viernes, 6 de agosto de 2021

La candidata a nuevo Jefe del Comando Sur se compromete a trabajar con la Argentina para la adquisición de cazas occidentales

Durante las últimas semanas, tienen lugar en el Congreso Norteamericano las audiencias de los futuros candidatos a suceder al Almirante Craig Faller como Jefe del Comando Sur de los EE.UU. (USSOUTHCOM) para la región. Si bien no se ha confirmado aún el sucesor del Almte. Faller, uno de los candidatos más posibles para ocupar su lugar es la Teniente General del Ejército de los Estados Unidos Laura J. Richardson, quien fuera nominada para ocupar ese lugar por el Presidente Joe Biden.

El día de 3 de agosto tuvo lugar una audiencia frente al Comité de Servicios Armados del Senados de los Estados Unidos, donde la Gnal. Richarson atestiguó frente a los representantes del Poder Legislativo. En base a información que se desprende del medio JANES, Richardson expresó que, de avanzar en su nominación y ascenso a Jefe del Comando Sur, se comprometerá a entablar un nuevo enfoque en sus relaciones con Argentina a fin de ayudar al país a adquirir un nuevo caza de procedencia occidental. Es de público conocimiento las relaciones y ofrecimientos que ha realizado la República Popular China para situar como candidato como futuro caza de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) al PAC JF-17 Thunder, coproducido junto Pakistán.  

En base a sus declaraciones, Richardson trabajará junto al Departamento de Estado para ayudar a la Argentina en la selección de un nuevo caza occidental a través de programas de venta de equipamiento militar y financiamiento, como el Foreign Military Sales (FMS) impulsado por la Agencia de Cooperación en Seguridad y Defensa (DSCA) .

La necesidad de la República Argentina para dotar a la FAA con un nuevo cazabombardero supersónico no es una novedad. A partir del año 2015, con la baja de los sistemas de armas Mirage III y Finger, el país perdió la capacidad de interceptación supersónica. Al día de la fecha, las únicas capacidades de combate aire-aire son las presentes en un reducido núcleo constituido por un puñado de Lockheed Martin A-4AR Fightinghawk.

Las posibilidades más cercanas con que recuperar estas capacidades se dieron en los últimos años, con las negociaciones entabladas con la empresa surcoreana KAI para la provisión de hasta 12 cazabombarderos F/A-50. Sin embargo, las negociaciones naufragaron frente a la confirmación por parte de representares de la compañía de que esta no podía asegurar la provisión de determinados componentes de origen británico, frente al veto que este país mantiene sobre la Argentina desde el fin de la Guerra de Malvinas para la adquisición de equipamiento militar.(Source/Photo: Zona Militar)

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