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| GB Sergio Javier Pucheta, comandante de Adiestramiento y Alistamiento del Ejército. Foto: EA |
El general destacó la necesidad de contar con un presupuesto que le permita al EA funcionar y de fortalecer los sueldos, fundamental para que el personal esté motivado. "Hubo un anuncio del presidente que a partir del año que viene, y en un plan que va a durar todo el año, se van a equiparar los sueldos a los de las fuerzas de seguridad", recordó.
Además, Pucheta resaltó la recuperación del paque automotor de la fuerza: "Por ejemplo, para el ejercicio Salinas del Bebedero se concentraron en San Luis unidades de artillaría provenientes de Buenos Aires, Salta y Zapala, con cañones arrastrados con vehículos nuevos. Esto nos permite ver que, ante una operación, la fuerza está en capacidad de desplazarse a cualquier parte del país".
¿Qué evaluación haría del estado actual del EA?
A partir de la puesta en vigencia del Fondo Nacional de la Defensa (Fondef) somos muy optimistas porque empezamos a ver resultados, habiendo un inicio en la recuperación de las capacidades. A mí me consta por haber estado en el Área de Material. Si esto se mantiene en el tiempo, y se cumple con esta ley, de a poco se van a ir reequipando las FFAA. En lo que hace al funcionamiento de la Fuerza existe como en otras áreas, el problema de que los presupuestos para las actividades normales siguen siendo acotados. Hay un constante requerimiento del jefe de la Fuerza y del Ministerio para tratar de recuperar en ese sentido. Y en lo que a mí me atañe ahora, que es el adiestramiento, mediante esos recursos se podría incrementar más aún. Después del parate que hubo durante la pandemia, hoy podemos decir que el EA ha comenzado a retomar los niveles prepandemia en lo que hace al adiestramiento, con ejercicios, instrucciones en las unidades, todo eso insume gastos del presupuesto asignado. Dentro de las limitaciones se empezó a trabajar. Esperemos que el año que viene se pueda incrementar un poco más de lo que se hizo este año. Somos optimistas en ese sentido.
¿Cuáles son las principales cualidades de la fuerza en este marco de carencias?
La principal cualidad es el espíritu de la gente. Como siempre decimos: Lo más importante es el personal. En mi caso que puedo recorrer el ejército y ver, me doy cuenta de que las cosas se hacen en base al esfuerzo e ingenio. Los jefes le ponen impronta, y hacen a veces más de lo que uno se imagina en función de los recursos. En un ejército tan grande, grande en el sentido de la dispersión y de las diferencias que hay entre una zona y otra, no se puede decir que todo el EA trabaja de la misma manera. Según la región, las partidas de funcionamientos que tiene una unidad se aprovechan de manera distinta. En ocasiones pueden destinar más al adiestramiento, vinculado a las actividades de su misión. Por ejemplo, las actividades de las brigadas de montaña, o las de monte, no requieren gran cantidad de recursos en comparación con brigadas mecanizadas o blindadas.
¿Cuál es la principal necesidad que ve en la fuerza?
A mi entender, si se mantiene el Fondef, hay dos cosas claves. Una es el presupuesto para funcionar y la otra los sueldos ya que hacen a la motivación del personal. Hubo un anuncio del presidente que a partir del año que viene, y en un plan que va a durar todo el año, se van a equiparar los sueldos a los de las fuerzas de seguridad.
¿Y a nivel material?
A nivel material hay un muy buen plan hecho, que se gestó el año previo al Fondef. Hay cuatro proyectos estratégicos en el EA, el equipar una brigada blindada con alrededor de 200 vehículos blindados a rueda nuevos; la modernización de una brigada blindada con el proyecto TAM 2C, que plantea en cinco años modernizar 74 tanques; otro proyecto es el de la modernización de la aviación de ejercito con la incorporación de nuevos helicópteros medianos y de montaña; y el que avanza más aceleradamente es la renovación del parque automotor del EA que tenía más de 40 años.
¿Cómo afecta el Fondef en los proyectos estratégicos?
