martes, 10 de marzo de 2015

El Gobierno encargó el diseño de drones argentinos para uso militar

Publicó hoy el contrato entre el Ministerio de Defensa e Invap; plantea la creación del Sistema Aéreo Robótico Argentino y el desarrollo y la eventual exportación de tecnología; tiene un presupuesto de 2095 millones de pesos

La Argentina tendrá drones militares de diseño nacional, que integrarán un sistema de defensa: el Sistema Aéreo Robótico Argentino (SARA).

Así se publica hoy en el Boletín Oficial: la Decisión Administrativa 1/2015 da cuenta del contrato firmado en diciembre último entre el Ministerio de Defensa e Invap (la empresa responsable, entre otras cosas, del diseño del más reciente satélite argentino) para dar vida al SARA, que en rigor fue creado en 2010.

El contrato supone la creación de drones (vehículos aéreos no tripulados), de tecnologías de telecomunicaciones para su control, y de uso como blanco aéreo para apoyar al sistema de defensa nacional, pensando también en una eventual exportación de equipos de alta tecnología.

El desarrollo de todos los componentes de SARA tiene un presupuesto total de 2095 millones de pesos para las diferentes etapas de su desarrollo, y plantea el uso de drones de varios tamaños y una autonomía de hasta 200 kilómetros (entre 12 y 20 horas en vuelo), además de contemplar la instalación de sistemas de control en los buques de la Armada para usar los drones en búsquedas marítimas.

La Argentina no es el único país de la región en plantear algo así; en 2012 Chile también inició el desarrollo de drones con tecnología propia, y Brasil usa drones para cuidar las fronteras de su país.


LOS DETALLES DEL CONTRATO



Reseña 
El Sistema Aéreo Robótico Argentino (SARA) surge en noviembre de 2010 en el marco de la Resolución Nº 1.484 del Ministerio de Defensa, por la cual se reconocía la necesidad de dotar a la defensa nacional de sistemas aéreos no tripulados para la vigilancia y el control de los grandes espacios aéreos, terrestres y marítimos del país.

Si bien esta iniciativa ya venía desarrollándose con el sistema Lipan del Ejército Argentino –y otros proyectos de la Fuerza Aérea y de la Armada-, el SARA permitió consolidar las necesidades de las tres Fuerzas Armadas en este campo.

De esta forma se estableció el programa SARA con el objetivo de desarrollar y producir aeronaves VANT (Vehículo Aéreo No Tripulado) de distinto tipo, capaces de transportar cargas útiles de diferente complejidad y con autonomía suficiente para cumplir con los requerimientos operativos propios de este sistema. Asimismo, el programa contempla el despliegue de estaciones terrenas de control y unidades portátiles de recepción de información para personal en tierra.

El Ministerio de Defensa encomendó entonces a la empresa de tecnología INVAP la responsabilidad del diseño y la gestión del SARA, así como también de la integración del sistema completo y la definición de los ensayos de validación y verificación, procesos en los cuales intervienen empresas nacionales de tecnología -principalmente Pymes organizadas en una red de más de 40 subcontratistas-, encargadas de la fabricación de componentes y la provisión de subsistemas.

El primer modelo de VANT desarrollado por INVAP, el VANT-MET1 (Modelo de Evaluación Tecnológica 1), al que seguirán otros de complejidad creciente que permitirán arribar a un primer prototipo operativo, ha sido ensayado exitosamente en agosto de 2014 en las afueras de la Ciudad de Córdoba, operado por personal técnico del Ejército de probada experiencia en la conducción de este tipo de vehículos.

El SARA también permitió sentar las bases para el desarrollo del Sistema de Adquisición y Diseminación de Imágenes (SADI), una iniciativa del Ministerio de Seguridad, la Armada Argentina e INVAP, que en el 2011 firmaron un contrato para el diseño y producción de plataformas giroestabilizadas con cámaras de video destinadas a dotar a las aeronaves de las Fuerzas de Seguridad y de la Armada.

Fuente: INVAP





Calderón: "El proyecto SARA es un salto tecnológico tan fundamental como el avance satélite"

El gerente General de Fadea, Tulio Calderón, explicó que "para la Argentina el proyecto SARA (Sistema Aéreo Robótico Argentino) significa el desarrollo propio de un sistema de tecnologías de avanzada", al referirse al contrato de desarrollo de Vehículos Aéreos No Tripulados (VANT) publicado en el boletín oficial.
"La industria nuclear, la industria de defensa y la industria aeronáutica son fuertemente multiplicadoras del crecimiento y desarrollo de la industria nacional, porque por sus características propias necesita de la confiabilidad y la alta calidad de todos sus proveedores locales", destacó Calderón en diálogo con Télam.

