Apuesta por los proyectos estratégicos
Brasilia
Roberto Caiafa
La industria de defensa brasileña ve con optimismo esos números, ya que está bastante involucrada en grandes proyectos de las Fuerzas Armadas, y de forma directa o indirecta, participa activamente en la cadena de suministro.
El presupuesto de 2017 dará prioridad a la continuidad de proyectos estratégicos. De las tres fuerzas, la que ha obtenido un mayor aumento en su presupuesto total ha sido el Ejército de Brasil, que pasa de tener 34.000 de reales brasileños en 2016, a aumentar el próximo año la cifra hasta los 40.000 millones de reales brasileños.
El presupuesto de la Marina ha pasado de los 20.600 millones de reales brasileños a los 24.600 millones de reales brasileños, mientras que el de la Fuerza Aérea ha subido desde los 18.900 a los 20.700 millones de reales brasileños. Estas cifras incluyen gastos de explotación (de personal activo e inactivo).
En el caso del Ejército, entre las prioridades en términos de inversiones está el Sistema Integrado de Monitoreo de Fronteras (Sisfron), con 340 millones de reales brasileños, y la adquisición de blindados, el proyecto Guaraní, con 332 millones de reales. Otra de las necesidades es aumentar el ritmo de entregas de los nuevos fusiles de asalto Imbel IA2 y otros equipamientos recomendados en los años anteriores.
La Fuerza Aérea, después de anunciar una reformulación completa de su estructura organizacional, deberá continuar para poner en servicio el caza Saab Gripen E BR (1.500 millones de reales) y el avión de transporte Embraer KC-390 (200 millones de reales).
La entrega de hasta tres Boeing 767-300ER destinados a operaciones de transporte y reabastecimiento aéreo estratégico, llamado programa KC-X, también tiene recursos garantizados.
En la Marina de Brasil, la prioridad es la continuación de los trabajos sobre la base de submarinos y astillero naval de Itaguaí. Esta gran obra llegó a tener un presupuesto de 1.500 millones de reales en 2014, año electoral, cayendo a los 351 millones de reales en 2015.
En 2017 esta cantidad será de 614 millones, además de otros 364,5 destinados a la construcción del submarino de propulsión nuclear y 1.000 millones de reales para la construcción de submarinos convencionales.
Otra de las prioridades es el mantenimiento de las capacidades mínimas para la flota de fragatas, corbetas, patrullas oceánicas y buques auxiliares hasta que se inicie la construcción de la nueva clase de corbetas de la clase Tamandaré.
En 2017 también deben establecerse las obras de renovación que se llevarán a cabo en el portaaviones Sao Paulo (A12), actualmente "parado" en el astillero de la Armada en Río de Janeiro.
Fotografías: Agencia Brasil, Agencia Fuerza Aérea, Marina de Brasil
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