Con el Fondef, las fuerzas presentan sus proyectos al Estado Mayor Conjunto, y luego se pone a consideración del Ministerio de Defensa, que aprueba o no; y a partir de ahí se invierte. Las muestras concretas en el EA han sido la renovación de vehículos que uno ya ve en las unidades, la modernización del TAM 2C. El primer prototipo fue del año 2015, pero naturalmente, cuando se retomó el proyecto se actualizó a la tecnología del día de hoy. Este año se va a actualizar el prototipo y a partir del año que viene se va a comenzar a modernizar en serie. De los cuatro objetivos estratégicos, hay dos que están en movimiento. Con los otros dos se está en conversaciones muy avanzadas, pero todavía no se han concretado.
¿Qué más me puede contar respecto de la modernización del TAM?
Originalmente el plan concebía poner la planta de modernización en Boulogne, donde ya se está trabajando. Hay una novedad respecto a la previsión original del proyecto que es la mecanización, los cortes de la torre y la batea necesarios para los nuevos instrumentos. Había tratativas con empresas privadas, ya que por la especificidad no lo puede hacer el ejército, y se resolvió que Impsa iba a ser la encargada. Ya ha terminado la del nuevo prototipo y se han mandado a hacer las próximas.
¿Cómo avanza la recuperación del parque automotor?
Después de tantos años en un parque de vehículos tan atrasado se van recuperando capacidades. Hace unos años había unidades donde si había ambulancias eran viejas, o ni había. Hoy en todas las guarniciones hay ambulancias 4x4 0km, son un aspecto fundamental teniendo en cuenta la actividad riesgosa que implican las actividades del EA en un ejercicio. Se adquirieron micros para transportar tropas, transportadores de tanques, camiones 4x4, se han renovado innumerable cantidad de medios del parque automotor y continuamos renovando. Hoy se hacen actividades que hace unos años eran impensadas. Por ejemplo, para el ejercicio Salinas del Bebedero se concentraron en San Luis unidades de artillaría provenientes de Buenos Aires, Salta y Zapala, con cañones arrastrados con vehículos nuevos. Esto nos permite ver que, ante una operación, la fuerza está en capacidad de desplazarse a cualquier parte del país.
¿Y sobre los vehículos blindados a rueda?
De coronel, siendo jefe del departamento de planeamiento en la Dirección General de Materiales, y posteriormente subdirector, participé en el estudio del vehículo blindado a rueda, que era más amplio de las tres opciones que se barajan hoy en día. En 2017, si mal no recuerdo, se hizo un estudio que implicaba a 14 empresas. No había ningún tipo de limitación. Luego por distintas circunstancias, quedaron las opciones del Stryker, el Guaraní y el VN-1D1. Con una compra tan grande, como es la de la brigada blindada, empiezan a verse, además de la opinión del usuario que es el EA, otros puntos de vista, desde geopolítico, logístico. Hay aspectos que hacen a la participación de la industria nacional. Estas son compras que en un ejército como el nuestro se van a mantener, como el material actual, por 30-40 años. Por lo que hoy no está del todo cerrado cual es el vehículo que se va a comprar.
¿Existen otros proyectos?
Hay infinidad de proyectos que no son estratégicos, como la compra de armamento para las Fuerzas de Operaciones Especiales. Hoy las compañías comando tienen armamento de excelencia, con las mejores miras, supresores de sonido. Actualmente se está gestionando la compra, que esperemos ingrese el año que viene, para hacer lo mismo con las otras tropas de operaciones especiales: la Compañía de Cazadores de Montaña y la Compañía de Cazadores de Monte. Se continuó un plan previo al Fondef, pero que ahora se potenció, que es la renovación del viejo material de comunicaciones por brigadas. Hoy, de acuerdo con las prioridades del EA, tiene material nuevo la Brigada de Paracaidistas, la Fuerza de Operaciones Especiales y las brigadas que están operando en el norte, la Brigada III y la Brigada V; y se está acelerando la compra del material para completar la renovación en las otras brigadas. Relacionado con eso, el actual jefe del EA, GD Guillermo Olegario Gonzalo Pereda, ha dado impulso al Sitea (Sistema Integrado Táctico del Ejército Argentino) proyecto que permite la conducción de operaciones mediante medios computarizados, conectados con estas radios de nueva generación. Se están comprando las radios y las computadoras que se necesitan para que los puestos comandos puedan manejarse con estos sistemas modernos de comando y control. También se están comprando a través del Invap radares de largo alcance para renovar los que actualmente dispone la artillería antiaérea, que son de la década del 60. Estos radares van a contribuir, en épocas de paz, al plan de radarización. En un proyecto conjunto, se ha comenzado a reequipar a la artillería antiaérea con la adquisición de los RBS-70. Es un plan a varios años que equipa con una batería de misiles a cada fuerza. En el EA van a ir a la Agrupación de Artillería Antiaérea 601 que está en Mar del Plata. Otro proyecto conjunto es la adquisición de munición, que es un tema crítico hace muchos años.
