Por Jorge Oviedo | LA NACION
El Gobierno decidió reaprovisionar a las Fuerzas Armadas con millones (sic) de municiones, desde algunas de pequeño calibre hasta las que usan los grandes cañones. Entre los tipos, los hay de guerra, de práctica. Para fusiles, morteros, obuses, pistolas y escopetas. La operación se autorizó con una medida que apareció ayer, con muy llamativa tardanza, en el Boletín Oficial. Es una decisión administrativa del 30 de diciembre de 2014, firmada por el entonces jefe de Gabinete Jorge Milton Capitanich , y el ministro de Defensa,Agustín Rossi .
DETALLES
Se aprueba un convenio de compra directa a la Dirección General de Fabricaciones Militares de municiones por un total de $ 129.732.889,60. Las cantidades involucradas son notables.
Por ejemplo, 1,613 millones de balas de 9 mm tipo NATO, las que se utilizan en pistolas y subametralladoras. Lo curioso es que la casi totalidad (1,5 millones) se destinan a la Fuerza Aérea. No es munición para armamento de aeronaves, sino para armas personales cortas. A finales de 2014 se conoció que habían desaparecido 26.000 balas como las mencionadas del Batallón 603 (Ejército) en Rosario.
Para fusiles FAL, se dispone adquirir 2,215 millones de balas comunes y previsiblemente 1,1 millones van para el Ejército Argentino. Se trata de un fusil que es el arma de dotación, por ejemplo, de la infantería. También se le agregan cien mil del tipo "trazadoras", que son las que en su trayectoria emiten luz, lo que le permite al tirador observar la trayectoria y corregir la puntería. También se agregan 900.000 cartuchos de fogueo para los mismos fusiles.
Pero a pesar de que los anexos de la decisión administrativa 1343/2014 explican que entre los destinos no hay fuerzas de seguridad, hay municiones que podrían ser más ampliamente utilizadas por ellas.
Por ejemplo, 100.000 cartuchos 12/70mm, que usan las escopetas del tipo Ithaca (o Itaka) con perdigones de plomo. Todos para el Ejército.
Para la misma clase de escopeta, se adquieren 104.000 cartuchos más, pero con balas de goma. De ellos, 100.000 son para el Ejército, y los restantes, para el Comando Operacional de las Fuerzas Armadas. Al mismo comando, cuya sigla es Coffaa, se le agregan 300 cartuchos lacrimógenos y otros 300 del tipo "irritante".
La norma aprobó recién ayer el convenio para "Adquisición de munición de diversos calibres para abastecer el Programa de Abastecimiento Consolidado de Insumos para la Defensa-Pacid 2014".
Tal como lo señaló LA NACION en 2013 ya en el proyecto de presupuesto 2014 el Gobierno mostró un ambicioso plan de reequipamiento militar que preveía el gasto de US$ 10.000 millones en cinco años. Se incluía entonces hasta aviones de España para reemplazar los vetustos Mirage, que aún hoy operan en Tandil.
En los últimos tiempos, aparecieron versiones de que el país terminaría por adquirir cazabombarderos tácticos a China, pero la operación de las municiones no parece relacionada.
El lunes último, la Presidenta en videoconferencia con Rossi y el jefe del Ejército, César Milani , anunció la compra de equipos para esa fuerza por $ 920 millones. Y destacó que los equipos servirán "para que nuestras FF.AA. estén mejor pertrechadas para el nuevo enemigo que muchas veces es el cambio climático".
Dijo que se trataba de pontones, botes semirrígidos y otros materiales aptos para tareas de socorro. Pero la medida que, según el Boletín Oficial de ayer, ya estaba firmada en diciembre comprende materiales aptos para el combate o para las prácticas y adiestramiento.
Hay provisiones para las tres Fuerzas Armadas y puede cubrir desde la reposición hasta el reemplazo del material que se considere vencido.
Hay entre las compras, servicios de mantenimiento para granadas y provisión de sus "trenes de fuego" o detonadores. Y hasta balas calibre 22 para prácticas..
Se aprueba un convenio de compra directa a la Dirección General de Fabricaciones Militares de municiones por un total de $ 129.732.889,60. Las cantidades involucradas son notables.
Por ejemplo, 1,613 millones de balas de 9 mm tipo NATO, las que se utilizan en pistolas y subametralladoras. Lo curioso es que la casi totalidad (1,5 millones) se destinan a la Fuerza Aérea. No es munición para armamento de aeronaves, sino para armas personales cortas. A finales de 2014 se conoció que habían desaparecido 26.000 balas como las mencionadas del Batallón 603 (Ejército) en Rosario.
Para fusiles FAL, se dispone adquirir 2,215 millones de balas comunes y previsiblemente 1,1 millones van para el Ejército Argentino. Se trata de un fusil que es el arma de dotación, por ejemplo, de la infantería. También se le agregan cien mil del tipo "trazadoras", que son las que en su trayectoria emiten luz, lo que le permite al tirador observar la trayectoria y corregir la puntería. También se agregan 900.000 cartuchos de fogueo para los mismos fusiles.
Pero a pesar de que los anexos de la decisión administrativa 1343/2014 explican que entre los destinos no hay fuerzas de seguridad, hay municiones que podrían ser más ampliamente utilizadas por ellas.
Por ejemplo, 100.000 cartuchos 12/70mm, que usan las escopetas del tipo Ithaca (o Itaka) con perdigones de plomo. Todos para el Ejército.
Para la misma clase de escopeta, se adquieren 104.000 cartuchos más, pero con balas de goma. De ellos, 100.000 son para el Ejército, y los restantes, para el Comando Operacional de las Fuerzas Armadas. Al mismo comando, cuya sigla es Coffaa, se le agregan 300 cartuchos lacrimógenos y otros 300 del tipo "irritante".
La norma aprobó recién ayer el convenio para "Adquisición de munición de diversos calibres para abastecer el Programa de Abastecimiento Consolidado de Insumos para la Defensa-Pacid 2014".
Tal como lo señaló LA NACION en 2013 ya en el proyecto de presupuesto 2014 el Gobierno mostró un ambicioso plan de reequipamiento militar que preveía el gasto de US$ 10.000 millones en cinco años. Se incluía entonces hasta aviones de España para reemplazar los vetustos Mirage, que aún hoy operan en Tandil.
En los últimos tiempos, aparecieron versiones de que el país terminaría por adquirir cazabombarderos tácticos a China, pero la operación de las municiones no parece relacionada.
El lunes último, la Presidenta en videoconferencia con Rossi y el jefe del Ejército, César Milani , anunció la compra de equipos para esa fuerza por $ 920 millones. Y destacó que los equipos servirán "para que nuestras FF.AA. estén mejor pertrechadas para el nuevo enemigo que muchas veces es el cambio climático".
Dijo que se trataba de pontones, botes semirrígidos y otros materiales aptos para tareas de socorro. Pero la medida que, según el Boletín Oficial de ayer, ya estaba firmada en diciembre comprende materiales aptos para el combate o para las prácticas y adiestramiento.
Hay provisiones para las tres Fuerzas Armadas y puede cubrir desde la reposición hasta el reemplazo del material que se considere vencido.
Hay entre las compras, servicios de mantenimiento para granadas y provisión de sus "trenes de fuego" o detonadores. Y hasta balas calibre 22 para prácticas..
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