Rusia admite la derrota de su avión “furtivo” y cancela la producción en masa del Su-57.

• Rusia ha anunciado que su propuesta de entrada en el mundo de los cazas furtivos de quinta generación, no se producirá en serie.
• El avión ofrece algunas capacidades prometedoras en combate, pero las dificultades de diseño y producción, lo han convertido en un proyecto desafiante con un potencial de exportación limitado.
• Esta cancelación representa un fracaso de Rusia para gestionar su enorme presupuesto de defensa y la magnitud de sus proyectos, así como para encontrar compradores en su particular versión de un avión destinado en su origen a enfrentarse con los cazas furtivos estadounidenses.

“El avión ha demostrado ser muy bueno, incluso en Siria, donde confirmó su rendimiento y capacidad de combate”, ha comentado en la televisión rusa el viceministro de Defensa Yuri Borisov, según informa The Diplomat.

Pero, a pesar de los continuos elogios de Rusia por el avión y las dudosas afirmaciones sobre sus habilidades, Borisov finalmente dijo: “El Su-57 es considerado uno de los mejores aviones producidos en el mundo. Por lo tanto, no tiene sentido acelerar el trabajo en la producción masiva de aviones de quinta generación”.

Justin Bronk, un experto en aviación de combate en el Royal United Services Institute, dijo a Business Insider que los comentarios de Borisov “podrían describirse caritativamente como una razón excesivamente optimista por la que pararon la producción”.

Con el cierre del proyecto, Rusia se ceñirá ahora a lo que sabe hacer bien como es la actualización de los aviones de cuarta generación en servicio en lugar del sigiloso Su-57, que originalmente estaba destinado a reemplazar a los cazas más antiguos.

El Su-57, un avión diseñado como un caza destructor de los aviones de sigilo F-35 y F-22 de Estados Unidos, incorpora un innovador conjunto de radares, y estuvo desplegado durante un breve período de tiempo en la base aérea de Hmeimim en Siria , aunque el despliegue duró solo unos días y no se enfrentó contra ninguna amenaza digna de una caza de clase mundial.

Inicialmente propuesto como un proyecto conjunto con la India, el Su-57 tuvo problemas cuando ninguna de las partes pudo ponerse de acuerdo sobre cómo dividir la producción y el desarrollo tecnológico. Después de 11 años en el programa, India se retiró, dejando a Rusia sola con una economía débil.

Ahora, que se ha comentado recientemente que la India podría ser comprador del F-35 estadounidense, es otro nuevo golpe al sueño de Rusia para desarrollar su propio avión de caza de quinta generación.

El Su-57 nunca fue realmente de quinta generación, y nunca fue realmente sigiloso.

Un científico experto en ocultación dijo recientemente a Business Insider que aunque el avión supuestamente tenía un perfil sigiloso, visualmente tenía defectos que no dejaban de ser evidentes. En un informe del año 2016 el digital IHS Jane’s ya adelantaba que el avión era de quinta generación “solo de nombre”.

A su favor el Su-57 tiene una enorme carga útil, y se esperaba que algún día llevara armas nucleares. Al igual que el Su-35 antes, los expertos coinciden que su maniobrabilidad es superior a la de cualquier avión de los Estados Unidos.

El Su-57 parecía un avión de combate aéreo de siguiente nivel capaz de eliminar en combate cuerpo a cuerpo a los mejores cazas de EE.UU., pero su fracaso a la hora de integrar el sigilo ha evidenciado que acercarse a un F-35 o F-22 fuera una apuesta poco probable.

Bronk dijo que Rusia debe haber examinado ampliamente el programa y se habrá dado cuenta de que no tenía el potencial, ni siquiera con las actualizaciones, para que alguna vez se pudiera pagar por un avión que no cumple totalmente con las capacidades de un auténtico “stealth”. Con un precio de unos 40 millones de dólares por unidad, el Su-57 de Rusia cuesta menos de la mitad de lo que cuesta un F-35, pero es considerablemente más caro que sus otros aviones.

“Rusia está admitiendo  más o menos la derrota en la construcción de un avión de combate factible de quinta generación”. Por ese precio, según Bronk, Rusia solo puede poner los radares y los misiles en sus aviones más antiguos en mayor número, ya que el fuselaje del Su-57 nunca ha sido realmente sigiloso.

Rusia actualmente está trabajando en nuevos tanques, submarinos y armas nucleares, todos los cuales ponen a prueba su ya amplio presupuesto de defensa. Con otros grandes proyectos en marcha, parece que el Su-57 se ha convertido en la primera víctima de la crisis presupuestaria.

A medida que el F-35 de EE.UU. comienza a entrar en línea en números significativos y el avión furtivo J-20 de China se despliega en serio, parece como si Rusia se estuviera quedando atrás en el mundo de los proyectos militares de primera clase.

Alex Lockie – Business Insider