Los ingenieros y técnicos brasileños de Akaer desarrollaron un nuevo fuselaje trasero para las aeronaves de caza Gripen E / F de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB). El proyecto se basa en la tecnología desarrollada por Saab para la versión anterior de la aeronave. Sin embargo, Akaer necesitó rediseñar algunas estructuras desde el concepto básico hasta el detalle total de la estructura.
Akaer cambió la arquitectura de la estructura, dando una solución innovadora para satisfacer los requisitos de la nueva versión de la caza, más potente, con nuevos aviones, nuevas funcionalidades, además de mayor durabilidad. Para ello, además de rediseñar la estructura del fuselaje trasero, fue necesario volver a dibujar la conexión entre el motor y el fuselaje, definir un nuevo diseño para los paneles laterales, proyectar una nueva puerta del compartimiento del motor y volver a dibujar la conexión del empenado para atender las necesidades severas cargas térmicas, vuelo, aterrizaje y despegue típicos de una caza supersónica. Lo mismo ocurre con los puntos de fijación del motor, atendiendo a las necesidades de durabilidad requeridas por la FAB.
La empresa revisó algunas estructuras con el objetivo de adoptar nuevos conceptos. El nuevo diseño de la puerta del compartimiento del motor utilizó material y conceptos diferentes de las versiones anteriores de la caza, resultando en mejoras significativas en la relación peso / resistencia / durabilidad.
La bahía del APU (Auxiliary Power Unit - Unidad de Energía Auxiliar), especie de generador, también fue rediseñada para atender a los nuevos requisitos del caza, con temperaturas y vibraciones elevadas.
"Agregamos mucho valor a esa estructura. Han sido años desarrollando el proyecto y un año más de pruebas de carga en la sede de Saab, en Suecia, que validó nuestro proyecto. "Eso nos deja muy orgullosos de comprobar cuánto nuestra empresa está capacitada para desarrollar proyectos de extrema complejidad como ese", explica el presidente y CEO de Akaer, Cesar Augusto Teixeira Andrade e Silva.
Las pruebas de carga del fuselaje trasero simulan todas las maniobras previstas por la aeronave en operación sobre la estructura del avión, más el 50%, para cumplir las normas de certificación. Estas pruebas utilizaron 140 sensores de tensión para medir el estrés en los puntos críticos de la estructura.
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