El funcionario apuntó que "hoy nadie debiera sorprenderse de que Argentina encare este tipo de desarrollos, porque nuestro país tiene una larga tradición de desarrollo de soluciones tecnológicas a nivel local que son reconocidas a nivel mundial, en la industria aeronáutica desde los años 40 o en la industria nuclear desde los 50".

Calderón analizó que "la mejor manera de entender la magnitud de este proyecto es no hablar del Vehículo Aéreo No Tripulado (VANT), sino pensar en un Sistema Aéreo No Tripulado (SANT), ya que todos estos robots pueden actuar de manera coordinada con la base en tierra y entre sí, compartiendo la información que recaban y retransmitiéndose órdenes de uno a otro".

"Esta primera etapa fijó como requerimientos para el SANT las tareas de vigilancia, reconocimiento, adquisición de blancos, búsqueda y rescate, entrenamiento, recolección de datos científicos y enlace de datos. No se ha incluido el ataque entre las misiones requeridas en esta fase del proyecto", detalló.

El gerente General de Fadea recordó que "este proyecto incluye varios desarrollos de tecnologías realizados en nuestro país. Uno puede pensar en el acuerdo del 2011 entre los ministerios de Seguridad y Defensa con el INVAP como el puntapié inicial de este proyecto, de esa trabajo conjunto nació el proyecto SADI que va a ser integrado en las unidades del proyecto SARA".

"Esta iniciativa va a empujar otras áreas de desarrollo necesarias, cómo los sensores, el sistema de guiado y control, las telecomunicaciones, la planta propulsora y el software necesario entre otras", añadió, y destacó que "Fadea va a ser parte fundamental de este proyecto".

Rodríguez: “El proyecto SARA va a integrar y profundizar conocimientos en sistemas de tecnologías complejas”

El secretario de Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa, Santiago Rodríguez, explicó que el proyecto SARA "va a integrar y profundizar conocimientos construidos alrededor de diferentes tecnologías complejas, cómo las telecomunicaciones, sensores, procesamiento de datos y navegación entre muchas otras”, en referencia al contrato de desarrollo de Vehículos Aéreos No Tripulados (VANT) publicado hoy en el Boletín Oficial.
Rodríguez aclaró en diálogo con Télam que “cuando el proyecto SARA finalice su etapa de investigación y desarrollo, toda la ingeniería y los conocimientos tecnológicos necesarios para la producción de las clases II y III van a ser transferidos a Fadea, mientras que los conocimientos requeridos para el BAAV van a ser transferidos a Fabricaciones Militares, y serán ambas empresas estatales las responsables de su producción, integrando como proveedoras a muchas empresas PyMEs tecnológicas nacionales”.

El funcionario apuntó que “el proyecto SARA es posible porque en Argentina existe una base tecnológica y de conocimientos con una historia y experiencia muy importante, pero también es posible porque en la base del proyecto está la decisión política de un proyecto de país que apuesta por el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la industria nacional”.

“Argentina no llegó hasta acá de casualidad, no es que de repente se nos ocurrió ponernos a trabajar, este momento de la ciencia y la tecnología nacionales está basado en un proceso de años de acumulación dentro del sistema científico-tecnológico, tanto estatal como privado”, subrayó el secretario.

Asimismo, sostuvo que “estos años de fuerte apuesta a la industria nacional, han generado un importante sector de PyMEs de base tecnológica que suman al proceso de acumulación de conocimientos que permite la maduración de tecnologías complejas como la satelital, la nuclear o la aeroespacial”.

“Hoy Argentina mantiene un proceso de profundización continua de los sistemas tecnológicos complejos cómo los de la industria satelital; o de la tecnología de lanzadores satelitales a partir del proyecto Tronador; esto es posible a partir del apoyo en instituciones públicas que llevan años de acumulación”, agregó.

“Este proyecto va a ser un enorme salto tecnológico, que va a tener que ver con las soluciones para integrar en un mismo sistema un paquete de tecnologías complejas, un proceso en el que todos los conocimientos requeridos van a profundizarse y nuestros técnicos van a adquirir nuevas y más complejas capacidades”, concluyó Rodríguez.

Télam

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