El ARA San Juan, en puerto, tras una modernización en 2014. Foto: Gaceta Marinera/Armada de Argentina.

Infodefensa.com ha tenido acceso al informe final sobre el ARA San Juan de Bruce Rule, analista jefe de la Oficina Naval de Inteligencia de los Estados Unidos durante cuatro décadas y autor de varios estudios sobre la pérdida de los submarinos norteamericanos USS Thresher y USS Scorpion, quien además testificó ante una corte de investigación de la Armada de los Estados Unidos sobre la pérdida del USS Thresher. Rule presentó su informe final sobre la pérdida del submarino argentino tipo 209 ARA San Juan el pasado 4 de agosto.

Fuera conjeturas

El informe establece que todas sus afirmaciones son basadas en información conocida y conclusiones derivadas del análisis de la referida información. También descarta cualquier intento de arribar a conclusiones o agregar conjeturas que carecen de una base científica o información que las soporte. En ese sentido, la conjetura sin base que plantea que la tripulación lucho contra el fuego durante horas sin lanzar una boya de emergencia es totalmente rechazada.

El análisis de Rule que ha estudiado Infodefensa.com también menciona que no es útil realizar conjeturas sobre diferentes posibilidades, como por ejemplo si se hubiese tomado la decisión de continuar navegando en superficie en vez de realizar la inmersión, pues no se puede comprobar que eso hubiese cambiado el resultado final.

Estas “posibilidades alternativas”, como son definidas en el informe final, no pueden ser comprobadas porque existen múltiples variables, entre ellas hay que considerar que el submarino se encontraba navegando con olas de entre seis a siete metros de altura, que harían extremadamente complicado continuar la navegación hasta Mar del Plata y sería muy incómodo para la tripulación soportar dichas condiciones. También se descarta que existiese la posibilidad de una segunda explosión que tornara al submarino incontrolable por ser una conjetura sin ningún asidero real.

La información científica disponible

Según el análisis de Bruce Rule al que Infodefensa.com ha tenido acceso, el submarino ARA San Juan sufrió un evento catastrófico: la explosión del hidrógeno generado por corto circuitos en las baterías del grupo de proa, que habían sido dañadas por la ingesta de agua de mar a través del snorkel del navío. La explosión ocurrió aproximadamente una hora y cuarenta minutos luego de que el submarino se sumergió y fue contenida por el casco del navío sin que existieran brechas.

Esta explosión no fue lo suficientemente fuerte como para ser detectada por los micrófonos submarinos más cercanos de la Organización del Tratado Comprensivo de Prohibición de las Pruebas Nucleares, Ctbto por sus siglas en inglés, que se ubican a unos 6040 km de la posición del submarino.   Luego de este evento inicial, con su tripulación fallecida, el sumergible inició un descenso sin control desde los 40 metros de profundidad a un ratio de inmersión de 1.1 metros por segundo colapsando a los 468 metros de profundidad.

La implosión del submarino generó una señal de burbuja de pulso de 4.68Hz a las 13:51 GMT del 15 de noviembre de 2017. Dicha señal fue detectada por los sensores acústicos submarinos del Ctbto a extremadamente largas distancias, según ha podido saber Infodefensa.com, incluyendo sensores a 7730km del punto de origen.

El analista utilizó la relación empírica entre el volumen de una estructura rellena de aire y la cantidad de veces que, en el primer segundo de tiempo, se genera una diferencia de presión en el ciclo de compresión a expansión para luego volver a contraerse que el colapso (implosión) de la referida estructura genera, lo que se denomina frecuencia de pulso de burbuja, para determinar la profundidad exacta a la que el submarino implosionó. Estos cálculos arrojan que dicha profundidad fue de 468 metros generando una energia causada por la implosión equivalente a la explosión de 5216 kg de TNT.

Los motivos de la explosión

Basados en la información provista, el comandante del submarino ARA San Juan, ordenó la inmersión del navío a 40 metros para reparar las baterías y permitir que la tripulación descansara, lo que indica que al menos existía la intención de enviar personal al compartimiento de baterías de proa. Es importante destacar que los desastres de submarinos norteamericanos relacionados con la generación de hidrógeno por parte de baterías, siempre incluyeron personal trabajando en las baterías mientras estas se recargaban, lo que generó como consecuencia un cambio en los manuales de procedimientos indicando que no se debía acceder a los compartimientos de baterías en submarinos con sistemas de ventilación de tanque abierto mientras se realizaba la recarga, según se desprende del texto al que ha tenido acceso Infodefensa.com.

En el caso del ARA San Juan, las baterías no estaban siendo recargadas en ese momento por lo que los datos indican que una chispa probablemente causara la combustión del hidrógeno generado por las baterías en corto circuito y que, al estar sumergidos, los sistemas de ventilación no pudieron reducir la concentración de hirdrógeno con aire fresco del exterior.

La tripulación murió antes de darse cuenta

En cuanto a la tripulación, esta explosión de hidrógeno fue un evento extremadamente rápido, según el análisis al que ha tenido acceso Infodefensa.com, que tomó únicamente 30 milisegundos para propagarse por todo el submarino, siendo mucho más rápido que el tiempo mínimo de reconocimiento cognitivo de un ser humano, que oscila entre los 80 y 100 milisegundos, por lo que todo el personal a bordo falleció en forma instantánea sin sufrimiento e ignorando lo que estaba sucediendo. El hecho de que, después de la explosión, no fuesen lanzadas ninguna de las boyas de emergencia localizadas a ambos extremos del navío confirma esta conclusión y desmiente el reporte de que la tripulación luchó por horas contra el fuego.

Las conclusiones

El informe de Bruce Rule al que ha tenido acceso Infodefensa.com, con su información precisa y detallada, provee explicaciones claras y objetivas con respecto a lo que sucedió con el ARA San Juan en su último viaje sin intentar encontrar culpables, pero proveyendo una cronología detallada de los eventos que llevaron a la pérdida del submarino argentino.

La sociedad en general busca culpables y responsables, si bien dicha búsqueda, justificada pero también muy pasional, no debe afectar los análisis técnicos que proveen un detalle de los eventos. Desafortunadamente, desde la trágica pérdida del ARA San Juan, muchos reportes publicados están plagados de conjeturas, información falsa y afirmaciones asumidas que enturbian la búsqueda real de la verdad y generar más ansiedad y confusión a aquellos que han perdido un ser querido. Si bien este reporte no señala culpables, al menos confirma que ninguno de los miembros de la tripulación sufrió durante este trágico evento.(Source/Photo/Author: Gabriel Porfilio/Infodefensa)