miércoles, 31 de julio de 2024

EE.UU. suministrará a Ucrania bombas y misiles para equipar los F-16 donados .

Avión de combate multifunción F-16 que lanza un par de misiles JDAM GBU-31 de 2000 libras (Fuente de la imagen: Departamento de Defensa de EE. UU.)
El 30 de julio de 2024, The Wall Street Journal informó que Estados Unidos equipará con misiles y otros armamentos de fabricación estadounidense decenas de aviones de combate multifunción F-16 destinados a Ucrania. Esta decisión marca un paso crucial en la escalada de la ayuda militar a Kiev en medio de su prolongado conflicto con Rusia.

Ucrania espera recibir 79 aviones F-16 de los Países Bajos, Dinamarca, Bélgica y Noruega, y se espera que los primeros 20 lleguen a finales de año. Sin embargo, ante las limitaciones de sus propias reservas de armamento, estos países han optado por el apoyo estadounidense para armar estos aviones.

Según un alto funcionario del Pentágono citado por el WSJ, Estados Unidos proporcionará municiones aire-tierra, equipos de guiado de precisión para bombas y misiles aire-aire avanzados. "Estamos seguros de que podemos suministrar todo esto, al menos los volúmenes críticos que necesitan", afirmó el funcionario.

Los armamentos específicos incluirán misiles AGM-88 HARM, municiones JDAM de largo alcance que convierten las bombas convencionales en armas inteligentes y guiadas, y pequeñas municiones guiadas de precisión conocidas como GLSDB.

Misiles AGM-88 HARM

Los misiles antirradiación de alta velocidad (HARM) AGM-88 son armamentos especializados diseñados para detectar y destruir radares enemigos apuntando a sus emisiones. Utilizados para suprimir las defensas aéreas enemigas neutralizando sus sistemas de radar, estos misiles son cruciales para las operaciones aéreas ofensivas, ya que permiten a las aeronaves llevar a cabo sus misiones con un riesgo reducido de detección y ataque por parte de los sistemas antiaéreos.

Misiles antirradiación de alta velocidad (HARM) AGM-88 (Fuente de la imagen: Chuck Pfarrer)
Municiones JDAM de largo alcance

Las municiones de ataque directo conjunto (JDAM) transforman las bombas no guiadas, también conocidas como "bombas tontas", en armas guiadas de precisión. Están equipadas con kits de guía que incluyen sistemas de navegación GPS y aletas de control, lo que permite realizar ataques precisos incluso a largas distancias. Estas municiones se pueden utilizar en diversas condiciones climáticas y son conocidas por su precisión, lo que reduce el riesgo de daños colaterales y aumenta la eficacia de los ataques estratégicos.

Las municiones de ataque directo conjunto (JDAM) transforman las bombas no guiadas, también conocidas como "bombas tontas", en armas guiadas con precisión. (Fuente de la imagen: Chuck Pfarrer)
Pequeñas municiones guiadas de precisión GLSDB

La bomba planeadora de diámetro pequeño (GLSDB) es una munición de precisión que combina capacidad de guiado y un tamaño reducido para una aproximación discreta y eficaz. Estas municiones están diseñadas para atacar infraestructuras fortificadas, defensas aéreas y otros objetivos de alto valor con un daño colateral mínimo. Su tamaño reducido también permite que las aeronaves transporten un mayor número de estas bombas, mejorando así la capacidad del arma al tiempo que se mantiene una alta precisión durante los ataques.

Bomba planeadora de diámetro pequeño (GLSDB) (Fuente de la imagen: Chuck Pfarrer)
Esta ayuda llega en un momento en que la Fuerza Aérea de Ucrania, compuesta principalmente por aviones de la era soviética, se ha visto considerablemente debilitada tras años de conflicto. Se espera que la llegada de los F-16 equipados proporcione una ventaja aérea sustancial a Ucrania.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, había anunciado el 10 de julio que los primeros F-16 procedentes de los Países Bajos y Dinamarca estaban en camino a Ucrania, aunque todavía no se ha confirmado ninguna entrega oficial. Esta iniciativa ilustra el compromiso permanente de Estados Unidos y sus aliados europeos de apoyar a Ucrania contra la agresión rusa, destacando la importancia estratégica de este conflicto en el tablero geopolítico internacional.

El 10 de julio, en la apertura de la cumbre de la OTAN en Washington, Dinamarca, Estados Unidos y los Países Bajos anunciaron la entrega de los primeros aviones F-16 a Ucrania. Estos modernos aviones, equipados según los estándares de la OTAN, reforzarán significativamente la Fuerza Aérea ucraniana y permitirán realizar misiones como la destrucción de las defensas aéreas rusas o el combate aéreo, dependiendo del armamento y de los pods instalados.

Sin embargo, la operación de los F-16 por parte de Ucrania se enfrenta a importantes desafíos logísticos y estratégicos. Para proteger a estos aviones de posibles ataques, es necesario que Ucrania ubique bases adecuadas en el oeste del país, lejos de las zonas de conflicto activas del este, lo que requiere un vuelo de ida y vuelta de 2.000 km para las misiones. Como Ucrania carece de capacidades de reabastecimiento aéreo, resulta crucial desarrollar bases de reabastecimiento detrás de las líneas en el este para apoyar operaciones prolongadas. La creación de estas bases requeriría una logística compleja para permitir un reabastecimiento rápido de combustible y municiones, a menudo en menos de diez minutos, para mantener la eficacia de las misiones.

Los F-16 también deben operar a baja altura para minimizar su detección por el radar antiaéreo SAM, lo que aumenta su consumo de combustible y reduce su eficacia para ataques de precisión a gran altitud. Con su capacidad de combustible, estos aviones tienen una autonomía de vuelo de entre 90 minutos y aproximadamente 2,5 horas.

En un principio, el papel de los F-16, dada la densidad de las defensas aéreas rusas, parece limitarse a reforzar las defensas aéreas de Ucrania, en particular para interceptar objetivos aéreos, en lugar de lanzar ataques contra las fuerzas rusas cerca del frente. Este marco operativo limitado pone de relieve la brecha entre las expectativas ucranianas y el apoyo occidental, y los críticos afirman que los aviones son demasiado pocos y llegan demasiado tarde para alterar sustancialmente el curso del conflicto.

Esta situación también pone de relieve la vulnerabilidad de la infraestructura terrestre, ya que las bases aéreas ucranianas están dentro del alcance de los misiles rusos, lo que complica aún más la protección de los F-16 sin instalaciones robustas como hangares de hormigón. Por ello, Ucrania utiliza técnicas de camuflaje y señuelos para proteger sus aviones.

Los análisis son dispares: algunos consideran que los F-16 son un importante estímulo psicológico más que un gran cambio táctico en el campo de batalla. Hasta el momento, los países occidentales que los proporcionan no han revelado restricciones al uso de estos aviones, aunque Ucrania tiene limitaciones en el uso de ciertas armas occidentales para atacar objetivos en Rusia.(Source/Photo: Army Recognition)

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