lunes, 20 de febrero de 2017

AFSOC: OPERACIONES ESPECIALES USAF


Texto: Octavio Díez Cámara

Esta Fuerza de élite forma parte del Mando de Operaciones Especiales estadounidense, el USSOCOM (United States Special Operations Command). Los protagonistas son aquellos que dan soporte al Mando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Es un núcleo poco conocido en el ámbito internacional y al que se le designa con las siglas AFSOC que identican a Air Force Special Operations Command.

Se trata de un elemento militar multidisciplinar, pues quienes forman parte del mismo están capacitados para realizar múltiples cometidos dentro de lo que son las Operaciones Especiales (OE’s), especialmente en su vertiente aérea. Además, como una de sus aportaciones más signicativas, Tiene  en su  seno  varios  escuadrones  con aeronaves especialmente modicadas para apoya cometidos que, en términos generales, muy poco tienen que ver con los convencionales.

Porque sus cualidades son especícas, sus capacidades curiosas y su potencial se inscriben en el que les permite asumir misiones operativas en cualquier punto del planeta, hemos pensado que sería interesante preparar este reportaje justo cuando se cumplen tres décadas de su constitución.

Organización

La estructura que dirige el teniente general Eric Fiel ­‐comenzó su carrera militar en 1981 y ha progresado rápidamente hasta el rango actual- aglutina el esfuerzo de unas quince mil personas, trece mil doscientas militares y casi mil ochocientos civiles.

Todo el entramado organizativo para el que trabajan los anteriores se remonta a febrero de 1983, aunque fue en mayo de 1990 cuando se constituyo el AFSOC con la filosofía actual. Se estableció su Cuartel General en las instalaciones del Aeródromo de Hurlburt Field situado en la zona norte del estado de Florida. Su principal cometido es proporcionar fuerzas de Operaciones Especiales (SOF, Special Operations Forces) que puedan participar en cualquier escenario y lugar. Básicamente, esos profesionales realizan cometidos relacionados con la marcación de objetivos para que sean atacados por distintos tipos de bombarderos y cazabombarderos, las de rescate de combate CSAR, Combat Search and Rescue, las de cálculo de la situación meteorológica relacionadas con puntos concretos de la zona de trabajo, las de transporte y recogida de personal especialista ­‐respectivamente conocidas en el argot profesional como infiltración y exfiltración-, el apoyo logístico de terceros y el reabastecimiento de elementos operativos SOF.



Como capacidades propias, el ASSOC proporciona medios aeroportados con el potencial de llevar a cabo operaciones psicológicas  y de control de emisiones de radio y televisión. Complementariamente, pueden actuar como instructores de especialistas de otras ramas de las Fuerzas Armadas estadounidenses o las de otros países. Aportan personal cualicado en tácticas tan especícas como el control CCT (Combat Control Team) o los pararescatadores ­‐Pararescue los llaman ellos- que son especialistas en acciones de que van más allá de las acciones clásicas de combate, pues su formación es especialmente amplia y variada.

Todas esas aportaciones son especialmente válidas para apoyar operaciones de tipo convencional como otras más propias de lo que son las OE’s.

Entre otras, las de reconocimiento, vigilancia, obtención de Inteligencia, transporte, apoyo de fuego, información y las relacionadas con las operaciones aéreas en el campo de batalla.

Para poderlas asumir, con el mayor grado de eciencia y con la necesaria capacidad operativa que los actuales tiempos requieren, se trabaja siguiendo un novedoso concepto, el Air Force Special Operations Forces establecido el 13 de diciembre de 2005. Por ello, se mantiene activa una estructura en la que forman parte varias alas: 1st Special Operations Wing (SOW), 24th SOW y 27th SOW, estructura a la que hay que añadir los grupos (SOG, Special Operations Group) números 352 y 353 y elementos encuadrados en la 23rd Air Force. Son unidades que despliegan en Hurlburt Field, la Base Aérea de Cannon en Nuevo jico, la Base Aérea de Mildenhall en Gran Bretaña y la Base Aérea de Kadena en Japón.

