viernes, 27 de mayo de 2016

Los Marines quieren proteger sus tanques con el sistema Trophy


Sistema Trophy
Fuente: USNI News

Las armas contra-carro crecen en eficacia y número. En el mercado proliferan numerosos sistemas de cohetes y misiles, cuyos bajos precios compiten con el enorme coste de un carro o vehículo de combate. Por otra parte, la gran amenaza a estos sistemas de combate en el ambiente urbano, proviene de lanzacohetes de ínfimo coste, que se disparan desde cortas distancias, fuera de la vista de la tripulación. La reacción tradicional ante esas amenazar es mejorar las corazas y superponerlas blindajes adicionales, de un tipo u otros, desde meramente pasivos a reactivos, con lo que se consigue hacerlos más pesados, lentos y poco maniobreros. Pero en la lucha cañón-coraza, ya sabemos que el final siempre es el mismo, gana el cañón. A la vista de este hecho, hace años surgieron los sistemas de defensa activa, siendo el israelí de Rafael Trophy el que parece más eficaz.
Carro israelí Merkava Mk 4m con sistema Trophy APS
El Teniente General Robert Walsh, Comandante Adjunto del Cuerpo de Infantería de Marina de EEUU (Marines), informó en una audiencia del Subcomité del Senado para Asuntos de las Fuerzas Armadas, de que, así como la Armada invierte en la protección de sus buques y aeronaves, los Marines consideran que es necesario proteger sus vehículos de combate.

“Cuando se comenzaron a percibir amenazas contra nuestros aviones, nuestros helicópteros, nuestros aviones de ala fija, por parte de misiles infrarrojos, rápidamente pusimos a punto la capacidad de defensa contra ellos,” dijo.

“Ahora estamos viendo que la amenaza en tierra está cambiando, volviéndose mucho más sofisticada. Sin embargo, seguimos reaccionando super-blindando a nuestros medios terrestres, añadiéndoles más coraza. Tenemos que empezar a pensar en una tecnología con mayor capacidad, en sistemas activos de protección de vehículos que puedan derrotar a los misiles contracarro guiados, a los RPGs (granadas propulsadas por cohetes) … a la vez que en una capacidad soft, como las tecnologías que tienen nuestras aeronaves”. A tal fin, el Cuerpo de Marines se ha asociado con el Ejército para probar el sistema israelí Trophy Active Protection System (APS).

El Ejército ha arrendado cuatro sistemas, que experimentará en sus vehículos de combate Stryker y en los carros M1A2, a la vez que la Infantería de Marina modifica algunos de sus carros M1A1 para instalar el mismo sistema y poder trabajar conjuntamente para ponerlo a prueba.

Las amenazas a los carros son básicamente de dos clases: de energía cinética disparados por otros vehículos de combate, consistentes en un proyectil que vuela a enorme velocidad, hasta 2.000 m/s, y que perfora la coraza al golpearla; y de energía química (carga hueca), usada normalmente por misiles y RPGs, que volando a menos velocidad basa su efecto en la fusión de la coraza por el efecto térmico.

El sistema de protección activa Trophy crea una zona protegida semiesférica alrededor del vehículo en la que los cohetes y misiles atacantes son interceptados. Cuenta con tres elementos que proporcionan: detección y seguimiento, lanzamiento e intercepción electrónica. El subsistema de detección de amenazas y alerta consta de varios radares de pantalla plana, colocados en lugares estratégicos alrededor del vehículo, para proporcionar la cobertura completa. Una vez que se detecta, identifica y verifica a una amenaza, se abre la Countermeasure Assembly, el dispositivo de contramedidas se posiciona en la dirección en la que se puede interceptar la amenaza. A continuación, se dispara automáticamente en una trayectoria balística para interceptar la amenaza entrante en una distancia relativamente larga. En el caso de que el atacante sea un misil guiado por radiofrecuencia, activa un interferidor que anula el sistema de guiado.

El blindaje adicional hace a los vehículos menos veloces y maniobreros. “Y, ciertamente, queremos ser más ligeros y rápidos”, dijo Walsh.

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