los territorios disputados".
"Nosotros ya hemos planteado que, desde el punto de vista del derecho internacional, no hay obligación de resultado y esperamos la aplicación del derecho internacional por (parte de) la CIJ", remarcó. La "obligación de resultado" mencionada por Grossman se refiere a que la CIJ ya estableció en 2015 que, en caso de que obligase a Chile a entablar conversaciones con Bolivia, el tribunal no determinaría el resultado de las negociaciones.
El embajador de Chile en Estados Unidos, Alfonso Silva Navarro, y la embajadora en Holanda, María Teresa Infante, acompañarán hoy a Grossman como coagentes. Se prevé que la lectura del fallo dure entre 70 y 90 minutos, aunque se leerá solo un extracto de los párrafos más importantes.
Bolivia y Chile han mostrado en La Haya las diferencias y tensiones que han marcado a sus relaciones bilaterales de los últimos años.
Bolivia asegura que la pérdida de 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros cuadrados de territorio, a finales del siglo XIX tras la guerra del Pacífico, fue un obstáculo para su desarrollo económico. El Gobierno boliviano basa parte de sus argumentos jurídicos en que Chile ha aceptado discutir el tema marítimo en varias ocasiones a lo largo de los últimos cien años, diálogos que aunque infructuosos obligan a Chile a seguir negociando.
A su vez, Chile sostiene que el Tratado de 1904 ya fijó las fronteras y que los reclamos bolivianos de acceso soberano al Pacífico supondrían en la práctica una sesión de territorio chileno, opción que a su juicio no está en discusión.
Bolivia y Chile se preparan para escuchar este lunes en La Haya, Holanda, el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que determinará si habrá o no negociaciones formales para hallar una solución al encierro marítimo boliviano.
La lectura del fallo estaba pautada de antemano para el 1 de octubre de este año, poniendo fin a un proceso jurídico iniciado por La Paz en 2013 que se presenta también como un posible paso capital en un conflicto que enfrenta a ambos países desde fines del siglo XIX.
En concreto, la llamada Guerra del Pacífico, en la que Chile salió victorioso frente a una alianza entre Bolivia y Perú, significó tras su conclusión en 1883 en la pérdida de 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros cuadrados de territorio boliviano.
Las nuevas fronteras fueron selladas en un tratado en 1904, rubricando definitivamente la pérdida de Bolivia del acceso al Océano Pacífico y convirtiéndolo en un país mediterráneo.
Desde entonces los diferentes gobiernos bolivianos han intentado llevar a Chile a la mesa de negociaciones para restituir estos territorios, a lo que Santiago se ha negado invocando el antecedente legal de 1904 y alegando que no puede ser forzado a ceder su soberanía. Pero el fallo de la CIJ, si es positivo para La Paz, podría cambiar esta situación y incitar a ambos países a comenzar un proceso para la resolución del conflicto. De lo contrario, será un duro golpe a las aspiraciones bolivianas.
A continuación, seis claves para entender un enfrentamiento histórico que ha marcado las relaciones diplomáticas en Sudamérica durante los últimos 100 años.
1-La Guerra del Pacífico
En el año 1879 el ejército de Chile invadió territorio boliviano en la zona de Antofagasta, luego de que Santiago acusara a La Paz de violar el Tratado Limítrofe de 1874, que ponía una restricción a los impuestos que Bolivia podía cobrar a empresas chilenas en la región.
Perú, que había firmado un tratado defensivo con Bolivia y mantenía una serie de disputas con Chile, movilizó a sus fuerzas aunque se mantuvo en un comienzo neutral, hasta que finalmente Santiago le declaró la guerra a ambos aliados en lo que llegaría a conocerse como la Guerra del Pacífico.
El ejército chileno en Antofagasta
Chile se impuso en este contienda que culminó en 1883, dejando un saldo de miles muertos y heridos y una reconstitución territorial que aún afecta a las relaciones diplomáticas entre los tres países.
Al año siguiente Bolivia y Chile firmaron la tregua, aceptando la anexión por parte de Santiago de una franja de territorio al norte de su frontera y en torno a Antofagasta: la salida al mar boliviana.
En 1904 un tratado selló el traspaso de soberanía de estos territorios a Chile, aunque, en un intento de mitigar la pérdida estratégica boliviana, se entregó a La Paz el derecho al tránsito irrestricto y libre en los puertos de Antofagasta y Arica, que entonces quedaron del lado chileno.
2-Reclamo histórico
El gobierno de Bolivia nunca dejó de reclamar la recuperación del acceso al mar, y durante gran parte del siglo XX intentó llevar a Chile a una mesa formal de negociaciones.
El general Hugo Banzer Suárez, presidente de Bolivia entre 1971 y 1978 (de facto), y de nuevo entre 1997 y 2001 (constitucional)
Entre 1947 y 1950 se realizaron diferentes conversaciones entre los gobiernos del presidente boliviano Enrique Hertzog Garaizabal y del chileno Gabriel González Videla, ensayando diferentes soluciones, incluyendo la creación de un corredor, aunque ninguna prosperó.
