Tras un año de inactividad, la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), operada por la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería, reanuda su producción con el objetivo de abastecer los requerimientos de Atucha III, cuya construcción acaba de confirmarse.
A principios de julio, el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, firmó en China un acuerdo para que el gigante asiático financie la construcción de Atucha III y Atucha IV, las dos nuevas centrales nucleares proyectadas en el país.
La primera de ellas funcionará con tecnología “Candu”, similar a la Central Nuclear Embalse, por lo que demandará una carga de 600 toneladas de agua pesada. Su construcción comenzará en 2017, requerirá seis años de trabajo y una inversión de u$s 5.800 millones.
Sobre la situación de la PIAP, el delegado gremial Adrián Lizzi comentó que “hasta ahora estuvimos haciendo un mantenimiento continuo. Afortunadamente, estamos en proceso de arranque y hay unidades de la PIAP que ya se encuentran en marcha, a la espera de obtener la disponibilidad de consumo de gas y energía”
Por otro lado, Lizzi precisó que inicialmente se abastecerá a la operadora Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA) con un stock de entre 30 y 50 toneladas, y luego se dedicarán a producir el agua pesada que demandará la nueva central nuclear argentina.
A futuro, la intención del Gobierno nacional es cubrir las necesidades de agua pesada de Atucha I, Atucha II, Atucha III y Embalse, y exportar los eventuales excedentes que produzca la PIAP, a pesar de que el mercado internacional para el agua pesada es muy acotado.
U-238
A principios de julio, el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, firmó en China un acuerdo para que el gigante asiático financie la construcción de Atucha III y Atucha IV, las dos nuevas centrales nucleares proyectadas en el país.
La primera de ellas funcionará con tecnología “Candu”, similar a la Central Nuclear Embalse, por lo que demandará una carga de 600 toneladas de agua pesada. Su construcción comenzará en 2017, requerirá seis años de trabajo y una inversión de u$s 5.800 millones.
Sobre la situación de la PIAP, el delegado gremial Adrián Lizzi comentó que “hasta ahora estuvimos haciendo un mantenimiento continuo. Afortunadamente, estamos en proceso de arranque y hay unidades de la PIAP que ya se encuentran en marcha, a la espera de obtener la disponibilidad de consumo de gas y energía”
Por otro lado, Lizzi precisó que inicialmente se abastecerá a la operadora Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA) con un stock de entre 30 y 50 toneladas, y luego se dedicarán a producir el agua pesada que demandará la nueva central nuclear argentina.
A futuro, la intención del Gobierno nacional es cubrir las necesidades de agua pesada de Atucha I, Atucha II, Atucha III y Embalse, y exportar los eventuales excedentes que produzca la PIAP, a pesar de que el mercado internacional para el agua pesada es muy acotado.
U-238
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