martes, 3 de febrero de 2015

RECUPERACIÓN DE LA INDUSTRIA AERONÁUTICA


Recuperación de la industria aeronáutica
La participación de FAdeA en el programa KC-390 impulsado por la empresa brasileña EMBRAER es una oportunidad para volver a posicionar a la industria aeronáutica argentina. Por Carlos de la Vega
A fines de 2009 la fábrica de aviones situada en Córdoba fue reestatizada y vuelta a bautizar con el nombre de Fábrica Argentina de Aviones “Brig. San Martín” (FAdeA) en honor al mítico director de la empresa que a mediados de la década de 1940 la llevó a su período de mayor esplendor.
Con la reestatización se intentaba comenzar a enderezar una problemática historia: la industria aeronáutica nacional nunca consiguió consolidarse. La participación de FAdeA en el programa brasilero KC-390 es un primer logro de esta nueva etapa.
La experiencia del KC-390
El KC-390 es un avión de transporte militar táctico desarrollado por el gigante brasilero de la aeronáutica, EMBRAER, en sociedad con las empresas OGMA de Portugal, Aero Vodochody de la República Checa y FAdeA de Argentina. La aeronave tiene una capacidad de aproximadamente 23 toneladas de carga paga, motorizado con 2 turbofan –generación de motores a reacción que reemplazan a los turbojet– de 120 kilo Newton (o 12. 236 kilogramos fuerza) de empuje cada uno, logra una velocidad máxima operativa de Mach 0,8 (80 por ciento de la velocidad del sonido), un alcance de 2.500 kilómetros y un techo de servicio de 11.000 metros.
El 28 de octubre de 2010, los entonces ministros de Defensa de la Argentina y Brasil –Nilda Garré y Nelson Jobim– firmaron en Buenos Aires una Declaración de Intenciones que ponía en marcha las negociaciones para la participación de la Argentina en el programa KC-390, que se comprometía a analizar la factibilidad de la futura adquisición de seis aviones.
KC
El KC-390 es un avión de transporte militar táctico desarrollado por EMBRAER, en sociedad con las empresas OGMA
de Portugal, Aero Vodochody de la República Checa y FAdeA de Argentina.
La participación industrial argentina en el programa brasileño quedó bajo la responsabilidad de FAdeA. No era la primera vez la empresa argentina y EMBRAER intentaban trabajar juntas. A fines de la década de 1980 y principios de la siguiente fueron socias en el proyecto del avión CBA 123, una experiencia que no prosperó. En esta ocasión, la metodología de trabajo y la decisión para llevarla a cabo fue otra.
Un rol importante en la primer parte de esta tarea la desempeñó Mirta Iriondo, una ingeniera nuclear y doctora en física, que por entonces se desempeñaba como subsecretaria de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico del Ministerio de Defensa. Ella comprendió con claridad la trascendencia que tenía el programa para la recién estatizada FAdeA y se concentró en sentar las bases para su viabilidad.
Finalmente la participación de FAdeA en el KC-390 se concretó en un contrato para la fabricación de 6 conjuntos de piezas para diferentes partes del avión y el 21 de octubre de 2014, en la planta de EMBRAER en Gaviao Peixoto, estado de São Paulo, la aeronave realizó su roll out  (la primera presentación del prototipo de una aeronave).
El rol de FAdeA
El pedido de cotización inicial efectuado por EMBRAER, en julio de 2010, contemplaba: un mamparo divisor de cabina; las puertas del tren de aterrizaje de nariz; una cuaderna de presión; los frenos aerodinámicos (spoilers); los carenados de flaps; y el cono de cola. Posteriormente, la cuaderna de presión que sellaba la compuerta de carga trasera fue sustituida en el diseño por una puerta de dos hojas, de las cuales FAdeA quedó a cargo de la superior; y el mamparo divisor de cabina cambió por todo un rack para equipos electrónicos.
Los seis conjuntos implicaban inicialmente 588 kilogramos y 704 piezas. Con el correr de las negociaciones y la evolución del proyecto, esos mismos seis conjuntos pasaron a representar 1062 kilogramos y 2615 piezas, con cerca de 350 kilogramos de material compuesto. Este último detalle es de gran importancia, ya que los materiales compuestos son uno de los últimos avances en construcciones aeronáuticas. Ellos permiten reducir enormemente los pesos de las partes sin que se pierda la resistencia estructural de las mismas. Además, son elementos de alto valor agregado y, por lo tanto, una oportunidad para lograr importantes ganancias. FAdeA carecía de experiencia relevante en la producción y manejo de estos materiales y el programa KC-390 le dio la oportunidad de comenzar a adquirirla.
Otro rubro en el que se trabajó fue el desarrollo de utilajes, es decir, las estructuras que se emplean para el montaje de las piezas. Estos instrumentos son herramientas de precisión de no fácil diseño y fabricación. De los 372 utilajes previstos en un comienzo, se pasó a más de 600, entre ellos, una enorme estructura de tres niveles en donde se monta la compuerta de carga, concebida, fabricada e instalada en FAdeA por MTorres, una importante empresa española proveedora de líneas de montaje para Boeing y Airbus.
Retornando a los conjuntos a ser producidos por FAdeA para el KC-390, éstos pueden ser metálicos, como el rack para los equipos electrónicos o la puerta de carga; o mixtos –metálicos y material compuesto–, como el cono de cola, los carenados de los flaps (ocho unidades, cuatro por cada lado del avión), losspoilers (doce unidades, seis de cada lado) y la puerta del tren de nariz.
Los materiales compuestos empleados son preimpregnados de carbono y, en algunos puntos, honeycomb, un producto elaborado a partir de una plancha de celdas hexagonales tipo panal de abeja, sujetadas por arriba y abajo por placas rígidas o semirígidas. Con la posibilidad de diferentes tipologías y composiciones de materiales, el honeycomb se destaca por conferir a las piezas gran resistencia, especialmente a los esfuerzos de torsión, con un muy bajo peso relativo.
Las innovaciones introducidas para participar del KC-390 también implicaron la compra de nuevas máquinas para mecanizado y de hornos, entre ellos uno de caída libre, mediante el cual se calienta el aluminio para reconstituir la estructura interna del material y luego se lo deja caer en una cuba de agua fría para que el cambio de temperatura le permita al material adquirir mayor dureza
Cambio de procesos… y de cultura
El equipamiento nuevo en una industria no sirve de mucho sino va acompañado de procesos renovados. En el programa KC-390, EMBRAER realizó el diseño de todas las piezas y FAdeA intervino en el JDP (Join Definition Phase) de las piezas que estarán a su cargo. El JDP es una instancia en donde el fabricante de un producto diseñado por otro revisa y da la viabilidad técnica y económica de su producción. En caso de que las especificaciones del diseñador no sean realizables en los términos por él establecidos, se le solicita un replanteo del producto o de los procesos para fabricarlo.
Ahora bien, para poder estar a la altura de las exigencias del programa, FAdeA debió introducir una serie de cambios. El primero fue seleccionar un grupo de ingenieros y técnicos específicos para esta tarea y abocarlos en forma prioritaria alprograma. Desde su inicio, han participado unas 400 personas, pero en forma permanente se encuentran 120, muchos de ellos jóvenes. Esto ha permitido introducir una nueva cultura de trabajo con gran foco en el cumplimiento de objetivos precisos en tiempos prefijados, con costos acotados y altos parámetros de calidad.