En las décadas posteriores ambos países iniciaron diálogos y rompieron relaciones asiduamente, pero el reclamo boliviano permaneció en lo más alto de la agenda de La Paz. Los generales Augusto Pinochet y Hugo Banzer, al mando de Chile y Bolivia, respectivamente, mantuvieron encuentros y ensayaron soluciones, reflotando la posibilidad del corredor hacia el mar, sin alcanzar tampoco resultados.
Con la llegada de Evo Morales al poder, el reclamo tomó nuevo impulso y se convirtió una vez más en el punto principal en la agenda en relaciones exteriores de Bolivia, que entonces comenzó a recurrir a los tribunales internacionales.
3- La importancia de la salida al mar
En total, Bolivia perdió 120.000 kilómetros de territorio y 400 kilómetros de costa sobre el Océano Pacífico luego de la guerra, convirtiéndose en una de la dos únicas naciones latinoamericanas mediterráneas, junto a Paraguay.
El puerto de Antofagasta, uno de los ejes del conflicto
Se trata del llamado Departamento del Litoral, ahora extinto, que incluía las localidades de Cobija, Mejillones y Antofagasta, entre otras, hoy del lado chileno.
En "El libro del Mar", documento publicado por el gobierno boliviano en 2014, La Paz destaca las penurias que a su juicio el país ha sufrido tras la pérdida de esta conexión marina estratégica.
En concreto, se habla de la pérdida de acceso a recursos como la pesca, el salitre, el guano, la plata, el cobre y el litio presentes en el territorio cedido. Así como también, claramente, las dificultades y trabas impuestas al libre tránsito de las exportaciones e importaciones bolivianas.
Según el documento, los altos costos incurridos en los puertos de Antofagasta y Arica hacen a los productos bolivianos un 55,7% más caros que los chilenos y 60% que los peruanos. Y eso ha tenido un impacto en el desarrollo económico de Bolivia, uno de los países más pobres del continente.
El presidente Evo Morales dio nuevo impulso al reclamo por la salida al mar (Reuters)
4- Una causa tomada por Evo Morales
Desde la llegada del presidente Evo Morales al poder en 2006, el reclamo tomó fuerza y desde La Paz se avanzó en una campaña diplomática activa para iniciar negociaciones con Santiago.
Específicamente, Morales reclamó que las disposiciones de libre e irrestricto acceso a los puertos de Antofagasta y Arica contemplados por el Tratado de 1904 no estaban siendo cumplidos por Chile.
Ese mismo año Morales y su par chilena, Michelle Bachelet, acordaron una agenda de 13 puntos para potenciar la cooperación y el diálogo, con miras a generar confianza mutua y avanzar en una misma dirección, aunque sin acordar una negociación por la salida al mar.
Finalmente, en 2013 Bolivia decidió presentar el caso ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya, Holanda, para intentar llevar a Chile a la mesa de negociaciones a través de tribunales internacionales. El ex presidente Carlos Mesa fue designado por Morales a cargo de este reclamo.
La Corte Internacional de Justicia de La Haya, que se expresará
sobre el conflicto (Getty)
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La Paz argumenta ante la Corte que Santiago se ha comprometido a iniciar negociaciones para alcanzar una salida al mar para Bolivia a través de acuerdos, compromisos, conversaciones y otras prácticas diplomáticas dentro de lo conocido como "costumbre internacional" durante los últimos cien años, citando diferentes antecedentes en especial el de los diálogos entre Pinochet y Banzer.
Por tanto, pide a la CIJ que declare a Chile obligado a sentarse a negociar un acuerdo que otorgue a Bolivia la salida al mar de buena fe y en un plazo razonable.
5- La posición chilena
La postura oficial de Santiago es que la cuestión está resuelta por el Tratado de 1904, que ambas partes firmaron libremente, y que no está obligado por tanto a ceder su soberanía, más allá de diálogos y encuentros informales en el pasado que no generan ningún compromiso.
Además, argumenta que la salida al mar de Bolivia está cubierta por disposiciones del mismo instrumento, aunque esa salida no sea soberana, y niega haber incumplido este punto.
Chile basa su posición en la legalidad del Tratado de 1904,
firmado con Bolivia luego de la guerra
Finalmente, Chile ya ha adelantado que podría solicitar la incompetencia de la CIJ en este asunto, ya que el Tratado de 1904 es anterior al Pacto de Bogota de 1948, que confiere jurisdicción no retroactiva al tribunal internacional.
6- Que pasará después
Si la Corte falla a favor de la postura boliviana, La Paz habrá dado un paso trascendental en su intención de negociar aunque el tribunal no tendrá medios, como suele ocurrir en litigios internacionales, para forzar a Santiago a cumplir con su resolución.
Chile puede aceptar el veredicto y el comienzo de las negociaciones con Bolivia, pero puede también buscar la incompetencia de la Corte o sencillamente desconocer el fallo.
Si en cambio la Corte falla a favor de la postura chilena se mantendrá el status quo y Bolivia habrá recibido un duro golpe. Tampoco significa que La Paz abandonará su reclamo, aunque sí deberá cambiar de estrategia.
Infobae/El Tribuno
Lamentablemente, sin Bolivia firmo un tratado aceptando la pérdida de su salida al mar, esto tiene validez jurídica de allí en adelante. En una explicita renuncia a la soberanía de estos territorios.
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