A medida que el USS Zumwalt avanza en la activación de los operativos previstos por la Armada, como la integración de armas y los preparativos para su despliegue, la Marina continúa ampliando el alcance de sus actividades y prevé operaciones que antes eran zonas de misión en las que se hacía menos hincapié para el buque.
La pregunta es ¿podría el nuevo destructor terminar cambiando la guerra de superficie?
Aunque inicialmente concebido, en gran medida, como una plataforma de ataque terrestre en el litoral, los responsables de programas de la Armada ahora dicen que la tecnología de rápido progreso y el desempeño del buque hasta ahora, le permitirán cada vez más, tener éxito en el combate en aguas abiertas o en “aguas azules” en caso de que se enfrente a una guerra oceánica de gran potencia y de fuerza contra fuerza.
Dada su sigilosa configuración, parece plausible que una nave de la clase Zumwalt pueda liderar un asalto o ayudar a lanzar un ataque más amplio en virtud de su capacidad de atacar evitando ser detectado. Es probable que la flota de tres barcos Zumwalt tenga una gran demanda en los próximos años, a medida que surjan nuevas amenazas que presenten la necesidad de sus avanzadas tecnologías.
Además, de una manera bastante similar a la actual flota de destructores DDG 51, es casi seguro que un Zumwalt ayudará a proteger a un grupo de ataque de portaaviones. Basándose en su sigilosa configuración, un destructor Zumwalt podría estar bien posicionado para probar o penetrar las defensas enemigas de aguas azules sin tener que renunciar necesariamente ante la ubicación de un grupo de portaaviones.
Si un radar, un ISR aéreo o un MH-60R de a bordo y un avión teledirigido Fire Scout detectan amenazas de largo alcance o áreas de fuego enemigo entrante, el Zumwalt podría ser muy bien utilizado como punto de lanzamiento para un contraataque. Con su tecnología de disparos de precisión de largo alcance, un Zumwalt podría quizás tener éxito en atacar objetivos terrestres enemigos más fortificados sin ser tan susceptible a los sensores terrestres y a los misiles antibuque. El concepto con el Proyectil de Ataque Terrestre de Largo Alcance del Zumwalt, o LRLAP, es llevar la precisión ofensiva y la potencia de fuego más allá del alcance de los actuales cañones de 5 pulgadas montados en cubierta y sin guiar. Además, dada su baja firma de radar, podría no parecer una misión demasiado ambiciosa imaginar un destructor de la clase Zumwalt como elemento de un asalto anfibio. Los sensores avanzados de a bordo podrían conectarse con los drones y otros activos ISR para ayudar a orientar a un Grupo Anfibio que se acerca a los mejores métodos o ubicaciones de ataque.
El poco calado de un Zumwalt, sus capacidades de misión litoral y sus disparos de precisión de largo alcance podrían, junto con la potencia aérea, ayudar a suavizar los objetivos terrestres en preparación para un aterrizaje anfibio. De una manera no muy diferente a un LCS, un Zumwalt podría acceder a puertos de aguas poco profundas y otras áreas costeras actualmente inaccesibles para buques de calado más profundo; esto cambia el cálculo del combate en el sentido de que aporta una potencia de fuego de superficie sustancialmente mejorada a las operaciones litorales.
Al mismo tiempo, sin duda es relevante señalar que, al menos por el momento, solo habrá tres destructores de la clase Zumwalt, circunstancia que probablemente limitará un alcance global más omnipresente. Como resultado, se necesita poca imaginación para observar cómo es probable que la clase Zumwalt funcione como inspiración o modelo para que surjan en el futuro otros nuevos barcos e innovaciones, que pueden emular o basarse en algunas de sus tecnologías.
La cuestión de las armas de riel y las armas láser, sin sorpresa, es algo que tiende a generar mucha atención en las mentes de los innovadores, analistas de evaluación de amenazas y futuros planificadores; esta es una razón clave por la que muchos señalan al Sistema Integrado de Potencia del Zumwalt como una impactante fuente de energía móvil que, a medida que continúa evolucionando, proporciona la base técnica para la integración de las armas láser.
Cuanto mayor sea la cantidad de tecnología de energía móvil exportable y resistente, más fuerte será el láser. Las armas láser basadas en barcos, según se discute ampliamente, ya están operativas. El desafío de avanzar es lograr aumentar su fuerza y alcance, al tiempo que se acelera su integración con el radar, los sensores y las tecnologías de control de fuego.(Source/Photo/Author: Kris Osborn/The National Interest)
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