El Víctor Angelescu llegará a Mar del Plata a mediados de octubre. Es considerado uno de los buques de investigación científica pesquera más sofisticado del mundo.
El Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) conmemorará su 40 aniversario con la inauguración de nuevas instalaciones en su edificio ubicado en la Escollera Norte y con la llegada de un nuevo buque de investigación de última generación construido en España.
Se trata del Víctor Angelescu, un barco de 53 metros de eslora considerado como un de los más avanzados de su tipo a nivel internacional.
La embarcación zarpará desde el puerto de Vigo a mediados de septiembre y será recibida en la ciudad de Mar del Plata entre el 10 y el 15 de octubre.
Su construcción se llevó a cabo en el marco de un plan de fortalecimiento institucional financiado por el gobierno nacional y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El plan incluye otros desafíos, algunos de los cuales ya se cumplieron y otros están en pleno proceso de ejecución, le explicó a LA CAPITAL el director del organismo, Otto Wölher.
Entre ellos figura la construcción de un segundo barco, de 36 metros de eslora, la apertura de tres subsedes (las cuales ya fueron inauguradas en Puerto Madryn, Caleta Olvia y Usuahia) y la creación de un Centro Nacional de Desarrollo de Maricultura en la zona sur del Partido de General Pueyrredon.
“Los 40 años del instituto nos encontrarán celebrando algunos de estos progresos”, subrayó el funcionario.
El Víctor Angelescu, que aún se encuentra en el Astillero Armon Vigo S.A, será el primer buque en sumarse a la flota del Inidep después de 35 años.
La última unidad en ser incorporada había sido el Capitán Oca Balda, en el año 1982. “Los barcos con los que contamos son bastante antiguos y no siempre fueron bien mantenidos, lo que en su momento nos llevó a plantearnos el desafío de ir reemplazándolos. El primero que será reemplazado será el Capitán Cánepa, que se encuentra parado desde hace 5 años”, explicó Wöhler.
El Cánepa era un buque pesquero que en su momento fue adaptado para la tarea de investigación mientras que los dos restantes, el Oca Balda y el Holmberg fueron concebidos desde cero para cumplir con una labor científica.
Sin embargo, transcurridas ya varias décadas desde sus botaduras, “su equipamiento dista mucho de ser el ideal”, reconoció el director del Inidep.
Un “traje a medida”
En este contexto el Víctor Angelescu se constituirá en una herramienta fundamental para profundizar la tarea del organismo. “Es un barco que tiene la particularidad de haber sido diseñado de manera conjunta entre el astillero y la Comisión Técnica del Inidep, es decir, por quienes serán sus propios usuarios, por lo que contiene una serie de características que lo hacen muy especial”, subrayó.
Para Raúl Reta, director de Información, Operaciones y Tecnología del organismo, este hecho convierte al Angelescu en un “traje a medida” para los científicos del instituto. “Es el barco que el Inidep necesita para cumplir con sus actividades específicas”, destacó. Con esta nueva unidad el Inidep podrá ampliar su tarea de investigación hacia zonas de 1000 y más metros de profundidad.
“Esto nos va a permitir explorar nuestros recursos pesqueros un poco más allá de donde lo venimos haciendo. Hoy tenemos capacidad de pesca real de entre 350 y 400 metros de profundidad. Por lo tanto vamos a ampliar el ámbito de actuación de investigación con un buque moderno a nivel mundial”, sostuvo.
Para Wöhler, en definitiva, el uso del Angelescu posibilitará que el Inidep realice sus investigaciones en ámbitos que “hasta ahora tenía vedados”. Antes de que el barco llegue a la Argentina, la unidad ya tiene algunos compromisos previstos, como el de sumarse al proyecto de investigación Pampa Azul, a la exploración de la Reserva Marina Protegida Banco Namuncurá -al este de Tierra del Fuego- y del Agujero Azul, en la zona del talud continental, frente al Golfo San Jorge.
Según las autoridades del Inidep, el barco reúne todas las características de los mejores buques de investigación científica a nivel internacional que actualmente se encuentran navegando. Entre sus particularidades, cumple con la norma ICES 209 lo que le otorga una insonorización que mejorará la calidad de la tarea científica, posee una sonda multihaz para tomar registros en tres dimensiones del relieve submarino y cuenta con un vehículo no tripulado que permitirá hacer filmaciones y tomar muestras en hasta 300 metros de profundidad.
“Todo ese equipamiento nos abrirá muchas puertas. Permitirá que el instituto realice actividades que antes no podía hacer, abirendo un nuevo panorama para la investigación”, destacó Wöhler. La construcción del segundo nuevo buque del Inidep ya fue licitada y, según dijo el director del organismo, dará comienzo en el mes de febrero. Esta segunda unidad también será construida por el astillero vigués, pese a que del proceso de licitación participarn dos astilleros argentinos.
“El Angelescu claramente es un barco que requería de tecnología que no está disponible en el país. El segundo barco, por ser más estándar, bien podría haberse hecho en Argentina. Sin embargo, si bien se se le dio participación a empresas nacionales,el mejor precio fue el del astillero de Armon”, explicó Wöhler.
Según el director del organismo, existe la expectativa de que con la llegada del Angelescu, la tarea de investigación que durante los últimos años se desarrolló de manera discontinua, comience a verse normalizada.
“Durante todo este tiempo hemos aprendido muchas cosas y esperamos que la situación de conflicto laboral con la tripulación de los barcos no se repita. Esperamos establecer un esquema de trabajo para el nuevo barco sensiblemente distinto al de los barcos anteriores”, señaló.
En relación a las embarcaciones más antiguas, Wöhler dio garantías de que serán mejoradas y de que seguirán operativas. “El Holmberg está siendo reparado y esperamos que a fines de agosto o a principios de setiembre esté operable para hacer campañas. Al Oca Balda estamos pensando en sacarlo a dique para que esté operable para 2018”, aseguró.