En la 1st SOW se incluyen escuadrones con diferentes aviones basados en los ubicuos C-130 “Hercules”. En el 24th SOW escuadrones de equipos de experimentados “comandos del aire”. En el 27th SOW aviones pilotados y los sin piloto Lpo UAV (Unmaned Aerial Aircraft) “Predator” y “Reaper”. Además disponen del Escuadrón de Inteligencia nº 11 con técnicos que analizan los objetivos y como batirlos, el Escuadrón de Evaluación nº18 que asume la valoración de nuevos equipos y tácticas, el Escuadrón Meteorológico nº23 encargado de la valoración de la meteorología asociada a determinadas operaciones, y unidades menores. Es una estructura en consolidación y que incluye la inversión de mil quinientos millones de dólares hasta el 2013 en lo que son las nuevas instalaciones de la 27th SOW.

Como unidad subordinada se encuentra la USAF Special Operations School (USAFSOS) con sede en Hurlburt Field. Son unos cien efectivos que, repartidos en siete cleos, se encargan tareas de evaluación de distintos equipos que les pueden ser de interés. 

Sus medios

Lo más característico del material que forma parte del AFSOC son sus aeronaves, aviones y helicópteros que han sido ampliamente modificados para poder llevar a cabo unos cometidos específicos en condiciones que suelen ser nocturnas o especialmente difíciles. Según las últimas cifras conocidas son noventa y tres aviones especialmente modificados, cuatro helicópteros y treinta y nueve aeronaves de diferentes tipos.


Por su número, destaca el ubicuo avión de transporte C-­130 “Hércules”, de la compañía Lockheed Martin. Aprovechando el modelo básico se han desarrollado diversas plataformas especializadas que vamos a conocer algo más en profundidad. Dos de ellas son el MC­‐130E “Combat Talon” y su versión más moderna MC­‐130H “Combat Talon” II, aparatos con una amplia experiencia operativa y adaptados, de manera especial, a lo que son las misiones de infiltración, exfiltración y abastecimiento de fuerzas de OE’s cuando estas actúan en escenarios adversos y hostiles. También, llevan a cabo acciones de guerra psicológica y pueden usarse como cisternas volantes que incrementan el radio de vuelo de los helicópteros. Entre sus equipos, destacar aquellos radares que les permiten volar a muy baja cota ­‐250 pies‐ incluso en condiciones meteorológicas adversas, los sistemas electrónicos de detección de amenazas que permiten neutralizar potenciales lanzamientos de misiles antiaéreos, con tenedores bajo las alas para facilitar el transvase de combustible a otras aeronaves y sofisticadas radios con capacidades como la anti interferencia Have Quick II. 

Distinto es el EC-130J “Commando Solo”, un avión del que seis están en uso desde 2004. Está modificado para llevar a cabo operaciones de obtención de Información, acciones psicológicas o emisiones de radio y televisión que apoyen a Asuntos Civiles. Sus equipos son tan potentes que pueden “cegar” a los terrestres para que determinados colectivos tengan acceso a informaciones concretas. También es muy interesante la capacidad que aportan los veintisiete MC­‐130P “Combat Shadow”. Su misión principal volar, de forma especialmente discreta y en zonas “calientes”, para proporcionar combustible a otras aeronaves que actúan directamente sobre el terreno. Junto a ellos suelen operar los AC-130H “Spectre” y AC­‐130U “Spooky”, dos modelos “cañoneros” de los que se cuenta con ocho de los primeros ‐entraron en servicio en 1972-­ y diecisiete de los segundos –se recibieron a partir de 1995­‐. Incorporan “sutilezas” tales como radares y sistemas infrarrojos para la localización de objetivos y piezas de 25, 40 y 105 milímetros con las que “barrer” aquellos lugares que se considere oportuno para apoyar a los “commandos” que se encuentran en el lugar o que tendrán que actuar en un determinado escenario. Se han invertido cerca de sesenta millones de dólares de los presupuestos del 2008 al 2011 para remplazar la Artillería más ligera por el versátil cañón Bushmaster de 30mm. 


Otro avión que usa la misma plataforma es el novedoso MC­‐130W “Combat Spear”. Se trata de un modelo, apodado “wiskey”, con capacidades más evolucionadas que los “Combat Talon” porque a su potencial suma las de lanzamiento de cargas o municiones especiales, las de Mando y Control limitado, o las de apoyo en el teatro a otros contingentes del USSOCOM. Son una docena de aparatos que se han comenzado a recibir en el 2008; cuenta con enlace de comunicaciones por satélite y con contenedores de trasvase de combustible del tipo Mk32B­‐902E que son compatibles con los helicópteros y con el novedoso CV-22 que es el resultado del esfuerzo conjunto de Bell y Boeing. 

