La antena es imponente. Pesa 110 toneladas, el plato es de 35 metros de diámetro y la base tiene 10 metros de alto y 20 de ancho.
La zona de la instalación de la base espacial en la región neuquina de la Patagonia, los chinos la denominan simplemente como “Site 16”. En la Argentina, en cambio, el lugar posee varios nombres; el gobierno de la provincia de Neuquén, propietario de las 200 hectáreas tierras que reservó y cedió en comodato por un período de 50 años para ser utilizada por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales de la República Argentina (CONAE), la bautizó como “fracción de tierra de lote E1, en un predio del Paraje Quintuco Pilmathue, nomenclatura catastral 05-RR-011-54240000, del departamento Loncopué”. El gobierno nacional, por otro lado, llama al sitio “Bajada del Agrio”.
Desde hace casi seis años existe una fuerte controversia por el arribo del organismo militar China Launch and Tracking Control General (CLTC), receptor final del comodato de la CONAE con la provincia y responsable de la construcción de 4 edificios, y la instalación de una antena, telemetría y tecnología para “seguimientos terrestres, comando y adquisición de datos” de las actividades espaciales de ese país. Todo como parte integral de la Red China de Comunicaciones del Espacio Lejano.
La enorme estructura se divisa desde la Ruta 40, entre Las Lajas y Chos Malal.tro. Llegó al país en barco y a la provincia en 28 camiones. La armaron un amanecer, aprovechando que no corría viento. El gobierno neuquino y los chinos insisten que no hay cláusulas secretas.
El secretario de Gestión Pública de la provincia, Rodolfo Laffitte, indicó que “se acomodaron los conflictos laborales y la Subsecretaría de Trabajo está permanentemente monitoreando los temas de seguridad e higiene que habían desencadenado los problemas”. Anticipó que “en el transcurso de este año tiene que estar terminado todo”.
El funcionario detalló que el montaje de la antena demandó poco más de una hora y fue realizado en noviembre pasado, luego de que la estructura llegara a la región junto a una grúa especial que se transportó en barco y unos 28 camiones. El trabajo se hizo antes del amanecer, porque es el horario en el que merma el viento.
La antena china que observará el “espacio lejano” y supervisará las misiones a la Luna que el país asiático planea para el 2017 ya se erige sobre el paraje Quintuco, en el centro de la provincia.En noviembre del año pasado, una delegación de ingenieros chinos completó la instalación de la parábola que pesa 110 toneladas y que llegó a la región transportada primero en barco y luego en 28 camiones especiales.
La gigantesca estructura puede observarse desde la Ruta 40, en el trayecto que va de Chos Malal a Las Lajas.
El proyecto contempla la construcción de cuatro edificios, incluida la antena, cuya ejecución está avanzada pese a los ocho meses de atraso que arrastra la obra.
La base que sostiene ese “plato” de 35 metros de diámetro es una gran “caja de hormigón” de 10 metros de alto por 20 de ancho. Laffitte precisó que esa obra está “prácticamente lista“, mientras que los restantes aún continúan en construcción.
“El que está más retrasado es el edificio administrativo, que incluye oficinas, alojamiento y comedor“, dijo. La antena tendrá una demanda de energía estimada en 1.500 kilovatios, para lo que la agencia china encargada del proyecto, CLTC, debió tender una línea de media tensión de unos 60 kilómetros, desde la estación transformadora del EPEN en Las Lajas.
Según explicó el funcionario provincial, China tiene como objetivo para el 2017 bajar a la Luna y retornar con muestras a la Tierra, mientras que para el 2025 proyectan una misión tripulada. Laffitte dijo que para eso requieren tener funcionando la estación en Neuquén: “Bajar y retornar a la Tierra es una operación crítica“.
La instalación de la base espacial generó polémica. La posibilidad de que también tenga uso militar y cuestionamientos por “falta de transparencia” del acuerdo con China, fueron los motivos centrales.
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