Y, a esta lista, debemos añadir ahora el MiG-31K. Si el diseño de esta aeronave es antiguo, no ocurre lo mismo con el arma que utiliza, en este caso el misil hipersónico Kinjal, que es una de las seis “armas estratégicas” desveladas por el presidente ruso Vladimir Putin en marzo de 2018.
De hecho, este 25 de junio, el Ministerio de Defensa ruso informó de que, como parte de un ejercicio organizado en el Mediterráneo oriental por las fuerzas aéreas y navales, dos MiG-31K “con capacidad para utilizar los últimos misiles hipersónicos Kinjal” despegaron de Rusia para aterrizar en la base de Hmeimim en Siria.
La base, cedida por Damasco a Moscú, ha sido objeto de importantes obras que, iniciadas en julio de 2020, han consistido en la prolongación de su pista principal y la renovación de su superficie. Ahora puede recibir bombarderos estratégicos, como ha ocurrido recientemente con tres aviones Tu-22M3 “Backfire”, así como MiG-31K que pueden ser equipados con el misil Kinjal.
En la actualidad, el MiG-31K equiparía dos unidades de la aviación naval rusa, una con base en Monchegorsk [Flota del Norte], y la otra en Yelizovo [Flota del Pacífico].
El anuncio del Ministerio de Defensa ruso coincide con la presencia en el Mediterráneo oriental del Carrier Strike Group 21 británico que, formado en torno al portaaviones HMS Queen Elizabeth, acaba de unirse a la coalición antiyihadista liderada por Estados Unidos.
Derivado del sistema Iskanker, el misil Kinjal se desarrolló precisamente para devolver a la aviación naval rusa una capacidad de ataque antibuque de largo alcance que había perdido con la transferencia de sus Tu-22M3 a las fuerzas aeroespaciales. Evidentemente, el envío de MiG-31K a Siria puede considerarse un mensaje dirigido a la Royal Navy. O incluso a la US Navy y a la Armada francesa, que despliegan regularmente buques en el Mediterráneo oriental.
Según la información disponible, este misil, que puede llevar una carga convencional o nuclear, tendría un alcance de 2.000 km. Podría alcanzar una velocidad de Mach 10 y sería guiado por radar para alcanzar objetivos en movimiento [como un barco]. Un arma de este tipo es difícil de detectar porque la nube de plasma generada por las altas temperaturas que produce absorbe las ondas de radar. Al menos en su mayor parte.(Source/Photo/Author: Laurent Lagneau/Opex360)
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