miércoles, 24 de agosto de 2016

Vuelve a volar el B-45 “Mentor” en la Argentina. Posible versión militar del IA-100


En el dia de hoy, 2 aviones B-45 “Mentor” de la Fuerza Aérea Argentina nuevamente tomaron vuelo desde la Escuela de Aviación Militar (EAM).

En este caso los aparatos EX-034 y EX-086, rematriculados como experimentales de investigacion y desarrollo, debido a que estuvieron en tierra y sin mantenimiento, perdiendo condicion de aeronavegables desde su desprogramación hace pocos años atras. Los vuelos se extendieron cada uno por un termino de una hora, con maniobras restringidas a vuelo recto y nivelado.

Los aparatos debido a su antiguedad y serias dudas sobre su condición estructural, fueron desprogramados y parcialmente reemplazados por los Grob 120TP para labores de formación de pilotos, algo que se complementaria con el alquiler de los 8 aviones TECNAM P2002 por un plazo de 18 meses, luego de los cuales se pretende contar definitivamente con la versión de entrenamiento militar del avión IA-100 de producción nacional, ya oficialmente designada como IA-74. El Demostrador Tecnológico del IA-100 realizo su primer vuelo hace unos pocos días, desde la Fabrica Argentina de Aviones (FAdeA).

Especialistas y aficionados han expresado sus reservas frente a devolver a condición de vuelo estos aparatos, Beechcraft, su empresa madre oportunamente desalentó nuevos trabajos de reacondicionamiento sobre los B-45 argentinos.

Se desconoce si los mismos realizaran nuevamente labores de adiestramiento, aunque ha trascendido que los mismos se utilizarían para enlace. Si bien la Fuerza Aerea aun no ha hecho públicos los motivos para esta reactivación, cuenta también con aviones Cessna 182 y Piper Dakota los cuales podrían reacondicionarse de manera mas económica y con células en mucha mejor condición a tal efecto.

Un poco de historia

Por Cadete de IV Año FEDERÍCO FIGUEROA

El primer vuelo del prototipo del avión  Beechcraft, denominado a posterior con el nombre de Mentor, se realizó el 2 de diciembre de 1948, inspirado sobre la célula del Bonanza el cual tenía empenaje en V reemplazándosela por la convencional. Se le incorporó un motor Continental de 6 cilindros de 225 HP logrando llegar aproximadamente a los 305 km/h, con techo de 6000mts y autonomía de 1200kilometros. Beech esperaba ofrecerlo como una alternativa económica al North American T-6/NJ Texan, que en ese entonces era usado por todas las ramas militares de EEUU. La cabina de cuatro pasajeros del Bonanza se reemplazó por una cabina de dos asientos en tándem y una carlinga en forma de burbuja que le proveía de gran visibilidad tanto al alumno como al instructor de vuelo.

La Fuerza Aérea Argentina firmó un contrato por noventa ejemplares, quince fabricados en los Estados Unidos y los setenta y cinco restantes, serían suministrados para ensamblar en nuestro país por la Fábrica Militar de Aviones de la cual recibe la denominación B-45. Los quince primeros  llegaron en vuelo desde Estados Unidos arribando a nuestro país el 20 de junio del año 1957, los cuales reciben la matricula E-001 a E015. El ensamble de los setenta y cinco aparatos restantes  se terminó de realizar en el año 1962, y estos recibieron la matrícula E-016 a la E-090.

Julio A. FIGUEROA, abuelo del que suscribe,  trabajó desde el año 1955 hasta el año 1979, en la Fábrica Militar de Aviones, como técnico mecánico, a quien junto a  otros compañeros de taller,  se le designo la tarea de ensamblar algunas de estas aeronaves,  las que venían estibadas en cajones de madera.  Resultaban sumamente fáciles de armar sus cajas alares como su célula, como así también su aviónica, según surge de los comentarios de los operarios, que consideraban al aparato como un magnifico avión de entrenamiento.

Estas unidades fueron asignadas a la I Brigada Aérea de Morón y posteriormente  a  la Escuela de Aviación de Militar donde se dedicarían al entrenamiento primario llegando a formar a más de cuarenta promociones. El vuelo inaugural se realizó el 31 de Octubre del año 1959, en la Fábrica Militar de Aviones (DINFIA)   
Sin lugar a  dudas este avión entrenador formó parte de la columna principal de la formación de aviadores militares. 

Gran parte  de las personas que lo han volado hablan, de su forma rústica de volar así como también, de la sencillez y nobleza  de una máquina fiel.

 No obstante su gran utilidad en la formación de aviadores,  el material fue avejentándose con el paso de los años, aunque es importante  destacar  que se extrajeron  los máximos  beneficios que  fueran posibles para un avión de estas características.

En 2010 después de una inspección de rutina se detectaron fisuras en los largueros, viga longitudinal que recorre el ala y soporta los esfuerzos de carga aerodinámica durante el vuelo y también se detectaron grietas en la bancada del motor. Fue necesario reforzar las alas que provocaron un peso agregado, lo  que modificó el centro de gravedad del avión. Sólo podía despegar con un tripulante a bordo; tampoco podía hacer vuelo en formación, ni vuelo  acrobático, ni prácticas de tiro. Lo cual significó tomar la decisión de  su baja definitiva.

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