lunes, 13 de agosto de 2018

Municiones , chalecos antibalas y material de comunicaciones para la Intervención Federal de Río de Janeiro

Por Javier Bonilla - Defensa

El Gabinete de Intervención Federal ordenó la compra de 1,1 millón de municiones en diversos calibres de fusiles y pistolas para las fuerzas de seguridad de Río de Janeiro. Por unos 2 millones de dólares, es la primera adquisición de equipos realizada por los interventores con los 350 millones de dólares puestos a disposición por el gobierno federal para intentar resolver la crisis de seguridad en el estado se realiza sin licitación. Burocracia y cuestiones técnicas relacionadas con las compras de equipos han sido un obstáculo en el intento de los interventores de reequipar a las policías de Río.

El presupuesto fue anunciado el 27 de marzo durante la visita del presidente Michel Temer. Desde entonces, cerca de 70 llamados a licitación se iniciaron para comprar equipos diversos, como pistolas, fusiles, chalecos antibalas y vehículos de policía. Sin embargo, la primera compra se está realizando sin licitación a partir de la autorización del TCU (Tribunal de Cuentas de la Unión). El argumento utilizado por los interventores para no tener que realizar licitación fueron el carácter urgente de la compra y el hecho de que la Compañía Brasileña de Cartuchos / CBC es la única empresa autorizada a vender municiones en Brasil.

El uso de fondos federales por parte de los interventores es acompañado de cerca por el TCU por medio de dos procesos. La idea es que, incluso con la crisis enfrentada por el estado de Río, las inversiones cumplan todos los trámites burocráticos previstos en la legislación. Se adquirirán 1.111.300 municiones para las policías Militar y Civil y para la Secretaría de  Administración Penitenciaria. Se utilizarán en operaciones y también en entrenamiento. El compromiso de los fondos debe publicarse esta semana en el Diario Oficial. Según fuentes de la Secretaría de Administración del Gabinete, las municiones deben llegar a manos de los agentes de seguridad en aproximadamente 60 días.

Los equipos y armas comprados por licitación, en cambio,  aún no tienen plazo para llegar a las respectivas policías. Según el general Laelio Andrade, responsable de las compras en el Gabinete Interventor Federal, el tiempo promedio para la conclusión de una licitación es de seis meses, si bien su equipo creó un área técnica para intentar acelerar ese proceso. Sin embargo, buena parte de las compras sólo debe llegar a manos de los policías al final de la intervención federal, prevista para terminar en diciembre. Parte de los materiales inclusive puede llegar en los seis primeros meses de 2019. La compra de equipos para las policías es uno de los ejes principales del esfuerzo de los interventores para intentar sacar la seguridad pública de Río de la situación de emergencia. Otros ejes son: cambios en la gestión del policía, entrenamiento de efectivos y reformulación de las cadenas de mando de las fuerzas policiales.

El Gabinete de Intervención Federal también va a comprar cerca de 15 mil chalecos a prueba de balas para las fuerzas de seguridad del Estado de Río. Se publicará en el Diario Oficial de la Unión, un aviso para recibir propuestas de precios de fabricantes de chalecos a prueba de balas que se resisten a tiros de fusil calibre 762 - armamento bastante utilizado por criminales en Río. Los chalecos serán distribuidos entre las policías civil y militar, y la Secretaría de Administración Penitenciaria (Seap). El principal objetivo de las compras es recuperar la capacidad operativa de los órganos de seguridad pública en la lucha contra la criminalidad, con la finalidad de poner fin al grave compromiso del orden público en el Estado de Río de Janeiro.

Publicado días atrás, el Plan Estratégico de la Intervención Federal destaca, entre los principales puntos positivos para su implantación, la sensación de inseguridad manifestada por la población y la credibilidad en las Fuerzas Armadas. Hasta finales de año es el previsto para la recomposición de la flota de vehículos policiales del estado y para las acciones de seguridad comunitaria, con la estabilización de las comunidades, la desobstrucción de diversas vías y el patrullaje.

La renovación de la infraestructura de tecnología de la información y comunicación (TIC) del Centro Integrado de Comando y Control (CICC) deberá concluirse hasta octubre próximo. La idea es desarrollar un sistema unificado de llamadas de emergencia en el CICC hasta el 31 de diciembre. Hasta noviembre, el interventor, el general de Ejército Walter Souza Braga Netto, deberá visitar e inspeccionar batallones y establecimientos de enseñanza de las policías Civil y Militar de Río de Janeiro, además del sistema penitenciario y las instituciones de seguridad pública de otros estados en dificultades. En el ámbito carcelario, el Plan Estratégico prevé establecer la futura estructura organizativa de la Secretaría de Estado de Administración Penitenciaria (Seap), que tendrá un nuevo reglamento interno. Se contratarán nuevas empresas para suministro de alimentos para los presos y funcionarios de la Secretaría.

El diagnóstico realizado por el Gabinete de Intervención muestra que lo caótica de la situación en Río de Janeiro, resultante de la "crisis política, moral y económica" que afecta a este Estado, con la proliferación de casos de corrupción en todos los niveles y poderes del gobierno local, así como retrasos en el pago de los funcionarios, incluidos los del área de seguridad pública, robo de cargas y constante aumento de la criminalidad. El documento resalta la ausencia de estructura logística adecuada en los órganos estadales de seguridad pública, la baja eficiencia y eficacia de desempeño de esos órganos regionales, deficiencia de gestión de los recursos, carencia de recursos materiales y humanos mejor calificados para el desempeño de sus funciones.

 Unos 70 procesos administrativos entran en las próximas semanas en las fases externas de licitación. Entre ellos , la adquisición de:

  •  24.235 chalecos balísticos
  •  10.955 armas (fusiles, pistolas, rifles)
  • 1.132.000 unidades de munición de diferentes calibres
  • 1.350 vehículos (radiopatrullas, autobuses, transporte de presos)
  • 46 ítems de equipamientos para Policía Técnica (entre ellos analizador técnico de ADN, escáner tridimensional de lugar de crimen y sistema automatizado de identificación de huella digital)
  • 7.000 unidades de equipo de protección individual (cascos, escudos, conjunto de ropa de aproximación)
  • 190 ítems de materiales para el mantenimiento preventivo de vehículos
  • 65 ítems de materiales de salvamento (tablas de rescate y conjuntos de recuperación vehicular, entre otros)
  • 268.847 piezas de uniformes
  • Mantenimiento de vehículos blindados y no blindados.
  • Además, el Ejército ha cedido algunos blindados Cascavel a la Policía Militar de Río.

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