martes, 18 de octubre de 2016

Un Gaucho que no entusiasmó acá ni allá


El Vehículo Liviano de Empleo Aerotransprotable, VLEGA Gaucho nació de una asociación que en ese momento imaginaron Néstor Kirchner e Ignacio Lula da Silva. Tanto Brasil como Argentina tenían requerimientos por un 4X4 aerotransportable y ambos países tenían en desarrollo un vehiculo de este tipo.

El Ejército Argentino había comenzado con un modelo experimental llamado VELA (Vehículo de Exploración de Largo Alcance) y Brasil tenia en desarrollo un prototipo llamado “Aranha”, ambos para ser empleados por unidades aerotransportadas.

Esta convergencia de requerimientos hizo que tanto Kirchner como Lula acordadaran el desarrollo de un vehiculo para ambos ejércitos para este fin y asi se dieron reuniones entre especialistas del EA y del EB del CTEx (Centro de Tecnologia do Exercito) para la fabricación de un prototipo llamado VLEGA (Vehiculo Liviano de Empleo General Aerotransportable) para así dar el puntapié inicial a un relato sobre una épica de una autosuficiencia regional en cuanto a equipamiento militar y de no dependencia de EEUU, el gran proveedor al que se pretendía desplazar.

Gaucho, el Hummer del Mercosur


Identificado inicialmente como el vehiculo de empleo general al que no se sabía en donde encuadrarlo, el Gaucho en principio estaba pensado para unidades aerotransportadas que requerían de un vehiculo de exploración, pero por sus dimensiones y pesos ya estaba a la altura de vehículos más pesados multipropósito como el Hummer o Marrua. Del lado brasileño siempre tuvieron la sospecha que la pretensión argentina era competir más con el Marrúa, que lograr un vehiculo para las tropas aerotransportadas.

El Gaucho iba a tener un 65% de partes fabricadas en la Argentina y el resto del Mercosur, donde la parte brasileña la constituía el motor MWM 2.8 del Marrúa y la misma caja de transmisión de éste.


Con mucha pompa en junio de de 2005, se envía el primer prototipo al CTEx brasileño para su evaluación, allí los militares brasileños se encontaron con varios problemas, los que fueron identificados, pero que ellos consideraban, casi insolubles o que al menos era motivo de barajar y dar de nuevo.

Los puntos flojos del Gaucho eran su sistema de suspensión y amortiguación, muy complejos para un vehiculo militar que debe caracterizarse por la simpleza y robustez (para entonces la propaganda del MinDef argentino publicitaba su futura participación en el Dakar, cosa que nunca ocurrió) y éste tenia 14 puntos de sujeción, cuestión que cuando hay que hacer una reparación del tren delantero en el terreno es casi imposible. También fue cuestionada la posición de la tripulación, estaban “hundidos” al tener el piso muy bajo y el zócalo del conductor y acompañante estaba a la altura de la rodilla, así es muy difícil evacuar rápidamente del vehiculo en caso de caer en una emboscada. Además de esto los brasileños pidieron el cambio de asientos, dado que los que pusieron acá eran del tipo asiento anatómico como el que usan los autos de carrera, que para abandonar el cockpit hay veces que se necesita de ayuda externa para salir del habitáculo, ya que el asiento “abraza” al conductor, no era apto para uso militar. Pidieron que se cambie por el mismo asiento y volante (que también acá pusieron uno de auto de carrera) que se usaba en el Marrúa. El sistema de refrigeración del motor era muy improvisado, tanto que al verlo, prácticamente inclinó la balanza para volcarse a hacer su propio proyecto.


Detalle de la solución implementada para la refrigeración del motor del Gaucho, muy improvisado para los brasileños que exigían un estándar de fábrica terminal.

Eran muchas las modificaciones que había que hacerle al Gaucho y no sería una tarea sencilla hacerla sobre un mismo vehiculo, razón por la cual, los brasileños decidieron continuar con su propio desarrollo adaptado a sus necesidades y asi dieron origen al Chivunk. Un nuevo vehiculo sin los defectos que arrastraba el Gaucho.