Este último, es el modelo más reciente que se ha incorporado al AFSOC. En marzo de 2006 comenzaron a ser entregados los primeros ejemplares en un proceso que contempla recibir cinco cada año hasta el fin de las entregas. Lo particular de este aparato, que cuenta con cuatro tripulantes ­‐dos pilotos y dos Ingenieros de vuelo-­, es que puede mover sus rotores para permitir despegues y aterrizajes verticales y que el vuelo sea convencional, incrementando así su radio de acción y velocidad. Su cometido, estará relacionado en la infiltración de SF’s en misiones de largo radio de acción y su exfiltración posterior. Tiene capacidad para veinticuatro “comandos” sentados, su radio de acción es de unas dos mil cien millas con sus tanques internos y auxiliares, y la velocidad punta que consigue es de doscientas setenta y siete millas por hora, ciento diez más que los helicópteros MH­‐53J y M “Pave Low” que también empleaba este Mando. 

Junto a todos los anteriores se están añadiendo, sobre todo en los últimos años, aparatos del tipo UAV. Son el General Atomics Aeronautical Systems Incorporated MQ-1“Predator” que es empleado como sistema MALE (Medium Altitude Long Endurance) en misiones estratégicas y tácticas. Además de vigilar con sus sensores, puede llevar armas, como los misiles AGM-­114 “Hellfire”, para neutralizar objetivos concretos. Disponen de varias decenas de estos aparatos que tienen un coste unitario de unos cincuenta millones de dólares. Su radio de acción es de unos seiscientos kilómetros. Sobre la base de este último sistema se ha desarrollado una plataforma más elaborada, conocida como MQ-9 “Reaper”, que también están recibiendo para dotar a la nueva Ala destacada en la Cannon AFB. 

Para acabar este apartado, señalar que el 319th Squadron del AFSOC dispone, desde mediados de 2005, de media docena de aviones ligeros del tipo U­‐28A –designados PC-­12 NSA (Non Standard Aircraft), una variante del Pilatus PC-­12. Sus cualidades y actividades están relacionadas con su capacidad para operar desde pistas especialmente cortas y desde todo tipo de superficies. Realiza misiones de apoyo a SF’s dentro de su teatro de actividad actual, zonas de África, Medio Oriente y Asia donde hay pistas improvisadas y austeras.


Experiencia de combate

Lo que los hombres y equipos del AFSOC están realizando desde hace unos años en las operaciones que se llevan a cabo en escenarios tan complejos como son los de Iraq y Afganistán no es más que el resultado de un proceso evolutivo natural en el que se han adaptado capacidades, mejorado cualidades y asumido nuevas tareas que hasta no hace mucho parecían inalcanzables.

Las referencias históricas de este Mando de la USAF (United  States Air Force) se remontan mucho más allá de lo que, en una primera instancia, cabría pensar. Analizando la documentación que se almacena en la History Oce de la Base Aérea de Hurlburt Field, encontramos numerosas referencias que reejan sus peripecias durante la Segunda Guerra Mundial, con actividades que, de especial manera, se inscribían en aquellas secretas de inserción para apoyar las acciones que, entre los años 1943 y 1945, llevaron a cabo distintos grupos de resistencia en numerosos puntos de la Europa ocupada por los ejércitos alemanes. Sus misiones no se centraron solamente en ese teatro y se extendieron a otros en los que participaban los estadounidenses. Relevantes, son las múltiples  intervenciones que en 1944 llevaron a cabo en Burma y las misiones que se les encomendaron, en enero de 1945, junto al personal del 492nd Bomb Group. Tras aquellas primeras experiencias, sabemos que se activaron dispositivos que actuaron en el conicto de Corea y que se prepararon capacidades especiales para afrontar la creciente crisis que se vivía entre los dos grandes bloques, en una época en la que parecía que el conicto entre ambos era inminente e inevitable. Más concretas son las referencias que existen de los Air Commandos en Vietnam, profesionales a los que se les asignaron objetivos tras las líneas enemigas, tareas de evaluación de blancos que deberían ser después atacados por los aviones, despliegues para facilitar la localización y rescate de pilotos abatidos, y otras misiones que, poco a poco, se han convertido en un referente en otros ámbitos y ejércitos.