El ingeniero Jorge Castagneris junto a uno de los operarios en el interior de uno de los niveles del utilaje de armado de la puerta
superior de carga del KC-390
Se han incorporado también nuevos procesos como el DIP (Desarrollo Integrado de Productos) y el GDyT (geometría dimensional y tolerancias), cuyo propósito, explica el ingeniero Jorge Castagneris, jefe del programa KC-390 en FAdeA, es lograr piezas que luego se unan a las partes más grandes sin necesidad de emplear demasiado herramental o hacer laboriosos ajustes, gracias a la calidad y precisión de las formas geométricas alcanzadas, algo extremadamente difícil de conseguir, pero que permite ahorrar mucho trabajo.
Las normas técnicas, tanto en lo que respecta a los productos como a los procesos de fabricación y de ensayos, son fundamentales en la aeronáutica para asegurar las prestaciones y la calidad de las aeronaves y sus partes. El programa KC-390 implicó la certificación por parte de FAdeA de la AS9100, norma de rigor en la industria aeronáutica, a la que se le sumó la NAS 410 para todo lo que tiene que ver con ensayos no destructivos orientados a identificar fallas de los materiales, como grietas o porosidades.
Ante nuevos horizontes
FAdeA ha invertido en el programa KC-390 cerca de 35 millones de dólares. El valor del contrato con EMBRAER por los conjuntos para 180 aeronaves ronda los 183 millones de pesos. Debe tenerse presente que las inversiones vienen realizándose desde diciembre de 2010, por lo cual, la casi totalidad de las mismas se efectuaron con una cotización del dólar sensiblemente menor a la actual y que aquellas fueron concebidas, además, para desarrollar capacidades en la línea de producción de los futuros IA-63 Pampa III, por lo que su impacto positivo en FAdeA trasciende a un programa concreto. Por otro lado, EMBRAER calcula que durante las próximas dos décadas el mercado mundial para el KC-390 ascenderá a 700 unidades, lo que transforma al contrato actual en sólo el punta pie inicial.
Castagneris recalca algo sumamente importante en el hecho de que FAdeA se haya podido constituir en un proveedor de una empresa aeronáutica de rango mundial en un programa de primera línea. Esta oportunidad le permite a la empresa cordobesa situarse como una fábrica aeronáutica con proyección internacional, algo que nunca había logrado en el pasado, incorporando procesos y tecnologías que vuelvan a situarla en el estado del arte de la actividad luego de años de estancamiento.
En síntesis, más allá de los resultados económicos específicos de la participación de FAdeA en el KC-390, los beneficios tecnológicos y empresariales de esta iniciativa son un primer logro claro de la etapa post-estatización de una fábrica que aún aguarda su realización como forjadora de la industria aeronáutica nacional.
Carlos de la Vega  
Fuente: http://www.unsam.edu.ar/tss/recuperacion-de-la-industria-aeronautica/

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