El hecho que los brasileños iniciaran su propio desarrollo hizo poner en duda el proyecto Gaucho del lado argentino y generó incertidumbre. El programa sufrió una parálisis al saber que el principal socio daba señales de que se había bajado del proyecto.

Sin embargo, el MinDef argentino, para el año 2009, en un intento por seducir a los brasileños y reactivar el proyecto Gaucho (el estandarte de la industria militar nacional) le compra a Agrale alrededor de 80 vehiculos Marrúa para “lograr la interoperabilidad con el Gaucho y contribuir a la reducción de costos” que hasta ese entonces eran cuantiosos los que se habían absorbido para un vehiculo como el Gaucho., El Marrúa es un gran vehiculo y muy ponderado por el EA y la IMARA, pero era más caro que un Humvee nuevo comprado vía FMS.

Si hay que calcular la cantidad de Hummers que se pudieron haber comprado con los dineros despilfarrados en este costoso proyecto, en base al costo de la última tanda de Hummers que incorporó el EA, hoy la flota de Humvees podría quintuplicarse, de todos los modelos de la familia de vehículos.

Para el 2011, se reúnen entre Nelson Jobim y Puricelli para renovar la asociación por el Gaucho con la firma de acuerdos de defensa (más que nada los brasileños seguían interesados en seguir vendiendo vehículos militares a la Argentina) y allí también acuerdan la compra de 14 Iveco Guaraní y para ello envían un vehiculo a prueba a Boulogne.


Captura de una imágen del Spot del TAM 2C donde se aprecia en segundo plano el IVECO Guaraní que estuvo en Boulogne a prueba

En esas circunstancias el proyecto Gaucho retoma el impulso y se hacen las modificaciones pedidas por los brasileños y en el 2013 envían el prototipo al Brasil para que comprueben el vehiculo. Se le subió el piso del vehiculo, lo que motivó que también deba subirse el techo y el parabrisas, se cambió el diseño de la parrilla porque se dice que recibieron intimaciones de una importante fábrica por haber copiado la parrilla de su vehiculo (la parrilla se parecía mucho a la del Jeep Cherokee) y hubo que cambiarla, cambió también la trompa del vehiculo que quedó parecido al de un Citroen 2CV, pero al prototipo de 1939…

Con toda esta mudanza, sin embargo para entonces el EB ya se había inclinado por otro proyecto que la Agrale le había propuesto, el Marrúa AM2 de exploración. Aunque el Chivunk se adaptaba más al requerimiento brasileño, adolescía del mismo problema del Gaucho: su baja demanda para ser producido en serie, lo que hacia que el costo por unidad trepe a niveles exorbitantes.

Nuestro MinDef sondeó a varias terminales para su producción seriada pero ninguna ponía en marcha una línea de producción por menos de 2000 vehiculos. Eso no iba a tener la amortización necesaria.


 El Gaucho en LAAD 2015, ya modificado de acuerdo a los observaciones hechos por los brasileños. Notar el piso y los asientos más elevados, casi a la altura del zócalo, los asientos y volantes además son los mismos del Marrúa. Como consecuencia de ello hubo que subir el parante de la jaula y aumentar el tamaño del parabrisas. También el rediseño de la parrilla para evitar problemas legales con una termina automotriz.

Así los brasileños se inclinaron por una plataforma que no tenia secretos para ellos, que estaba ya en producción como el Marrúa, sin necesidad de la escala porque el costo ya había sido amortizado y era un jeep sobre el cual ya tenían un amplio parque de vehículos en su ejército. Los brasileños no quisieron inventar la rueda como nosotros, se dirigieron por el camino que mejor conocían, un vehiculo probado al que había que hacerle algunas modificaciones menores como el Marrua adaptado para las tropas aerotransportadas.