De aquella época vienen los inicios conceptuales de la metodología CSAR ahora tan en boga. Durante los años ochenta del siglo pasado también fueron especialmente activos, con misiones que les llevarían a actuar en distintos puntos “calientes” del planeta. Fue en 1990 cuando se conrmó una nueva época, con el inicio de los primeros pasos para la creación del AFSOC. Poco después, con ocasión de las operaciones “Desert Shield” y “Desert Storm” en Iraq y Kuwait, se demostró que eran necesarias ciertas capacidades y que los cambios asumidos iban a inuir, positivamente, en el resultado de determinadas operaciones.

Durante la década pasada y lo que llevamos de la actual, quienes forman parte de ese Mando han protagonizado numerosas misiones con un elevado grado de éxito. Algunas  han  trascendido  y  las  más han  quedado en la memoria  de quienes en ellas han participado y en  documentación ocial  que  se conocerá en su día. Entre las que se han   difundido,  podemos   señalar que, desde octubre de 2001 y en apoyo de la “guerra global contra el terrorismo”, han realizado más de veinticinco mil salidas de combate en  las  que  han  invertido  más  de setenta y cinco mil horas, solo en la 1st SOW; esta última ha destacado más de ocho mil quinientas personas a dieciséis  lugares en todo el planeta.

Varias especialidades

Los “comandos” del AFSOC, ya sean especialistas en acciones relacionadas directamente con el combate o que auspician otras capacidades, amplían su formación, en temas especícos, en la Escuela de Operaciones Especiales de la USAF, la USAFSOS. Entre los cursos que ofrece se incluyen unos semanales que informan de aspectos cultura les de determinadas misiones, para que el personal que allí tenga que desplegar conozca mejor las peculiaridades  sociales,  políticas,  económicas y de otra índole de la zona. También se encargan de la docencia de cursos de Guerra Asimétrica para que  el  personal  SOF  pueda hacer frente a operaciones en las que las amenazas y tecnologías sean distintas de las usuales; entre los anteriores se incluyen especializaciones de respuesta a crisis, operaciones de información, protección a la Fuerza, terrorismo internacional y hasta operaciones espaciales. Por sus aulas suelen pasar unos diez mil alumnos al año.

Respecto de los “comandos del aire” reciben adiestramientos especícos. Quienes asumen cometidos relacionados con la meteorología en OE’s, a los que se conoce  como  “weather   warriors”­‐guerreros del tiempo-, tiene que estar cualicado para integrarse y operar codo con codo con especialistas de unidades de combate del USSOCOM. Su formación les lleva a aprender como progresar por territorio dominado por el adversario, a interpretar distintos parámetros y recoger información que les permita preparar un mapa meteorológico  detallado  de  una zona especíca en un momento concreto o a formarse en lo que es la recolección de Inteligencia relacionada con la ciencia que estudia el clima, previsiones que si son especialmente exactas ayudarán a que determinadas misiones tengan mayor posibilidad de éxito. 

Los Pararescue, a los que también se designa como PJ’s, son los únicos especialistas dentro del Departamento de Defensa estadounidense adiestrados para llevar a cabo rescates convencionales y no convencionales. 

Asimismo,  son  los  que ostentan el mayor grado de formación  en paramedicina  dentro  del ámbito  militar  de  los  EE.UU..  Su lema “That other may live”‐para que otros puedan vivir-­ lo dice todo sobre sus capacidades. Su formación  es  especialmente  intensa  y compleja, un proceso que sólo unos pocos completan.

Para completar estas páginas, explicaremos que los especialistas en Control de Combate, CCT’s, realizan cometidos como los de conducción del tráfico aéreo, dirección del fuego de apoyo o el apoyo a acciones de reconocimiento especial o de apoyo humanitario. Para formar a aquellos que tienen como lema “First There” –los primeros en llegar- se sigue un proceso que también es largo y complejo. En total, treinta y cinco semanas para seguir los siguientes aprendizajes: Combat Control Orientation Course (Lackland AFB), Combat Control Operator Course (Keesler AFB, Mississippi), U.S.Army Airborne School, U.S.Air Force Basic Survival School, Combat Control School (Pope AFB,Carolina del Norte), Special Tactics Advanced Skills Training, U.S.Army Military Free Fall Parachutist School y USAF Combat Divers School.

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