¿Existe algún tipo de desarrollo propio?
El área de investigación y desarrollo está realizando la modernización de un radar que llevará el nombre de Güemes. El proyecto sería dirigido por la fuerza, pero con alguna empresa civil e Invap. También se desarrolló un proyecto, que, si bien parece algo básico, fue muy importante, que es disponer de cocinas de campaña modernas. Hoy la masa del ejército tiene las cocinas tradicionales, muchas de las cuales están fuera de servicio. Con los pocos efectivos que salían a hacer ejercitación no se veía la necesidad y la gente se arreglaba. Cuando con la pandemia hubo que salir a hacer el apoyo a la comunidad en grandes cantidades en todo el país, ahí se vio la necesidad. Como respuesta la Dirección de Investigación y Desarrollo hizo un proyecto para hacer una cocina más moderna con industria nacional.
¿Considera que el tamaño del ejército es el apropiado para el país?
Esa es una gran discusión hace años. La experiencia nos marca que el actual despliegue es fundamental para la fuerza, porque estamos en toda la extensión del territorio nacional. Donde se necesita. el EA está presente. Ha habido muchos estudios, pero nadie ha concretado una gran reforma del ejército que apunten a tener un ejército más concentrado con capacidad de despliegue a distintos lugares del país. Pero creo que eso afectaría al constante apoyo que se le da a la población. Me parece que en el corto plazo no habría cambios estructurales en la distribución territorial de la fuerza.
¿Los transportes logísticos por medios ferroviarios serán algo habitual?
En los últimos años han sido esfuerzos aislados en los que algún comandante toma contacto con la empresa ferroviaria, en ocasiones tiene costo y en otras no. Pero a partir de ahora se está haciendo todo un planeamiento, que decanta de las directivas de defensa, de las políticas del Estado Mayor Conjunto, en base a posibles operaciones reales, y se va a contactar a otras entidades de trasporte para poder emplear los recursos del Estado, más allá de los recursos propios de las fuerzas. La defensa nacional es el problema de todo el potencial de una nación, donde todo tiene que converger para alcanzar el objetivo.
¿El ejército participará en algún ejercicio combinado?
El principal compromiso internacional que tiene el ejército para el año que viene es el ejercicio Arandú, que se realiza junto con el Ejército de Brasil. Este ejercicio se realiza en ciclos de tres años, el primer año se hacen acuerdos, el segundo año se hacen las ejercitaciones de forma virtual, y el tercer año se hace con tropas en el terreno. El año pasado, a pesar de la pandemia, se realizaron los acuerdos; este año, en septiembre, se realizó en la Dirección de Educación Operacional el ejercicio en forma virtual utilizando el Batalla Virtual, que es un elemento de simulación para planeamiento, con los estados mayores; y está previsto hacerlo a mitad del año que viene en el Campo General Ávalos.
¿Cuáles son los principales objetivos del Ejército?
Como objetivo principal es estar preparados para nuestra misión. Según la directiva del jefe del Estado Mayor, alcanzar este objetivo primordial implica disponer de un instrumento militar con las capacidades de disuasión creíbles necesarias como para desalentar cualquier amenaza. Para eso tenemos que estar bien equipados, y progresivamente lo estamos logrando, aunque va a llevar sus años. Una de mis principales preocupaciones, es el funcionamiento, porque una vez equipado hay que estar adiestrado, para eso hay que dar instrucción, hay que hacer ejercicios, hay que tener munición para estar en aptitud de tiro. Para estar bien adiestrados necesitamos que las partidas de funcionamiento sean las adecuadas para poder desarrollar estos ejercicios. Eso sumado a un ejército remunerado de forma acorde estimamos que en poco tiempo podemos contar con una fuerza en aptitud de cumplir con nuestra misión principal. Con un ejército correctamente adiestrado para su misión principal, estamos en capacidad de hacer nuestras misiones secundarias, sean de apoyo a la comunidad, o participar de misiones de paz o en la Antártida de la mejor manera posible. (Source/Photo: Infodefensa)
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