Aunque el Gaucho tampoco satisfizo al EA, el MinDef no volvió a comprar Marrúas (ni para el EA ni la IM a pesar de haber dado buenos resultados) y el Ejército, repentinamente, cambió el requerimiento respecto del VBCR, ya no necesitaba más un 6X6 y ahora subia la vara hacia un 8X8 quedando así afuera el IVECO Guarani y el pedido de los 14 iniciales quedaban en la nada. ¿Una devolución de favores a los brasileños por bajarse del Gaucho? Asi el malogrado proyecto Gaucho llega a un final anunciado, demasiado tiempo y sobretodo, demasiados recursos que pudieron haberse invertido mejor.

Un remedio práctico de bajo costo


Durante la ultima gestión de la jefatura de Ejército a cargo del General Milani, se tomó la decisión de dejar en via muerta al Gaucho y se adquirieron 30 vehículos Polaris MRZR 4 para las tropas aerotransportadas y más Hummer (usados) a un 25% del costo de un Marrúa nuevo. Así el Ejército dejaba atrás el proyecto Gaucho dando una vuelta de página. Una decisión sensata y los Gauchos fueron a unidades de Caballería para tareas de exploración, no fueron enviados a unidades aerotransportadas como se decía que estaban destinados, en parte le terminaron dando la razón a los brasileños acerca de cual era el objetivo del Gaucho. Un vehiculo multipropósito (hicieron prototipos de ambulancia y blindado por ejemplo).



Volviendo sobre la decisión del EA de ir hacia vehículos ATV (All Terrain Vehicles) de la línea Polaris, adoptó la misma solución que la 82 división aerotransportada del US Army que recurrió a estos vehículos para reemplazar a los pesados Humvee. Son vehículos ideales para desplazarse por todo terreno por parte de las tropas aerotransportadas.


Posibles soluciones de bajo costo de un VEE para el EA
Jeep M-151 todavía utilizado por el EA, modificado como VEE, con jaula antivuelco y armamento, optimizado para misiones de exploración.

Como vehículo de exploración que complemente a la flota actual de Polaris adoptada por el EA, se debería ver en el espejo de lo que hizo Brasil. Ellos terminaron adoptando una plataforma ya en producción y de un modelo que ya tiene una logística instalada como el Marrúa.

Presentación del MB-230G remotorizado con un Diesel Steyr 

El vehiculo que actualmente dispone el EA en grandes cantidades, válido de ser aprovechado y con bajo costo de inversión es el MB-230G, del que el año pasado se anunció una remotorizaciòn y puesta en valor, consistente en extender la vida útil del vehiculo mediante el cambio de motor naftero actual y caja de velocidades de 5 marchas por un motor diesel Steyr M 14 VTI 4 cilindros, diesel policarburante (menos consumo y mayor autonomía), se les agregan tanques de combustibles plásticos de 110 lts para que en caso de ataque con armas livianas no exploten.

Nuestro ejército dispone de una gran cantidad de vehículos aptos para la exploración (VEE) como el MB-230G (entre 800-900) y M151, de este ultimo se le han hecho alguna modificación menor para equiparlo para exploración instalando una estructura tubular como jaula antivuelco e instalando dos MAG, una en el asiento del acompañante con su respectivo afuste y otro en un parante de la jaula.
El armamento del VELA disponía de una MAG en el asiento de acompañante y una Browning M2 en el parante superior de la jaula. Teniendo una enorme flota de MB-230G que ahora se está en proceso de modernización.

Se puede obtener un vehiculo de exploración tal como lo hicieron los brasileños a partir del Marrúa, se podrían convertir un lote de MB-230G de caja larga de los stocks actuales del EA, dotándolos de una MAG en el asiento del acompañante con su respectivo afuste y una M2 Browning en el parante superior de una jaula antivuelco hecha ad hoc, nada en comparación a lo que había que hacer con el Gaucho. Un simil al MB-290 Wolf pero criollo.

Fuente: Julio Gutiérrez - AviacionArgentina

No hay comentarios:

Publicar un comentario