Después de dos meses de injerencia de EEUU en Irak ha estallado la ira anti-estadounidense. La base más grande de tropas estadounidenses en el país árabe, ubicada en la estratégica provincia de Al Anbar, en la frontera siria, fue atacada este martes por la noche con cinco misiles y cohetes. La base Ain al Assad la que recibió a mediados de noviembre una visita secreta del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, que no logró que las autoridades iraquíes le recibieran.

El ataque de los cinco misiles y cohetes disparados en la noche del martes contra esta base, donde se afirma que los militares norteamericanos han estado entrenando a terroristas de Daesh evacuados de Siria en un intento de utilizarlos contra combatientes iraquíes del Hashid al Shaabi, aún no ha sido reivindicado. Fuentes locales afirman que el ataque no causó víctimas. El Pentágono aún no ha reaccionado a esta noticia. (Photo: Al Sumariya News)