El presidente ruso Vladimir Putin lanzó su invasión de Ucrania a finales de febrero, con sus objetivos declarados de “liberar” la región separatista del país, Donbas, y librar al gobierno ucraniano de los nazis, una afirmación que ha sido rechazada en Ucrania, al menos en parte debido a que el presidente Volodymyr Zelensky es judío.
Tras la invasión, varios países occidentales han proporcionado a Ucrania ayuda militar y humanitaria.
A partir de junio, Estados Unidos comenzó a enviar HIMARS a la nación de Europa del Este. El sistema de cohetes está construido por Lockheed Martin y es de largo alcance, móvil y dispara con precisión. En particular, las unidades tienen un alcance de unos 80 kilómetros, casi el doble del alcance de los obuses M777, el arma de fabricación occidental que utilizaba Ucrania antes de los HIMARS.
El sistema de cohetes ha sido considerado como un cambio de juego para los ucranianos, que han contrarrestado a las tropas rusas con más eficacia de lo que muchos expertos habían predicho inicialmente, limitando los combates a la parte más oriental de Ucrania tras más de cinco meses de guerra.
Sin embargo, en un ensayo para la revista Foreign Affairs publicado el lunes, Vindman pidió a Estados Unidos que enviara al ejército ucraniano HIMARS de mayor alcance.
“Tras meses de deliberaciones, la administración Biden aceptó finalmente transferir sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad conocidos como HIMARS, pero se ha negado a proporcionar las municiones de mayor alcance necesarias para golpear las capacidades de ataque de largo alcance y los arsenales militares de Rusia”, escribió.
Vindman señaló las municiones que tienen la capacidad de viajar hasta 190 millas. Añadió que Estados Unidos ha “rehuido” el envío de misiles tierra-aire de medio y largo alcance que apuntarían a los aviones y misiles rusos, “y en el peor de los casos, a los sistemas de entrega de cualquier posible arma nuclear táctica”.
Tales misiles podrían alcanzar más fácilmente a la propia Rusia, una perspectiva que ha suscitado advertencias de los políticos rusos de tomar represalias contra los países occidentales.
El coronel retirado Vindman dijo que si Ucrania dispusiera de las armas de mayor alcance, podría obligar a Rusia a sentarse a la mesa de negociaciones más rápidamente, y que eso no socavaría “los planes de guerra contra Rusia en el peor de los casos”.
Vindman nació en lo que entonces era la república soviética de Ucrania antes de emigrar a Estados Unidos cuando era niño. Fue el principal experto en Ucrania en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca antes de ser despedido por el ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, después de testificar contra él en un juicio de destitución.
Los comentarios de Vindman se producen una semana después de que la Casa Blanca anunciara su último paquete de ayuda militar a Ucrania por valor de 550 millones de dólares, que incluye más munición para los HIMARS después de que Rusia dijera que su ejército destruyó más de 100 misiles de fabricación estadounidense en un ataque a un depósito de munición ucraniano. El viernes, Reuters informó que la administración Biden iba a anunciar otro paquete de 1.000 millones de dólares que incluía municiones HIMARS. (Source/Photo: Andrew Stanton/Newsweek)
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