Fuente: La Capital
Se trata del Víctor Angelescu, un barco de 53 metros de eslora considerado como un de los más avanzados de su tipo a nivel internacional.
La embarcación zarpará desde el puerto de Vigo a mediados de septiembre y será recibida en la ciudad de Mar del Plata entre el 10 y el 15 de octubre.
Su construcción se llevó a cabo en el marco de un plan de fortalecimiento institucional financiado por el gobierno nacional y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El plan incluye otros desafíos, algunos de los cuales ya se cumplieron y otros están en pleno proceso de ejecución, le explicó a LA CAPITAL el director del organismo, Otto Wölher.
Entre ellos figura la construcción de un segundo barco, de 36 metros de eslora, la apertura de tres subsedes (las cuales ya fueron inauguradas en Puerto Madryn, Caleta Olvia y Usuahia) y la creación de un Centro Nacional de Desarrollo de Maricultura en la zona sur del Partido de General Pueyrredon.
“Los 40 años del instituto nos encontrarán celebrando algunos de estos progresos”, subrayó el funcionario.
El Víctor Angelescu, que aún se encuentra en el Astillero Armon Vigo S.A, será el primer buque en sumarse a la flota del Inidep después de 35 años.
La última unidad en ser incorporada había sido el Capitán Oca Balda, en el año 1982. “Los barcos con los que contamos son bastante antiguos y no siempre fueron bien mantenidos, lo que en su momento nos llevó a plantearnos el desafío de ir reemplazándolos. El primero que será reemplazado será el Capitán Cánepa, que se encuentra parado desde hace 5 años”, explicó Wöhler.
El Cánepa era un buque pesquero que en su momento fue adaptado para la tarea de investigación mientras que los dos restantes, el Oca Balda y el Holmberg fueron concebidos desde cero para cumplir con una labor científica.
Sin embargo, transcurridas ya varias décadas desde sus botaduras, “su equipamiento dista mucho de ser el ideal”, reconoció el director del Inidep.
Un “traje a medida”
En este contexto el Víctor Angelescu se constituirá en una herramienta fundamental para profundizar la tarea del organismo. “Es un barco que tiene la particularidad de haber sido diseñado de manera conjunta entre el astillero y la Comisión Técnica del Inidep, es decir, por quienes serán sus propios usuarios, por lo que contiene una serie de características que lo hacen muy especial”, subrayó.
Para Raúl Reta, director de Información, Operaciones y Tecnología del organismo, este hecho convierte al Angelescu en un “traje a medida” para los científicos del instituto. “Es el barco que el Inidep necesita para cumplir con sus actividades específicas”, destacó. Con esta nueva unidad el Inidep podrá ampliar su tarea de investigación hacia zonas de 1000 y más metros de profundidad.
“Esto nos va a permitir explorar nuestros recursos pesqueros un poco más allá de donde lo venimos haciendo. Hoy tenemos capacidad de pesca real de entre 350 y 400 metros de profundidad. Por lo tanto vamos a ampliar el ámbito de actuación de investigación con un buque moderno a nivel mundial”, sostuvo.
Para Wöhler, en definitiva, el uso del Angelescu posibilitará que el Inidep realice sus investigaciones en ámbitos que “hasta ahora tenía vedados”. Antes de que el barco llegue a la Argentina, la unidad ya tiene algunos compromisos previstos, como el de sumarse al proyecto de investigación Pampa Azul, a la exploración de la Reserva Marina Protegida Banco Namuncurá -al este de Tierra del Fuego- y del Agujero Azul, en la zona del talud continental, frente al Golfo San Jorge.
Según las autoridades del Inidep, el barco reúne todas las características de los mejores buques de investigación científica a nivel internacional que actualmente se encuentran navegando. Entre sus particularidades, cumple con la norma ICES 209 lo que le otorga una insonorización que mejorará la calidad de la tarea científica, posee una sonda multihaz para tomar registros en tres dimensiones del relieve submarino y cuenta con un vehículo no tripulado que permitirá hacer filmaciones y tomar muestras en hasta 300 metros de profundidad.
“Todo ese equipamiento nos abrirá muchas puertas. Permitirá que el instituto realice actividades que antes no podía hacer, abirendo un nuevo panorama para la investigación”, destacó Wöhler. La construcción del segundo nuevo buque del Inidep ya fue licitada y, según dijo el director del organismo, dará comienzo en el mes de febrero. Esta segunda unidad también será construida por el astillero vigués, pese a que del proceso de licitación participarn dos astilleros argentinos.
“El Angelescu claramente es un barco que requería de tecnología que no está disponible en el país. El segundo barco, por ser más estándar, bien podría haberse hecho en Argentina. Sin embargo, si bien se se le dio participación a empresas nacionales,el mejor precio fue el del astillero de Armon”, explicó Wöhler.
Según el director del organismo, existe la expectativa de que con la llegada del Angelescu, la tarea de investigación que durante los últimos años se desarrolló de manera discontinua, comience a verse normalizada.
“Durante todo este tiempo hemos aprendido muchas cosas y esperamos que la situación de conflicto laboral con la tripulación de los barcos no se repita. Esperamos establecer un esquema de trabajo para el nuevo barco sensiblemente distinto al de los barcos anteriores”, señaló.
En relación a las embarcaciones más antiguas, Wöhler dio garantías de que serán mejoradas y de que seguirán operativas. “El Holmberg está siendo reparado y esperamos que a fines de agosto o a principios de setiembre esté operable para hacer campañas. Al Oca Balda estamos pensando en sacarlo a dique para que esté operable para 2018”, aseguró.
Fuente: La Capital
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