(defensa.com) - Aunque los ministros de defensa de Brasil, Jaques Wagner, y de Argentina, Agustín Rossi (éste en plena carrera como precandidato presidencial por el oficialismo) firmaron un memorándum, pomposamente denominado "Declaración por la Democracia y la Paz", dentro del cual se apunta a la posibilidad de que Argentina pudiera adquirir hasta 24 Gripen NG ensamblados en territorio brasileño, además de reiterarse el "interés" argentino en incorporar seis KC 390, las posibilidades de concreción real son puestas en duda tanto por oficialistas como por opositores de ambos países.
Los datos concretos de la realidad indican que el Reino Unido y sus aliados más próximos no permitirían entregar al Gobierno argentino cazas de última generación en un proyecto en el que firmas británicas y próximas a ese país forman parte como proveedores o consultores. De hecho, al igual que con Israel en el caso del Kfir ofrecido hace meses a la Fuerza Aérea Argentina- cuya operatividad real en materia de aeronaves de combate hoy no llegaría a una docena de unidades- el Reino Unido ya habría indicado al brasileño su disconformidad por estas gestiones. Al respecto son notorios los múltiples intereses existentes entre ambos países, inclusive a nivel de defensa y seguridad, siendo de origen británico muchos buques y helicópteros de la Marina brasileña, que con vistas al programa que apunta a dotar a Brasil de nuevas fragatas (Prosuper) ha recibido ofertas de BAE, así como ha incorporado las nuevas patrulleras oceánicas clase Amazonas del mismo proveedor.
En cambio, los actuales virtuales compañeros de ruta estratégicos de la Argentina, de continuar el kirchnerismo en el poder, son y serán China y Rusia (la Presidenta visitará Moscú el 22 y 23 de abril, invitada por Vladimir Putin en una gira oficial que se da tras el viaje hecho por el mandatario a la Argentina en julio del año pasado y refleja "las excelentes relaciones bilaterales”), junto a algunas naciones afines, a cuyas fábricas militares Argentina ha comenzado a acudir, mientras las propias conocen la más absoluta postración. Es notorio el caso de FADEA, que ha dejado de lado en buena parte no solo la fabricación en serie de nuevos IA 63 "Pampa", sino el mantenimiento mayor y la modernización de los A-58 Pucará, inclusive los uruguayos, parados por dicha falta de gestión y en consecuencia de componentes vitales.
Marcando aún más esa circunstancia, la FAA ha pintado algunos de sus Tucano en color gris de superioridad aérea, como casi despidiendo al Pucará y la situación aeronaval tampoco es promisoria- comparativamente hay más disponibilidad en la flota de la Aviación Naval uruguaya y más aún la chilena que en la argentina- no habiendo recibido nunca los alardeados Super Etendart franceses, los cuales, dudosamente podría mantener.
Respecto al Gripen, y a despecho del rol protagónico que tendrá Embraer en el programa, SAAB aspira a concentrar tanto en sus futuras instalaciones de Sao Bernardo do Campo, como en las de su asociado local a nivel estructuras (Akaer) y otras empresas integradas al proyecto local, como AEL en materia de aviónica y Mectron en misiles, buena parte de los componentes u opcionales del JAS-39 NG brasileño, como para que el caracter de proveedor del KC-390 de Fadea pueda pesar a favor del Gripen argentino.
Además, aunque continuarán las negociaciones, cualquier derrota oficialista en elecciones parlamentarias o incluso una agudización de la crisis política brasileña , implicaría cambios no muy favorables a proseguir en esta tesis, recordándose que por mucho menos, Estados Unidos vetó la venta del Súper Tucano a Venezuela y sancionó a Marsh Aviation por proporcionar cierto tipo de modernización a los Bronco venezolanos. (Javier Bonilla).
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